1. INDICE
Cap. I Orígenes
1.1 Reino Franco y merovingio
1.1.1.-Mayordomos de palacio
Cap. II Consolidación de la dinastía Carolingia
2.1.- Pipino de Heristal
2.2.- Carlos Martel
2.2.1.- La batalla de Poitiers
2.3 Pipino el breve y Carlomán
Cap. III Alianza con el papado
3.1.- Los lombardos
Cap. IV Carlomagno
4.1.-Juventud
4.2.-Capañas militares
4.2.1.- Contra los lombardos
4.2.2.- Contra los sajones
4.2.3.- Península Ibérica
4.3.-Coronación por el papa León III e inicio del “imperio”
4.4.- Los últimos años
Cap. V Organización
5.1.-Fuentes de poder
5.1.1.-Aristocracia
5.1.2.-Iglesia
5.2.-Administración
Cap. VI Economía y sociedad
3. Bases Teóricas
Capítulo. I
“Orígenes”
1.1.-Reinos Francos y merovingios:
Los francos entran en la historia con la caída del último emperador romano de
Occidente en el 476, “Rómulo Augústulo”.
Hasta entonces, los francos no eran más que otro pueblo germano más situado
al otro lado del Rin. Una vez desaparecido el poder romano, simplemente
cruzaron el rio y ocuparon todas las tierras que habían quedado vacías,
concentrándose en torno a este rio. Su capital, Colonia, antigua fortaleza
romana, es buena prueba de este hecho.
Debido a su escasa romanización, mantuvieron una monarquía electiva y una
fuerte división entre la multitud de tribus que se agrupan bajo la etiqueta
“francos”. No obstante, mostraron su amistad hacia el cristianismo.
El mayor desafío de los francos fue superar sus divisiones, y alzarse como un
reino único al nivel de sus otros vecinos.
La dinastía merovingia fue una familia de estirpe germánica que gobernó la
actual Francia, Bélgica, una parte de Alemania y de Suiza entre los
siglos V y VIII. Dinastía que fue fundada por Meroveo, un jefe militar franco,
pero su primer representante histórico fue Childerico I, hijo de Meroveo que
conquistó la provincia Romana Bélgica Segunda.
Los “reyes holgazanes” merovingios tenían el poder Franco antes de la llegada
de los carolingios.
El último rey merovingio, Childerico III, fue encerrado en un monasterio por Pipino
el Breve en 751. Pipino pide al papa Zacarías que le reconozca como soberano del
reino franco. Se trata de una usurpación y de un golpe de Estado, legitimado
por los historiadores de la dinastía carolingia, en particular por Eginardo. Pipino
es proclamado rey en 751, más tarde es consagrado en la Basílica de Saint-
Denis en 754. Su hijo, Carlomagno, asumió incluso un mayor poder que su padre
al ser coronado como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico,
convirtiéndose en una de las más grandes figuras en la historia de Francia y
Alemania.
1.1.1.-Mayordomos de palacio:
4. Durante el periodo merovingio el mayordomo de palacio era el intendente
principal del rey.
El poder de los mayordomos de palacio fue incrementándose de un modo
continuo. En principio eran servidores del rey y responsables del palacio,
pero de forma progresiva y a partir del siglo VII desarrollaron un verdadero
poder detrás del trono de Austrasia, el sector noreste del reino de los
Francos bajo la dinastía merovingia, por lo que este oficio e convirtió en una
apuesta entre los aristócratas y rápidamente llegó a ser heredable en la
familia de los Carolingios.
En definitiva, el soberano no tenía ninguna función, de ahí el nombre de
«reyes holgazanes» que se atribuía a los soberanos descendientes de
Dagoberto I. No obstante, esta expresión peyorativa debe situarse en su
contexto. La dinastía carolingia denigró, tan pronto como llegó al poder, a la
antigua dinastía merovingia, con el fin de legitimar su golpe de Estado.
1.2.-Aparición de los Pipínidas:
En el siglo VI, los antiguos dominios merovingios estaban divididos en varios
reinos enfrentados entre sí. En esos reinos, el poder político había pasado, en
gran medida, a manos de la nobleza terrateniente, en la que surgió el linaje
carolingio. A inicios del siglo VII, Brunilda, reina de Austrasia, intentó reafirmar
el poder real, pero fue derrotada por los nobles, encabezados por Arnulfo de
Metz y Pipino de Landen. Tras la victoria, el primero fue nombrado obispo de
Metz, mientras que Pipino pasó a ser mayordomo de palacio. Ambos
consolidaron su alianza con el matrimonio de sus hijos Ansejisal y Begga, que
dieron origen a los Pipínidas, posteriormente conocidos como los “carolingios”.
Dagoberto I, consciente de los mayordomos de palacio, se separa del
mayordomo Pipino de Landen y retoma, personalmente, el poder. Pero cuando
muere, el reino recae definitivamente en manos de los mayordomos Pipínidas.
La ascensión de los Pipínidas no se realizó sin tropiezos y durante 20 años,
de 662 a680, fueron expulsados del poder por la familia de Vulfoald. Ansejisal,
padre de Pipino de Heristal fue asesinado durante este periodo. Los soberanos
descendientes de Dagoberto I, a menudo muy jóvenes y con una esperanza de
vida muy corta, no podían reinar sin la ayuda de los mayordomos de palacio.
Éstos aprovecharon la situación para acrecentar su poderío y dirigir el país
reemplazando a los soberanos: ellos nombraban a los obispos, los condes y los
duques, firmaban los acuerdos con los países vecinos, decidían y mantenían
las campañas militares. Los mayordomos de palacio tejieron, para su provecho,
una red de fidelidades basadas en las dotes y las alianzas matrimoniales.
5. Capítulo. II
“Consolidación y establecimiento final de la dinastía Carolingias”
En el año 680, los Pipínidas volvieron a ocupar el cargo de mayordomos de
Austrasia con Pipino de Herstal.
2.1.-Pipino de Heristal
Fue un mayordomo de palacio de Austrasia, tenía gran poder terrateniente
gozaba de un gran número de adeptos que reforzaron su poderío y el de sus
sucesores.
Este personaje buscó reunificar a los francos bajo un solo gobierno, labor que
completó al derrotar al rey de Neustria, Teudorico III, en el 687. Para evitar
correr la suerte de Grimoaldo, mantuvo a los merovingios en el trono, a pesar
de que el verdadero poder estaba en sus manos. A su muerte, en el 714, no
dejó descendencia masculina, salvo a un hijo ilegítimo, Carlos Martel.
2.2.-Carlos Martel
Carlos Martel fue Mayordomo de palacio del reino de Austrasia desde el año
715 hasta su muerte. Era hijo ilegítimo de Pipino de Heristal y de su concubina
Alpaïde de Bruyères.
A la muerte de su padre (714), Carlos, que ya tenía 29 años, pasó a ocupar la
plaza de mayordomo de palacio. Pero como era bastardo, Plectrude, esposa de
Pipino, instigó para echarle del poder a fin de que lo ocupara su hijo Thiaud,
que contaba entonces 6 años y era el heredero legítimo. Carlos fue
encarcelado.
Sin embargo, diversas provincias del reino no aceptaban que una mujer las
gobernara, y las revueltas empezaron a estallar. El norte de Italia se sublevó
después y se adhirió a Neustria; le siguieron Sajonia y Austrasia.
En ese momento Carlos se evade de la cárcel y se pone al frente de las
revueltas de Austrasia. En primer lugar tiene que enfrentarse a los neustrianos y
saldrá victorioso en dos batallas: Amblève (716) y Vichy (21 de marzo de 717).
Entonces se dirige a Colonia, donde reside Plectrude con su hijo, a quien no le
queda más remedio que reconocer la derrota y dejar el poder de Austrasia en
manos de Carlos.
Una vez en el poder, Carlos instala en el trono a Clotario IV, destronando
a Chilperico II, y repudia al obispo de Reims, Rigoberto, favorable a Plectrude.
6. Poco a poco recupera el control de todo el reino franco, venciendo primero a
Rainfroi, el mayordomo de palacio de Neustria, después a Eudes, duque de
Aquitania. Para reunificar el reino franco deberá combatir de nuevo con Neustria
hasta someterla definitivamente tras la derrota en la batalla de Soissons. Quiere,
asimismo, reconquistar la frontera este del reino;
de 720 a 738 conquista Austria y el sur de Alemania. De esta manera quedará
restablecido el reino franco como lo estaba bajo el reinado de Pipino de
Heristal.
Tras la muerte de Clotario IV, se verá obligado a reponer en el trono a
Chilperico II. Cuando éste fallece en 721, Carlos va a buscar, entonces, al
monasterio de Chilles al hijo de Dagoberto III, Thierry IV, con quien tenía una
relación extremadamente afectiva, y le instala en el trono.
2.2.1.-La batalla de Poitiers
Entre 711 y 716 las tropas musulmanas se dirigieron en numerosas
ocasiones hacia la zona sur de Francia para conseguir cuantiosos botines.
En el año 732, Abderramán, emir de Córdoba, invadió el sur de las Galias,
arrasó Aquitania y avanzó sobre la ciudad de Tours. Al frente le salió el
mayordomo de palacio Carlos Martel, con quien se encontró cerca de
Poitiers.
La escasa resistencia manifestada por los cristianos de la zona animó a los
islámicos a realizar mayores campañas, dirigida la del año 732 por el emir
de al-Andalus Abd al-Rahman ben abd al-Gafiqi.
La ciudad de Burdeos fue tomada y saqueada, dirigiéndose desde allí hacia
la zona de Tours. Carlos, mayordomo de los francos, organizó un potente
ejército con el que contener el avance musulmán y se dirigió hacia la región
de Tours donde se producirá el enfrentamiento.
Ambos ejércitos se establecieron en las cercanías de Poitiers en el mes de
octubre y estuvieron vigilándose hasta que Abd al-Rahman tomó la iniciativa
y envió a sus tropas a la lucha.
Los francos resistieron la ofensiva durante todo el día. Hacia las cuatro de la
tarde el emir envió un nuevo contingente de tropas y los francos continuaron
su resistencia.
7. Sin embargo, la llegada de las tropas de Eude de Aquitania por la
retaguardia motivó la dispersión de los musulmanes ante el posible saqueo
de su campamento.
La retirada musulmana provocaría el avance franco, llegando hasta el
campamento islámico, en cuyas cercanías pasaron la noche. A la mañana
siguiente Carlos dirigió sus tropas hacia el campamento, apreciando que se
había producido una estampida del enemigo por la noche. El franco había
conseguido la victoria y el sobrenombre de Martel, "martillo de herejes".
A pesar de la importante victoria, la presencia musulmana en el sur de
Francia se mantendrá hasta que Pipino el Breve consiga su expulsión
definitiva y Carlomagno establezca la frontera
El ejército Franco, sobre todo infantería, tomó una posición defensiva sobre
una colina boscosa. Las fuerzas árabes, formadas mayoritariamente por
caballería, dudaron en atacar hasta el séptimo día. Los francos resistieron el
embate, causando terribles pérdidas a los musulmanes, por lo que, tras una
larga batalla, estos se vieron forzados a retirarse. La victoria fue de decisiva
importancia, pues significó el fin del avance islámico en Europa Occidental y
aseguró la preservación de la civilización europea tal como ha llegado hasta
la actualidad.
2.3.-Pipino el breve y Carlomán:
Tras la muerte de Carlos Martel, el cargo de mayordomo de palacio fue dividido
entre sus dos hijos: Pipino El Breve, en Neustria y Carlomán, en Austrasia.
Ambos colaboraron para derrotar toda oposición a su poder. Una vez pacificado
el reino, Carlomán abdicó en favor de su hermano y se retiró al monasterio se
Monte Casino, en el 747. Verdadero poder en el reino de los francos, a Pipino
solo le restaba coronarse como rey. Sólo enfrentaba el problema de cómo
justificar el derrocamiento de los merovingios sin provocar una sublevación
general. Afortunadamente para él, por entonces, el papado era amenazado por
los lombardos, que conquistaron el Exarcado de Rávena en el 751, derrotando
a los protectores bizantinos de Roma. Para enfrentar esta, el papa Zacarías
requería del auxilio de los francos, de la misma manera que Pipino lo
necesitaba como fuente de legitimidad. Pipino envió una embajada a preguntar
al Papa si era correcto que una persona sin ninguna autoridad fuese el rey de
los francos. La respuesta fue que quien detentaba el poder debía también
ocupar el trono. Pipino procedió a coronarse en Soissons, el año 752. Quedó
establecida entonces la dinastía carolingia.
8. Cap. III
“La Alianza con el papado”
El reino franco siempre tuvo un leve acercamiento con la iglesia; Carlos Martel, por
ejemplo, utilizó a la iglesia como punto de razón para quitar el poder a los
merovingios y establecer la dinastía Carolingia; estas relaciones se empezaron a
fortalecer hasta el punto que se aliaron contra posibles peligros y para favorecerse
mutuamente.
Después de la muerte de Carlos Martel, sus hijos, Carlomán y Pipino el Joven, se
dividen el poder. Sin embargo, Carlomán se retira en el 747 a Monte casino, por lo
que Pipino llega a ser único mayordomo franco.
En el 746 acude al papa sin el trámite de Bonifacio, proponiéndole una serie de
preguntas acerca del rango del metropolita, los obispos, el celibato, los votos
monásticos, detalles sobre la penitencia, el matrimonio, etc. En el fondo venía a
demostrar las preocupaciones de un cristiano que se sentía responsable de su
Iglesia. El papa le contestó rápidamente.
Poco después escribió en el 749 otra carta al papa sobre la posición del
mayordomo mismo. El rey no tenía, en la realidad, ningún poder. ¿Era justo que
reinase en estas condiciones? Zacarías responde que es mejor llamar rey a quien
tenga el poder, a fin de que el orden no se resienta; por lo tanto, Pipino debía ser
rey.
La respuesta del papa fue adoptado como criterio decisivo el principio de
idoneidad. No era un problema eclesiástico, sino un asunto político. La sacralidad
del rey franco derivaba de la sangre .provenía, según su tradición, de una estirpe
mítica. No era fácil sustituirlo, precisamente por su carácter sacro. Sin embargo,
esta sacralidad fue sustituida por otra, fundada sobre la voluntad de Dios
expresada a través del papa y sobre la unción .que subrayaba el carácter sacro de
la nueva dinastía; este rito de la unción no lo tenían los merovingios.
Pipino es consagrado en Soissons como rey de los francos por Bonifacio.
Childerico fue tonsurado e internado en un monasterio.
La unción del rey no había sido inventada por los francos, sino por los visigodos,
siendo también practicada por los irlandeses. Es muy posible que los francos
siguieran el modelo visigodo. La inspiración la toman del Antiguo Testamento, en
concreto del joven David. Así es como Pipino recibe su legitimidad no de la
estirpe, sino de la «gracia de Dios». Es la primera vez que aparece esta expresión,
la gracia de Dios, para justificar un reinado.
Se discuten en la actualidad muchos detalles concernientes a este hecho. Parece
que la datación haya que retrasarla al año 751, en vez del 750. Por otra parte, no
9. parece que fuera Bonifacio el obispo consagrante, puesto que no aparece nada de
esto en sus cartas, y esto parece extraño debido a la importancia del hecho. Más
bien habría que pensar que fue Crodegando de Metz, confidente de Pipino, quien
siguiera este acto de coronación. Con todo, lo más importante es el efecto del
acontecimiento. Pipino, por la autoridad del papa, había llegado a rey. Es un
hecho importantísimo para toda la historia de Europa y de la Iglesia en el Medievo.
3.1.- Los lombardos
Los lombardos fueron un pueblo germánico originario del Norte de Europa que
se asentó en el valle del Danubio y desde allí invadieron la Italia bizantina en
568 d.C bajo el liderazgo de Alboino. Establecieron un Reino de Italia.
En el 754, el Papa Esteban II fue a pedir ayuda a Pipino contra los Lombardos,
a lo que el rey accedió a cambio de ser nombrado patricio romano. En el 755,
Pipino acompañó a Esteban II de vuelta a Roma, junto con un gran ejército, a la
cabeza del cual derrotó a los lombardos y puso sitio a Pavía, su capital.
El rey lombardo Astolfo fue forzado a devolver sus conquistas, pero volvió a la
carga el año siguiente, cuando los Francos se habían retirado. Ante las súplicas
del Papa, Pipino volvió para derrotar a los lombardos y entregar el territorio del
antiguo Exarcado de Rávena a Roma. Así, gracias a la ayuda de los francos,
los Papas se convirtieron en gobernantes de un amplio territorio en el centro de
la península Itálica, estatus que mantuvieron hasta la unificación italiana, a fines
del siglo XIX.
En cuanto al imperio Carolingio, a la muerte de Pipino El Breve en el año 768, su
reino fue dividido entre sus dos hijos Carlos y Carlomán I, quienes recibieron
Neustria y Austrasia respectivamente. Se cree que las relaciones entre los
hermanos no fueron cordiales, pero la muerte de Carlomán I en el 771 evitó
mayores conflictos.
10. Cap. IV
“Carlomagno”
4.1.-Juventud
Carlomagno nació en Herstal, ciudad natal de su padre, de donde eran oriundas
las dinastías carolingia y merovingia, y ubicada en las inmediaciones de la
ciudad de Lieja (Bélgica). Cuando tenía 7 años, fue a vivir con su padre a
Jupille, por lo que en casi todos los libros de historia dicha ciudad aparece como
uno de sus posibles lugares de nacimiento. También se han barajado como tal
otras ciudades, entre ellas Ingelheim, Prüm, Düren, Gauting y Aquisgrán.
Carlomagno fue el primogénito de Pipino el Breve y su esposa Bertrada de
Laon, hija de Cariberto de Laon y Gisela de Laon.Nota 5 Entre sus hermanos
más jóvenes, los registros sólo refieren a Carlomán, Gisela y a un niño llamado
Pipino que falleció a corta edad.
Se adueñó de la mitad occidental del reino de los Francos y demostró su talento
poco después al aplastar rápidamente una rebelión en Aquitania.
Fue la primera de una larga series de hazañas bélicas que le valdrían el
apelativo de “Carolus Magnus”
4.2.- Campañas militares
4.2.1.- Contra los lombardos
Tras la muerte de su hermano Carlomán I, Carlomagno se apoderó de sus
dominios, perjudicando a su viuda, Bertrada y a sus dos hijos, que buscaron
refugio en la corte de Desiderio, padre de Bertrada y líder de los lombardos.
Decidido a hacer valer el derecho de sus nietos, Desiderio sitió Roma en el
772 para forzar al Papa a reconocer la sucesión. Sin embargo, el Papa
Adriano I pidió ayuda a Carlomagno, que al año siguiente cruzó los Alpes a
la cabeza de un gran ejército. Tras un asedio de nueve meses, tomó Pavía,
envió a Desiderio al exilio y se coronó rey de los lombardos. Así puso fin al
reino independiente de ese pueblo.
4.2.2.- Contra los Sajones
Profundamente religioso, Carlomagno estaba decidido a expandir la fe
cristiana, incluso por la fuerza de las armas. Uno de sus primeros objetivos
eran los Sajones, que vivían en el actual noroeste de Alemania y que hasta
entonces habían resistido todo intento de evangelización. En el año 772, un
ejército franco fue enviado contra ellos, avanzó hasta el rio Weser, destruyó
11. el santuario de Irminsul y se retiró tras tomar rehenes. Simultáneamente,
Carlomagno organizó la evangelización sajona, para lo cual envió un
número importante de misioneros, principalmente anglosajones. Sin
embargo, en el 778, apenas dirigió su atención a otros frentes, los sajones
se rebelaron encabezados por Widukindo. Los ejércitos francos enfrentaron
una guerra de guerrillas a la que contestaron con campañas cada vez más
sangrientas. Finalmente, en el 785 Widukindo aceptó bautizarse y jurar
lealtad a Carlomagno.
Aun así hubo una nueva rebelión en el 792 y los últimos focos de
resistencia sajones recién fueron debelados en el 804
4.2.3.- Contra la península Ibérica
Cuando estalló la gran rebelión sajona del año 778, Carlomagno se
encontraba en la Península Ibérica, adonde había sido invitado por unos
emires árabes rebelados contra el califa de Córdoba. Los triunfos le fueron
esquivos, pues no logró anexarse una franja territorial que se extendía
hasta el río Ebro.
4, 2,4, Contra los ávaros
Más allá de los sajones estaban los ávaros, un pueblo nómada pagano de
violentas correrías. Carlomagno emprendió la guerra contra ellos en el 791,
pero la campaña se hizo lenta, pues los ávaros evitaron una confrontación
directa. En el 795, las tropas carolingias tomaron el Ring, un recinto
fortificado donde los ávaros guardaban un inmenso botín.
Su región, las actuales Hungría y Austria, fue pacificada hacia el año 805
4.3.-Coronación por el papa León III e inicio del “imperio”
Hacia el año 800, Carlomagno se encontraba en la cúspide de su poder,
gracias a sus extensos dominios, riquezas considerables y un ejército
poderoso.
Sin embargo, aunque todas sus ambiciones parecían colmadas, el Papa León
III tenía otros planes para él. En el año 779, se produjo un violento intento por
deponer al Papa, organizado por la nobleza romana. El pontífice logró escapar
y refugiarse en la corte de Carlomagno, quien intervino en su favor,
escoltándolo devuelta a Roma y derrotando a sus oponentes. En retribución, y
sin el consentimiento del monarca franco, en la Navidad del año 800, el Papa
lo coronó emperador de los romanos. Al parecer, el acto desagradó al
soberano, pues el título lo colocaba como subordinado de quien se lo había
12. dado, la Iglesia. Además, lo enfrentaba al Imperio Bizantino, cuyo gobernante
se consideraba único heredero de Roma. Para evitar ambigüedades, durante
el resto de su reinado empleó el apelativo de “Emperador Gobernante del
Imperio Romano, Rey de los Francos y los Lombardo por gracia de Dios”.
4.3.-Los últimos años
Pocos años después de la coronación de Carlomagno se detuvo la expansión
de sus dominios, pues el emperador optó por permanecer cada vez más
tiempo en su capital, Aquisgrán. A medida que envejecía, su autoridad fue
declinando en beneficio de las grandes familias aristocráticas, cuyos miembros
se convirtieron en las personas más influyentes de la corte y en verdaderos
reyezuelos en las regiones que administraban. Tras un largo y fructífero
reinado, Carlomagno falleció en el año 814.
13. Cap. V
“Organización”
El imperio Carolingio fue construido siguiendo patrones de organización primitivos
en comparación a los de, por ejemplo, sus antecesores romanos. Esta es la razón
de la división del reino y el fin del Imperio Carolingio.
5.1.- Fuentes de poder
El ascenso y consolidación de los carolingios como gobernantes de los
francos fue posible gracias a sus alianzas con dos elementos claves que
aportaron el poder y la legitimidad que necesitaron para gobernar
5.1.1.-Aristocracia
La nobleza franca estaba compuesta por una serie de familias cuya
importancia radicaba en sus extensas propiedades y en su capacidad de
movilizar personas para fines políticos, económicos y militares. De hecho,
los Carolingios eran una de estas familias al iniciar su ascenso al trono, lo
que revelaba el considerable poder que ostentaba este estamento. Dada la
ausencia de un sistema de recaudación de impuestos, los reyes dependían
de la colaboración de los aristócratas para gobernar.
5.1.2.- Iglesia
Los monarcas carolingios establecieron una estrecha relación con el
papado y, por tanto, con el clero, tanto regular como secular, existente en
sus dominios. Carlos Martel fue el iniciador de una importante reforma
eclesiástica con el propósito de uniformar los ritos de acuerdo con el canon
romano e incentivar las prácticas intelectuales al interior de la iglesia.
5.2.-Administración
El imperio de Carlomagno era regido por “Leyes Capitulares” (diferentes según
regiones) porque estaba dividido en provincias con cierta autonomía llamadas:
Condados: Eran las provincias interiores bajo la responsabilidad de un
Conde
Marcas: Eran provincias fronterizas militarizadas bajo la responsabilidad
de un Marqués.
Ducados: Era la unión de varios condados que estaba a cargo de un
Duque.
14. Cap. VI
“Economía y sociedad”
6.1.-Educación.-
Existieron 3 Tipos de escuelas:
Escuelas Palatinas y Catedralicias: Donde se impartía educación
para la nobleza y se les adiestraba en las labores de gobierno
Escuelas Conventuales: donde se educaba al clero para que
cumpliera la función de controlar ideológicamente a la población a
través del credo religioso. Se impartieron las llamadas 7 artes
liberales.
a) Trivium → Gramatica, Dialectica y Retorica
b) Cuadrivium → Aritmetica, Musica, Astronomía y Geometría.
Escuelas Parroquiales: Se impartía educación para el pueblo, donde
se le enseñaba a obedecer y soportar con resignación su condición de
explotado. Esto se lograba a través de la religión.
La Iglesia Católica estaba encargada de la educación, recordemos
que para el imperio carolingio era importante contar con los servicios
del clero para difundir el dogmatismo, el memorismo que la religión
brindaba, para concientizar a la población en el cumplimiento, la
obediencia, la resignación y el fatalismo.
6.2.- Reforma Monetaria
Carlomagno pretendía acabar con la diversidad de monedas que existían
al comienzo de su reinado, estableciendo en el 781 un sistema
monetario que perdurará en el tiempo y se impuso como modelo de
muchos países europeos durante el Antiguo Régimen. Se basaba en
una moneda de plata, la libra, dividida en 240 denarios.
15. Cap. VII
“La División”
A pesar de su carácter magnífico y portentoso, el imperio conquistado y
consolidado por Carlomagno no era una obra destinada a perdurar:
Sobrevino la división del territorio. Sin embargo, de las partes surgieron
naciones como Francia y Alemania.
7.1.- La Sucesión
A medida que envejecía, Carlomagno debió enfrentar el acuciante
problema de la sucesión. A lo largo de su vida se había casado muchas
veces, con princesas de diferente origen, una vez lombarda, otra suaba,
otra germana, otra alemana y teniendo aproximadamente 18 hijos, de
ellas y de otras mujeres. En la disyuntiva entre mantener la unidad o
seguir la Ley Sálica, optó por lo segundo mediante la Divisio Regnorum
del año 806. Por ella estipuló la división de sus dominios entre tres de
sus hijos: Carlos, Pipino y Luis. Sin embargo, la muerte de los dos
primeros aseguró una herencia intacta para el último.
7.2.-Luis el Piadoso
Tras la muerte de su padre, Luis El Piadoso o Ludovico Pío, emprendió
una serie de reformas para reafirmar la autoridad imperial. Remplazó la
influencia de la nobleza franca en la corte por la de sus consejeros
eclesiásticos, que lo instaron a cobrar la majestad de los emperadoras
romanos, De esta manera abandonó el título de su padre para tomar el
de Emperador Augusto Ordenado por la Divina Providencia. A la par,
buscó centralizar la administración civil y la eclesiástica, le que le valió la
animadversión de la aristocracia, pues en el 817, Luis El Piadoso había
decidido que a su muerte el Imperio se mantuviese unido bajo su hijo
mayor, Lotario, con sus hijos menores, Pipino y Luis, en calidad de
subordinados, a cargo de Aquitania y Baviera, respectivamente.
7.3.-El tratado de Verdún
La situación empeoró cuando Luis el Piadoso quiso incluir a un hijo de su
segundo matrimonio, Carlos El Calvo. El resultado fue una cruenta
guerra civil entre el emperador y sus hijos, en el curso de la cual el
primero fue depuesto y encarcelado para, finalmente, ser repuesto, dada
la falta de acuerdo entre los hermanos. La paz fue temporal, pues tras la
muerte de Pipino en el 838 y del propio Luis el Piadoso en el 840, Carlos
16. El Calvo y Luis el Germánico se unieron contra Lotario. Los aliados
obtuvieron una victoria decisiva en la Batalla de Fontenay, en el 841, y
forzaron la firma del Tratado de Verdún en el 843. Por medio de este
acuerdo se estableció la siguiente división:
Carlos El Calvo: Recibió la región occidental del Imperio, desde el
río Ero en la Península Ibérica, hasta los ríos Mosa y Ródano por
el este.
Lotario: Recibió la región central del imperio, incluyendo Países
Bajos, Borgoña y el norte de Italia, así como el título de
emperador.
Luis el Germánico: Recibió la región oriental del imperio, casi en
su totalidad el este del Rin