Este documento proporciona una extensa lista de artistas, obras y estilos arquitectónicos, escultóricos y pictóricos del periodo Barroco en Italia, Francia y España. Incluye detalles sobre proyectos arquitectónicos como la fachada de San Pedro en Roma, obras escultóricas de Bernini y pinturas de maestros como Caravaggio, Velázquez y Zurbarán. El documento ofrece una visión general del desarrollo del arte Barroco en diferentes países y regiones de Europa.
La obra de Gian Lorenzo Bernini. desde sus obras de juventud a las que realiza para San Pedro del Vaticano. Sin olvidarnos de las grandes obras contrarreformistas, los retratos y las esculturas que realiza para decorar las plazas de la ciudad de Roma. Tambien se apunta la obra de otros escultores como Algardi, Salvi, Mochi, Dequesnoy o Ferrata.
Plateresco. Arquitectura española renacentista.Alfredo García
Primera parte de la arquitectura española del Renacimiento. En esta presentación se aborda los arquitectos y los edicios más repreesentativos de los dos primeros tercios del siglo XVI.
La obra de Gian Lorenzo Bernini. desde sus obras de juventud a las que realiza para San Pedro del Vaticano. Sin olvidarnos de las grandes obras contrarreformistas, los retratos y las esculturas que realiza para decorar las plazas de la ciudad de Roma. Tambien se apunta la obra de otros escultores como Algardi, Salvi, Mochi, Dequesnoy o Ferrata.
Plateresco. Arquitectura española renacentista.Alfredo García
Primera parte de la arquitectura española del Renacimiento. En esta presentación se aborda los arquitectos y los edicios más repreesentativos de los dos primeros tercios del siglo XVI.
La escultura renacentista española. Características, escultores y obrasAlfredo García
Presentación en la que trato sobre la escultura del siglo XVI español. Se expone con ejemplos algunas de las características más notables de este estilo, destacando aquellos aspectos más originales y que le diferencia del renacimiento italiano en su origen, materiales empleados,temática y expresión artística. A continuación se pasa a analizar las etapas y los autores, poniéndo énfasis en lo que aporta de novedoso cada escultor.
- El primer tercio destaca por la presencia todavía fuerte del espíritu goticista, junto con las ideas que intentan introducir artistas italianos como Fancelli o Torrigiano. La obra de los escultores españoles sirven para hacer pequeños comentarios sobre géneros concretos como el sepulcro de El Tostado de Vasco de la Zarza o los relieves de B. Ordóñez y comprobar como los ideales renacentistas ya han calado en la década de los 20. Pero también en la obra de Damian Forment o en la de Diego de Siloe.
- El segundo tercio de siglo lo dominan las figuras de Alonso Berruguete y Juan de Juni. Los escultores que más influencia dejarán en el Barroco y que a su vez reciben más netamente las influencias manieristas italianas.
- Mientras que el último tercio es para la familia italiana de los Leoni, que trabajan de forma muy distinta a lo que se había hecho hasta ese momento en España, puesto que sus obras son en bronce y fundamentalmente retratos idealizadores de los Austrias.
Primera presentación sobre la escultura italiana renacentista. Se trata la escultura del siglo XV o Quattrocento, el siglo en que Florencia es la ciudad difusora de las nuevas tendencias artísticas. Se esquematizan unas características y se pasa a tratar las características y obras de los artistas más importantes, ya que que a partir de este siglo cada artista marca su propio estilo y es más necesario especificar lo personal, además de lo general del Renacimiento. Estudiaremos la obra de Ghiberti, Donatello y Verrochio, que pueden ser los más grandes, aunque también daremos cabida a Della Quercia y a la familia Della Robbia. En aquellas obras que considere más interesantes reflexionaremos sobre la influencia de la iconografía griega y romana, comparándolas con aquellas que pudieron ser origen de su inspiración o renacer.
La escultura renacentista española. Características, escultores y obrasAlfredo García
Presentación en la que trato sobre la escultura del siglo XVI español. Se expone con ejemplos algunas de las características más notables de este estilo, destacando aquellos aspectos más originales y que le diferencia del renacimiento italiano en su origen, materiales empleados,temática y expresión artística. A continuación se pasa a analizar las etapas y los autores, poniéndo énfasis en lo que aporta de novedoso cada escultor.
- El primer tercio destaca por la presencia todavía fuerte del espíritu goticista, junto con las ideas que intentan introducir artistas italianos como Fancelli o Torrigiano. La obra de los escultores españoles sirven para hacer pequeños comentarios sobre géneros concretos como el sepulcro de El Tostado de Vasco de la Zarza o los relieves de B. Ordóñez y comprobar como los ideales renacentistas ya han calado en la década de los 20. Pero también en la obra de Damian Forment o en la de Diego de Siloe.
- El segundo tercio de siglo lo dominan las figuras de Alonso Berruguete y Juan de Juni. Los escultores que más influencia dejarán en el Barroco y que a su vez reciben más netamente las influencias manieristas italianas.
- Mientras que el último tercio es para la familia italiana de los Leoni, que trabajan de forma muy distinta a lo que se había hecho hasta ese momento en España, puesto que sus obras son en bronce y fundamentalmente retratos idealizadores de los Austrias.
Primera presentación sobre la escultura italiana renacentista. Se trata la escultura del siglo XV o Quattrocento, el siglo en que Florencia es la ciudad difusora de las nuevas tendencias artísticas. Se esquematizan unas características y se pasa a tratar las características y obras de los artistas más importantes, ya que que a partir de este siglo cada artista marca su propio estilo y es más necesario especificar lo personal, además de lo general del Renacimiento. Estudiaremos la obra de Ghiberti, Donatello y Verrochio, que pueden ser los más grandes, aunque también daremos cabida a Della Quercia y a la familia Della Robbia. En aquellas obras que considere más interesantes reflexionaremos sobre la influencia de la iconografía griega y romana, comparándolas con aquellas que pudieron ser origen de su inspiración o renacer.
Ciudad Barroca
EL URBANISMO EN LA ÉPOCA BARROCA
El barroco se caracteriza por su interés integrador de espacios en un todo unitario, ya sea urbano o paisajístico. En el modo de darle un ordenamiento a la necesidad del desarrollo de las ciudades que se expresan a través de la arquitectura monumental como plazas, edificios, fuentes, jardines, etc. Que expresaban el poder del estado y/o de la iglesia.
De aquí la gran creación del barroco que es del concepto de Estado Nacional, como una forma de monarquía absoluta con la concentración del poder y con esto la aparición de ciudad capital como una forma de represtación y centralización del poder. En este período surgen los planes reguladores de lo que ha venido a llamarse la ciudad capital.
La ciudad capital (del latín caput, capitis, “cabeza”) se refiere a que es una nueva cara representante del poder de un país, centralizando en una ciudad, como una especie de centro de control el poder absoluto. En donde se instaura la cabeza principal del poder, sea el gobernante electo o la máxima autoridad de una monarquía en representación del pueblo custodiado. Es por esto que en la ciudad se ve reflejada a modo de darle un ordenamiento que no existía en épocas anteriores, y de una preocupación para los habitantes de la ciudad. Las mediadas que se tomaron fueron regidas por cuestiones de manifestaciones del poder a través de grandes edificios públicos; tratando la higiene dado las urgencia sanitarias de las anteriores ciudades, como enfermedades mortales, se preocupan de reparar tanto en los servicios básicos como en la vida urbana como la circulación de las aguas y el aire por las calles y edificios; además darle un ordenamiento a una escala urbana a la ciudad a través de elementos arquitectónicos como los grandes bulevares, avenidas, ejes ordenadores, etc. Siempre buscando el bienestar de la sociedad custodiada y la exhibición del poder.
LA ARQUITECTURA BARROCA:
El Urbanismo
La ciudad del barroco es la imagen del poder del gobernante y su importancia, se mide por el tamaño y el
numero de habitantes. Las transformaciones que en ellas se realizan únicamente atienden a las necesidades del
poder absoluto de los gobernantes.
En el Barroco, el ordenamiento urbano refleja la estructura social del absolutismo, y la ciudad se organiza
entorno a un centro. La teoría urbanística barroca se apoya en centros intercomunicados donde se desarrolla la
vida cotidiana, calles anchas y rectas que confluyen en las plazas. Las perspectivas monumentales y
uniformadas da una amplitud indefinida a la imagen del poder.
Las plazas son unos de los más importantes elementos del urbanismo barroco, embellecen la ciudad y son
punto de referencia para el trazado de calles que las unen. Son un reflejo simbólico del poder civil o religioso,
y escenario de fiestas y representaciones sociales y teatrales. De menor importancia estética, pero de gran
relevancia arquitectónica son las co
Los espacios públicos politico administrativos y económicos de la ciudad romana fueron adaptándose progresivamente para dar respuesta a las necesidades de la Urbs
Arte Barroco: arquitectura, escultura y pintura. Italia, Francia, Inglaterra, Alemania, Flandes, Holanda, España.
La obra de Velázquez figura en capítulo aparte.
Incluye notas del orador con comentarios de cada obra (referencias: Fernando González Moreno, web Artehistoria y Jesús A. Manzaneque)
Instrucciones del procedimiento para la oferta y la gestión conjunta del proceso de admisión a los centros públicos de primer ciclo de educación infantil de Pamplona para el curso 2024-2025.
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3.pdfsandradianelly
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestr