En situaciones de desastre, se recomienda vacunar contra la influenza, COVID-19, varicela, hepatitis A y tétanos. Las vacunas se administran a niños, adultos mayores, personal de salud y embarazadas para prevenir brotes infecciosos debidos al hacinamiento en albergues. Las inmunizaciones masivas no son aconsejables y solo se justifican ante evidencia de un aumento progresivo de casos con riesgo de epidemia.