El documento describe algunas de las consecuencias negativas del uso excesivo del celular, incluyendo aumento de estrés y riesgo de enfermedades, problemas de sueño y visión, y síndromes de abstinencia. También señala que el uso constante del celular puede ocasionar alteraciones en la conducta y hábitos de niños, adolescentes y jóvenes como cambios en los patrones alimenticios y de sueño e irritabilidad.