En el siglo XVI en España, el rey era Felipe II y los cereales como el trigo eran fundamentales para la alimentación de todas las clases sociales. La carne era el alimento más apreciado pero su consumo dependía del estatus social, mientras que el pescado se comía en días de abstinencia. La forma de vestir indicaba la clase social y los desplazamientos se realizaban principalmente a pie o a caballo.
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Fase 1, Lenguaje algebraico y pensamiento funcional
Vida cotidiana del siglo xvi
1.
2. El rey que reinaba en España en el siglo XVI era Felipe II.
En la actualidad es Felipe VI.
3.
4. Los cereales, y sobre todo el trigo, tenían un papel fundamental. Eran
la base de la alimentación de todas las clases sociales y entre los
pobres era el producto dominante. La forma preferida del consumo de
cereales era el pan. Los acomodados consumían pan blanco, de trigo.
Las clases bajas comían más pan, aunque de peor calidad y la cantidad
suplía otras carencias.
5. La carne era el alimento más apreciado. Su consumo representaba
una barrera social y estaba estrictamente jerarquizado. Lo más
común eran aves de caza, cabrito, vaca y buey. El cerdo era el más
consumido en las clases populares. De él se obtenían manteca y
tocino, empleados como grasas. Y al igual que hoy, el jamón era lo
más valorado.
6. En los días de abstinencia se consumía pescado, fresco o en conserva. El
fresco podía ser de mar o de río y su disposición dependía de los lugares,
puesto que su conservación y traslado eran difíciles. Sólo la Casa Real y las
clases privilegiadas podían tomar pescado venido de lejos y mantenido en
agua salada , nieve o hielo en unas construcciones especiales, los famosos
neveros, de los que aún quedan algunos en nuestra región.
El pescado salado (sardina, arenque, bacalao) era el recurso de las clases
populares.
7. Los huevos eran muy consumidos y se consideraban muy apropiados
para niños y enfermos. El queso de muy extendido uso, tanto entre
privilegiados como entre gente sencilla.
8. Las verduras se consumían según las regiones y estaciones del año.
Las más comunes eran las coles, pero había gran variedad de ellas:
escarolas, lechugas, calabazas, nabos, berzas, repollos,
alcaparras,... El tomate fue traído de América.
9. En cuanto a la fruta fresca si se disponía de ella, se consumía. Se
presentaba como entrante en las comidas y las más frecuentes
eran la uva y el melón. También se empleaba como postre, en
competencia con los dulces, y en menor medida, en preparación de
salsas y mermeladas. La fruta seca (nueces, pasas, orejones, higos,
dátiles) era muy apreciada y de consumo frecuente en invierno,
época en la que no se disponía de fruta fresca.
10. Las legumbres de muy extendido consumo entre las clases populares,
porque eran abundantes y baratas.
En el siglo XVI se empezó a comer con tenedor, y no con las manos, y
a limpiarse con servilletas en vez de con el mantel.
11. El agua y el vino eran las bebidas más comunes. También bebían bebidas frías
como la leche de almendras y de cebada, la horchata y la limonada. Para la
conservación del frío la nieve se empleaba en cantidades importante, en los
llamados neveros. En cuanto a la leche era una bebida poco común ya que se
contaminaba con facilidad y se sabía que podía transmitir enfermedades.
Tenía un mayor consumo en el medio rural. En las ciudades solo las clases
privilegiadas, que disponían de establos en sus mansiones, consumían leche.
12.
13. Las casas dependían de la zona donde se ubicaban, siendo lo
habitual las unifamiliares de dos o tres plantas. La casa común
tenía una entrada que daba acceso a un patio central donde en la
planta baja se disponen las estancias más utilizadas -cocinas,
salones, almacenes- mientras que en las plantas superiores
estaban las habitaciones.
14. El mobiliario y el ajuar estarían en consonancia con el nivel económico y
social de los habitantes aunque los objetos no eran muy abundantes.
Una mesa y algunos bancos eran las piezas fundamentales. Las sillas
apenas aparecían ya que lo habitual era sentarse sobre el suelo o en
cojines. Las camas podían ser de madera pero eran casi un escaso lujo
por lo que lo normal era dormir sobre redes que se colgaban sobre
clavos o colchones tendidos en el suelo. Las cocinas eran el centro de
reunión y su ubicación era un evidente indicador sociológico.
15. La calefacción se mejoró bastante con el uso de braseros donde se
quemaba huesos de aceituna mientras que la iluminación se obtenía
mediante lámparas de aceite o candelabros de plata o cobre.
16. Solían carecer de cuartos de baño y retretes, haciendo las
necesidades en unos recipientes llamados "servidores" que eran
arrojados a la calle por la noche, dando origen a la famosa frase
"agua va".
Esta sería una de las razones por la que la higiene en las calles
brillaba por su ausencia.
17.
18. El vestido indicaba la clase social a la que se
pertenecía. En general, el color más usado
era el negro. Los hombres vestían un
jubón, que le cubría desde cabeza hasta
cintura, o un "coleto“ sin mangas, a modo de
chaleco, sin aberturas, habitualmente
fabricado en piel. Por encima llevaba la
"ropilla", una vestidura corta con mangas,
ceñida sobre los hombros formando
pliegues. Sobre las piernas se llevaban las
"calzas", pantalones ajustados . Los zapatos
estaban hechos en piel, generalmente de
color negro, atado con amplios lazos.
19. Los varones más humildes vestían
calzones largos, no muy ajustados, que
podían estar cortados por la rodilla.
Completaba su vestimenta una camisa de
lienzo, una capa y un sombrero de alas
anchas y caídas, que servía para realizar
un ceremonioso y complicado saludo. Las
clases populares usan alpargatas.
Un adorno esencial son los cuellos,
gruesas "lechuguillas" que cubren
totalmente la garganta y que no eran
precisamente cómodas de llevar.
20. Las mujeres humildes vestían faldas largas y lisas, sin adornos,
combinadas con blusas o camisas sencillas. Normalmente se llevaba
una pañoleta que cubría los hombros y se anudaba sobre el pecho. En
épocas de frío, un manto de paño o lana proporcionaba algo de calor.
21. Las de clase noble, el
"guardainfante" fue la prenda que
más se usó. Consistía éste en un
armazón hecho de varillas, aros,
cuerdas y ballenas, que daban
forma de campana a la enagua. Los
vestidos eran siempre largos,
llegando a cubrir los pies.
En los pies llevaban "chapines",
una especie de chanclas muy
elevadas con suela de madera.
22. Un adorno esencial son los cuellos, gruesas "lechuguillas" que
cubren totalmente la garganta y que no eran precisamente cómodas
de llevar.
23.
24. Para desplazarse iban a pie o a caballo. Las damas incorporaban
además sillas de montar, y sólo las más ricas iban en carruajes.
25. Los arrieros y carreteros se encargaban de transportar
mercancías con la ayuda de carros y mulas. También había
numerosos peregrinos que realizaban el camino de Santiago
andando.