El Realismo en Portugal en el siglo XIX surgió como reacción a los ideales románticos y reflejó el pensamiento insatisfecho de la elite intelectual con el clero y la monarquía. La figura principal de este movimiento literario fue Eca de Queiroz y sus obras como "Escenas de la vida portuguesa" retrataron de manera objetiva y científica varios aspectos de la vida cotidiana portuguesa como una ciudad de provincias y la influencia del clero. Este movimiento se caracterizó también por su materialismo