La ética deontológica se centra en el deber y la obligación moral en lugar de las consecuencias de los actos. Existen varias formas básicas de deontología: la de regla pura, que busca el deber en cada situación sin considerar las consecuencias; la de acto puro, que evalúa cada situación como única; y las deontologías mixtas, que consideran tanto la naturaleza del acto como sus consecuencias. Las deontologías mixtas pueden ser de acto mixta o de regla mixta