María de Molina, una dama de la corte española, acompañó a la infanta María Teresa de Austria cuando se casó con Luis XIV de Francia. En una carta a su familia, María describe su día en el palacio real de Versalles, donde aprovechó para pasear por los hermosos jardines mientras la reina y la corte salieron de caza, y luego observó a los nobles jugar a la pelota en la Sala del Juego de Pelota contigua al palacio.