La unificación alemana se produjo en el siglo XIX bajo el liderazgo de Prusia. Existían dos opciones para la unificación, una encabezada por Austria o una encabezada por Prusia. Bismarck y Guillermo I de Prusia dirigieron el proceso unificador a través de tres guerras contra Dinamarca, Austria y Francia entre 1863 y 1871, lo que resultó en la creación del Imperio Alemán bajo dominio prusiano.