El documento describe el arte paleocristiano y bizantino. En el arte paleocristiano, los cristianos utilizaban las casas de miembros ricos para reuniones y servicios religiosos debido a las persecuciones. Usaban catacumbas subterráneas para entierros. El arte tenía símbolos como el pez y el crismón en lugar de imágenes. En el arte bizantino, las basílicas tenían plantas longitudinales. Santa Sofía de Constantinopla usó pechinas para soportar su gran cúpula.