2. Un vampiro es, según el folclore de varios
países, una criatura que se alimenta de la
esencia vital de otros seres vivos
(usualmente bajo la forma de la sangre)
para mantenerse activo. En algunas culturas
orientales y americanas aborígenes, el
vampiro es una deidad demoníaca o un dios
menor que forma parte del panteón siniestro
en sus mitologías.
En la cultura europea y occidental, así como
en la cultura global contemporánea, el
prototipo de vampiro más popular es el de
origen eslavo, el de un ser humano
convertido después de morir en un cadáver
activo o reviniente depredador
chupasangre.[
3.
4. Se alimentan primordialmente de la sangre de sus
víctimas aunque hay descripciones de que también
son antropófagos y en algunas culturas se
consideraba que la sangre no era la base de su
sustento, sino el "fluido vital" humano o la energía
psíquica.
No se reflejan en los espejos ni tienen sombra, tal
vez como una manifestación de la carencia de un
alma. Este atributo no es universal, pues por ejemplo
el vampiro griego vrykolakas/tympanios poseía
tanto sombra como reflejo, pero es muy popular
gracias a novelistas como Bram Stoker que lo
menciona en su novela Drácula.
Los vampiros, por su naturaleza demoniaca o su
origen sacrílego, no soportan los símbolos cristianos
y por ello pueden ser alejados usando una cruz
cristiana o agua bendita, y no pueden cruzar por
terrenos consagrados como los de una iglesia.
Son indestructibles por medios convencionales y son
extremadamente fuertes y rápidos pero se debilitan
junto a las corrientes de agua.
Aunque en general se supone los vampiros son
vulnerables a la luz del sol, entre los eslavos se creía
que no solo pueden resistir la luz del sol, sino que en
algunos casos podían viajar a otro pueblo y llevar allí
una vida normal.,
5. Inicialmente la mayoría de menciones de
seres con características vampíricas en la
Antigüedad son parte del folclore y de los
mitos en casi todas las civilizaciones,
desde Egipto y Sumeria hasta las culturas
indoamericanas.
En Mesopotamia se invocaba a los dioses
protectores para que acabaran con los
Utukku, seres culpables de las
enfermedades y las pestes, que pueden
considerarse como antecesores de los
vampiros.
En la antigua China se creía en la
existencia de los Jiang Shi o vampiros
zombis, sus extremidades son rígidas, de
manera que sólo pueden avanzar dando
pequeños saltos y con los brazos
extendidos. Son completamente ciegos,
pero presienten a las personas por su
respiración. Si están descontrolados son
seres muy peligrosos porque si muerden a
una persona, la convierten también en
otro muerto viviente.