Los xenomorfos o abrazacaras tienen cuerpos compuestos de materiales sólidos e impenetrables, cabezas alargadas con gran fuerza y colas afiladas. Pasan por varias etapas en su ciclo de vida, comenzando como abrazacaras que infectan a otros seres, luego crecen dentro de ellos como revientapechos hasta romperlos, y finalmente emergen como xenomorfos normales que obedecen a la reina en la colmena.