2. 1. QUÉ ES LA ORACIÓN Y SU NECESIDAD
•A) Oración es hablar
con Dios, nuestro
Padre celestial, para
alabarlo, para darle
gracias y pedirle
toda clase de bienes
•B) Debemos orar
como Cristo nos enseñó:
como hijos de Dios.
3. Debemos orar
siguiendo el
ejemplo del
Señor.
Jesús pasaba
grandes ratos
dedicados
exclusivamente
a la oración:
erat pernoctans
in oratione Dei
( Lucas 6,12 ).
4. •C) Los primeros
cristianos nos
dan ejemplo: los
Apóstoles eran
perseverantes
unanimeter in
oratione ( Act 1,14;
cfr Act 2,42 ).
•D) la oración es
medio imprescindi-ble
para llegar a
la santidad.
5. •Nuestra vida de
apóstoles vale
lo que vale
nuestro oración.
•E) El Espíritu
Santo es el
maestro interior
de la oración
cristiana.
•F) Hay distintas
formas de oración.
6. •La adoración
es honrar y
alabar a Dios,
y proclamar
su majestad y
su gloria; es la
forma de orar
que reconoce
de la manera
más directa
que Dios es
Dios.
7. •La petición de
perdón y de gracias
y la intercesión a
favor de otros.
•La acción de
gracias, porque
todo lo que es
bueno lo hemos
recibido de Dios:
¿Qué tienes que no
hayas recibido?
Y si lo recibiste,
¿por qué te glorias
como si no lo
hubieras recibido?
( 1 Cor, 4,7 )
8. 2. EXPRESIONES DE LA ORACIÓN
A) La oración
mental es
elevar nuestra
mente y
nuestro
corazón a
hablar con
Dios de Él y
de nosotros:
9. •De Él: adorar a Dios;
darle gracias;
contemplarle por el
camino que Él
mismo nos ha
entregado:
la Humanidad de
Cristo, considerando
todo lo que hizo y
enseñó, como la
Santísima Virgen
que “guardaba
todas estas cosas
meditándolas en su
corazón” (Luc. 2,51)
10. …y con su ayuda y con
la ayuda de San José
Y de nuestro Fundador,
San José María.
•Este es el camino de
la oración: de la
“trinidad” de la tierra
a la Trinidad del cielo;
•De nosotros: de
“nuestras alegrías,
tristezas, éxitos y
fracasos, ambiciones
nobles, preocupaciones
diarias… ¡flaquezas!
11. •B) La oración vocal es
manifestación externa
de la oración interior.
•Hemos de tener en
mucho la oración
vocal, ya que entre
muchas cosas, el
Señor enseñó a sus
discípulos el
Padrenuestro y una
parte del Avemaría
fue el mensaje del
Arcángel San Gabriel
a nuestra Madre, la
Santísima Virgen.
12. Especial valor tiene
la oración litúrgica, porque
es la oración oficial y
pública de la Iglesia.
Conviene nutrir la oración
personal con las oraciones
de la liturgia.
La Santa Misa realiza de
modo supremo los fines
de la oración: latréutico
adoración), eucarístico
acción de gracias),
deprecatorio (petición de
nuevos bienes) y
propiciatorio ( por nuestros
pecados).
13. •La Eucaristía y la oración
son inseparables en la
vida sobrenatural: “¡Pan
y Palabra!”, “¿Hostia y
Oración!”.
•El trato con Dios en la
oración empuja a parti-cipar
en la Santa Misa,
recibiéndole en la
Eucaristía; y esta
participación sólo es
verdaderamente
fructuosa si se convierte
en oración personal y no
es simple presencia
pasiva.
14. •Debemos dirigir todo
nuestro día, como una
oración continua,
hacia la Santa Misa,
haciendo de nuestra
jornada entera “una Misa”.
•D) La contemplación es
la expresión más sencilla
de la oración: es mirada
de fe, escucha de la
Palabra de Dios y
recogimiento interior.
15. 3. DISPOSICIONES PARA LA ORACIÓN
•La oración requiere:
•muchas veces esfuerzo,
lucha: “es necesario
orar siempre y no
desfallecer” ( Luc. 12,1);
•devoción y
recogimiento:
considerar que
hablamos con nuestro
Padre Dios;
16. •- humildad: reconocer la
propia indignidad y miseria,
y la grandeza de nuestra
condición de hijos de Dios
que pueden dirigirse a su
Padre.
• No dejarse dominar por el
desaliento y las dificultades;
• -confianza: seguridad de ser
oídos, si lo que pedimos es
para la gloria de Dios y para
nuestro verdadero bien.
17. • “Os lo aseguro- dice el
Señor- si pedís algo a
mi Padre en mi nombre
os lo concederá”
( Ioann 16,23 ).
• Apoyados en nuestras
fuerzas nada podemos
( cfr. Ioann 15,5 ), pero
todo es posible cuando
pedimos a Dios
confiadamente per
Dominum nostrum
Iesum Christum (cfr.
Mc. 9,22; Philip 4,13);
18. •perseverancia, pues
no hemos de cansarnos
de rezar aunque
parezca que Dios no
nos escucha: la oración
es siempre fecunda.
“Pedid y se os dará;
buscad y hallaréis;
llamad y se os abrirá”
( Lc. 1,9 ).
•- aceptación de la
Voluntad de Dios,
porque Él conoce mejor
que nosotros lo que
nos conviene.
19. •Con frecuencia
nosotros vemos la
vida como un tapiz
al revés.
•Nuestra oración debe
ser como la de Jesús:
después de pedir lo
que pensamos que
nos conviene, añadir:
“pero no se haga mi
voluntad sino la tuya”
(Lc. 22,42).
20. 4. FRUTOS DE LA ORACIÓN
•La oración trae muchos
frutos, entre ellos:
•El sentido de la filiación
divina, pues en la
oración nos dirigimos
a nuestro Padre Dios.
21. •La amistad con Cristo,
que se hace más
estrecha cuando le
abrimos nuestro
corazón y nuestra alma,
como él ha hecho con
nosotros.
•“Ya no os llamo siervos
sino amigos… porque
os he dado a conocer
todo lo que oído de mi
Padre”
•( Ioann 15,15 )
22. Con la oración llegamos
a tener los mismos
sentimientos de Cristo
( cfr. Philip 2,5 ).
La docilidad al Espíritu
Santo que en la oración
ilumina nuestro
entendimiento e
inflama la voluntad con
el Amor …
23. para que conozcamos
la Voluntad divina y
nos decidamos
resueltamente a
cumplirla, poniendo
los medios
convenientes.
•En fin, la oración nos
hace crecer en la
vida espiritual, al
hacernos ejercitar
las virtudes
teologales.
24. •Remedia la inclinación
desordenada a las
cosas de esta tierra,
levanta nuestra mente
a Dios como dice la
Escritura:
•“Buscad las cosas de
arriba… no las de la
tierra” ( Col 3,1 ), y
nos fortalece en la
lucha por agradar a
Dios y no ofenderle
más.
25. 5. BREVE EXPLICACIÓN DE CADA UNA
DE LAS SIETE PETICIONES QUE
COMPONEN EL PADRE NUESTRO
•El Padrenuestro ( cfr.
Mt. 6,9 y ss ) es la
oración dominical
( del Señor).
•Es de todas las
oraciones la principal
porque nos la enseñó
Nuestro Señor y es
modelo de toda
oración.
26. •En ella pedimos no sólo
las cosas que hemos
de desear, sino en el
orden que debemos
pedirlas.
• a) Padre nuestro: nos
dirigimos a la Primera
Persona de la Santísima
Trinidad, Diso Padre,
porque somos hijos
suyos adoptivos.
•Decimos nuestro porque
todos en la Iglesia
somos hermanos.
27. • b) que estás en el
cielo:
•Dios está en todas
partes por esencia,
presencia y potencia.
•Además el Espíritu
Santo inhabita en
nuestra alma en gracia,
con el Padre y el Hijo,
mientras no le echemos
por el pecado grave.
28. •Sin embargo se dice
que está en el cielo
para ayudarnos a
contemplar el poder
de Dios, que todo lo
abarca, lo gobierna y
lo mantiene en el
ser; la familiaridad
con Él, pues también
está junto a nosotros
de continuo; y para
recordarnos la gloria,
que será nuestra
mansión futura, si
somos fieles a Dios.
29. •Santificado sea tu
Nombre:
•Pedimos que Dios
sea conocido,
amado, honrado y
servido por todos;
hemos de desear
más la gloria de Dios
que nuestro propio
provecho y dirigir a
Él todos nuestros
pensamientos,
afectos y acciones.
30. •Venga a nosotros
tu Reino:
•Queremos que Él
reine en nosotros
por la gracia y que
su Reino en la
tierra (la Iglesia)
se extienda cada
día más, y que al
fin todos podamos
reinar con Él en el
Cielo.
31. •Hágase tu voluntad
en la tierra como
en el Cielo:
•La Voluntad de Dios
es que todos los
hombres se salven.
•En esta petición
anhelamos que,
como se ha cumplido
la Voluntad de Dios
en los Ángeles y en
los bienaventurados
del Cielo…
32. •Así se cumpla en los
hombres que
permanecemos aún en
la tierra.
•Es mejor desear que se
haga lo que Dios
quiere, que lo que
quisiéramos nosotros.
•Danos hoy nuestro pan
de cada día:
•Pedimos a Dios lo
necesario para la vida
del alma (el Pan de la
Eucaristía)
33. • y para el
mantenimiento de
la vida corporal, pues
nuestro Padre Dios
tiene providencia
también de todas
nuestras necesidades
temporales.
•G) Perdona nuestras
ofensas como
también nosotros
personamos a los que
nos ofenden;
34. Si perdonamos al
prójimo también
Dios nos
perdonará.
•“Bienaventurados
los misericordiosos
porque alcanzarán
misericordia”
(Mt. 5,7 )
H) No nos dejes
caer en la tentación:
35. •Pedimos que Dios
nos ayude a poner
los medios
necesarios para
vencer las
tentaciones: huir
de las ocasiones,
guardar los
sentidos,
perseverar en la
oración,
frecuencia de
sacramentos, etc.
36. i) Y líbranos del mal:
Deseamos que nos
libre del único
verdadero mal, que
es el pecado y de
su pena, que es la
eterna condenación.
Los otros males y
tribulaciones pueden
convertirse en bienes,
si los aceptamos
uniéndolos a los
padecimientos de
Cristo en la Cruz.
37. Buenos Aires,
8 de setiembre 2008
Auditorio del CUDES
P. Juan María Gallardo
juanmariagallardo@gmail.com
www.oracionesydevociones.info
Presentación de estudio
Para que los asistente
puedan
estudiar los contenidos de
la
clase y para que, quien
quiera
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