1. El sistema de numeración arábigo se considera
uno de los avances más significativos de
las matemáticas. La mayoría de los
historiadores coinciden en afirmar que tuvo su
origen en la India (los árabes se refieren a este
sistema de numeración como “Números Indios”,
y se expandió por el mundo islámico y de ahí,
vía al-Andalus, al resto de Europa.
Se especula que el origen del sistema
posicional base 10 utilizado en la India tuviera sus orígenes en China. El sistema chino Hua Ma
(ver Numeración china) es también posicional y de base 10 y pudo haber servido de inspiración
para el sistema que surgió en la India. Esta hipótesis cobra fuerza por el hecho de que entre los
siglos V y VIII (periodo durante el cual se desarrolló el sistema numérico indio) coincidió con
una gran afluencia de peregrinos budistas entre China y la India. Lo que es cierto es que en la
época de Bhaskara I (Siglo VII) en la India se utilizaba un sistema numeral posicional base 10
con 9 glifos, y se conocía el concepto del cero, representado por un punto.
Este sistema de numeración llegó a Oriente Medio hacia el año 670. Matemáticos musulmanes
del actual Irak, como al-Jwarizmi, ya estaban familiarizados con la numeración babilónica, que
utilizaba el cero entre dígitos distintos de cero (aunque no tras dígitos distintos de cero), así
que el nuevo sistema no tuvo un buen recibimiento. En el siglo X los matemáticos árabes
incluyeron en su sistema de numeración las fracciones. al-Jwarizmi escribió el libro "Acerca de
los cálculos con los números de la India" cerca de el año 825 y Al-Kindi escribió "El uso de los
números de la India" en cuatro volúmenes. Su trabajo fue muy importante en la difusión del
sistema de la India en el Oriente Medio y en el occidente.
Las primeras menciones de estos numerales en la literatura occidental se encuentran el
el Codex Vigilanus del año 976. A partir de 980 Gerberto de Aurillac (más tarde papa con el
nombre de Silvestre II, hizo uso de su oficio papal para difundir el conocimiento del sistema en
Europa. Fibonacci, un matemático italiano que había estudiado en Bugía (en la actual Argelia),
contribuyó a la difusión por Europa del sistema arábigo con su libro Liber Abaci, publicado
en 1202. Entre los primeros países se hallaba Gran Bretaña, teniéndose escritos como una en
lino de la iglesia de Braye de 1448 en Berkshire y una en Escocia de 1470 en la tumba de Eral
de Huntly, en. En Europa central, el rey de Hungría Ladislao el Póstumo, comenzó a utilizar los
números arabigos, teniéndose registro de un documento real de 1456.
Sin embargo, no fue sino hasta la invención de la imprenta en 1450, cuando este sistema de
numeración comenzó a utilizarse de forma generalizada en Europa; para el Siglo XV son ya
utilizados ampliamente; por su parte, los números arábigos reemplazaron a la numeración
cirílica en Rusia alrededor de 1700, cuando fueron introducidos por el zar Pedro I de Rusia.