1. JAVIER GÓMEZ TOLEDO PSICOPEDAGOGÍA
“APTITUDES SOBRESALIENTES.....
UNA EDUCACIÓN ESPECIAL”
Sin lugar a dudas un asunto importante a tratar, discutir, analizar, y con la posibilidad de
generar muchas propuestas. Es común que dentro de nuestras vidas, y más aun en lo que se
refiere a los ámbitos de la psicología, la medicina, la educación, e incluso la misma crianza,
centramos nuestra atención y formación como profesionales o personas, en las innumerables
formas de elaborar en primera instancia un diagnóstico, ya sea médico, psicológico, psiquiátrico, o
situacional, para posteriormente llevar a cabo el diseño de las diversas estrategias de intervención
para lograr “una mejora”. Y esto lo dice todo, se busca “mejorar”, pero no algo que ya es
adecuado, bueno, funcional, o como queramos llamarlo, dependiendo del encuadre teórico al cual
nos estemos refiriendo; sino que se busca modificar, cambiar, transformar, e incluso eliminar,
hábitos, conductas, estrategias de aprendizaje, comportamiento, personalidad, entre un
sinnúmero de aspectos más, que se etiquetan como “situaciones problema”, que por tanto
deberán quedar resueltas, olvidando por completo, que siempre encontraremos el sentido
“bueno”, al opuesto que es aquel sobre el que posamos nuestro interés, lo negativo, lo feo, lo
corregible e intolerable.
Estos sujetos con aptitudes sobresalientes, serían el lado “bueno” de aquella moneda al
aire, en donde en ellos, por supuesto seguiremos encontrando “situaciones problema”, puesto
que sobresalen mas no son perfectos; sin embargo en ellos también podremos encontrar la
estimulación necesaria para el desarrollo de aquella “otra parte de nuestro cerebro”, por decirlo
de algún modo; es decir, ampliar nuestro campo de acción, de visión, de análisis, de interés, e
intervenciones, con la faceta de vida, de aquellos que al contrario de presentar algún “déficit” o
dificultad “anormal”, con relación a los demás sujetos de su misma edad, contexto social, cultural,
entre demás factores que intervienen ante tal comparativo; presentan un mayor grado de
desarrollo de las capacidades, que comprenden de forma más específica, habilidades necesarias
para las áreas de lo científico y tecnológico, lo humanístico social, lo artístico, y lo deportivo.
El desarrollo de las capacidades intelectuales, socio-afectivas, artísticas, creativas, o
motrices, puede verse en estos sujetos, potenciado a niveles muy por encima de lo que
comúnmente consideramos encontrar en aquellos a quienes etiquetamos como “normales”. Sus
habilidades podrán observarse en todos los ámbitos mencionados, pero no obligatoriamente,
puesto que también podrá ser sólo una, el área en la que en el sujeto se identifiquen “aptitudes
sobresalientes”.
Pero bueno, para todo, esto, me parece importante en primera instancia,
“operacionalizar”, lo que significará en la presente reflexión, el hablar de una “aptitud”. “Aptitud”
es una palabra que proviene del latín “aptus” = “capaz para”1, y que en psicología, es entendida
como cualquier característica psicológica que permite pronosticar diferencias interindividuales en
1
http://es.wikipedia.org/wiki/Aptitud; Consultada el 22 de Octubre de 2009.
2. situaciones futuras de aprendizaje. Así mismo, el carácter o conjunto de condiciones que hacen a
un hombre especialmente idóneo para una función determinada.
Por supuesto todos poseemos aptitudes para algo, incluso me atrevería a cuestionar, si en
un momento dado es posible que todos tengamos capacidades para todo, pero que los factores
sociales intervinientes en nuestro desarrollo llegan a coartar aquello que factiblemente por vía
genética, algún sujeto ha logrado adquirir, pero no estimular o desarrollar a causa de su contexto
social facilitador. Igualmente, por el otro lado, qué tanto podría ser determinante la genética, si lo
es más que lo que rodea al sujeto a lo largo de su vida, o si un sujeto que genéticamente pudiera
pensarse que de manera recesiva no manifiesta un gen que le permita con mayor facilidad el
desarrollo de cierta capacidad, convirtiendo ésta en una habilidad destacada, pueda ser
estimulado, a través de su medio, y desarrollar tal aptitud, de forma no sólo “adaptada” a su
ambiente social, sino incluso de forma sobresaliente.
Qué tan determinante puede ser un aspecto sobre el otro, refiriéndonos a lo genético y lo
social, tal vez es algo que no logremos respondernos por el momento, pero lo que sí podemos
saber, es que sin duda ambos no son mutuamente excluyentes y que existe una confabulación
dinámica entre ambos a manera de que de un modo u otro influyen en el proceso de aprendizaje
de los sujetos. Y es del aprendizaje, justamente, de donde se fundamenta la definición operacional
que dimos de “aptitud”; en esa característica psicológica que individualiza al sujeto, entendiendo
esto como un proceso de diferenciación con relación a sus semejantes, y que ésta, o éstas
diferencias recaerán sobre, no sólo el futuro, sino también el presente aprendizaje.
Dirigiendo el análisis a lo postulado por la psicopedagogía, la SEP busca inter venir a través
de un modelo de programas dirigido a estos sujetos, con el objeto de potenciar en ellos tales
aptitudes y así mismo, capacitar a aquellos “superiores” que se muestran a cargo de los procesos
de aprendizaje y desarrollo psíquico, emocional y social de los sujetos. Mencionemos a los
psicólogos, los médicos, los profesores, y por supuesto los tutores y orientadores vocacionales. En
el presente programa estos últimos tienen un papel fundamental, ya que son aquellos que
canalizan hacia aspectos específicos, dentro de los ámbitos previamente mencionados, todo ese
inmenso potencial.
De igual forma se incorporan al modelo, los modelos clínico y de consulta colaborativa,
puesto que intervienen médicos, y psicólogos que estudian el caso de manera directa y particular,
además de que es posible encontrar en varios de los casos que fueron expuestos, niños con un
tutor asignado, pero que a la vez lo “adoptó” en su proceso de formación donde además, éste se
vincula con las personas que diseñaron el programa para intervenir de forma directa e indirecta
ante aquellas necesidades especiales que el sujeto sobresaliente pueda demandar.
Lo que se busca, es sin lugar a dudas algo muy ambicioso, ya que desde lo que hoy en día
contextualiza a la educación en México, encontramos una serie de problemas que podrían
representar obstáculos para tales fines. Problemas como la falta de una adecuada capacitación y
formación del perfil de los encargados de la educación; siendo estos, profesores, orientadores,
tutores, pedagogos, e incluso, los mismos psicólogos, y padres de familia confundidos ante la
negligencia y carencia de orientación con relación a una “sana” crianza, siendo esta entendida
como “sana”, tanto para ellos como padres, como para sus propios hijos. Es adecuada la
propuesta, me parece que tiene una buena fundamentación, sin embargo, creo que aún se
escapan algunos aspectos como lo que se refiere a los propios adolescentes, que de alguna forma
pueden llegar a ser identificados como sobresalientes tardíos, o incluso, los mismos adultos. Así
mismo, el “uso” que se le está dando a los sujetos que presentan estas aptitudes sobresalientes,
3. en determinado momento se convierte en una concepción muy “maquinicista”, es decir, se
observa en ellos no sólo una máquina que en el momento puede resolver gran cantidad de
problemas y situaciones que actualmente presenta su comunidad, e incluso el país entero; sino
que también, se espera de ella, la creación de “algo más”, algo nuevo, impensable por nosotros
los “normales”, que les permita no a ellos alcanzar tan sólo uno de sus sueños, sino contribuir con
el país, y éste último adjudicarse tal logro como si fuera incluso “patrimonio de la nación”. Tal vez,
es exagerado mi planteamiento, pero me parece importante reflexionar sobre esto, porque habría
que saber qué es también lo que los sujetos sobresalientes desean en realidad. Pueden llegar a ser
lo que desean tal vez en aquello que les gusta, sin embargo, observar que su alrededor continúa
interactuando con ellos, y que en este caso son apenas niños, que según sus etapas de desarrollo
desde lo cognitivo, lo psicosexual, y sin duda, los social, se encuadran en una supuesta realidad
que habría de ser vivida por ellos en coexistencia con sus semejantes, pero que no es así como
sucede. Entonces, qué es lo que se hace con todo eso, dónde está la vida que les permite “ser”, y a
donde quiera que vayan “hacer” grandes cosas; tal vez se conciban sus aptitudes, como algo que
contribuye a la sociedad, a los demás, pero a ellos mismos, como sujetos a una realidad social,
personas coexistentes en un mundo, y seres humanos pertenecientes a una especie, que es la del
hombre, ¿cómo es que les retribuye tanta capacidad?...
En fin, yo culmino con la propuesta y reflexión, de que sí es conveniente continuar con el
presente proyecto de intervención a niños y adolescentes con aptitudes sobresalientes, pero tal
vez, habrá que analizar y reflexionar más acerca de lo que se encuentra de fondo al momento de
aquella interacción constante de estos sujetos sobresalientes con aquellos dentro de un salón de
clase, que no lo son a tal nivel, ni siquiera lográndolo en ocasiones, ser los mismos profesores, y
demás figuras de autoridad, que a pesar de que se diga que los sujetos no se perciban como
diferentes, lo son, y ante tal hecho sus reacciones, percepción e interpretación de su realidad y
circunstancias es posible que sea distinta, de igual forma.