Riley abre la puerta del salón de clases de la Señora Jiménez y toma su chocolate mientras mira a su alrededor para no ser atrapada. Luego sale corriendo del salón con el chocolate en la mano y se esconde en el baño para comérselo todo, ensuciándose la camiseta con chocolate. Finalmente, Riley se limpia la cara y la camiseta para deshacerse de la evidencia del chocolate que robó.