- Presente y futuro de las Rondas Campesinas - Las Rondas Campesinas y sus características más importantes - Estatuto de las Rondas Campesinas-Urbanas e Indígenas del Perú (Primeros títulos del Estatuto de la CUNARC-Perú)

1. DEFENDER LA UNIDAD Y FORTALECER
LA ORGANIZACIÓN DE LAS RONDAS CAMPESINAS
DEFENDER Y PONER EN PRÁCTICA SUS PRINCIPIOS,
VALORES Y MÉTODOS DE TRABAJO
NI CORRUPCIÓN NI AUTORITARISMO:
HONESTIDAD Y DEMOCRACIA RONDERA
¡RENDICIÓN DE CUENTAS!
Edición especial: VENCEREMOS
CAJAMARCA

2. PRESENTE Y FUTURO DE LAS RONDAS CAMPESINAS *
Las Rondas Campesinas, tal como las conocemos, tienen su origen en el caserío de Cuyumalca, en la proximidad
de la ciudad de Chota. Su partida de nacimiento data del día 29 de diciembre de 1976, fecha en que se lleva a cabo
la Asamblea de Campesinos del lugar para evaluar y tomar decisiones frente al saqueo delincuencial del Centro
Educativo de la localidad. Es allí donde se determina organizarse en rondas para controlar los caminos y garantizar la
seguridad de la población. La Asamblea que se lleva a cabo el 29 de enero de 1977 confirmará esta determinación,
sentando sus bases que, con el tiempo, fueron enriqueciéndose y alcanzando legitimidad nacional.
Desde luego que se nutre de experiencias pasadas, pero es a partir de la ronda que se organiza en Cuyumalca
“para defender los intereses del centro educativo y de toda la comunidad”, que adquiere sus nuevas características:
democrática, de seguridad y justicia popular, de defensa de los derechos humanos y del medio ambiente.
Democráticas porque surge y se sustenta en las asambleas, verdadero órgano de decisión y poder. De seguridad,
porque asumen esta tarea frente al vacío que deja el Estado o la incompetencia y corrupción de las autoridades.
De justicia, porque su desconfianza en el Poder Judicial y la policía los lleva a dotarse de mecanismos propios y de
normas que les permitan, con rapidez, eficacia y objetividad, resolver conflictos y sancionar a quien corresponda,
garantizando la paz y la seguridad de la gente en el campo.
Fue la respuesta de los campesinos a la situación de violencia, inseguridad y prepotencia de que eran víctimas de
parte de la delincuencia rural y el abigeato, así como del abandono del Estado y los gobiernos. Y cómo ésta era
una realidad presente en toda la región, se extendió como una mancha de aceite hasta convertirse, más tarde, en
un movimiento que desbordó las fronteras de la provincia, primero, luego de Cajamarca.
La violencia delincuencial se apoya en la organización armada y en el miedo que impone como regla de conducta.
Frente a un Estado incapaz de garantizar la paz y seguridad en el campo, de enfrentar la situación con los recursos
que dispone como poder organizado, y, por el contrario, tolera el conchabamiento de las autoridades con el poder
criminal, surge desde las mismas masas campesinas la necesidad de organizarse de una manera especial y con
métodos especiales no establecidos en la legislación oficial.
A diferencia de las comunidades campesinas, cuya reivindicación básica es la tierra, las rondas campesinas,
integradas principalmente por campesinos parceleros, ingresan en el ámbito de la seguridad, de la justicia,
pero también de la defensa de los derechos fundamentales y de la dignidad de los campesinos que siempre
fueron menospreciados, a las que hay que sumar la batalla por la moralización. Se organizan para defenderlos y
garantizarlos por sus propios medios y métodos, que han resultado eficaces y justicieros.
El que con los años se hayan extendido a las comunidades indígenas, también a las poblaciones urbanas azotadas
por la delincuencia y la inseguridad, es una demostración de su vitalidad y necesidad para la población cuando el
Estado no asume las responsabilidades que le conciernen.
Rondar significa controlar el campo para impedir la acción de las bandas delictivas, derrotarlas y desaparecerlas
conlafuerzayaccióncoordinadademilesdecampesinos,fundadoensuorganización,disciplina,unidadyrespeto
a sus normas. Al mismo tiempo llevan a cabo una labor educadora, pues han reeducado a muchos delincuentes
recurriendo a la fuerza moral de las masas y a métodos como la cadena ronderil.
Aquí aparece un primer y fundamental elemento: la democracia directa. La participación colectiva exige tomar
decisiones colectivas, incorporando de manera directa y activa a toda la población, pues de su organización,
unidad y coordinación depende su eficacia. La democracia representativa es insuficiente; es el pueblo campesino
organizado el que decide, actúa, sanciona. Por lo general se pierde de vista este factor fundamental y, con el
tiempo, tiende a debilitarse; pues contra ella atentan quienes delinquen pero también las autoridades que se
esmeran en desacreditarlas.
Un segundo aspecto es la defensa de su independencia y capacidad de autodecisión. La consigna“¡con leyes o sin
leyes las rondas continúan!”, es un claro ejemplo de ello. Pero independencia supone entender la diversidad política,
étnica, religiosa, de sus integrantes, el rechazo a toda forma de manipulación desde el gobierno o fuera de él.

3. Con el correr del tiempo las rondas campesinas se extienden también a las poblaciones urbanas e incursionan en
otros ámbitos, entre ellos la necesidad de ejercer justicia, la defensa ambiental amenazada por la gran minería,
etc. En el caso Conga, su presencia masiva, organizada, unida, heroica, con participación de hombres y mujeres,
jóvenes y adultos, sostenidos en sus esfuerzos propios, mostró potencialidades que obligaron a paralizar la obra
pese al respaldo incondicional del gobierno ollantista y la derecha regional al servicio de Yanacocha.
Allí donde las Rondas Campesinas funcionan bien y no pierden los valores establecidos en sus estatutos, hay paz
y tranquilidad en el campo y los conflictos se resuelven con justicia, celeridad y sin un centavo de costo.
Pero ello implica conservar y defender la unidad de las Rondas Campesinas, independientemente de la filiación
o simpatía política y las creencias de sus integrantes. Ella es la garantía de su fuerza y de su permanencia. La
división, por el contrario, será el comienzo de su descomposición. La mejor herramienta con que cuentan las
Rondas es su alto grado de organización y disciplina, de respeto a la institucionalidad que han creado y deben
defender como patrimonio común: su Estatuto.
Vista así las cosas, no es casualidad que cuente con enemigos poderosos que quisieran desaparecerlas.
* Artículo publicado en Patria Roja, 2016.
LAS RONDAS CAMPESINAS Y SUS CARACTERÍSTICAS MÁS IMPORTANTES
1. Las Rondas Campesinas son una forma singular de organización campesina, que surge, en sus inicios, para
enfrentar la presencia del abigeato y la violencia delincuencial en el campo chotano. Su fecha de nacimiento
data del 29 de diciembre de 1976, en el centro poblado de Cuyumalca, parte alta de la ciudad de Chota.
2. Por las condiciones y el escenario en que surge es una nueva forma de organización, creación de los mismos
campesinos, diferente a las comunidades campesinas que tienen como base la propiedad comunal, la
colaboración y el autogobierno comunal, que vienen de la colonia. Un hecho que no se puede desconocer es
la presencia de militantes del Partido Comunista del Perú –Patria Roja acompañando a los ronderos casi desde
sus orígenes. Su Primera Asamblea -29 de Enero de 1977- fue convocada a iniciativa de Daniel Idrogo, natural
de Cuyumalca, entonces joven estudiante universitario y militante del Partido. Dirigentes como el “gringo”
Agustín Sánchez Cieza surgieron de la misma matriz.
3. “Rondando se aprende a rondar” sintetiza bien Oscar Sánchez, también rondero y autor del libro “Así nació la
Ronda”. En efecto, en el largo proceso de su organización fue descubriendo y forjando sus principios, valores
y métodos que hoy consagra el Estatuto de la CUNARC-PERU. Entre los primeros: independencia, autonomía,
democracia participativa, autodefensa popular, autosostenimiento económico, justicia popular, desarrollo
comunal. Entre sus valores fundamentales: honradez, solidaridad (todos para uno, uno para todos), honestidad,
decir la verdad, unidad, reciprocidad.
4. Su organización y originalidad tienen mucho que ver con la ausencia del Estado y los gobiernos en las zonas
rurales, o con su presencia (jueces y policías) quienes terminan coludiéndose con el abigeato o se colocan de
espalda a los campesinos, el sector mayoritario de la población cajamarquina. Surgen como organizaciones de
autodefensa frente a la violencia delincuencial y en defensa de derechos colectivos como educación y justicia.
Es el pueblo quien toma en sus manos tal responsabilidad. Con el tiempo se amplían a otros espacios como
medio ambiente, moralización, incursionando inicialmente en el ámbito económico.
5. Laexpresión“ladronesdenocheyladronesdedía”señalaeldesencantodeloscampesinosfrentealasautoridades
oficiales,aquienesidentificanegativamente. Desencantoqueseextiendealpodercentral,quelosienteajeno.En
ese vacío que le es hostil, sólo le queda apoyarse en sus propias fuerzas para asegurarse las condiciones mínimas
de seguridad y justicia que se le niega. Las organizaciones de ronda vienen de atrás, surgen con las rondas de
hacienda en el pasado. Esta es la forma pero el contenido ya es otro, pues el latifundio había desaparecido.
6. Se trata ahora de campesinos dueños de parcelas, independientes, preocupados por su seguridad amenazada,

4. pero también por la educación, el progreso, la justicia que se les niega. La Ronda Campesina es la nueva
forma de organización que le abre a los pobladores caminos nuevos como la autoeducación, el autogobierno,
recuperando su calidad de ciudadanas y ciudadanos que eligen, deciden, fiscalizan, sancionan, en condiciones
de igualdad entre hombres y mujeres.
7. La experiencia vivida va descubriendo a los campesinos la importancia de la organización, de la participación
colectiva, de la unidad, de la confianza en sí mismos, de su dignidad como personas. La suma fortalece, potencia
la creatividad, da confianza. Les ha permitido enfrentar y derrotar, por sus propios medios, al abigeato y otras
formas de violencia, pillaje, abuso e injusticia. Y como quiera que la lucha no es fácil, fortalece su sentido de
disciplinaysolidaridad.Lepermiteentenderquenobastaorganizarseenelcaserío;tienenecesidaddeextender
su organización al distrito y luego a la provincia, más tarde a la región y a todo el país, pues el problema se
presenta en esa dimensión.
8. Esta situación crea, por la fuerza de las cosas, una situación de doble poder: de un lado, el poder oficial y sus
autoridades; del otro, el poder rondero, pues se han convertido, de hecho, en una fuerza que pone orden en
el espacio rural y que cuenta con la confianza de la población para ello. Poder que se basa en su organización,
fuerza moral, unidad, disciplina, capacidad de acción real. Las rondas deciden, pero también y sobre todo actúan.
9. En esas condiciones se hace presente una nueva forma de democracia, que se distingue de la democracia
formal (voto pero no decido). Es la democracia participativa (voto, participo, decido) que se ejerce en las
asambleas con la presencia de todos los pobladores en condiciones de igualdad: mujeres, hombres, jóvenes,
ancianos. Allí deliberan, toman decisiones, sancionan, eligen a sus representantes, controlan el cumplimiento
de sus decisiones, definen sus tareas. Es el poder que centraliza la voluntad popular y donde sus autoridades
deben rendir cuentas.
10. La justicia campesina, en la que incursiona más tarde, es una de sus conquistas importantes como derecho
adquirido para ejercerla. Se trata de una forma de justicia popular, cuya eficiencia y eficacia es reconocida,
también sus métodos y sanciones que se fundan en la sabiduría colectiva. Métodos como la cadena ronderil,
el trabajo, la presión colectiva, entre otros, han mostrado su eficiencia. Las Rondas Campesinas han mostrado
que la sanción puede ir unida a la regeneración del sancionado. Los ejemplos sobran.
11. Un aspecto importante, que hay que valorar y fortalecer, es la participación creciente de la mujer rondera. Sin
la incorporación de la mujer rondera, con pleno derecho e igualdad de oportunidades, las Rondas Campesinas
fallarán por la base. No es casual que muchas mujeres ejerzan funciones de dirección.
12. La Ronda Campesina, donde funciona bien, ha hecho ciudadanos de sus integrantes. En la Ronda Campesina
todostienenderechosigualesysemidenconlamismavara.Nohayprivilegiosniventajasespeciales.Losderechos
humanos están consagrados en su Estatuto y deben ser de obligado cumplimiento en todas sus instancias.
13. Un aspecto fundamental que ha permitido la Ronda Campesina y que hay que relievar, es la elevación de la
dignidad del campesino rondero. Ahora se le respeta. No es casual que las autoridades oficiales (jueces, policías,
etc.) asistan a sus eventos, los escuchen con atención, reconozcan sus capacidades de garantizar orden y justicia.
El campesino rondero se mide de igual a igual con toda persona o autoridad.Ya no es el ninguneado del pasado.
14. Desde luego nada de esto se ha alcanzado fácilmente. Es el resultado de luchas, mucha lucha. Movilizaciones,
persecuciones, prisiones, muertes, es el precio pagado para conquistar su reconocimiento. No ha sido fácil ni
regalo de los gobiernos de la derecha. Asegurar su permanencia tampoco lo será. Los representantes de la
derecha y del poder oficial han hecho lo imposible para desaparecerlo. Estas intenciones no han terminado.
Mantenerse vigilante no está demás.
15. Desde luego que falta avanzar mucho más. No se debe perder de vista la amenaza de división de parte de sus
enemigos, o de grupos con intereses particulares, o de quienes quisieran utilizar las rondas para fines electorales
y caudillistas. Hay también necesidad de una mayor participación en la solución de problemas económico
que afectan a los campesinos, de fiscalización de los gobiernos locales y regionales sobre todo en materia de
corrupción. Contar, además, con instrumentos que permitan capacitación y liderazgo de cientos de dirigentes,
sobre todo de las nuevas generaciones y la mujer. No es suficiente con luchar; hay que saber luchar, ser cada vez

5. mejores dirigentes. Estas son tareas en la que deberían enfocarse sus dirigentes en todos sus niveles.
16. Las Rondas Campesinas se han extendido a todo el país, y en no pocos lugares su participación ha sido decisiva
para designar autoridades municipales o regionales. Sin embargo, en muchos casos éstas autoridades una
vez electos les han dado la espalda. Gobiernan al margen o por encima de los campesinos, y no permiten ser
fiscalizados. En los hechos no hay diferencia en la orientación y en la forma de gestionar entre representantes
derecha y otros que se dicen de “izquierda”. Esto tiene que cambiar. Un gobierno de izquierda tiene que ser
honesto y no corrupto, democrático y no manipulador, justo y no prepotente, Votar no es ejercer poder. El
problema es participar y decidir.
17. Finalmente, los campesinos ronderos necesitan entender que su lucha y conquistas tienen un contenido
político. La diferencia con la política oficial, de derecha, es que es una política de sustento popular, democrático,
progresista, al servicio de las mayorías. Pues cada una de sus conquistas han tenido que arrancarlas al poder
oficial, y tiene que ver con la forma de gobierno que surge desde el pueblo. Un sólo ejemplo: la democracia
rondera es mucho más rica, operativa y efectiva que la democracia oficial. En las rondas el pueblo decide,
fiscaliza y revoca si sus dirigentes no cumplen sus funciones como es debido. Sancionan con justicia. En la
democracia oficial, el elector vota para presidente y el Congreso cada 5 años, o para elegir gobiernos regionales
y municipales, pero no decide ni es consultado ni se escucha su voz. Una nueva democracia está naciendo en
las Rondas Campesinas.
Enero de 2016
* Con aportes de Alberto Moreno Rojas, Elzer Elera, Segundo Heredia, Tomás Pérez
ESTATUTO DE LAS RONDAS CAMPESINAS - URBANAS E INDÍGENAS DEL PERÚ*
Preámbulo
La Central Única Nacional de Rondas Campesinas del Perú (CUNARC-P), mediante el Congreso Nacional Estatutario
y Democrático del 4 y 5 de octubre de 2013, invocando a Dios Todo poderoso, obedeciendo el mandato de los
pueblos campesinos, originarios, ronderos e indígenas de nuestro país y recordando el sacrificio de todas las
generaciones que nos han precedido en esta noble y gloriosa organización de las rondas campesinas en el Perú,
han resuelto aprobar el siguiente Estatuto Marco Nacional.
TÍTULO I
DENOMINACIÓN Y DEFINICIÓN DE
LAS RONDAS CAMPESINAS
CAPÍTULO ÚNICO
DENOMINACIÓN Y DEFINICIÓN
Artículo 1º.- Las Rondas Campesinas son organizaciones herederas de los pueblos ancestrales y originarios,
conservan y manifiestan sus instituciones consuetudinarias, gozan de libre determinación como sujetos
colectivos de derecho, y administran justicia dentro de su ámbito territorial. Adoptan la denominación de“Rondas
Campesinas”porque se dedican, fundamentalmente, a la actividad agropecuaria y obrera creada por los mismos
campesinos debido a la necesidad y conciencia de resguardar, proteger y preservar sus bienes jurídicos colectivos,
para las presentes y futuras generaciones.

6. Artículo 2º.- Las Rondas Campesinas son organizaciones autónomas, democráticas patrióticas, moralizadoras,
solidarias reeducadoras, de Frente Único (no discriminan ni por género, raza, pensamiento, expresión, etnia,
idioma y religión, de Base y Supra comunal), que administran justicia y se autogobiernan.
Cuentan con un marco normativo de protección nacional e internacional: Convenio 169 de la Organización
Internacional del Trabajo – OIT; Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los Pueblos Indígenas;
Convención Americana de Derechos Humanos (CADH); la Doctrina y Jurisprudencia de la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos (CIDH) y Corte Interamericana de Derechos Humanos; Constitución Política del Perú
artículos 2.19, 88, 89 y 149); Ley de Rondas Campesinas, N° 27908; Nuevo Código
Procesal Penal (artículo 18.3); y Acuerdo Plenario N°1-2009/CJ-116 de la Corte Suprema.
Se rigen por su Derecho Consuetudinario, el presente Estatuto, su Reglamento, y el respeto a los Derechos Humanos.
TÍTULO II
FINES, PRINCIPIOS, TAREAS Y
MANDAMIENTOS
CAPÍTULO I
FINES Y PRINCIPIOS
Artículo 3º.- Son fines de las Rondas Campesinas, los siguientes:
1. Reafirmar la conciencia de identidad cultural, democrática y patriótica de sus miembros, para fortalecer el
Frente Único, el Autogobierno y la libre determinación; para promover y defender sus derechos como pueblos
originarios, por una sociedad nueva, justa, solidaria, digna y soberana.
2. Defender los derechos a: la autonomía orgánica, administrativa, económica y la libre determinación; la
participación, consulta y consentimiento previo, libre e informado; la seguridad alimentaria y el buen vivir;
la educación, la salud, la infraestructura; los servicios básicos de vivienda y transportes, para el desarrollo
sostenible de los pueblos.
3. Proteger y defender el territorio comunal, ancestral y colectivo (tierra, recursos naturales y autoridad) y el
patrimonio cultural-espiritual, promoviendo y respetando el ambiente sano y equilibrado, a través de una
gestión adecuada para el uso y protección de los mismos, como legado de las futuras generaciones.
4. Administrar justicia en su ámbito territorial, ejerciendo funciones jurisdiccionales mediante la asamblea
comunal o supracomunal como máxima autoridad, protegiendo a las víctimas y facilitando la reeducación a
quienes delinquen o vulneran los derechos de las personas y de los pueblos, en instancia única y con carácter
de cosa juzgada.
5. Protegerse colectivamente para mantener la paz, la seguridad y la tranquilidad comunal, haciendo servicio de
ronda permanente, nocturno y diurno.
6. Contribuir a la difusión, promoción y defensa de los derechos humanos individuales y colectivos, priorizando
la atención de los derechos del niño, del adolescente, de la mujer, de los ancianos y de las personas con
discapacidad y desprotegidas.
7. Contribuirypromoverlaeducaciónintegraldesusmiembrosdentrodeunacomunidadopueblos,eliminando
el analfabetismo; así como promoviendo una activa participación política, desde las bases.
Artículo 4º.- Son principios de las Rondas Campesinas, los siguientes:
1. La autonomía e independencia organizativa, económica y administrativa;
2. La democracia, horizontal y participativa;

7. 3. La crítica – autocrítica;
4. La autoridad y la disciplina;
5. La dignidad de los pueblos e identidad nacional;
6. La autodefensa de los pueblos organizados.
Artículo 5º.- Son valores de las Rondas Campesinas, los siguientes:
1. La honradez,
2. La laboriosidad,
3. La veracidad,
4. La unión,
5. La justicia,
6. La libertad,
7. La reciprocidad,
8. La solidaridad y
9. El respeto.
TÍTULO III
CAPÍTULO II
TAREAS FUNDAMENTALES
Artículo 6º.- Son tareas fundamentales de las Rondas Campesinas, las siguientes:
1. Defensa y difusión de la historia, el derecho consuetudinario o propio, el pluralismo cultural–jurídico, el
Estatuto, el marco nacional e internacional de derechos y el Programa de unificación y fortalecimiento de las
Rondas Campesinas.
2. Participación activa en el conocimiento de la realidad, para interpretarla objetivamente y contribuir en su
transformación, conforme con los derechos e intereses colectivos de los campesinos y pueblos del Perú.
3. Realizar eventos de capacitación jurídica, política y programática para: defender los derechos de las rondas
campesinas y sus miembros; administrar justicia y solucionar conflictos de toda índole en territorio rondero;
litigar eficaz y estratégicamente; implementar y fiscalizar proyectos de desarrollo integral del sector
agropecuario, turismo y otros, a nivel local, regional y nacional, conforme con la necesidad y las prioridades
de desarrollo que definan los pueblos.
4. Coordinarconlasorganizacionesdelascomunidadescampesinas,nativas,gropecuarias,sindicalesypopulares
de la ciudad, para contribuir en la constitución de organizaciones más amplias, afirmando la reciprocidad con
las rondas campesinas; así como, para la autoprotección colectiva.
5. Participar en el proceso de unificación y centralización del movimiento rondero, campesino e indígena.
Contribuir, promover y vigilar para que ningún niño se quede sin estudiar; y, cuidar la salud de los niños, de las
madres gestantes y ancianos, a través de un sistema preventivo de salud.
6. Impulsar y organizar la asociatividad de los productores agropecuarios con valor agregado desde una visión
empresarial, respetando los valores y principios de las rondas campesinas.
7. Organizar las pequeñas cooperativas ronderas de ahorro y crédito, y otras que éticamente contribuyan al
bienestar e institucionalidad rondera.
8. Promover y difundir el arte y la cultura, respetando el derecho consuetudinario y la identidad rondera de los

8. pueblos campesinos e indígenas.
9. Coordinar con las autoridades estatales, las instituciones públicas y privadas, en el marco de la Ley de Rondas
Campesinas, Ley 29708 (artículos 8 y 9), con respeto mutuo y autonomía institucional.
10. Impulsar la organización de las rondas escolares, en coordinación con las instituciones educativas y los
maestros ronderos y ronderas.
11. Impulsar la organización en el seno de los pueblos indígenas, las comunidades campesinas y las comunidades
nativas de la Selva, protegiendo su derecho consuetudinario y al territorio comunal.
12. Organizar y unificar a las mujeres ronderas dentro de la estructura orgánica, desde la base hasta la Central
Única Nacional de las Rondas Campesinas del Perú.
TÍTULO IV
CAPÍTULO III
MANDAMIENTOS RONDEROS
Artículo 7º.- Los mandamientos de las Rondas Campesinas son los siguientes:
1. Continuar la obra liberadora de Cristo, Túpac Amaru II, José Carlos Mariátegui, Micaela Bastidas, los mártires
ronderos y héroes de la patria; y de los paradigmas intelectuales revolucionarios, que han dejado sus aportes
para peruanizar y transformar nuestro país.
2. Las Rondas Campesinas no subordinan, no chantajean, no matan, no torturan, no violan, no esclavizan, ni
difaman.
3. La justicia rondera es objetiva, imparcial, armoniosa, reeducadora, solidaria y transformadora.
4. Defenderlaunidaddelasrondasycontribuiralaunidadyrespetodelderechoconsuetudinariodelospueblos.
5. Formar jóvenes ronderos y ronderas sobre la base de los principios, valores y derecho consuetudinario de las
rondas campesinas, que fortalezcan la institucionalidad rondera y la reserva moral de los pueblos.
6. Demostrar vocación de servicio, siendo los primeros en la resistencia y lucha y predicando los valores y
principios ronderos con el ejemplo.
7. No robar ni una aguja, ni un manojo de hierba; ser laboriosos, no fallar a la palabra empeñada y respetar la
reciprocidad cultural y comunal rondera.
8. Lealtad a la organización rondera y a sus dirigentes; la solidaridad mutua; y la defensa del Frente Único y del
Autogobierno Comunal.
9. Hacer todo con los pueblos, nada en contra de ellos; afirmar la igualdad de derechos entre el varón y la mujer,
fortaleciendo la equidad de género; y fomentar la crítica constructiva y la autocrítica honesta.
10. Todo rondero cumplirá los acuerdos de la asamblea, como máxima autoridad de las rondas campesinas.
Las minorías acatarán el consenso de las mayorías. Las bases locales respetarán los acuerdos y la estructura
jerárquica de las supralocales. La CUNARC-P, entre congreso y congreso, centralizará, acordará y promoverá
todo tipo de tareas para su ejecución en la asamblea nacional de delegados.
Los Comités Ejecutivos en sus diversos niveles organizativos tienen como misión horizontal, representar, cumplir
y hacer cumplir los acuerdos de los congresos nacionales de las rondas campesinas y de su correspondiente nivel.
………
* Se incluye los primeros IV Títulos del Estatuto de la CUNARC-PERU. Todo rondero debe conocerlos, estudiarlos,
asimilarlos y hacer esfuerzos para llevarlos a la práctica. Sería bueno juzgar la marcha de las rondas y el trabajo de sus
dirigentes a la luz de las normas establecidas en el Estatuto.