1. GUIA DE LENGUAJE 5° AÑO
(Septiembre)
1. Lee el siguiente fragmento de la obra infantil “Don Anacleto” de Isidora Aguirre y analízala utilizando la
pauta que aparece más abajo:
Una Voz: (llamando) Anacleto...¡Anacleto!
Anacleto: ¿Quién me llama?
La Voz: Soy yo, Juan Bueno.
Anacleto: ¿Dónde estás?
La Voz: A tu lado.
Anacleto: No te veo. ¿Me estaré poniendo corto de vista?
La Voz: No puedes veme, porque soy invisible.
Anacleto: Pero dime dónde estás para mirar en esa dirección.
La Voz: Da lo mismo, estoy en todas partes...
Anacleto: Bueno, bueno, mira entonces a todas partes... (ríe, contento). Dime, Juan Bueno, ¿qué te
parece lo que me ha sucedido gracias a la magia de Juan Malulo?
La Voz: Te equivocas. Yo velé para que la magia saliera al revés. No es por la magia que estás feliz.
Anacleto: ¿Cómo es eso?. No fue por la magia de Juan Malulo entonces?
La Voz: No, Anacleto, y aprende esto, la única magia es ésta “Quién más da, más recibe”
Anacleto: “El que más da, más recibe”. ¡Eso me huele a moraleja!
La Voz: ¡Es la moraleja de este cuento!
Anacleto: ¿Y llaman “moraleja” a la frasecita que se escribe al final de un cuento?
La Voz: Así es, Anacleto.
INFORMACIÓN REQUERIDA RESPUESTA
Nombre de la obra:
Autor:
Resumen de la historia y conflicto
central:
Caracterización de los personajes
principales (descripción de sus
rasgos sicológicos más importantes).
Dos ejemplos de acotaciones que se
refieran a elementos paraverbales:
Dos ejemplos de acotaciones que
se refieran a elementos no verbales:
Escribe una opinión personal sobre la
obra y fundamenta tu respuesta.
2.- ¿Qué tipo de texto es el que acabas de leer? Explica que elementos te han ayudado a reconocerlo.
Lee el siguiente texto y realiza la actividad que se señala a continuación.
El anillito del elfo
Tirado sobre la polvorienta carretera, yacía un ramo de dorados "dientes de león". Mucha gente pasaba por su
lado sin fijarse en él. Algunos hasta le daban con el pie. Pero cuando Marlenchen lo vio, dejó el pesado cesto
en el suelo y levantó el ramo. Se dirigió con él al arroyuelo e hizo beber a los tallos.
Mientras mantenía el ramo así en el agua, y los rayos del sol jugueteaban en torno a la niña y las flores,
surgió de dentro de una de las abatidas cabecitas de las flores un pequeño elfo, tan pequeño como un dedo,
el cual, con una suave vocecita, dijo:
—¡Gracias, Marlenchen!
Se arregló la dorada corona sobre su cabecita, y apareció entonces a su alrededor un claro resplandor, como
de una velita de Navidad. Este resplandor lo convirtió el elfo en un anillo para el dedo, fino como un cabello.
—¡Póntelo en el dedo anular de la mano izquierda! —dijo a la niña—. Cuando tú lo mires, relucirán tus ojos, y
la persona a quien tú mires se sentirá alegre, y el que esté enojado recobrará su buen humor.
Cuando hubo acabado de hablar, el pequeño elfo desapareció, y Marlenchen no separó, durante el camino de
regreso a su casa, sus miradas del anillo. No sentía ya el pesado cesto; ¡todo era tan ligero!...
Pero, cuando llegó delante del portal de la casa, oyó reprender en su interior a la madre, y pelearse entre sí a
las hermanas. Eran siete y daban mucho que hacer. Entonces miró Marlenchen de nuevo su anillito y entró
decidida en la habitación.
2. A su entrada, todos levantaron la mirada. ¡Cómo resplandecía Marlenchen! De golpe se acabaron las riñas y
las discusiones. La madre se dirigió gozosa al trabajo, y todo le salía fácil de la mano, y los pequeños jugaban
con Marlenchen, y todos se querían entre sí.
Cuando se hizo de noche, regresó a casa el padre, cansado y abatido del pesado trabajo y del largo camino.
Marlenchen salió a su encuentro. Al ver a la niña rió el padre; él mismo no sabía por qué, pero sentía su
corazón repleto de alegría hasta lo infinito.
Nadie vio el anillo en el dedo de Marlenchen. Era invisible para los demás. Pero Marlenchen sí lo veía, y lo
conservó en su dedo durante toda su vida. Cuando se despertaba por la mañana, a él dirigía su primera
mirada, y a su vista lucía el sol en sus ojos. Este sol calentaba todo lo que estaba cerca de la niña. Si había
alguien enfermo en la casa, o triste simplemente, o enfadado, mandaban a buscar entonces a Marlenchen, y
todo se ponía nuevamente bien. La gente llamaba a Marlenchen "la niña del Sol". Ellos mismos no sabían por
qué, pero no podían encontrarle otro nombre mejor.
Cuento anónimo suizo
3.- Transforma el relato que acabas de leer en un guión dramático. Considera los siguientes aspectos:
Determina los personajes y su perfil.
Decide la secuencia dramática: el inicio, el desarrollo y el desenlace.
Escribe los parlamentos, con atención a las acotaciones e indicaciones sobre los aspectos no verbales y
paraverbales de los diálogos.
Cuida la ortografía y la redacción.
4.- Escribe oraciones con cada uno de los siguientes conectores:
CONECTORES ADVERSATIVOS: Pero, aunque, sino, sin embargo.
A)………………………………………………………………………………………………………………………
B) ………………………………………………………………………………………………………………………
C) ………………………………………………………………………………………………………………………
D) ………………………………………………………………………………………………………………………
CONECTORES COPULATIVOS: y (e), ni,además.
A)………………………………………………………………………………………………………………………
B) ………………………………………………………………………………………………………………………
C) ………………………………………………………………………………………………………………………
CONECTORES DISYUNTIVOS: o (u), o bien
A)………………………………………………………………………………………………………………………
B) ………………………………………………………………………………………………………………………