1. VIDA SALUDABLE EN EL TRABAJO
La población en general parece interesarse por los cuidados de la salud, pero las
condiciones de vida actual con frecuencia interfieren en el intento de modificar
nuestros hábitos para lograr un estilo de vida más saludable.
Sin embargo, se ha demostrado que llevar hábitos saludables no sólo favorece el
bienestar personal y cuida la salud, sino que mantiene en pie la productividad, la
concentración y la efectividad de los trabajadores, por lo que cuidar la salud de los
mismos en el lugar de trabajo, favorece a la supervivencia de la empresa.
Entonces, les daremos algunos consejos a aquellos empleadores o empresas para que
los cuidados de los trabajadores no sean considerados un gasto, sino una inversión
que puede dar sus frutos.
El principal obstáculo que tienen los trabajadores es la falta de tiempo y ésto influye
en su forma de comer, así como en sus posibilidades de ejercitarse con regularidad.
Por eso, el consejo es brindar 1 hora para comer, de esta forma la persona puede
sentarse a ingerir con tranquilidad sus alimentos sin tener que soportar el estrés
laboral y la falta de tiempo en el momento de la comida.
Este primer consejo, no sólo reducirá la tensión del trabajador, sino que permitirá
que éste digiera mejor los alimentos y evitará el desarrollo de molestias digestivas
que pueden incidir en su productividad más tarde.
Asimismo, es importante que desde el lugar de trabajo se permitan, e incluso se
obligue, a los trabajadores a descansar cada 1 hora por al menos 10 minutos, este
tiempo podrá utilizarse para efectuar estiramientos, tomar aire libre, despejarse y
poder volver a pensar con tranquilidad.
Otro de los buenos recursos para cuidar la salud de los trabajadores es proveer de
alimentos saludables dentro del lugar laboral, por ejemplo, en reemplazo de
galletas, bollos u otro alimento, lo ideal es ofrecer frutas, yogur, cereales integrales,
y hasta semillas o frutas secas.
Este recurso ayudará a ordenar los hábitos alimentarios y a seguir una dieta
equlibrada, sin carencias vitamínicas que favorezcan el cansancio, la fatiga y la falta
de productividad, y sin excesos que propicien el desarrollo de obesidad.
Por otro lado, este mismo recurso puede emplearse para fomentar la actividad física.
2. Es decir, en lugar de ofrecer muchos sillones para sentarse, también pueden
reemplazarse algunos de ellos, por pequeñas máquinas que permitan la ejercitación
del trabajador en momentos de ocio en su ámbito laboral.
Les puedo asegurar que la productividad será mayor a la que se logra con 8 horas de
trabajo continuo y además, la motivación de los trabajadores se incrementa y por lo
tanto, su calidad y cantidad de trabajo también asciende.