1. Encuadernación
El arte de la encuadernación, tuvo su comienzo al transformarse el rollo de
pergamino o papiro, que resultaba de muy difícil manejo por su forma y
dimensiones. El objetivo principal de la encuadernación es la conservación
del texto escrito.
Se llama encuadernación a la acción de coser, pegar, grapar o fijar varias
hojas sueltas o pliegos o cuadernos generalmente de papel y ponerles
cubiertas.
Al principio las tapas consistían en dos tablas de madera sujetas por unas cuerdas al cuerpo del
libro, las cuales con el tiempo, pasaron a ser verdaderas obras de arte, con preciosas
miniaturas, iluminaciones, trabajos de orfebrería, que alcanzaron su máximo esplendor en el
período bizantino. En esta misma época se desarrolló otro tipo de encuadernación con
características mucho más sencillas, realizado en los Conventos. Este estilo se denominó
encuadernación gótica por coincidir con el período gótico del siglo XIII (las tapas de los libros
se cubrían con pergamino).
Estilos de Encuadernación
La técnica de estampación en frío o gofrado es tan antigua como la propia
encuadernación. Los ejemplares más antiguos que se conocen son
bizantinos y los hallados en mi mezquita de Kairuan, Túnez (siglos IX y X) y
en Marruecos en la época almohade. Este procedimiento de encuadernación
se utilizó hasta el siglo XIV, en que comienzan a introducirse algunos
detalles en dorado. A esta técnica le siguió la realizada en piel roja con
abundantes estampaciones en oro, con mayor o menor complejidad
decorativa y auxilio de policromía (gran difusión en el siglo XV). En España
se creó un estilo peculiar conocido como mudéjar español, variante del
hispano árabe, donde se funden elementos románticos y góticos con otros de
la tradición islámica.
Por ejemplo como cubierta de las tapas se utilizaron planchas de metales preciosos, marfil,
esmaltes, piedras preciosas, así como madera tallada. Por otro lado los códices con
recubrimiento de piel se decoraban con la técnica llamada gofrado, que se realizaban
utilizando pan de oro.
La historia de la encuadernación está enormemente ligada a la historia del libro y de las
bibliotecas. Ya en las épocas antiguas, desde el rollo de papiro hasta los libros o documentos en
forma de códice, comenzaban a acumularse en las estanterías de las bibliotecas, y sólo el
bibliotecario o responsable era capaz de localizar una obra. Los libros estaban guardados en
distintos recipientes como cajas, ánforas, cestas etc. En esta época no se puede hablar de
encuadernación en sentido estricto, aunque ya en aquella época los rollos que trataban de un
mismo tema se colocaban juntos en la misma ánfora o cofre de metal
La historia de la encuadernación está enormemente ligada a la historia del libro y de las
bibliotecas. Ya en las épocas antiguas, desde el rollo de papiro hasta los libros o documentos en
2. forma de códice, comenzaban a acumularse en las estanterías de las bibliotecas, y sólo el
bibliotecario o responsable era capaz de localizar una obra. Los libros estaban guardados en
distintos recipientes como cajas, ánforas, cestas etc. En esta época no se puede hablar de
encuadernación en sentido estricto, aunque ya en aquella época los rollos que trataban de un
mismo tema se colocaban juntos en la misma ánfora o cofre de metal
El que hacer de un encuadernador es un oficio noble, porque trabaja en forma artesanal
confiriéndole es completamente manual, no hay procesos industrializados. Además, se usan
materiales como pieles, cueros, hilos e incluso -cuando el libro es muy fino- oro para el canto
de las hojas y joyas para adornar la tapa.
Juan Zafrilla -de quien encontré una sin particularidades especiales y únicas a cada obra. Un
libro encuadernado es un trabajo costoso, porque la labor tica entrevista en un medio español-
es un destacado encuadernador español con más de 40 años en el oficio, quien señala: « la
encuadernación no puede hacerse sin ton ni son, ya que los libros encuadernados son piezas
únicas, por lo que hay que hacer una creación que vaya con el texto,
por lo que primero, hay que conocer el texto para adecuar la
encuadernación». Y luego añade: «lo más importante son las manos,
la piel y a encuadernar, a meterle mano a los dibujos, dorar, y pulso
fino, que aún tengo, hace falta también tener un poco de gusto, es
como todo, empiezas y vas adquiriendo el oficio .