Santa Rosa de Lima nació en Lima, Perú en 1586 y murió a los 31 años. Fue canonizada en 1668 y declarada patrona de América, Filipinas e Indias Orientales en 1671. Vivió una vida de gran devoción y penitencia, ayudando a los pobres y enfermos, y rechazando las vanidades del mundo para dedicarse a Dios.
1. Santa Rosa de Lima
Patrona de Perú, América y las Filipinas
"Cuando servimos a los pobres y a los enfermos,
servimos a Jesús".
1617.- A los 31 años, murió Santa Rosa de Lima.
Elevó su alma a Dios Isabel Flores (1586-1617) y
confirmada con el nombre de Rosa de Santa
María. En su homenaje este es el Día de la
Patrona de América, Santa Rosa de Lima. Fue
canonizada en 1668 (aunque otros documentos
indican el año 1671).
Fue beatificada por el Papa Clemente IX y
declarada "Patrona de Lima".
En 1671, se declaró a Santa Rosa de Lima como
Patrona Principal de América, Filipinas y las
Indias Orientales.
Ha recibido el nombre que encierra el cariño de sus seguidores, de
Virgencita de la América del Sur.
Nació en Lima (Perú), el 20 de abril de 1586, sus padres eran Gaspar de
Flores y María de Oliva. Fue bautizada con el nombre de Isabel Flores de
Oliva, pero se la llamaba comúnmente Rosa fue el nombre que le impuso
en la Confirmación el arzobispo de Lima, Santo Toribio.
Recibió una sólida educación, aprendió a tocar el arpa y el piano. A los
veinte años decidió ingresar en la orden dominica.
Tomó a Santa Catalina de Siena como modelo, a pesar de la oposición y
las contrariedad de sus padres y amigos.
Entre los relatos acerca de la humildad y la penitencia de la joven Rosa,
cuentan que en cierta ocasión, su madre le coronó con una guirnalda de
flores para lucirla ante algunas visitas y Rosa se clavó una de las
horquillas de la guirnalda en la cabeza, con la intención de hacer
penitencia por aquella vanidad.
Como su larga cabellera causaba admiración, Rosa se la cortó, pues no
quería ser apreciada por su belleza exterior sino por la interior.
2. Ante alabanzas de su belleza, Rosa llegó a restregarse la piel con
pimienta para desfigurarse y no ser ocasión de tentaciones para nadie.
Una dama le hizo un día ciertos cumplimientos acerca de la suavidad de
la piel de sus manos y de la finura de sus dedos; y la santa se talló las
manos con barro, a consecuencia de lo cual no pudo vestirse por sí
misma en un mes.
Atacó las tentaciones y el amor propio con la oración y el ayuno, con la
humildad, la obediencia y la abnegación de la voluntad propia.
Hizo votos de virginidad para confirmar su resolución de vivir
consagrada al Señor.
Se recluyó prácticamente en una cabaña en el huerto de sus padres.
Llevaba sobre la cabeza una cinta de plata, cuyo interior tenía puntas
haciendo los efectos de una corona de espinas.
Se dedicó a sus obras de misericordia con los necesitados y oprimidos y
a la obra misionera de la Iglesia con celo ardiente por la salvación de los
pecadores y de los "indios".
Rosa pasó los tres últimos años de su vida en la casa de Don Gonzalo de
Massa, un empleado del gobierno, cuya esposa le tenía particular cariño.
Sufrió una penosa y larga enfermedad que precedió a su muerte. Ella la
asumía orando: "Señor, auméntame los sufrimientos, pero auméntame en
la misma medida tu amor".
Falleció a los treinta y un años de edad.
El 10 de Septiembre de 1958, la Santa Sede Apostólica, a través de un
Decreto confirmó una petición que hiciera la Asociación Peruana de
Enfermeras a su Santidad Pío XII de declarar a Santa Rosa Virgen
Limeña como Patrona Celestial de las Enfermeras Peruanas.