Este poema lamenta la muerte de Julio Alberto, un niño bueno, educado y capaz. A pesar de sus cualidades positivas, el autor se pregunta por qué Dios se llevó a Julio. Julio era un ejemplo para los demás con su sonrisa y carácter. Aunque el autor extraña a su amigo, comprende que la voluntad de Dios es sacrificar a los justos para enseñar al mundo a cumplir su voluntad. El autor pide resignación y consuelo sabiendo que Julio ahora descansa en la gloria junto