1. Karmen quería salvar a la humanidad
En el corazón de una pequeña ciudad existió en
tiempos lejanos una niña llamada Karmen que
empezó a preocuparse por los demás.
En consecuencia se dio a la tarea de meditar
sobre las evidentes maldades que hacía Santos
con su poder; sobre la debilidad de los
ciudadanos colombianos, que eran aplastados
todos los días tal vez cuándo más ocupados se
hallaban, sobre la risa de los pequeños niños;
sobre los trabajadores que se quejaban de su
2. miserable salario; sobre la gente vivaracha que
utiliza a la gente humilde para su beneficio y
sobre la gente humilde que se deja usar
ingenuamente de los vivarachos, y en fin, sobre
todos los defectos que hacían desgraciadas a la
sociedad colombiana, y se puso a pensar sobre la
manera de remediarlos.
Pronto ella adquirió la costumbre de desvelarse y
de salir a la calle a observar cómo se conducía la
gente, y se fue llenando de conocimientos
científicos y psicológicos que poco a poco iba
ordenando en su pensamiento y en una pequeña
libreta.
3. De modo que algunos años después se le
desarrolló una gran facilidad para clasificar, y
sabía a ciencia cierta cuando Santos iba ejercer
todo su poder contra todos y cuando los niños
estaban felices, y lo que iban a hacer las
personas del campo cuando visitaran a sus
familiares en la ciudad, y lo que haría un
adolescente vestido a la moda cuando se viera
reflejado en el espejo un adolescente vestido
muy a la moda, y los coros infantiles cuando les
decían que qué bonito cantaban .
4. Y así, concluía:
“Si Santos no hiciera lo que hace sino lo que hacen
los asalariados y los asalariados no hiciera lo que
hacen sino lo que hace Santos; y si la mujer no
hiciera lo que hace sino lo que hace el hombre, y el
hombre no hiciera sino lo que hace la mujer, y así
hasta el infinito, la sociedad se salvaría, dado que
todos viviríamos en PAZ y la guerra volvería a ser
como en otros tiempos en los que no había guerra”.
Pero el resto de las personas no apreciaban los
esfuerzos de Karmen, por sabía que esta supiera
que lo suponían; antes bien pensaban que era
tonta, no se daban cuenta de la profundidad de su
5. pensamiento, y seguían aguantando el abuso del
poder, menos Karmen, que no era sumisa de nadie
ni ejercía ese poder excesivo sobre nadie.
KARMEN PUGLIESE BALZA.