El documento enfatiza que vivir una vida ajetreada y llena de urgencias es la forma más pobre de vivir, ya que cuando se muere se dejan pendientes las cosas que verdaderamente eran urgentes. Urgente es hacer una pausa para valorar el tiempo con la familia, amigos y seres queridos, y agradecer las pequeñas cosas como salir el sol. Urgente es vivir el presente en lugar de dejar que la vida pase rápidamente enfocándose solo en el trabajo y obligaciones.