El documento describe la situación de mal estado de las vías rurales en la vereda Campoalegre-Estación de Santa Rosa de Cabal en Risaralda, Colombia. La autora, Clara Inés Londoño, cultiva café y otros productos en la zona y ha presenciado solo dos intervenciones parciales de las autoridades en seis años para mejorar las vías, lo que dificulta el transporte de los productos. Los campesinos realizan trabajos de mantenimiento por su cuenta pero de forma no técnica. Se necesita una intervención adecuada de
El abogado de los Arrieta se queja ante la embajada de España por la presenci...
Periodico idealogando No. 8
1. Mi nombre es Clara Inés Londoño, y
vivo en zona rural del municipio de
Santa Rosa de Cabal. Llegué a la
vereda hace casi seis años y me dedico
al cultivo de café, como muchos de
quienes habitan aquí. En la zona
también se cultiva aguacate, plátano, maíz, yuca, en asocio con algo
de ganado bovino.
Quiero mencionar además, el caso de extrema indolencia y
negligencia por parte de las autoridades correspondientes, que
tiene a los habitantes de la vereda Campoalegre-Estación de Santa
Rosa de Cabal, incomunicados con Chinchiná -que les queda cerca
para llevar y traer insumos- desde noviembre del año 2017, por un
derrumbe que dañó su vía.
Cuando llegué, las condiciones de las vías eran pésimas y a lo largo
de estos años, sólo dos intervenciones parciales por parte de entes
oficiales he presenciado: un tramo de afirmado por parte de la
gobernación de Risaralda en la administración anterior y otra, un
tramo de huellas en el año 2018, con trabajo de la comunidad y
materiales que desconozco por qué ente fueron suministrados. El
mayor trabajo para mantener estas vías habilitadas lo hemos hecho
quienes habitamos el sector, mediante convites. Pero son trabajos
sin técnica, fruto del desespero por evitar quedarnos aislados. No
estamos asociados para hacer estos trabajos, pero la necesidad
nos une cuando, por más que lo solicitemos, el ente a quien compete
el mantenimiento de las vías terciarias, no lo hace.
No puede ser que mientras se invierten billones de pesos en vías y
obras para "mejorar la movilidad" de los centros urbanos, el sector
rural tenga sus vías en estado tan deplorable. Aquí tenemos que
hablar de igualdad de derechos, y ante todo priorizar con lógica.
Porque del campo procede, en él se cultiva y cría todo lo que
consumimos en nuestros hogares.
Los campesinos están migrando a las ciudades, agotados entre
otras cosas, de sufrir estas vías infames para llevar sus productos a
las ciudades, que disparan sus costos de transporte por tener que
buscar vías alternas, cuando no es que les toca quedarse con sus
productos porque no hay otra opción. Se calcula que los costos de
transporte, de por sí elevados para el ejercicio agropecuario, se
pueden incrementar entre un 40% y 50% por tiempo, dificultad y
riesgo para el tránsito, etc, cuando las vías están en malas
condiciones.
Y qué decir del impacto en su calidad de vida. Muchas veces ni a
caballo son transitables y tienen que caminar largas distancias
cargando pesos imposibles, con alto riesgo para su integridad, su
salud.
Conocimos el caso que a continuación
se presenta en el siguiente texto, el que
se convierte en una corta pero
contundente crónica de la situación del
campo risaraldense en muchos
territorios del departamento.
Entregamos la voz a su protagonista:
Idealogando
8
cdprisaraldaoficial@gmail.com Congreso de los Pueblos Pereirawww.congresodelospueblos.org
Año 2019 Nº 8
CRÓNICAS DEL VALORIdealogando
¡De Arrendatario a
Propietario! con
• Apertura de cuenta: $100.000
• Liquidación de intereses diarios
• Retiro en cheque, sin costo
• Expedición de referencias bancarias sin costo
• Sin cuota de manejo ni gastos de administración
VIVIENDA VIP y VIS VIVIENDA NO VIS
• HASTA 135 S.M.M.L.V
A FINANCIAR HASTA
EL 80% DEL VALOR
• PLAZO 15 AÑOS
• HASTA 435 S.M.M.L.V
A FINANCIAR HASTA
EL 70% DEL VALOR
• PLAZO 12 AÑOS
ECONOMÍA - CULTURA
AUTONOMÍA
Y SOBERANÍA
Para construir
el Poder Popular
desde los territorios
2. Una generación joven, formada, informada y comprometida se
va acompañando de los liderazgos que a través de los años han
mantenido el calor de la lucha. Las banderas encuentran las
manos del tránsito generacional. Las mujeres han asumido de
forma frontal la lucha por la reivindicación de sus derechos, y
pese a que el camino no es fácil por cuenta de una cultura
pérfidamente machista y patriarcal, van enseñando a los
hombres que los seres humanos no tenemos privilegios
especiales en razón de nuestra naturaleza, de nuestra
construcción de género o de nuestras particularidades
ideológicas, sino que compartimos un espacio en el mundo
donde nos corresponden iguales derechos por el sólo hecho de
ser humanos.
Como lo habían pronosticado todos los sectores sociales,
democráticos y alternativos del país, la llegada del uribismo
recargado a la Casa de Nariño, traería consigo el regreso de la
guerra o la amenaza de la misma como política de Estado. El
partido de gobierno aglutina a los interesados del asunto de la
tierra y a sus grandes poseedores.Atados a la concentración de
la tierra como medio de especulación y control político, están
también los intereses en la explotación del subsuelo, para
extraer las riquezas minero energéticas, en asocio con las
multinacionales del ramo. La toma de posiciones en el
Congreso de la República por parte del partido de gobierno,
para acaparar las comisiones que tienen que ver con el tema,
así lo demuestran. De esta forma se impide que prospere
cualquier iniciativa que busque reformas en materia de reforma
agraria y acceso a la tierra, el catastro rural o la viabilidad de un
modelo de producción de alimentos nacional, más allá de
monocultivos para producir etanol, aceite de palma o cereales
para alimentar ganado.
La política operativa en el ejército nacional, develada en un
artículo del periódico norteamericano The New York Times, a
instancias de las denuncias de miembros de la propia institución
castrense que están en desacuerdo con los lineamientos,
desenmascaró el regreso de los mal llamados falsos positivos,
lo que reafirma que la política de este gobierno se circunscribe
al marco de la guerra (hay que recordar que Iván Duque y la
bancada de gobierno en el Congreso de la República, han
aprobado los ascensos de militares señalados o investigados
por la comisión de las ejecuciones extrajudiciales en los dos
primeros gobiernos de Uribe). Mientras esto ocurre, el país se
debate entre el incumplimiento de cualquier acuerdo alcanzado
con sectores sociales, campesinos, transportadores,
magisteriales, estudiantiles, entre otros. El desempleo sube, la
economía amenaza recesión, la inseguridad es paisaje común;
y los puestos del Estado yacen en manos de una camarilla de
empresarios y negociantes asociados al actual “gobierno”. La
política exterior es un chiste de mal gusto y el señor Duque se
dedica a la farándula mientras el país se va por el despeñadero.
Pero desde las regiones y los territorios continúa la resistencia
organizada, pese a que las políticas nacionales son
materializadas por los gobiernos locales que son funcionales al
establecimiento y a sus intereses minoritarios. La movilización
crece a la par del deterioro de las condiciones de vida digna
para las mayorías.
Para Risaralda y sus municipios es hora de la justicia social, es
hora de la equidad, es hora de defender lo público, que es lo de
todos y todas.
Por eso, la pugnacidad que vemos en la sociedad, está
planteando la disputa entre dos visiones macro: El avance de la
propuesta minoritaria del status quo que favorece los privilegios
de unos pocos, y que se expresa en los sectores políticos que
han promovido la corrupción en todas sus formas; y el avance
de la propuesta que plantea cambios en el modelo de inequidad
y que quiere materializar los derechos de la población.
El liderazgo social persiste en nuestras tierras, y Risaralda no
es la excepción. Desde los colegios, las universidades, los
sindicatos, las organizaciones sociales, las agrupaciones
culturales, barriales y demás, se hacen lecturas de un
departamento posible para todos y todas, que supere las
propuestas de una élite económica, y que promueve el
bienestar que merecemos más allá de la simple y fría
consideración del lucro y del economicismo per se, miradas que
desprecian la naturaleza y a las personas, reduciéndolas a
simples recursos productivos.
Así las cosas, a la lucha que ha enfrentado
históricamente la mujer contra el patriarcado en el
ámbito privado, social y laboral se suma, el sindical,
paradójicamente, este último, que debería ser su
resguardo frente a las injusticias, pues es bandera de
las organizaciones sindicales la lucha y defensa de
los derechos de sus trabajadores y trabajadoras, se
ha convertido en otro frente de lucha para la mujeres
pues ha encontrado también formas de opresión
quizá más severas dado el carácter del opresor, en
una doble moral que impregna la organización y al
mismo tiempo que la desestabiliza. Estas formas de
opresión hacia la mujer sindicalizada obedecen a los
mismos patrones patriarcales pues dentro del
sindicato las mujeres también son invisibilizadas, son
tratadas como una minoría, a pesar de que en
algunos gremios como el magisterial, aportan una
amplia cuota de trabajadoras a la organización. De
igual manera, se les excluye de los espacios de
debate y decisión de forma deliberada, claro ejemplo
es que solo seis años después de haberse creado la
Central Unitaria de Trabajadores se cree el
Departamento de la Mujer y que aún existan
sindicatos sin esta figura o tengan un proceso
reciente de creación en sindicatos de más de 20 años
de existencia (logros alcanzados por la lucha
decidida de las mujeres). También se excluye a las
mujeres en los procesos de selección de
negociadores de convenciones colectivas por
considerárseles con pocas capacidades, otro
imaginario patriarcal que habita no solo en las
mentes de los trabajadores hombres, si no en el de
algunas mujeres, por tal motivo se les considera
inferiores a los hombres, poco aptas para ganarle al
patrono una convención o un pliego de peticiones.
Esta idea hace que se les considere un objeto pasivo,
muchas veces subordinada por hombres que las
utilizan para cumplir con las cuotas sindicales y, que
al final, son los que dirigen a través de ellas. Por lo
anterior, asistimos a un panorama donde la mujer,
ocupa muy pocos espacios de dirección sindical, ello debido a que
algunas, a pesar de tener todas las capacidades y formación para
ocuparlos, son temerosas y evitan enfrentarse con ese sistema que trata
de bloquearlas, también se debe a que las mujeres no creen en otras
mujeres y siguen eligiendo hombres, así que quedan las pocas que
resisten y luchan y se abren espacio dentro una organización que ellas
mismas, históricamente ayudaron a construir y que hoy las desconoce
totalmente. Se hace urgente entonces, emprender desde la CUT,
acciones que promuevan la participación política de las mujeres con
todas las garantías que ello implica.
1
FLORA TRISTÁN, “POR QUÉ MENCIONO A LAS MUJERES”, 1844. Texto
seleccionado y traducido por Madeleine Pérusse disponible en
https://ideasfem.wordpress.com/textos/c/c05/)
*Directivas de la Central unitaria de Trabajadores – CUT. Cristina Muñoz,
hace parte de la Subdirectiva Risaralda.
La base de la unión en organizaciones sindicales, es la asociación contra
la injusticia de las condiciones laborales, la brega por la dignificación de la
vida de obreros y sus familias. En las gestas del sindicalismo por una
sociedad más justa, las mujeres han participado activamente, aunque
frecuentemente se les ha conminado a poner sus propias
reivindicaciones en un segundo plano, con las
esperanzas puestas en un futuro.
Crear una sociedad justa implica cuestionar los
privilegios cotidianos que también hombres de
sectores populares, sindicalistas y obreros, replican
en contra de las mujeres, sus aliadas, sus
compañeras. Para ello es necesario caer en la
cuenta, visibilizar cómo las ideas del patriarcado
permean las relaciones sociales de los sectores
oprimidos y las organizaciones que se han planteado
luchar contra la injusticia y la inequidad, en este caso
implica para las organizaciones sindicales mirarnos
hacia adentro y poner en las tareas del día a día, la
lucha por la dignificación, los derechos y la equidad
para las mujeres.
Sin embargo, desde la misma organización sindical, no se avanza en
estas transformaciones y contrariamente, se profundiza la problemática
de las mujeres sindicalizadas, ya que la participación de las mujeres en
los sindicatos, está condicionada por la situación laboral, por las
responsabilidades familiares, y por otras derivadas del funcionamiento
interno de la propia organización sindical notablemente patriarcal. La
reducción, recorte y negación de derechos por parte de las políticas
estatales que se afianzan hoy con el avance del fascismo, afecta directa y
mayoritariamente a la mujer trabajadora, pues reduce significativamente
el acceso a los derechos sindicales y laborales, a las redes de apoyo en el
campo y la ciudad. Lo anterior, se expresa en condiciones de precariedad
y desventaja laboral que golpean a la mujer en todos los rincones del
país. Para la mujer se han venido abriendo espacios en actividades del
sector terciario de la economía, actividades económicas que segregan
por ser la que presentan mayor grado de informalidad, baja remuneración
y horarios que exceden la jornada laboral legal, lo que incide en alto
porcentaje de dependencia económica. A lo anterior, se suman
estereotipos laborales según género, como el cuidado familiar, servicio
doméstico, educación en primera infancia, etc.
Las luchas de mujeres y hombres comprometidos,
han permitido el logro de importantes avances,
aunque aún no podemos hablar de que se haya
obtenido la emancipación de las mujeres, por lo que
la lucha por el reconocimiento de las mujeres como
seres humanos sujetas de derecho, autónomas y
autodeterminadas, continúa vigente y debería ser consigna de primer
orden en las organizaciones sindicales, no tolerar trato injusto hacia las
mujeres e implementar medidas concretas para la transformación de
esas ideas y prácticas en la vida sindical.
La mujer trabajadora es percibida desde una serie de estereotipos y
naturalización de labores propias de su condición según la cultura
patriarcal, que permea al conjunto de la sociedad y
del que no escapan dirigencias y bases organizadas
sindicalmente. La participación directa de las
mujeres sindicalistas a todos los niveles, desde el
nivel de delegada sindical a las direcciones de los
mismos es escaso, así se cuenten con
declaraciones, convenios y leyes que garantizan los
derechos sindicales y laborales de la mujer, sin
embargo, la mayoría de todas estas disposiciones
son letra muerta, pues no hay ni mecanismos de
verificación o de supervisión que haga efectiva toda
la legislación vigente.
Combatir las injusticias implica también buscar las
causas que las originan y establecer mecanismos
que permitan su superación, razón por la cual los
sindicatos deben también revisar cómo se expresa la
discriminación y violencia contra las mujeres y
plantear estrategias que permitan su transformación.
Por siglos se tuvo en duda el carácter humano de las
mujeres, tanto sacerdotes, como sabios y artistas
fueron cómplices de invisibilizar su papel,
estigmatizarlas, negar sus cualidades intelectuales y
posibilidades, con tanto ahínco que muchas mujeres
también se lo creyeron y se volvieron impulsoras de
estas funestas ideas y comportamientos. La
hoguera, los azotes, el aislamiento, la cárcel, el
manicomio o la mano dura del marido, han sido
utilizadas para controlarlas, se difundió y defendió la
incapacidad para decidir por sí mismas y su falta de
inteligencia. Este tipo de tratos no son desconocidos
por los obreros, a quienes se les ha intentado
dominar de maneras similares, por eso debería
serles igualmente intolerable que cualquier otro ser
humano sea tratado así. Pero desafortunadamente
muchas veces los propios padres, hermanos, novios
o maridos, reproducen estos comportamientos y
valoraciones en el interior de las relaciones familiares
y afectivas, como también en las calles y sitios
sociales hacia las mujeres por ser mujeres, incluso
en las organizaciones sindicales.
Por: Cristina Muñoz,Andrea Sandino, Sonia Valencia y Eliana Flórez *
Idealogando
Idealogando
Editorial
2
Carlos Mario Marín Ossa,
José Oner Jiménez Correa
Fotografía e imagen:
Consejo editorial:
Diseño, diagramación e impresión
Correo electrónico:
cdprisaraldaoficial@gmail.com
Archivos propios, Alex
Ro caricaturas y
José Alexander Arcila – Publidiseños Pereira
CUT subdirectiva
Risaralda
Órgano de comunicación popular alternativa del Congreso de los
Pueblos Risaralda.
EDI Congreso de los Pueblos Risaralda.
Dirección:
Idealogando
Ser
con otrosPARTICIPACIÓN DE LAS MUJERES
EN LOS SINDICATOS
LO PÚBLICO ES DE TODOS,
VAMOS POR LA EQUIDAD
7
úú
úú
úú
úú
úú
úú
3. 6 3
Idealogando PAÍS
LA ACTUALIDAD
EN IMÁGENES
La literatura latinoamericana y su apogeo, surge de esa cohesión avivada
de la crisis, de una emancipación contenida en el signo y su expresión
simbólica literaria. La novela especialmente se precipita aceleradamente a
este anuncio de soberanía, a esta actitud contestaría ante un marco
histórico que invisibilizaba al indígena, al negro, al pobre, al campesino, al
obrero y exaltaba al opresor. Roa Bastos describe la forma como el poder
cultural se impone e intenta mitigar estas experiencias literarias
emancipadoras.Aunque paradójicamente el Boom literario latinoamericano
como implosión de la industria editorial, haya sido fuente fundamental para
que el mundo gire su mirada hacia éste lado del mundo y escuche en voz
baja pero segura lo que cada personaje de las novelas escritas en América
tiene para contarles.
La crisis social y política hace parte fundamental de esa forma cultural
agenciada en el marco de un mestizaje que comprende lo propio en la
asimilación de lo ajeno, pero que necesita trascender en su elección de
sentido. La literatura subjetiviza el dato histórico y económico de la
expropiación y el latifundio, lo vuelve noticia, pero también lo impregna de
voces, lo hace polifónico reivindicando al vencido. Narra esa singularidad
del hambre, del miedo a Dios y al cura, de la barbarie ocasionada por el
gamonal y el dictador. Se acentúa la voz del latinoamericano, del caribeño
en toda su dimensión. La novela devela el espacio y el tiempo del deslinde,
de la no incorporación en la historia de la totalidad americana. Se legitima
un mundo así sea desde el valor de su crisis, una crisis constante entre el
hombre y la naturaleza, entre el hombre y su lenguaje, entre el hombre y el
poder.
Esa inédita manera de vivir de la que tanto se habla para referirse a la
particularidad latinoamericana tiene sus propios vasos comunicantes: La
música, la resistencia, la narrativa, el ensayo. William Ospina plantea esa
sinergia del ocaso a través de un mundo en crisis que recurre al signo, a la
palabra y al canto para encontrarse.
Esa intención de explorar la problemática estética y la humana de forma
paralela logra su marco narrativo por medio de relatos que se posicionan
desde la intimidad de los sujetos en relación con un espacio que los
consume, de unas tierras que los vieron nacer, pero que les son ajenas.
Tierras, casas, montañas y pueblos habitados por fantasmas y mitos de
ancestros que huyeron al más allá, pero que dejaron una música
alegremente triste. Nos quedan los ecos de caudillos y dictadores, de
gamonales que compran los horizontes y condenan a las personas a
pequeñas esperanzas o al camino empolvado de la rebelión. Nos une la
lengua en un territorio dispar, una lengua que se hace símbolo de
resistencia y testimonio de diversidad, la expresión americana visibiliza un
canto emancipatorio que es signo directo de originalidad.
La novela se boceta tímidamente en América Latina cuando ese circuito,
que implica la existencia del periódico y de la palabra escrita, se articula
aunque sea muy débilmente y sin que pueda reinstaurarse hasta mucho
tiempo después.Apartir de ese arranque la novela latinoamericana no hará
sino rehacer una historia conocida: la que cuenta las vicisitudes de la
estrecha relación de un género con una clase social, que es a comienzos
del siglo XIX la burguesía mercantil y funcionarial que ha de ser arrasada
por la tormenta revolucionaria y por la posterior conmoción social pero a la
que ha de caber, por una serie de sucesos casi azarosos, la conducción de
los nuevos países independientes y la sujeción a sus normas de inmensas
poblaciones heterogéneas que tardará más de medio siglo en embridar
(Rama, 1982, p.21).
La soledad histórica que se demarca en la expresión americana se inscribe
originariamente en esa otredad que el indígena y el negro veían en el
español, variante del propio yo, que vinculó diversas alegorizaciones por
medio de un lenguaje-puente. Lenguaje genuino que poco a poco creció en
su exuberancia y violencia, no sólo en sus modos de expresión poética, sino
en su valor pragmático y testimonial.
La literatura marca elementos claves para reconocer los imaginarios de una
cultura determinada. Un aspecto relevante es esa simbiosis entre expresión
americana y crisis social, una relación paradójica entre lo coloquial y lo
universal que ha logrado establecer la literatura latinoamericana, ubicando
los grandes intereses humanos en las periferias geográficas (pensamos en
Luvina de Rulfo, en el Macondo de García Márquez, en la Santa María de
Onetti ) todos estos pueblos olvidados entre el polvo y la superstición,
marcados por la pobreza, incluyendo también las esquinas sin nombre, los
callejones del pillaje donde se parla con acento de hambre y
desplazamiento; aparecen como metáforas espaciales que prestan su
poética del olvido para deconstruir una historia que sobrepasa los límites de
la ficción y conformar una serie de temáticas que alternan con lo
antropológico, lo económico y lo político. Ante esto Ángel Rama hace una
apreciación sobre el desarrollo histórico de la novela latinoamericana y sus
particularidades pero resaltando una característica clave en el tono de
nuestra literatura: La heterogeneidad.
Por : Farid García Ramírez
Es un fenómeno típico de nuestro curioso destino latinoamericano:
canciones que expresaban la queja de los compadritos argentinos, viviendo
al margen de la ley, confinados en el arrabal, nutridos por el rencor y
acodados en los lupanares, recogían bien el sentimiento de orfandad y de
exclusión de los campesinos colombianos, acorralados por el odio en su
tierra de origen, expulsados por el crimen y arrojados a la tristeza de los
suburbios (Ospina, 2013, p. 144).
La figura del gamonal:
Historia, cultura y sociedad se corresponden como estructuras vitales de
una identidad que se reconoce a sí misma, se objetiva y transforma en
hechos materiales y espirituales. El poder político represivo que encarna la
ideología y la praxis de la opresión colonizadora, impide a toda costa y en
todos los campos el brote de esta identidad que tiende esencialmente a su
liberación (Roa, 1991, p. 682).
Un ejemplo contundente es la figura del Gamonal y su representación en la
Novela latinoamericana, traemos la imagen de un personaje que hace parte
de la novela “En noviembre llega el arzobispo” escrita por el Colombiano
Héctor Rojas Herazo.
En la novela se entrecruzan ambas figuras, el enajenado y el individuo
perverso bajo la figura del soberano arbitrario de Foucault, que en el
contexto latinoamericano, en éste caso el colombiano, aparecería como el
gamonal de pueblo. Su autoridad se ejerce desde la racionalidad violenta,
expresada en la expropiación de tierras, la violencia psicológica y el
asesinato como ejercicio de dominio y consumación de su proyecto de vida
en tanto individuo perverso, separado del loco y el enajenado. En la
literatura latinoamericana la proliferación de déspotas es un tema
recurrente, pero ésta figura es tratada desde diversas ópticas, en el caso de
Leocadio Mendieta, se penetra en su siniestra psicología, en su frialdad y
humanidad oculta.
Él puede robarnos la casa cuando quiera incluso creo que ya lo ha hecho.
Pero ha venido aquí todas las tardes y, conociendo la debilidad de Gerardo,
le ha traído libros y periódicos y le ha hecho que se meta toda esa basura en
su cabeza para enloquecerlo. ¿Has visto cómo goza cuando lo ve corriendo
y gritando por el patio? (Rojas, 1967, p.35).
Leocadio Mendieta es visto como un ser profundamente malo, su vigor
radica en esa experiencia de maldad como dice Foucault (2001)
“pertenencia del deseo del sujeto a la transgresión de la ley: su deseo es
fundamentalmente malo” (p. 31). En este caso su deseo es el hundimiento
del otro en el ocaso de una vida perdida en la locura.
Leocadio Mendieta, gamonal del pueblo en la novela En noviembre llega el
arzobispo, es culpado por Leonor de ser el causante de la locura y de
agravar la crisis de su esposo Gerardo, al recordar como él los presionaba
para el pago de su casa. Pero Leonor, no sólo lo culpa por la hipoteca que
reclama, sino que describe la lascivia con que disfrutaba al ver a Gerardo en
su penosa condición.
La literatura es testimonio de los ritmos ocultos de un pueblo, de una forma
de ver el mundo, ella devela sus vacíos, sus vicios y saberes. Desde nuestro
proyecto de identidad latinoamericana ha sido más una expresión viva de la
cultura, un escenario de resistencia y denuncia que un simple lugar para
ególatras y escapistas.
EXPRESIÓN AMERICANA Y CRISIS SOCIAL
A TRAVÉS DE LA LITERATURA
Idealogando MAIS
4. Carlos Alfredo ha dedicado su vida a la defensa del
patrimonio público y a velar por los derechos de los
ciudadanos, mediante la denuncia principalmente y
desde el control político durante tres periodos como
concejal de Pereira y uno como diputado a la Asamblea
de Risaralda, curules que ocupó con alta votación, de
manera independiente, sin caer en el juego de la
repartición de los cargos públicos.
CarlosAlfredo Crosthwaite Ferro
Es por ello que en su momento se opuso a los alcaldes
de turno, con pruebas y argumentos de fondo, contra
todas aquellas decisiones en detrimento del patrimonio
público como la privatización de las Empresas de
Servicios Públicos, el Plan 90-90 que pretendía afectar
el bolsillo de los ciudadanos, logro que repitió años
después liderando la marcha del Comité de Indignados
contra el cobro abusivo de la valorización.
Entre varias demandas que interpuso en su lucha contra
la corrupción tras 15 años de lucha logró arrebatarle la
explotación del alumbrado público a la empresa Enelar y
la pérdida de investidura de varios concejales,
funcionarios y de un senador.
Se considera una persona afortunada, privilegiada
incluso, que tuvo la posibilidad de recibir una buena
formación, con posibilidades laborales que le han
permitido ofrecerle una vida digna a su familia; y
heredero de una vocación de servicio, por lo que siente
la necesidad de retribuirle a la sociedad pereirana las
mismas condiciones que tuvo, mediante la dignificación
del ejercicio de la política.
Se ha caracterizado por la denuncia férrea contra los
pliegos amañados en la contratación pública, los actos
de corrupción y como defensor de la meritocracia por lo
que se ha ganado el apelativo de que “a todo se
opone y no deja hacer nada” por parte de los que
practican la politiquería más ruin.
Como ingeniero civil, Crosthwaite logró realizar varias
obras de vivienda, llevó el servicio de agua potable a
varios municipios del departamento y participó en la
construcción del nuevo colector Egoyá.
Pereira avanza en la medida en que cada ciudadano
sienta a la ciudad como su propia casa, que ayude a
velar por el bienestar colectivo y para ello requerimos
una Alcaldía transparente, abierta a recibir las
propuestas que nos ayuden a una construcción colectiva
para erradicar el egoísmo y el interés de unos pocos que
viven a expensas de las personas trabajadoras que
cumplen al día con la legalidad” nos dice.
El ingeniero Corthwaite ama a la ciudad de Pereira,
quiere que sea el mejor sitio para vivir que puedan tener
sus nietos y todos los niños y niñas de todos los sectores
y sabe que es posible mejorarla mediante un ejercicio
transparente, democrático, ético y con meritocracia y
equidad de género desde la administración, con una
racionalización de la tarifa de los servicios públicos, la
estimulación de la generación de empresa para obtener
empleos dignos y de calidad, con mayor inversión social
con énfasis en educación de calidad y la preservación
del medio ambiente mediante la implementación de
energías limpias.
“Pereira, como gran parte de los municipios en el país,
está capturada por mafias dedicadas a saquear el erario
para enriquecerse, valiéndose de la captura de los
organismos de control y del engaño a los ciudadanos
mediante el gasto desbordado en publicidad y la
repartición de contratos basura. La mayoría de
problemas de la ciudad, todos concernientes a la calidad
de vida de las personas, tendrían mayor atención solo
con la destinación correcta y optimizada de los recursos
públicos, el cumplimiento del deber por parte de
funcionarios idóneos y de una participación activa de los
ciudadanos en las decisiones administrativas.
Alejandro Mejía Cárdenas
En el colegio era el líder del salón y en el último año fue
representante de los estudiantes ante el Consejo Directivo del
Instituto Técnico Superior, y siendo estudiante de Derecho en la
Universidad Libre de Pereira, se vinculó a procesos cívicos de la
capital risaraldense. Fue así que durante su vinculación con el
Comité de Indignados de Pereira, inició la lucha en contra de una
actuación injusta que desde la alcaldía y el Concejo Municipal,
impusieron una valorización para hacer unas obras que de forma
inconsulta, perjudicaban a diferentes sectores poblacionales.
Comprendió así, que quienes conformaban para esos días el
Concejo de Pereira, tomaban esas decisiones a espaldas de la
ciudadanía, y que obraban así porque no tenían un control social
sobre sus actuaciones. De allí surge el interés de comenzar a
investigar cuál era el proceder de los concejales, y en esa primera
“esculcada” se comprometió en procesos de denuncia y demanda
que terminó con cuatro concejales destituidos. Posterior a ello,
identificó que los destituidos tenían un jefe político natural, que era
un entonces Senador de la República. Al investigarlo, encontró
serias anomalías en su equipo legislativo, demandó, y el proceso
resultó en la destitución y muerte política del Senador de marras.
Estas actuaciones en las corporaciones públicas y en general en
todo el Estado se convirtieron en un asunto natural para empleados
y servidores públicos sin que la ciudadanía dijera nada para
contrarrestar estas actuaciones, salvo muy contadas excepciones.
A la par de este proceso, se ha vinculado a la defensa de la
educación pública en todo sentido, participando de los espacios y
plataformas de lucha del estudiantado universitario y secundarista.
Viene aportando a diferentes procesos de organización juvenil, para
que las políticas de juventud salgan desde los mismos jóvenes y no
se queden circunscritos tan sólo a los círculos polítiqueros
tradicionales que utilizan a los jóvenes para llegar al poder, pero que
luego los desconocen.
Alejandro, es un joven pereirano egresado del SENA, en el
programa de mecatrónica. Su vida ha transcurrido de forma muy
especial en medio de las comunidades de la educación pública.Allí,
en el SENA, inició su contacto más permanente con la formación
política hace un poco más de seis años, cuando recién alcanzaba su
mayoría de edad. Esta formación política combinada con su trabajo
con la realidad del estudiantado, de los instructores y trabajadores
de la institución, lo llevó a comprender la importancia de las
instituciones que prestan servicios a toda la población como la
garantía de un derecho.
El contacto con las gentes, con sus necesidades y anhelos, lo
comprometió en fortalecer los procesos sociales de unidad, para
que las personas que tienen intereses comunes se organicen y los
defiendan, para que busquen soluciones colectivas a las
necesidades que esas comunidades viven. Y es así, se vinculó al
Comité de Estudiantes y Egresados del SENA – COES. Con el
tiempo, se ha convertido en su líder más visible en la ciudad – y uno
de los más destacados en todo el país-. Desde allí, ha realizado un
trabajo arduo para que la comunidad educativa del SENA conozca
su historia y defienda los derechos que tienen como estudiantes,
egresados, trabajadores y pensionados.
Dentro de los problemas de la ciudad que más le preocupan, está el
desempleo y la alta informalidad. De acuerdo a sus investigaciones,
nos cuenta que las Agencias de empleo (de intermediación laboral)
saben que los jóvenes entre 18 y 28 tienen como sus tres primeras
opciones de empleo: 1) vendedores de almacén, 2) vendedores de
call center y 3) servicios a través de call center. A esto se suma la
problemática del alto consumo de drogas en la población joven,
como resultado entre otras causas de una ausencia de
oportunidades y de una política seria de jóvenes.
Daniel Silva Orrego
Por eso, plantea que es necesario trabajar de forma integral en la
defensa de la educación pública que garantice como derecho la
formación para el trabajo y la vida productiva, pero también para
hacerle frente a la vida desde una perspectiva crítica y humanista.
En paralelo, fortalecer la oferta de espacios de cultura, deporte y
medio ambiente sano para los jóvenes y para la familia. También,
que desde los espacios de administración y dirección política, se
intervenga con propuestas y hechos concretos, para que la
formación que se recibe en las instituciones educativas de la ciudad,
esté relacionada con las realidades productivas de la región y con
las realidades medioambientales de la misma, pues es de esta
forma que se construye un plan de vida digno para las gentes.
Daniel es otro líder social del departamento de Risaralda, que desde
su niñez y el contacto con el movimiento social y sindical a través de
su padre (su padre es maestro y sindicalista) encontró un proyecto
de vida por medio de los asuntos de veeduría y control político a los
empleados y servidores públicos, como también en los procesos de
movilización de la población que reivindica derechos
fundamentales.
El panorama en Risaralda, derivado del contenido del Plan Nacional
de Desarrollo, no es alentador, porque los proyectos para el
departamento son pocos y a ello se le suma lo golpeado que se
encuentra el sector industrial manufacturero o el campo, sectores
que han ofrecido los mayores desarrollos para la región y sus
gentes. Respecto de lo político, el panorama es oscuro, por cuanto
hay un reacomodamiento de los políticos tradicionales para andar
en las mismas de siempre.
Considera que es necesario hacer un llamado a la población para
que participe en la vida política del departamento y en el control
político a los funcionarios y servidores públicos, quienes manejan y
disponen de nuestros impuestos. En segundo lugar, cree que en
este año, la gente debe revisar muy bien por quienes van a votar,
para no elegir a los mismos que han saqueado el erario. Por último,
llama a que la ciudadanía fortalezca las veedurías, pues ha
intentado dar ejemplo para que más personas sean veedoras de lo
público y que no lo vean como un héroe que ha dado las peleas
justas, pero lo dejan sólo en un quehacer que nos
corresponde y nos beneficia a todos.
4 5
Idealogando
Poder y
Unidad Popular LIDERAZGOS QUE CONSTRUYEN
UN MEJOR FUTURO
Desde Poder y Unidad Popular
presentamos 3 perles de líderes sociales
que le aportan positivamente a Pereira y a Risaralda