4. TRANSFORMACIONES DE LA
ESTRUCTURA INTERNACIONAL
• Nuevo modus operandi de la
cooperación internacional:
concertación multilateral informal entre
países desarrollados y en desarrollo.
• Déficit de gobernanza internacional:
En lo económico se diluyen las
fronteras, en lo político se mantiene el
esquema Estados-Nación.
• G7 pierde espacio en favor de las
potencias emergentes de mayor peso,
demografía y liderazgo regional.
• Surgimiento de mecanismos
innovadores de cooperación para un
mundo globalizado y más
interdependiente.
Brasil, China, India,
México y Sudáfrica
interlocutores
indispensables
Formalización del G20:
mayor multipolaridad del
poder económico global.
4
6. G20 MINISTERIAL
G8 +
85 %
PIB Mundial
(FMI)
Contexto: Crisis asiática 1998-
1999. Se asume la importancia de
las economías emergentes y
países sistémicamente
importantes.
1999: Diálogo entre Bancos
Centrales y Ministros de Finanzas
para mantener cooperación
macroeconómica y abatir
desequilibrios globales.
Agenda: políticas para la
estabilidad financiera y
económica, la prevención de
abusos en el sistema
financiero, políticas de
crecimiento, manejo de crisis,
entre otros.
6
7. CRISIS FINANCIERA 2008
La más grave
crisis
financiera
internacional
desde 1929
Plan de tres pilares:
1. Políticas anti-cíclicas
para evitar el desplome de
la demanda global
2. Agenda de reformas
sobre supervisión y
regulación financiera
3. Compromiso de evitar el
proteccionismo
económico
Lecciones
• Mecanismo eficaz para articular respuesta global a la crisis, restaurar
la confianza en los mercados y evitar que la recesión fuera más
profunda.
• Reflejó el cambio estructural de poder y peso de los países en
desarrollo en la toma de decisiones.
• En los hechos, superó al G8.
7
8. CUMBRES DE LÍDERES DEL G20
WASHINGTON, D.C.
14-15 NOVIEMBRE 2008
LONDRES
2 ABRIL 2009
PITTSBURGH
24-25 SEPTIEMBRE
2009 TORONTO
26-27 JUNIO 2010
SEÚL
11-12 NOVIEMBRE
2010
8
CANNES
3-4 NOVIEMBRE 2011
LOS CABOS
18-19 JUNIO 2012
9. PRINCIPALES LOGROS DEL G20
9
CONTRIBUCIONES A LA GOBERNANZA
ECONÓMICA Y FINANCIERA
Paquete de estímulos económicos adoptados en 2008.
Avances en la coordinación macroeconómica
internacional y regulación financiera.
Reforma de las instituciones financieras internacionales
como FMI y BM.
Reformas en el sector bancario (FSB)
Redes de seguridad financiera.
Fortalecimiento de la estructura de buen gobierno
(gobernanza) del sistema monetario internacional
10. PRINCIPALES LOGROS DEL G20
10
CONTRIBUCIONES A LA
GOBERNANZA GLOBAL
Reflejo más fidedigno de la actualidad económica
internacional.
Fomento a la globalización.
Contribuye a recuperar la confianza en el multilateralismo.
Complementa la capacidad de acción del sistema de
Naciones Unidas y las instituciones de Bretton Woods.
11. PRIORIDADES DE LA PRESIDENCIA MEXICANA
DEL G20
11
1. Estabilización económica y reformas estructurales para
el crecimiento y el empleo.
2. Fortalecimiento de los sistemas financieros y fomento de la
inclusión financiera para impulsar el crecimiento
económico.
3. Mejora de la arquitectura financiera internacional en una
economía global interconectada.
4. Promover la seguridad alimentaria y abordar el tema de la
volatilidad del precio de las materias primas.
5. Alentar el desarrollo sustentable incluyendo una agenda de
infraestructura, eficiencia energética, impulso al crecimiento
verde y financiamiento para enfrentar el cambio climático.
12. ORGANIZACIÓN DE LA PRESIDENCIA MEXICANA
12
CANAL DE FINANZAS CANAL DE SHERPAS
III. Mejorar la arquitectura
financiera internacional en
un mundo interconectado.
Grupo de Trabajo
Co-Presidentes:
Canadá / India
Consejo de Estabilidad Financiera
Alianza Global para la Inclusión
Financiera
Grupo de Trabajo de la Arquitectura
Financiera Internacional
Co-Presidentes: Australia /Turquía
Grupo de
Energía y
Mercados de
Materias Primas
Co-Presidentes:
Reino Unido /
Indonesia
Subgrupo de
Mercado de Materias
Primas
Co-presidentes:
Reino Unido / Brasil
Subgrupo Energía y
Crecimiento
Co-presidentes:
EEUU / Corea
Desarrollo
Co-presidentes:
Francia / Corea del
Sur / Sudáfrica
No miembros
Plan de Acción
Multianual
Infraestructura
I. Estabilización económica
y reformas estructurales
para el crecimiento y el
empleo.
Crecimiento
Verde
Seguridad
Alimentaria
II. Fortalecimiento del
sistema financiero y
fomento de la inclusión
financiera para impulsar el
crecimiento económico.
IV. Reforzar la seguridad
alimentaria y mitigar la
volatilidad de los precios
de las materias primas.
V. Promover el desarrollo
sustentable, el crecimiento
verde y la lucha contra el
cambio climático.
Diálogo
Ampliado
Empleo y la Dimensión
Social de la Globalización
Gestión de Riesgos
Catastróficos
PRIORIDADES
Corrupción
Turismo
Comercio Multilateral
G-20
B-20
Think - 20
Y-20
ONGs
13. Sherpas
13
• Canal de Sherpas: temas no económicos o financieros como
desarrollo, anticorrupción, seguridad alimentaria y empleo;
aspectos internos del G20.
• El canal de finanzas se concentra en temas económicos y
financieros.
• Los canales de finanzas y de sherpas delegan el trabajo
técnico y sustantivo en una serie de grupos de trabajo y de
expertos. Adicionalmente, la agenda temática se desarrolla
mediante la organización de encuentros Ministeriales y
Viceministeriales.
• En México, la Subsecretaria de Relaciones Exteriores,
Embajadora Lourdes Aranda Bezaury, fue Sherpa para el G5
hasta 2008 y es desde entonces la Sherpa para el G20.
14. CALENDARIO PRESIDENCIA MEXICANA G20
CUMBRE DE LÍDERES
14
DEL G20
LOS CABOS, BCS
18 y 19 de junio
PROCESO PREPARATORIO
Reuniones ministeriales
Finanzas
24-26 febrero, México D.F.
10-20 abril, Washington D.C.
13 y 14 de septiembre, México D.F.
9-10 noviembre, México D.F.
Turismo (T-20):
Mayo, por definir
Agricultura
Mayo, por definir
Reuniones de sherpas
13-14 diciembre, Cancún
2-3 febrero, México D.F.
15-16 marzo, México D.F.
Mayo, por definir
Junio, por definir
Octubre, por definir
DIÁLOGO AMPLIADO
Think-20: 27-28 febrero
Y20 México: mayo
B-20: 17-18 junio
15. IMPORTANCIA DEL G20
PARA MÉXICO
• Facilita la consecución de acuerdos a problemas económicos y
financieros globales que tienen consecuencias sobre nuestra
economía y niveles de bienestar.
• Reafirmar nuestra presencia en el diseño y construcción de
nueva estructura de gobernanza financiera internacional
más justa y representativa.
• Interés del gobierno federal de promover un desarrollo más
equitativo y sustentable a escala nacional y global.
• Fortalecer la relación bilateral con potencias globales y
regionales estratégicas para la política exterior mexicana.
• Fortalecer la comunicación y coordinación entre organismos
internacionales en temas de interés común.
15
16. MÉXICO COMO FACILITADOR
DE ACUERDOS
• México aprovechará su condición de país puente entre
16
regiones, su posición geopolítica y geoestratégica.
• México tiene la interlocución y las características para
ser un facilitador natural en las negociaciones
internacionales, y acercar posiciones sobre los
apremiantes desafíos económicos y financieros actuales.
17. EL G20 Y LOS CIUDADANOS
Las acciones que promueve el G20 están directamente relacionadas
con el mejoramiento de las condiciones de vida de todos los
ciudadanos en rubros como:
El empleo y la seguridad social.
Mitigar los efectos de la variación de los precios de los
alimentos.
Reducir el riesgo en el sistema financiero y promover las
condiciones que permitan a los bancos ofrecer créditos.
Combate a la corrupción.
Protección de los ahorradores.
Apoyo a Bancos Regionales de Desarrollo para respaldar
programas sociales, etc.
18. CAMBIOS EN LA GOBERNANZA GLOBAL
Arquitectura internacional interdependiente y multipolar.
Eficacia de mecanismos de concertación informal en la
toma de decisiones internacionales.
El G20 se perfila como un foro aún imperfecto, pero
necesario hasta que las instituciones multilaterales se
adapten a nuevas circunstancias.
Se espera que el G20 cobre mayor importancia como el
foro donde se toman las decisiones políticas
fundamentales de impacto global.
Es necesario que G20 vincule sus discusiones y sus
propuestas a las instituciones multilaterales formales.
18
19. SITIO WEB DE LA PRESIDENCIA
MEXICANA DEL G20
www.g20mexico.org
19
Notas del editor
Buenas tardes a todos. El propósito de este curso diseñado por la Secretaría de Relaciones Exteriores y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público es difundir e informar a los funcionarios públicos de las dependencias involucradas en los temas del Grupo de los Veinte (G20) acerca del origen, objetivos e integrantes de este mecanismo informal, y en particular sobre las prioridades, calendario y principales retos de la Presidencia Mexicana del G20.
Comenzaré por compartir algunos puntos de vista sobre el nuevo multilateralismo y el surgimiento de mecanismos de concertación informal, particularmente el Grupo de los Ocho y su sucesor, el Grupo de los Veinte, creados como mecanismos de respuesta a las crisis financieras de 1975, 1999 y 2008.
Segundo, presentaré brevemente la estructura y temáticas actuales del G20, que reflejan su consolidación como principal foro de concertación económica y financiera entre países desarrollados y en desarrollo. Asimismo, abordaré las prioridades y principales actividades de la Presidencia Mexicana del G20 (de diciembre 2011 a noviembre 2012), y en particular la organización de la próxima Cumbre de Líderes del G20 en Los Cabos, Baja California Sur.
Tercero, compartiré algunas reflexiones sobre los desafíos y retos a futuro que enfrenta el G20.
La expresión “concertación informal” se refiere al mecanismo mediante el cual países desarrollados y en desarrollo persiguen el objetivo general de encontrar medios más eficientes para gestionar la globalización, sin para ello crear instituciones. El G8, el G20, el G5, y el grupo de los BRIC son los ejemplos más conocidos de este tipo de mecanismos. A continuación haré un breve recuento de la evolución del G8, el diálogo G8/G5, y el G20.
La comunidad internacional ha experimentado una profunda transformación en sus estructuras de poder: las potencias tradicionales han perdido margen de acción internacional frente a los países emergentes. En respuesta a estos cambios, ha surgido un nuevo modus operandi en la cooperación internacional: la concertación multilateral informal entre países desarrollados y en desarrollo.
Para ilustrar el peso creciente que han adquirido las economías emergentes en las decisiones económicas internacionales, basta comparar la participación del G7 y del G5 como porcentaje del PIB global en dos momentos. El G7 pasó de representar casi 56% del PIB mundial en 1980 a 38% en 2011, mientras que los países del G5 aumentaron de 8% en 1980 a 26% el año pasado.
Estos países cuentan con poblaciones mucho más numerosas que el G8 y ejercen un liderazgo regional que los vuelve interlocutores indispensables en las negociaciones multilaterales actuales.
El auge de los grupos de concertación informal también se explica en razón de la creciente disfuncionalidad de las instituciones financieras internacionales y la marginación del sistema de Naciones Unidas en la toma de decisiones económicas.
También reconoce un mundo globalizado y más interdependiente, en el que los problemas que trascienden las fronteras nacionales se han vuelto cada vez más complejos.
A principios de los años 1970, el colapso del sistema Bretton Woods y el alza de los precios del petróleo provocó que el bloque capitalista optara por intensificar su propia concertación a efecto de restablecer la estabilidad del sistema monetario e incrementar su influencia internacional. Es así como se crea el G7 en 1975.
Su membresía incluía solamente a Alemania, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. En 1976 se sumó Canadá y, en 1998, en la postguerra fría, ingresó la Federación de Rusia. La Unión Europea también participa en el G8 desde 1977, aunque sin derecho a presidir el Grupo y, por lo tanto, tampoco a organizar una cumbre ni a definir su agenda.
En un principio, el G8 concentró su atención en la coordinación de políticas y la búsqueda de acuerdos sobre los temas básicos de la agenda económica internacional. Con el tiempo, su agenda se ha ido ampliando para cubrir asuntos políticos y otros temas de trascendencia internacional, como el cambio climático, el terrorismo, la educación y la seguridad alimentaria, entre muchos otros.
Sin embargo, en los últimos años, a medida que se han ido reconfigurando el poder internacional y los términos de la interdependencia global, el G8 se ha visto afectado por una cada vez más notable falta de legitimidad y efectividad. Al respecto, vale mencionar su tibia actuación en la lucha contra el cambio climático o el incumplimiento de la promesa de destinar 0.7% del PIB de sus economías a la Ayuda Oficial para el Desarrollo.
La creciente multipolaridad del poder económico ha puesto en evidencia la disfuncionalidad de la membresía del G8, que no incluye a ningún país en desarrollo ni responde a un criterio de representatividad geográfica.
Desde la Cumbre de Okinawa en 2001, el G8 ha sostenido al menos una sesión de diálogo con diversos grupos de países no miembros que se conoce como “diálogo ampliado”. En 2005, en la Cumbre de Gleneagles, Reino Unido, se establece el diálogo ampliado con el G5: México, Brasil, India, China, Sudáfrica, cinco países de creciente importancia en el escenario internacional, para discutir temas de interés global, como el cambio climático, la seguridad energética y la seguridad alimentaria.
Sin embargo, pronto se hizo patente que, al no participar en términos de igualdad con los miembros del G8; no poder decidir sobre los temas en la agenda del diálogo, y al no existir un compromiso formal que asegurara al G5 su participación en las Cumbres del G8, se hicieron evidentes las ventajas del G20 como foro de concertación entre países desarrollados y países emergentes.
La serie de crisis financieras que en los años 90 afectaron a países en desarrollo como México, Brasil, Argentina, y posteriormente el sureste asiático (Tailandia, Indonesia, Filipinas), pusieron de manifiesto que los problemas financieros de las naciones en desarrollo tenían un “efecto contagio” que afectaba al sistema económico internacional en general.
La crisis de 1999 tuvo su origen en una diversidad de factores, entre los que se encuentran una inadecuada instrumentación de políticas económicas y financieras a nivel nacional pero también en la fragilidad del sistema monetario internacional. En particular, la crisis asiática de 1998 creó nuevos desafíos a la estabilidad financiera internacional.
En consecuencia, el G8 invitó en 1999 a un grupo de países definidos como “sistémicamente importantes” para la economía internacional: Arabia Saudita, Argentina, Brasil, China, India, Indonesia, México, Turquía y Sudáfrica, así como a Australia y Corea del Sur. Juntos, esos veinte países representan 85% del PIB mundial.
Desde ese año, los Ministros de Finanzas y Gobernadores de Bancos Centrales han celebrado una reunión anual y han explorado una gran diversidad de temas, como políticas para el crecimiento, abusos en el sistema financiero, manejo de crisis, entre otros. Fue así como se creó el G20 a nivel ministerial. Su surgimiento responde a la incapacidad de los foros tradicionales para resolver el tipo de problemas que enfrentaban las economías emergentes. Cabe recordar que el FMI fue severamente criticado por su papel en el manejo de la crisis asiática. A la fecha, varias economías asiáticas guardan recelo al FMI por su manejo recesivo de la crisis.
Lo que comenzó en agosto 2007 como una turbulencia en el mercado hipotecario de Estados Unidos, resultó ser el comienzo de la crisis de mayor impacto desde la Gran Depresión de 1929. Varios países que parecían no verse afectados en un inicio, cuando se anunció el colapso de la compañía de servicios financieros Lehman Brothers en septiembre 2008, fueron posteriormente afectados por conducto de sus mercados de exportaciones.
Los países y organizaciones financieras internacionales se enfrentaron a varios focos rojos que requerían respuestas urgentes: imponer nuevas regulaciones que contrarrestaran el manejo imprudente del sector bancario; controlar la bursatilización de la deuda bancaria; impedir la adopción de medidas proteccionistas; y buscar un equilibrio entre economías desarrolladas sobre endeudadas, por un lado, y por otro economías emergentes superavitarios y dependientes de la demanda externa.
Apoyados en la experiencia adquirida en los encuentros Ministeriales, los Líderes del G20 se reunieron por primera vez en Washington D.C., en noviembre 2008. En esa ocasión, los veinte supieron articular un Plan de Acción con medidas regulatorias para frenar la crisis, atenuar sus efectos macroeconómicos y sociales y dar confianza a los mercados.
Supieron también llenar el vacío institucional que imperaba en el sistema de gobernanza financiera mundial. La efectividad de las medidas adoptadas dio credibilidad al G20.
En 2009 durante la Cumbre de Pittsburgh, los Líderes anuncian su intención de designar al G20 como “el principal foro para nuestra cooperación económica internacional”.
La magnitud de la crisis que comenzó en 2008 y la coordinación entre los países G20 refuerza la evidencia de una creciente interdependencia que conduce a fortalecer los esfuerzos coordinados de países desarrollados (los principales responsables de la crisis) y los países en desarrollo (los principales motores del crecimiento global) para lograr la recuperación.
A la fecha, se han realizado seis Cumbres de Líderes del G20: Washington; Londres; Pittsburgh; Toronto; Seúl y Cannes. Como observarán, las Cumbres no han sido convocadas con una periodicidad fija, sino que han respondido a las necesidades de búsqueda de acuerdos.
Claramente, una de las ventajas del G20 como Grupo de concertación informal es esta flexibilidad en la convocatoria de Cumbres de Líderes.
En un inicio, el G20 estaba enfocado primordialmente a fomentar la estabilidad financiera internacional. Sin embargo, este foro ha intercambiado experiencias en una amplia gama de temas de carácter estructural.
Los principales logros del G20 se pueden dividir en dos campos. Primero, los logros en los ámbitos económico y financiero, que incluyen:
La adopción de un paquete de estímulos económicos de 5 mil millones de dólares para recuperar la confianza y liquidez de los mercados y reactivar la economía internacional.
Además, el G20 ha impulsado un significativo avance en la coordinación macroeconómica internacional, regulación financiera y reforma de las instituciones financieras internacionales, particularmente en lo relacionado con las cuotas de los países miembros del FMI y el BM. Asimismo, se busca que estas instituciones tengan suficientes recursos para ayudar a países con dificultades económicas.
El G20 ha alentado importantes acuerdos en la reforma del sector bancario. El Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) se creó como respuesta a la necesidad de contar con un organismo que vigilara los estándares de capitalización y liquidez y niveles de riesgo de los principales centros financieros en el mundo, en colaboración con el Comité de Basilea de Regulación y Supervisión Bancaria y el FMI, para impulsar la implementación de políticas de regulación y supervisión efectivas en el sector.
Finalmente, el G20 ha impulsado la creación de redes de seguridad financiera responde a la necesidad de ayudar a los países a enfrentar la volatilidad financiera y reducir así la perturbación económica que ocasionan los cambios abruptos en los flujos de capital y la acumulación excesiva de reservas.
En resumen, el G20 ha resaltado la importancia creciente de las economías emergentes, la dinámica integración de la economía global y de los mercados financieros, y la necesidad de fortalecer la cooperación monetaria y financiera internacional. Sus acciones han contribuido a la prevención de abusos en el sistema financiero; al desarrollo de los mercados financieros locales y la integración económica regional; y sus miembros han intercambiado opiniones y mejores prácticas en materia demográfica, por ejemplo con respecto al impacto del envejecimiento de su población.
Aunado a las aportaciones específicas que el G20 ha hecho a la economía y las finanzas internacionales, su aparición y consolidación también ha afectado positivamente en la gobernanza global en su conjunto.
El G20 cuenta con ventajas comparativas frente a instituciones que nacieron del contexto de postguerra como el CSONU y el G7, puesto que refleja mejor el actual reparto del poder económico internacional y es más representativo (85% del PIB mundial; 2/3 de la población mundial; 60% del comercio internacional).
En los últimos años el G20 ha jugado un papel muy importante como motor de fomento a la globalización, en particular, este foro ha procurado impulsar acciones para que el proceso de globalización beneficie a todos los países, incluyendo a los más pobres y vulnerables.
La obtención de resultados y el cumplimiento de compromisos en los niveles nacional e internacional contribuye a fortalecer la confianza en los mecanismos multilaterales. El G20 no pretende sustituir a los foros de membresía universal, sino que complementa y coadyuva en la ejecución de sus tareas y objetivos.
Dado que el G20 no posee capacidad operativas, la implementación de sus proyectos e iniciativas depende de las instituciones formales; de ahí que sea de vital importancia que el G20, las instituciones de Bretton Woods, y las Naciones Unidas se comuniquen y coordinen, para evitar duplicidad de funciones.
Por último, al permitir un diálogo directo e informal entre los Líderes, y que las decisiones se adoptan por consenso, el G20 facilita la comprensión mutua y el acercamiento entre naciones.
En su discurso de clausura del Seminario “Los Retos Actuales para el Crecimiento Económico Mundial”, el Presidente Felipe Calderón detalló los cinco ejes o prioridades en los que México desea concentrar su Presidencia del G20.
Como se puede apreciar, la prioridad será regresar a los temas económicos y financieros que dieron origen al grupo, y que siguen requiriendo de un esfuerzo de concertación internacional.
Este diagrama ilustra la organización de los trabajos del G20 durante 2012, siguiendo la división tradicional entre el canal de finanzas y el canal de sherpas.
Los Sherpas son un grupo étnico del Himalaya, célebres como guías y ayudantes en las expediciones de los alpinistas hacia las cimas de esa cordillera. Dado que son ellos quienes llevan a cabo las labores preparatorias de las reuniones Cumbre, los representantes personales de los jefes de Estado o de Gobierno del Grupo de los Veinte, y del Grupo de los Ocho, también son conocidos como Sherpas.
El canal de sherpas se enfoca en temas no económicos o financieros como desarrollo, anticorrupción, seguridad alimentaria y empleo, además de ocuparse de aspectos internos como son las reglas de procedimiento del G20.
El canal de finanzas se concentra en temas económicos y financieros.
Los canales de finanzas y de sherpas delegan el trabajo técnico y sustantivo en una serie de grupos de trabajo y de expertos. Adicionalmente, la agenda temática se desarrolla mediante la organización de encuentros ministeriales.
Como pueden observar, tendremos un año muy activo en materia de eventos de alto nivel en el marco del G20. Aquí se destacan únicamente las reuniones ministeriales y de sherpas, y los principales eventos con la sociedad civil (think tanks e instituciones académicas, jóvenes y empresarios). Aunado a estas actividades, el calendario de la presidencia mexicana del G20 contará con seminarios y mesas de debates organizadas por organismos internacionales, la presencia de México en calidad de presidente del G20 en eventos destacados alrededor del mundo, presencia constante de los voceros de la presidencia mexicana del G20 en medios de comunicación, etc.
Nuestra participación en el G20 fortalece la posición de liderazgo de México.
Reafirma la presencia de México en el diseño y construcción de la nueva estructura de gobernanza financiera internacional, en la que los países en desarrollo adquieren cada vez más peso en un sistema con mayor multipolaridad del poder internacional.
De acuerdo con el Banco Mundial, en la década de 1990, los países en desarrollo representaban 20% de las inversiones mundiales. Hoy representan alrededor de 45%. En los últimos 10 años, los países en desarrollo han crecido a un ritmo casi cuatro veces más rápido que el de los países desarrollados.
A través de nuestra participación en el G20, México refrenda su posición como un promotor activo de una gobernanza global más justa y representativa en donde los países en desarrollo tengan mayor voz en la búsqueda de soluciones colectivas para hacer frente a los desafíos globales.
Refrenda el interés del gobierno federal de promover un desarrollo más equitativo y sustentable a escala nacional y global.
Abre espacios para fortalecer la relación bilateral con potencias globales y regionales estratégicas para la política exterior mexicana.
El G20 ha logrado coadyuvar a fortalecer la comunicación y coordinación entre organismos internacionales en temas de interés común; México participa activamente en todos ellos. El G20 ha promovido la suma de esfuerzos de la Organización de las Naciones Unidas, la Organización Internacional del Trabajo, el Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Organización Mundial de Comercio, Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, y el Consejo de Estabilidad Financiera.
La existencia del G20 es fundamental para México porque facilita la consecución de acuerdos a problemas económicos y financieros globales que tienen consecuencias sobre nuestra economía y niveles de bienestar.
Por ejemplo, si bien México parecía no verse afectado inicialmente por la crisis financiera de septiembre 2008, lo fue posteriormente por la dramática caída de su principal mercado de exportación, Estados Unidos. La crisis ocasionó una caída de la demanda de productos de exportación que provocó una contracción del PIB de 6.1% y la pérdida de alrededor de 700 mil empleos durante 2009.
Aunado a lo anterior, el crédito al consumo y la inversión extranjera registraron una fuerte disminución; la caída de los precios del petróleo afectó las finanzas públicas y el margen de maniobra contracíclico para hacer frente a la crisis.
El peso sufrió un severo ajuste durante la segunda semana de octubre 2008.
La actuación del G20 fue fundamental para evitar una recesión global mucho más profunda y prolongada, con consecuencias aún mayores para la economía mexicana. Por ejemplo, permitió conservar o crear entre 7 y 10 millones de empleos a nivel mundial. Su oportuna intervención, particularmente el estímulo fiscal coordinado de 5 mil millones de dólares, permitió restablecer la confianza y sentar las bases para la recuperación.
Es por esa razón que el G20 es un foro fundamental para que países emergentes como México contribuyan a la construcción de soluciones a los complejos problemas que entraña una economía globalizada e interdependiente. Se trata del primer foro a nivel de Líderes en donde los países en desarrollo participan en pie de igualdad.
Nuestra Presidencia se enmarca en una coyuntura multilateral compleja derivada de la incursión de nuevos actores en el sistema internacional. México buscará introducir elementos de orden y equidad aprovechando su capacidad para acercar posiciones entre países desarrollados y países en desarrollo, con quienes comparte preocupaciones ligadas al crecimiento económico, la seguridad alimentaria, la lucha contra la pobreza y el cambio climático, el comercio internacional y las reformas a las organizaciones de la gobernanza global.
México aprovechará su condición de país puente entre regiones, su posición geopolítica y geoestratégica.
En breve, México tiene la interlocución y las características para ser un facilitador natural en las negociaciones internacionales, y acercar posiciones sobre los apremiantes desafíos económicos y financieros que actualmente enfrentamos.
Los asuntos que integran la agenda del G-20 son muy variados y aunque en ocasiones parecerían demasiado técnicos tienen un impacto directo en nuestra vida.
Las acciones que se promueven desde el G20 están directamente relacionadas con el mejoramiento de las condiciones de vida de todos los ciudadanos. En el G20 impulsamos medidas en favor de:
- El empleo y la seguridad social
- Mitigar los efectos de la variación de los precios de los alimentos
- Reducir el riesgo en el sistema financiero y promover las condiciones que permitan a los bancos ofrecer créditos para que podamos comprar un coche o una hipoteca para una vivienda en mejores términos.
- Combate a la corrupción.
- Protección de los ahorradores.
- Apoyo a Bancos regionales de desarrollo para respaldar programas sociales que tienen impacto directo en nuestras comunidades.
Entre otros asuntos.
En conclusión, se observa el desarrollo de una nueva arquitectura internacional más interdependiente y multipolar.
En este contexto, los mecanismos de concertación informal como el G20 resultan de la mayor relevancia en la toma de decisiones internacionales.
El G20 se perfila como un foro que, aunque imperfecto, es más representativo que el G8 y puede servir como catalizador político para adoptar consensos más incluyentes.
No obstante, es necesario que el G20, así como los demás foros de líderes vinculen sus discusiones y sus propuestas a unas instituciones multilaterales más fuertes, renovadas, que logren articular el compromiso y la cooperación de la comunidad internacional en su conjunto.
Nuestra participación en el G20 brinda la oportunidad de potenciar la contribución de México a la definición de esta nueva arquitectura, lo cual nos exige perseverar en nuestro propósito de contribuir a orientar las recientes tendencias globales hacia el desarrollo equitativo y sustentable a escala global, con instituciones y reglas claras que permitan ordenar la globalización de una forma más eficaz y participativa. México debe asegurarse de contribuir, como miembro del G20, a construir puentes que permitan la convergencia de políticas entre países para lograr un crecimiento fuerte, sostenible y equilibrado.
Los invito a visitar el portal oficial de la presidencia mexicana del G20.