2. Tropo:
Un tropo es la sustitución de una expresión por otra cuyo sentido es figurado. Se
trata de un término propio de la retórica que proviene del griego τρόπος, trópos,
que significaba «dirección». En este sentido, el tropo es el cambio de dirección
de una expresión que se desvía de su contenido original para adoptar otro
contenido.1 En latín, el término se adaptó como tropus.
El número y la identidad de los tropos ha variado a lo largo de la historia de la
retórica; entre los contemplados más habitualmente están la metáfora, la
alegoría, la hipérbole, la metonimia, la sinécdoque, la antonomasia, el énfasis, la
ironía, etc.
La retórica clásica constaba de un tratado llamado De tropis donde se estudiaba
el uso de las palabras en un sentido distinto del habitual. Los tropos ocupan un
lugar importante en el lenguaje literario, especialmente en la poesía lírica,
aunque no exclusivamente: pueden encontrarse también en el lenguaje
coloquial.
6. Metáfora:
La metáfora (del latín metaphŏra, y éste a su vez tomado del griego μεταφορά;
propiamente “traslado”, “desplazamiento”; derivado de metapheró “yo
transporto”. En sus inicios, se entendía como un desplazamiento de significado
entre dos términos, con una finalidad estética. Su estudio se remonta a la Poética
y la Retórica de Aristóteles.
En el campo de la Literatura, se le ha clasificado como un tropo que permite la
descripción de algo mediante una semejanza por analogía. Por ejemplo, Miguel de
Cervantes en el capítulo XIII de la primera parte de Don Quijote de la Mancha,
construye la descripción de Dulcinea a a partir de un conjunto de metáforas:
Que sus cabellos son de oro, su frente de campos elíseos, sus cejas arcos del cielo, sus ojos
soles, sus mejillas rosas, sus labios corales, perlas sus dientes, alabastro su cuello, mármol su
pecho, marfil sus manos, su blancura nieve…
Cada par de elementos comparten una semejanza que permite la idealización de la
belleza de Dulcinea: ojos con soles, mejillas con rosas, labios con el color del
coral, perlas con dientes, y la blancura de la piel se expresa mediante elementos
como el mármol y la nieve.
La metáfora consiste en un tipo de analogía o asociación entre elementos que
comparten alguna similitud de significado para sustituir a uno por el otro en una
misma estructura. Una metáfora expone dos cosas en conjunto que permiten la
sugerencia a compararse e interpretarse como un solo concepto. Al conjunto de
metáforas en una misma estructura, se le nombra metáfora continuada o Alegoría.
El término es importante tanto en teoría literaria (En la retórica tradicional donde
define a un tropo de dicción.
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14. Alegoría:
Alegoría, del griego allegorein «hablar figuradamente», es una figura literaria
o tema artístico que pretende representar una idea valiéndose de formas
humanas, animales o de objetos cotidianos.
La alegoría pretende dar una imagen a lo que no tiene imagen para que
pueda ser mejor entendido por la generalidad. Dibujar lo abstracto, hacer
«visible» lo que solo es conceptual, obedece a una intención didáctica. Así,
una mujer ciega con una balanza, es alegoría de la justicia, y un esqueleto
provisto de guadaña es alegoría de la muerte. El creador de alegorías suele
esforzarse en explicarlas para que todos puedan comprenderlas. Por su
carácter evocador, se empleó profusamente como recurso en temas
religiosos y profanos. Fue usada desde la antigüedad, en la época del Egipto
faraónico, la Antigua Grecia, Roma, la Edad Media o el Barroco.
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17. Hipérbole
Hipérbole es un tropo que consiste en exagerar, aumentando o
disminuyendo la verdad de lo hablado, de tal forma que el que reciba el
mensaje le otorgue más importancia a la cualidad de dicha acción.
La hipérbole es una figura literaria que consiste en una exageración
intencionada con el objetivo de plasmar en el interlocutor una idea o una
imagen difícil de olvidar. Los grandes maestros literarios de la historia han
recurrido a menudo a esta figura literaria. Un ejemplo de ello es Gracián
cuando dice: «Devoró libros, pasto del alma».
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25. Sinécdoque:
La sinécdoque (del griego συνεκδοχή, synekdokhḗ, «comprensión simultánea») es
un tropo en el cual:
Una parte de algo es usada para representar el todo.
El todo es usado por una parte.
La especie es usada por el género.
El género es usado por la especie.
El material de que algo está hecho es usado por la cosa.
La sinécdoque es una licencia retórica mediante la cual se expresa la parte por el
todo. Es una de las maneras más comunes de caracterizar un personaje ficticio.
Frecuentemente, alguien es constantemente descrito por una sola parte o
característica del cuerpo, como los ojos, que vienen a representar a la persona.
También en los sonetos y otras formas de poesía se usan sinécdoques para
caracterizar al ser amado en términos de partes individuales del cuerpo en vez de
un ser completo, coherente. Esta práctica es especialmente común en los sonetos
de Petrarca, donde el ser amado idealizado es frecuentemente descrito parte por
parte, de pies a cabeza.