1. Hernández, J. L. (1996). La construcción histórica y social de la educación
física en el currículo de la LOGSE, ¿una nueva definición de la educación
física escolar? Revista de educación, 311, 1996, 51 – 76.
RESUMEN
En este texto se analiza histórica y socialmente la construcción del currículo escolar de
la Educación Física. No sólo se habla de cómo se ha ido realizando con el paso del
tiempo, sino también de lo que éste abarca y por qué.
El autor cree importante explicar la unión entre los términos cultura y currículo para
entender mejor el artículo, puesto que, cito textualmente: “la cultura como conjunto
de conocimientos, pautas de pensar, sentir y actuar, creencias, etc., socialmente
construidas y, por tanto, objeto de transmisión generacional, constituye el
fundamento básico de todo proceso de escolarización y el referente relevante para la
elaboración curricular” (Hernández, J. L., 1996).
Según Hernández, el cuerpo es objeto y sujeto de construcción cultural. Esto quiere
decir que el cuerpo es utilizado según las ideologías del período histórico en el cual se
encuentre. Por ello, el currículo de la educación física debe recoger los elementos
culturales (entre otras cosas) dignos de ser transmitidos a generaciones venideras,
aunque también debe ir evolucionando progresivamente, incluyendo nuevos
conceptos, objetivos, metodologías, etc.
La aparición del término currículo tuvo lugar alrededor de los siglos XVI y XVII con las
reformas calvinistas. El currículo aparecería con un sentido regulador de las prácticas
académicas y de los tiempos universitarios conducentes a la certificación de un
proceso de formación (Hamilton, 1991)
Hernández expone en el artículo que un currículo supone una definición del significado
y sentido del área curricular o del proyecto educativo al que hace referencia. Añade
que en la elaboración de los currículos interactúan una serie de factores que se
pueden agrupar en tres esferas, y que en la intersección de esas tres esferas es donde
se encuentra el currículo finalmente elaborado:
1ª esfera: representa la historia de las actividades físicas en general y en
particular, de la Educación Física como área curricular. El autor dice que si no se
produce un análisis crítico de la situación y una acción de resistencia, el
currículo acabaría configurado en torno a unos contenidos claves de la cultura
dominante de esa época. Por ello invita a los profesores a modificar o innovar
2. en la selección de contenidos a impartir, en la forma de transmitirlos o en los
objetivos a conseguir.
2ª esfera: representada por los propios profesores de Educación Física. Las
vivencias escolares, la formación inicial recibida y los valores de éstos influyen
notablemente configurando la cultura profesional de los mismos y orientando
así el currículo escolar hacia el fin que éstos crean conveniente para sus
alumnos.
3ª esfera: representada por lo que Williams (1985) denomina “el gran público”,
grupo en el que se incluye a los usuarios directos, que son todas aquellas
personas que pueden verse beneficiadas de la Educación Física escolar. El “gran
público” ejerce presión sobre el currículo a partir de sus intereses y
motivaciones. El problema es que en algunos casos la presión es ejercida por la
industria de las marcas deportivas. Es ahí cuando los profesores deben
concienciar al grupo social hacia aquellas prácticas de actividad física que
incidan en el desarrollo de valores más adecuados en lugar de atender las
demandas de las potencias económicas.
En relación al proceso de construcción del currículo de la LOGSE, Hernández trata de
explicar la construcción destacando aspectos relativos a la participación de los
docentes de Educación Física en el proceso de elaboración, y de aproximar a aspectos
fundamentales en la creación al currículo como son los referentes históricos y las
concepciones sociales.
Con respecto a los referentes históricos, el autor comenta que la evolución social que
se ha venido dando desde antes de la escolarización ha sido lo que ha marcado las
distintas corrientes incluidas dentro del currículo de la Educación Física. Hernández
pone como ejemplo la concepción de la Gimnástica Sueca. Ésta se llevaba a cabo de
una manera directa y con un control jerárquico y paramilitar debido a las condiciones
de la época (seguramente debido a la gran cantidad de alumnos en contraposición con
el escaso personal docente disponible en aquel período).
Para contrarrestar la concepción sueca, se fueron desarrollando nuevas construcciones
culturales, conocidas como corrientes actuales de la Educación Física, donde se
encuentran:
El deporte: el deporte como medio de Educación Física escolar surge en el s.
XIX gracias a Thomas Arnold. Esta corriente surge de la transformación de
juegos tradicionales, en los cuales se van incluyendo reglamentos e
Instituciones reguladoras. Entre los objetivos iniciales del deporte se
encontraban el poder canalizar los sentimientos y las emociones de los niños y
3. la enseñanza de valores. El deporte surge en oposición a la Gimnástica,
buscando nuevos contenidos para enseñar a los alumnos. El esplendor del
deporte llega en las primeras décadas del siglo XX, tras la restauración de los
JJ.OO en 1896 y la adopción de este como actividad física por excelencia en
países no anglosajones.
Hernández añade a todo lo anterior, que el deporte se instauró primero en la
práctica, para hacerlo posteriormente en los currículos oficiales. Es lo que Kirk
denomina “innovación de la periferia al centro” (1990).
La condición física: según Hernández, la condición física está separada del
deporte y configura una corriente propia debido a que le corresponden
contenidos propios y tiene un “público” diferenciado de los deportistas. Los
antecedentes de esta corriente parten de la Gimnástica y buscan acciones
intermedias entre ésta y el deporte, según comenta Vázquez.
La psicomotricidad: el autor comenta que esta tendencia educativa comienza a
finales de los 50 en Francia como una nueva forma de entender la educación
corporal. Al principio se encontraba en el ámbito de la reeducación, pero con el
tiempo se trasladó al ámbito de la educación en general. Hernández afirma que
esta tendencia está potenciada por su visión del “cuerpo pensante” en
contraposición con el “cuerpo – máquina autómata”.
La expresión corporal: El origen de esta tendencia, según Hernández, se sitúa
en el énfasis de las capacidades rítmico – expresivas del cuerpo mostradas a
través del movimiento. La expresión corporal, surgida en los años 60, pretende
sustituir las prácticas físicas dominantes encarnadas en el deporte y la
condición física, por otras propias del campo expresivo.
Como dice el autor, una parte importante en la creación de currículos está compuesta
por la segunda esfera de presión: el profesorado. Éstos han tomado partido de
diferentes maneras, dependiendo de las fases del proceso.
El proceso de construcción del currículo de la Educación Física se desarrolló de la
siguiente manera:
En 1983 comienza a plantearse una renovación experimental de las Enseñanzas
Medias (EE.MM), aunque en los equipos de docentes encargados para ello no había
especialistas de la Educación Física.
En el curso 86/87 se producen los primeros nombramientos de profesores de E.F,
como funcionarios de carrera, y éstos se incorporan a los equipos de trabajo. En ese
4. mismo año, un grupo de profesores de E.F. presenta un proyecto de programa
curricular.
Durante los años siguientes, la evolución del currículo escolar de Educación Física fue
muy escasa, hasta 1991, cuando se publican los Decretos por los que se establecen las
Enseñanzas Mínimas de la Educación Primaria y Secundaria, donde se recoge lo
construido durante aquellos años.
Como indica Hernández en el texto, el currículo es una construcción social marcada por
la convergencia de ideas más que por la divergencia.
Tras esos acontecimientos, la Educación Física se orientó hacia una visión de educación
básica para todos, que atienda a los principios de diversidad y de equilibrio de las
desigualdades sociales, que promueva valores democráticos, que no esté centrada en
el máximo rendimiento sino en procesos de enseñanza y aprendizaje, etc.
Haciendo referencia ahora a la tercera esfera de presión (alumnado), Hernández
comenta que en muchos casos son los alumnos los que con su actitud propician
cambios en los contenidos y métodos, y formula una pregunta:
¿Cuáles son las concepciones sociales sobre la Educación Física que se presentan
como consensuadas en el momento de la reforma curricular?
Hernandez contesta a su pregunta añadiendo que la concepción social de la Educación
Física estaba tomando una doble vertiente: la de la educación para la salud y la de la
educación para el ocio.
El sedentarismo y la acumulación de estrés hacen que la sociedad promueva una
educación de carácter preventivo y catártico. A todo esto hay que añadirle el
incremento del tiempo de ocio en la sociedad.
Por ello, el autor enuncia que las demandas de la sociedad a la Educación Física podían
situarse, por un lado, en el intento por evitar conductas negativas para la salud, y por
otro, como instrumento que ocupe el tiempo de ocio de los adolescentes.
Es importante destacar que ”la trayectoria histórica de la Educación Física, muy
vinculada a la medicina, ha contribuido a una función higiénica o de salud como uno de
sus objetivos más significativos y permanentes” (Hernández, 1996).
El autor plantea otra pregunta:
¿Es el currículo de la LOGSE una nueva definición de la Educación Física escolar?
Según Hernández, la Educación Física escolar puede, y debe, integrar aquellas
corrientes que han pretendido constituirse por sí mismas como la educación física
escolar.
5. La condición física y la salud, la psicomotricidad, el deporte y la expresión corporal
representan distintas manifestaciones de la cultura física actual que deben estar
presentes en el currículo de la Educación Física.
Hernández afirma que la auténtica novedad del currículo de la LOGSE es que
precisamente, la definición de la Educación Física escolar queda en manos de los
profesores, quienes con sus prácticas reales en los centros educativos irán
configurando la Educación Física presente y futura, pudiendo actuar en un amplio
margen de concreción curricular de los objetivos, contenidos, criterios de evaluación y
metodologías.
CATÁRTICO: Purgante, purificador