Este breve artículo describe la influencia de la música en las fiestas del municipio Yahualica de González Gallo, Jalisco

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La influencia de la música en las fiestas patronales de Yahualica, Jalisco.
Uriel López Marques
Introducción
El presente texto tiene la finalidad de dar a conocer el trabajo de investigación acerca de la
música popular durante los días de las fiestas patronales en Yahualica de González Gallo,
Jalisco que tuvo lugar los días 20 al 29 de septiembre 2013.
Para efectuar dicho trabajo empleé técnicas propias de la investigación cualitativa la cual
según Rodríguez Gómez (1999, p. 32) “estudia la realidad en su contexto natural, tal y
como sucede, intentando sacar sentido de, o interpretar, los fenómenos de acuerdo con los
significados que tienen para las personas implicadas”. Es decir este tipo de investigación se
vale de la observación participante, las notas de campo, las entrevistas, los cuestionarios,
entre otros recursos para obtener información que posteriormente será analizada e
interpretada para obtener conclusiones.
El objetivo de mi trabajo fue determinar el rol social que desempeña la música para los
habitantes de la población. Para ello realicé entrevistas a músicos, así como cuestionarios a
distintos habitantes de la población, escribí algunas notas de campo de distintos
acontecimientos propias de la festividad popular. Finalmente fungí como observador
participante a lo largo de la fiesta para determinar la influencia de la música para los
habitantes de la comunidad.
Descripción de las fiestas patronales.
Para realizar una descripción general del ambiente y las tradiciones me basaré en la propia
experiencia como observador participante de estas tradiciones así como de la visión del
libro Yahualica (Yáñez, 1997) que es una monografía del municipio ya mencionado.
Yáñez (1997, p. 95) menciona que “El entusiasmo por las fiestas de septiembre alienta
durante todo el año. Desde julio, desde agosto comienzan los preparativos formales”,
efectivamente desde las proximidades del mes de septiembre se siente en el pueblo un

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ambiente distinto. Es conveniente mencionar que si bien las fiestas patronales comienzan el
20, la fiesta popular inicia desde días antes; fiestas patrias y fiestas patronales se mezclan.
El ambiente festivo da comienzo los días 13 al 16 de septiembre, teniendo un ligero declive
los días subsiguientes para volver a recobrar todo su vigor los días 20 a 29.
“La festividad es acontecimiento de amplio radio, que congrega gentes de remotos lugares,
y en especial a los nativos del pueblo, radicados en Guadalajara, en México, en los Estados
Unidos” (Yáñez, 1997, p. 95) Este hecho continúa repitiéndose. Para los días festivos
acuden a la población una gran cantidad de los llamados “hijos ausentes” a revivir sus
tradiciones y encontrarse con familiares y seres queridos.
Durante la festividad religiosa que da comienzo el día 20 y concluye el 29 se ponen de
manifiesto algunas tradiciones como las siguientes: repique de alba, a las 6 de la mañana
momento en que las campanas de la parroquia principal tocan durante aproximadamente
diez minutos como indicación de que la comunidad se encuentra de fiesta. A las 6 de la
tarde se llevan a cabo procesiones desde las distintas colonias de la comunidad hacia el
templo principal, llevando al frente la imagen de San Miguel Arcángel, patrono del pueblo.
Asimismo es común que justo atrás de dicho ícono una banda sinaloense, compuesta por
instrumentos como: saxofones, clarinetes, trompetas, tuba, trombones, tambora, platillos y
tarola anuncien que la procesión hace su paso por las calles del municipio.
Al concluir la procesión tiene lugar la misa a las 7 pm., celebración que concluye con lo
que los devotos conocen como “novena”, que constituyen una serie de ritos y oraciones
elevados hacia algún santo, en este caso al patrón San Miguel. A las 10 de la noche se
enciende el “castillo” serie de artefactos pirotécnicos, que congrega a muchas personas.
Durante la noche en la plaza y los alrededores se manifiesta la fiesta popular. Para ésta
última se instalan alrededor de la plaza puestos de comida, bebidas alcohólicas, juegos
mecánicos y otras diversiones. Las personas caminan por el jardín o los alrededores
observando, tomando bebidas alcohólicas, acudiendo a los diferentes puestos de diversión,
bailando y disfrutando de actividades que rompen con la cotidianidad del municipio. En los
alrededores de la plaza se agrupan las bandas sinaloenses a la espera de ser contratados, o
bien tocando para algunas personas que se congregan en círculo tomando o bien bailando al

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ritmo de la música. A continuación muestro un fragmento de una nota de campo realizada
durante una observación nocturna en las fiestas del municipio:
El bullicio es muy grande, es complicado escuchar otra cosa que no sea el sonido de los instrumentos
de banda. Muchos jóvenes llevan vasos de cerveza o vino en la mano. Hay grupos de gente alrededor
de las bandas que toma, algunas parejas bailan. El resto de las personas caminan alrededor del jardín,
muy juntos y despacio entre empujones de la muchedumbre que se abre paso.
Nota de campo. 28 de septiembre de 2013. 9:45 pm.
Las fiestas religiosas que gozan de mayor popularidad son las llamadas “entradas”
consistentes en procesiones con imágenes de la virgen María, Jesucristo crucificado y los
santos, procedentes de comunidades rurales del municipio. Yáñez (1997, pp. 97-99)
expresa esta devoción de la siguiente manera:
Número sobresaliente de las fiestas es la entrada de las imágenes de San José, del Señor del Encino y
de la virgen de Huisquilco, los días 26, 27 y 28. La devoción más profunda y sólida de los hijos de
Yahualica y de sus familias es la del Señor del Encino, patética imagen de Cristo crucificado,
muerto. Patética, por la noble solemnidad del rostro; por la conmovedora postura de los brazos, que
luchan a desclavarse para tomar actitud de abrazo efusivo, eterno. […] No es un Cristo sangriento ni
descomunal; más bien de dimensiones reducidas y de blancura mortecina; pero es una imagen
impresionante, y compendia la tradición vital de muchas generaciones. […]
Habitualmente la imagen es traída de Los Ocotes a Yahualica en la madrugada del 27 de septiembre.
La víspera salen grupos numerosos de vecinos que van en piadosa romería a traer al Señor. […]
En forma casi semejante viene de Huisquilco la Virgen del Rosario […] hace su entrada por la calle
derecha […] El cortejo es enorme y otros numerosos devotos arrojan confeti, serpentinas y flores
desde balcones y azoteas. Vestida de miriñaque, La Virgen de Huisquilco es una diminuta imagen,
poco más grande que la de Zapopan y la de San Juan. [...]
A las entradas del Señor del Encino y de la Virgen del Rosario se añadió –desde 1920- la de San
José, imagen pintada en una pequeña piedra, que recibe culto en el rancho de Santa Ana. La
recepción se hace por la calle zurda, la mañana del día 26.
Resulta sobresaliente destacar que en los años posteriores al texto de Yáñez (1997) se ha
agregado una nueva entrada la del Niño de Flamacordis, imagen del Sagrado Corazón
adolescente procedente de la comunidad de Flamacordis que realiza su procesión por las
calles del pueblo de forma similar a las descritas anteriormente. Además durante los

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últimos años el día 29 de septiembre se realiza una solemne procesión con el Santo patrono
acompañado de los hijos ausentes del municipio.
Tuve oportunidad de participar en esta última manifestación de fe popular y realicé una
nota de campo al respecto:
Una gran cantidad de personas procedentes de distintos lugares, principalmente de los Estados
Unidos, se ha congregado para llevar a cabo una gran procesión. Lo anterior lo sé puesto que se
agrupan de acuerdo al lugar de procedencia llevando una pancarta con el nombre de dicho sitio. Son
aproximadamente 1500 personas provenientes de distintos sitios que vienen para tener una muestra
de gratitud a la divinidad por estar nuevamente en su terruño. Al frente de la procesión se encuentra
una imagen de alto relieve de San Miguel Arcángel, seguido de una banda sinaloense, luego las
personas que en acto solemne caminan hacia la parroquia principal del municipio.
Nota de campo. 29 de septiembre de 2013. 11:30 am.
Elementos comunes a estas “entradas” y dignos de mención son los siguientes: procesiones
llenos del fervor popular en que las personas arrojan confeti y serpentinas a los santos, en
los que se suenan incontables cohetes y estallan ristras. El sonido siempre presente de las
bandas sinaloenses encabeza las procesiones. Peregrinaciones llenas de “vivas” y de
manifestaciones de fe ante el paso de las imágenes.
La música en la fiesta.
Como el lector ha apreciado a lo largo de la descripción de la fiesta un elemento
trascendental tanto del festejo religioso como del popular es la música; la cual está presente
en procesiones, celebraciones religiosas, convivios familiares y de amigos así como en la
verbena popular.
Durante el periodo festivo acuden al municipio una gran cantidad de agrupaciones
musicales. Según un cuestionario aplicado a diferentes personas de la población y la propia
observación hecha durante esos días, acuden al municipio grupos norteños cuyos
instrumentos son: acordeón, contrabajo, guitarra, voz humana. Mariachis que cuentan con
los siguientes instrumentos: trompetas, violines, guitarras, guitarrón, vihuela, arpa y voz
humana. No obstante, el cien por ciento de las personas que llenaron los cuestionarios

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afirman que la agrupación musical que goza de una mayor popularidad entre los habitantes
es la banda sinaloense.
Efectivamente al municipio acuden desde diferentes estados del país, principalmente
Guanajuato, Michoacán y del propio estado de Jalisco un aproximado de 30 bandas
sinaloenses compuestas de instrumentos como: clarinetes, trompetas, tuba, trombones,
tambora, platillos y tarola. En años recientes este tipo de grupos han utilizado recursos
tecnológicos como micrófonos y bocinas para incorporar la voz humana.
Este hecho es incluso considerado desde antaño ya que Yáñez (1997, p. 101) afirma que:
“chirimías y banda no se dan punto de reposo”, y en seguida comenta que (Yáñez, 1997, p.
102) “cantinas y músicas ambulantes hacen su agosto […] Es la noche de la gran serenata”.
Sin duda, la banda sinaloense es la que mayor aprecio goza entre la población local y la que
viene de otros sitios. Lo anterior lo pude corroborar a través del uso de distintos
cuestionarios, la totalidad de los encuestados muestran que este género musical es el que
posee mayor popularidad entre la gente. Entre las razones de este hecho indicaron, entre
otras respuestas que: se debe a la región en la que nos encontramos; porque a la mayoría de
la gente le gusta bailarla y por tanto la escuchan; puesto que los medios de comunicación la
han popularizado.
Lo que es un hecho es que no se puede hablar de fiestas en Yahualica sin mencionar las
bandas sinaloenses ya que éstas hacen acto de presencia en procesiones, bailes, convivios,
en los alrededores de la plaza y en las distintas celebraciones populares.
Debido a esta marcada tendencia por este género musical decidí entrevistar a dos
integrantes de bandas uno, oriundo del municipio y otro procedente de Sahuayo,
Michoacán. Con las respuestas de ambos pude darme cuenta, de manera sorprendente, que
los dos tuvieron trabajo durante los nueve días de la fiesta, en un horario aproximado de 11
pm a 3 am. Otra de las coincidencias encontradas en las respuestas de ambos músicos es
que los contrataron personas que ellos consideraron de clase media. Además concordaron
en que la principal actividad que las personas hacían mientras ellos tocaban era beber.

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Algunos de los aspectos en que resultaron divergencias en las respuestas de los músicos fue
en lo referente a su preparación profesional mientras el artista local dice saber de solfeo y
poseer nociones de técnica instrumental, la persona proveniente del estado de Michoacán
señala que el ser músico es una tradición familiar y afirma ser “lírico”, asimismo comenta
que la preparación del resto de su agrupación es similar a la suya.
De los aportes de ambos músicos puedo extraer que a las personas que contratan bandas les
importa que se escuche una agrupación musical de ése género sin importar la calidad con
que puedan hacerlo, lo único que pretenden es contar con música para poder beber y pasar
un rato agradable durante la noche.
El papel de la música.
Este apartado quiero emplearlo a manera de conclusión, rescatando ideas tanto propias, de
los músicos entrevistados así como de la gente encuestada, y reflexionar acerca de la
función social que tiene la música en las fiestas patronales de Yahualica.
En primer lugar rescato la respuesta que dio Guadalupe Hernández, músico entrevistado
ante la pregunta: ¿Cuál crees que sea la importancia de tu labor dentro de la fiesta? Su
respuesta fue muy concreta: “Muy importante, porque para todo se ocupa la música, para
fiestas populares, como en el jardín, como en lo religioso y en todo” Tal y como se ha
venido abordando a lo largo del escrito para este artista local la música es un elemento
indispensable, sin ella la fiesta simplemente no existiría.
Ahora desde un punto de vista personal la música en la fiesta posee una doble
funcionalidad: por un lado, tal y como manifiestan los encuestados, brinda alegría a las
personas, es símbolo de festejo, muestra que se está contento. Desde la propia visión este
papel se da cuando se interpreta la música durante las procesiones, el convivio entre las
personas y los bailes.
No obstante en el pueblo se da un fenómeno curioso en la plaza principal durante algunas
noches de fiesta, existen personas que contratan a más de una agrupación musical, incluso
éstas tocan distintas melodías al mismo tiempo, apreciándose un ruido intenso y
ensordecedor. Respecto de este fenómeno cuestioné a distintas personas que opinaban al
respecto y por qué consideraban que ocurría. Sus respuestas fueron que son personas con

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una gran cantidad de dinero, lo hacen por presumir, que quieren hacerse ver por los demás
y que es un despilfarro. Esta serie de opiniones me permiten afirmar que el hecho de contar
con muchas agrupaciones musicales a la vez hace sentir importantes a ciertas personas y les
permite contar con un buen estatus ante el resto, les da la posibilidad de asumirse como
gente importante y poderosa.
En conclusión destaco que la música, y en especial el género de banda sinaloense, es un
elemento característico de las fiestas en el municipio de Yahualica, Jalisco. Está presente
tanto en las celebraciones religiosas como profanas. Su existencia en el interior de la fiesta
se concibe como indispensable, es muy difícil imaginarse una fiesta en el municipio sin
considerar ese género musical. Finalmente la música posee una doble finalidad: por un lado
es signo de regocijo, fiesta, encuentro, celebración. Pero por otro lado pone de manifiesto
una función social de prestigio y poder a aquéllos que tienen la posibilidad de hacerse de
los servicios de una o algunas agrupaciones musicales.
Bibliografía.
Rodríguez, G. (1999) Metodología de la investigación cualitativa. Aljibe: Málaga
Yáñez, A. (1997) Yahualica. 3ª. Edición. El Colegio de Jalisco: Zapopan.