Un estudio sencillo de los versículo 2-5 de la 1a. Carta de Juan Cap. 3

2. 1ª JUAN CAP. 3: 2-5
• 3:2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos
de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él,
porque le veremos tal como él es.
• 3:3 Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como
él es puro.
• 3:4 Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es
infracción de la ley.
• 3:5 Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados,Juan 1. 29 y no hay
pecado en él.

3. Ya vimos :
Que el amor de Dios es tan grande que ningún conocimiento
humano lo podría explicar.
Qué somos hijos de Dios.
1ª JUAN CAP. 3: 2-5

4. Ahora vemos como el apóstol Juan nos trata tan paternalmente, como si Dios
mismo nos estuviera llamando “hijitos”. Seis veces nos llama así en esta carta del
griego agapetoí
La importancia doctrinal es ésta:
“Ahora” marca un puente entre lo que fue y lo que será, pasado y futuro. El
pasado estaba lleno de miseria, pues antes de la conversión estábamos en miseria,
en delitos y en pecado, SIN ESPERANZA Y SIN DIOS EN EL MUNDO. Efesios
2:12
2:12 En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos
de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
1ª JUAN CAP. 3: 2-5

5. Ese ahora establece una línea divisoria entre la perdición y la salvación y abre un
presente que se prolongará en la eternidad pues cosa segura e irrevocable, según lo
que nos dice Rom. 11:29: “11:29 Porque irrevocables son los dones y el
llamamiento de Dios.” Somos hijos de Dios para siempre.
“y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser;”
-Nuestra vida esta escondida con Cristo en Dios. Dice Colosenses 3:3-4
3:3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
3:4 Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis
manifestados con él en gloria.
1ª JUAN CAP. 3: 2-5

6. Mientras Cristo no se manifieste, tampoco se manifestará lo que seremos.
Ni siquiera el apóstol Juan, discípulo amado del Señor conocía en que había de
consistir tal manifestación de lo que seremos un día.
Así que no debemos de fisgonear o especular en algo que a Dios no le plació darnos
a conocer.
Lo que si nos revela Juan es esto precioso: Que cuando el Señor Jesucristo se
manifieste en su Segunda Venida, nosotros seremos manfestados al mismo tiempo
Col. 3:4 Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados
con él en gloria.
Y como nuestra vida ha estado escondida en la suya también nuestra condición
final será semejante a la suya.
1ª JUAN CAP. 3: 2-5

7. Recuerde esto:
1)Que aquel que se manifestó en carne en este mundo para llevar a
cabo la redención de la humanidad caída será manifestada en la gloria
propia de espíritu vivificante para consumar la salvación de los que
hemos creído en él.
Rom 8:25 “Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos. ”
2) Que al ver al Señor Jesucristo cara a cara glorificado, seremos semejante a él.
Esta semejanza que comenzó al recibir la nueva naturaleza según 2ª. Pedro 1:4,
será perfecta. “para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los
cielos para vosotros, ”
1ª JUAN CAP. 3: 2-5

8. 3:3 Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él
es puro.
• Todo aquel que ama la venida del Señor y lo espera se santifica, no anda
haciendo lo malo, por lo tanto se le dará una corona de justicia, según 2ª Tim. 4:8
Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en
aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
Pero ésta acción de esperar su venida y amarla, también implica que sirve para
purificar a la persona que lo está esperando.
El verbo que emplea el escritor es “hagnizein” y está en presente de indicativo e
indica un proceso contínuo pues el pecado anida en nuestro interior hasta que sea
eliminado por el último toque del Espíritu Santo en la resurrección.
1ª JUAN CAP. 3: 2-5

9. Versículo 3:4 Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción
de la ley.
El que hace el pecado hace también la ilegalidad
Y Dios, que sabe que somos polvo, viene a quitar el pecado definitivamente de la
personalidad de nosotros, de los que aún vivimos y de los que duermen
esperándolo.
Los gnósticos tenían esta premisa: Que si era un iniciado en la fe, se le podía
dispensar de lo que hace en el cuerpo porque si la mente disfruta de la iluminación
gnosis lo que se hace por medio del cuerpo no tiene importancia ética pues la
materia es amoral. Y esto era lo que Juan atacaba por este error.
1ª JUAN CAP. 3: 2-5

10. Ver. 5
3:5 Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados,Juan 1. 29
y no hay pecado en él.
Juan 1:29 dice: El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de
Dios, que quita el pecado del mundo.
Esto significa según los estudiosos de La Biblia que quitar es
equivalente a quitar, levantar y llevar encima el pecado. Esto hizo
precisamente Jesús, en Isaías 53:6,11-12
53:6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas,1 Pedro 2. 25 cada cual se apartó por su camino;
mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
1ª JUAN CAP. 3: 2-5

11. 53:11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su
conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de
ellos.
53:12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá
despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los
pecadores,Marcos 15. 28Lucas 22. 37 habiendo él llevado el pecado de muchos, y
orado por los transgresores.
1ª JUAN CAP. 3: 2-5

12. CONCLUSIÓN
Y todo lo que ha oído, de la resurrección de los muertos, de la transformación en
que hemos de ser revestidos si estamos vivos, lo hará nuestro Señor Jesucristo en
su venida gloriosa, PORQUE EN ÉL NO HAY PECADO, es decir no miente, no
deja desamparado a nadie y porque nos ama en gran manera.
BENDICIONES A TODOS
1ª JUAN CAP. 3: 2-5

13. 1ª JUAN CAP. 3: 2-5

14. 1ª JUAN CAP. 2: 7-11