Tema 8.- PROTECCION DE LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN.pdf
Transparencias sexualidad
1. Nº 1.- Pubertad y adolescencia
Cuando hablamos de pubertad nos referimos a los cambios fisiológicos
que tienen lugar normalmente, entre los 10 y 12 ó 14 años aproximadamen-
te, mientras que cuando hablamos de adolescencia, lo hacemos aludiendo
a todo el conjunto de cambios psicológicos y sociales que tienen lugar a lo
largo de un período que se inicia con la pubertad y acaba en torno a los 18-
20 años o más.
(Ver apartado sobre Adolescencia del documento sobre la “Sexualidad
Humana”)
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3. Nº 2.- Cambios corporales en el cuerpo de la chica y del chico
Todos estos cambios vienen determinados por las hormonas sexuales, pero
no se producen en todas las personas al mismo tiempo.
Hacia los diez u once años, el “reloj biológico” que todos hemos heredado
pone en marcha las gónadas, y el cuerpo se ve invadido por las hormonas
sexuales.
El estrógeno y la testosterona inciden en alguna medida en todas las célu-
las del cuerpo, pero los efectos más visibles son los que se producen en los
genitales y en el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios: los geni-
tales masculinos, que van creciendo lentamente desde el nacimiento, alcan-
zan ahora su tamaño adulto, y los testículos empiezan a producir esperma.
Los órganos reproductores internos crecen también y se desarrollan. En el
caso de la mujer, la vulva y los órganos internos de la reproducción respon-
den a altos niveles de estrógenos y también se desarrollan y asumen su fun-
ción adulta. El clítoris aumenta de tamaño. Los ovarios inician su ciclo men-
sual de producción de óvulos, y empiezan a aparecer las menstruaciones.
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5. Nº 3.- Evolución de los cambios corporales
La pubertad es el momento en que las diferencias físicas entre los sexos se
hacen más patentes. Se desarrollan los caracteres sexuales secundarios.
Imagen de la evolución corporal en la chica:
– Aumento de la talla
– Desarrollo del pecho
– Desarrollo del vello en pubis
– Desarrollo del vello axilar
– Menarquía o primera menstruación
– Aumento del clítoris y los labios de la vulva
– Se ensancha la pelvis y se desarrolla el tejido adiposo sobre las caderas.
Imagen de la evolución corporal en el chico:
– Aumento de la talla
– Desarrollo de vello en la cara, axilas, pecho y zona genital
– Primeras eyaculaciones
– Aumenta el tamaño del pene y la bolsa de los testículos
– Se producen cambios en la voz.
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7. Nº 4.- Cambios psicológicos
Los cambios físicos producen cierta desestructuración en el esquema corporal,
que provoca a veces sentimientos de inseguridad, dificultad de reconocerse a sí
mismo, etc. Se inicia una etapa de búsqueda de identidad, que puede conducir al
aislamiento, a la introspección, o a todo lo contrario: al exhibicionismo, las excentri-
cidades, el narcisismo; en general la oposición al mundo de los adultos como forma
de diferenciarse de ellos y afirmar su propia personalidad. Con frecuencia se pro-
duce una identificación fuerte con los mitos del momento. Suele ser una etapa en la
que se cree ser invulnerable ante accidentes, enfermedades, contagios, embarazos
(“a mí no me va a pasar”).
(Ver capítulo sobre Adolescencia en el documento sobre la “Sexualidad
Humana”)
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9. Nº 5.- Autoestima. Conocerse y aceptarse para disfrutar de nuestra
sexualidad
Tu cuerpo es el mejor. Es único. Es una fuente de sensaciones que te da pla-
cer. Aceptarte tal como eres, cuidarte, y quererte es fundamental para disfrutar
de una sexualidad placentera.
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11. Nº 6.- Masturbación-Autoestimulación
Es una manifestación sexual que se practica durante toda la vida. Favorece
el autoconocimiento y la aceptación de uno mismo y por tanto la relación inter-
personal. La autoestimulación nos ayuda a conocer las propias sensaciones, a
descubrir las zonas más placenteras, y así saber comunicar a otras personas
los propios gustos y deseos. Es importante no tener prisa, el cuerpo nos va
enseñando lentamente a sentirnos. El objetivo no es llegar a un orgasmo, es
disfrutar, relajarse y pasarlo bien.
La masturbación suele facilitar el aprendizaje de otras actividades sexuales y
forma parte de muchos programas de terapia sexual.
(Ver documento “Sexualidad humana”, “Estudio cualitativo y cuantitativo
sobre sexualidad y contracepción en la adolescencia”, y “Ficha metodológica
sobre Autoerotismo”)
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13. Nº 7.- Autoexploración femenina
Una forma sencilla y fácil de conocer nuestros genitales es contemplándolos fren-
te a un espejo.
(Ver página 29 del documento “Sexualidad Humana”)
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15. Nº 8.- El cuerpo de la mujer
Practicamente todo el cuerpo es, a nivel sensitivo, un órgano sexual en cuan-
to que la piel nos cubre totalmente. Cada persona tendrá, independientemente
de su sexo u orientación, unas zonas de su cuerpo que le resulten más o menos
agradables de estimular. Estas mismas zonas pueden variar de un día para otro,
en función de los estados anímicos. Todos los sentidos se implican en las rela-
ciones sexuales, así unas palabras o una buena música pueden hacer más
agradable una relación y/o un mal olor eliminar las posibles ganas de mante-
nerla. En resumen, es importante explorar nuestro cuerpo y experimentar con
nuestros sentidos para mejorar nuestra vida sexual.
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17. Nº 9.- La mente
Sin embargo quien, de alguna forma, regula todo lo que sentimos es el cere-
bro. Lo sabemos responsable de casi todo lo que vivimos. Pero, ¿cómo funcio-
na realmente?. En esta transparencia se plantea, sobre un esquema de activa-
ción de respuesta, una breve explicación de cómo el cerebro conjuga lo físico
con lo mental. Es decir, cómo se forma, a partir de un estímulo, toda una con-
ducta que puede ser positiva o de acercamiento al hecho sexual o negativa y
producir desde una simple dificultad en la relación hasta un rechazo total. Con-
siste en una red de centros y circuitos neurales. Se han identificado tanto cen-
tros de activación como de inhibición. Es decir hay partes de él que van a acti-
var o facilitar unas respuestas y otras que su actividad consiste en cortar o
inhibir esas respuestas. Veremos un esquema que simplifica esta activación o
inhibición de las respuestas sexuales (ver figura de la transparencia nº 9 y ficha
“el cerebro”) Cuando recibimos un estímulo erótico, externo o interno, éste llega
al cerebro y se divide en dos vías, una rápida hacia el área ideatoria (Al), donde
inmediatamente se va a formar una idea de qué queremos o querríamos hacer.
La otra vía va a recorrer un circuito algo más largo pero casi igual de rápido,
pasará por distintas áreas que irán influenciando las respuesta que queríamos
dar:
1. Núcleos sintetizadores del esquema corporal (G)
2. Sistema Límbico e hipotálamo. (SL y H)
3. Área ideatoria: de nuevo, pero el estímulo llega ya con una carga emocio-
nal intensa.
4. Área motora y sensitiva de donde saldrá la respuesta activada o inhibida.
(Ver ficha metodológica “El cerebro”)
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19. Nº 10.- Genitales
Los genitales femeninos, al igual que los masculinos, ofrecen una gran dife-
rencia entre distintas mujeres, en cuanto a su aspecto, tamaño, forma, y color
de los labios externos e internos, forma y distribución de vello púbico. También
en la misma mujer éstos sufrirán cambios. Así por ejemplo, los labios mayores
y menores varían en la misma persona al estar excitada a no, de tamaño, color,
forma, etc... Los labios menores cubren el cuerpo del clítoris por arriba y son
muy sensibles al tacto y a la presión. En algunas mujeres estos sobresalen de
los labios mayores.
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21. Nº 11.- Genitales
El clítoris
Partes del clítoris: Cuerpo, crura o pies. Está formado por tejido cavernoso.
Los tejidos cavernosos y esponjosos se hacen más firmes durante la excitación
y mantienen su rigidez. Masturbarse no provoca un aumento del tamaño del
mismo. El orgasmo, a solas o en una relación con alguien, suele ser producido
por el clítoris, muchas más veces que el estimulo de la vagina, aunque ésta
pueda resultar más placentera de estimular. De aquí que, la penetración tenga
relativa poca importancia, para algunas mujeres, en la obtención del mismo
durante una relación. A veces, el tacto directo continuado puede provocar dolor
o irritación.
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23. Nº 12.- La vagina y el útero
Vagina. Es un órgano muscular interno, en forma de tubo, cuyas paredes sue-
len estar en contacto y que tiene una profundidad de unos 8 ó 9 cm. Su forma
puede cambiar durante cualquier actividad sexual desde cerrado, como se
encuentra al principio del juego, hasta abombado en el momento de máxima
excitación. Al ser un órgano muscular (como la musculatura de la boca) sus
músculos pueden estar con un buen tono y funcionar mejor o no tenerlo y difi-
cultar la relación. Para ello el Dr. Kegel inventó un ejercicio para reforzar esta
musculatura. En su interior, la vagina está revestida de una superficie igual a la
boca. Esta mucosa es la que produce la lubricación vaginal. También hay que
destacar la poca importancia, a nivel físico, que para la gratificación femenina
tiene el estímulo vaginal, ya que tiene, en proporción, un número reducido de
terminaciones nerviosas, salvo en la parte cercana a la entrada.
Ejercicio de Kegel: Músculo pubococcigeo. Con este ejercicio pretendemos
ayudarte a alcanzar un mejor control sobre tu vagina, a la vez que a tener un
mejor tono muscular. Esta tarea tiene dos fases bien diferenciadas, una en la
que debes localizar el músculo en cuestión y otra de prácticas con el músculo
ya localizado.
1ª Fase: La próxima vez que vayas al servicio a orinar, procura no sentarte en la
taza del water, quédate de pie, separando las piernas todo lo que puedas e
intenta en esta posición cortar el chorro de orina en dos o tres ocasiones. Cor-
tes rápidos, no retengas demasiado tiempo. Así localizarás el músculo que
debes ejercitar. Es una buena ayuda, una vez hecho lo anterior, si te introdu-
ces tú misma un dedo en la vagina e intentas contraer el músculo.
2ª Fase: Ahora ya sabes qué músculo es el que debes ejercitar y para ello
dos o tres veces al día practicarás varias contracciones seguidas (de 15 a
35). Lo puedes realizar en cualquier momento y situación ya que nadie
puede notar que lo estás haciendo.
Himen. A un centímetro aproximadamente de la abertura vaginal se
encuentra esta fina membrana sin función biológica conocida. Suele tener
una o más perforaciones por donde ha de salir la sangre menstrual. Tiene
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penetración se han entendido siempre como lo único capaz de romperlo y
no es así. También se puede romper con algunos ejercicios, o montando a
caballo o en bici. El personal sanitario no puede, al explorar a una chica,
saber si ésta ha tenido o no relaciones con penetración ya que como comen-
tamos el himen se puede romper de muchas formas y la relación no deja
ningún tipo de marcas o señales en la vagina. Un punto a destacar respec-
to del himen es también el mito que lo rodea de dolor al romperse y de san-
grado. El himen casi no tiene inervación y tiene muy pocas arterias. Lo que
suele ocurrir es que ante la tensión del primer coito o penetración, si la chica
lo único que ha oído es que le va a doler, contraerá su vagina, por miedo al
dolor. Esta misma contracción impide la penetración y la lubricación, por lo
que el menor roce hará doloroso una situación que no tendría porqué ser.
Útero o matriz, interviene poco en las sensaciones de goce sexual, siendo un
órgano meramente reproductor. Durante la excitación su musculatura se con-
trae y se desplaza hacia arriba, estirando la vagina. Sin útero también hay pla-
cer sexual y orgasmos.
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26. Nº 13.- Los pechos
En nuestra sociedad tienen una marcada carga erótica. Aunque algunas
mujeres dicen no sentir nada con su estímulo. Se suelen desarrollar durante la
pubertad de la chica y alcanzar un mayor o menor tamaño, siempre uno más
que otro; por lo general, el pecho izquierdo es un poco mayor que el derecho.
El pezón, situado en la punta, tiene una buena cantidad de pequeñas fibras
musculares lisas y de terminaciones nerviosas que hacen que sean muy sensi-
bles al tacto y a la temperatura. Estos pequeños músculos permiten que el
pezón se ponga en erección ante cualquier estímulo. No siempre tiene porque
ser un estímulo erótico, ni su erección es indicativa de excitación. En la areola,
zona de piel oscura que rodea al pezón, pueden aparecer unos pequeños bulti-
tos absolutamente normales. La sensibilidad de la mama no está supeditada a
su tamaño.
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28. Nº 14.- Ciclo menstrual
La menarquía (primera menstruación) es el cambio fisiológico más importan-
te en la mujer y el comienzo del funcionamiento cíclico de su aparato genital.
Después de la menarquía las menstruaciones pueden ser irregulares durante un
tiempo (3 ó 4 años), pero poco a poco los períodos se regulan.
En qué consiste el ciclo menstrual:
1.- Las hormonas de la hipófisis (una glándula muy pequeña situada en el
cerebro que rige la mayoría de los procesos hormonales de nuestro cuer-
po), viajan por los vasos sanguíneos y avisan a los ovarios que es el
momento de iniciar la maduración de uno de sus numerosos óvulos. Lo
más frecuente es que en cada ciclo se desarrolle completamente sólo uno.
2.- A medida que el óvulo va madurando, los ovarios producen hormonas
(estrógenos y progesterona). Estas hormonas viajan por la sangre hasta
el útero y hacen crecer el endometrio (pared interna del útero) que se hace
más grueso y rico en vasos sanguíneos.
3.- Generalmente, a la mitad entre el primer día de la regla y el primer día de
la siguiente, un óvulo sale de uno de los ovarios (ovulación), y entra en la
trompa de falopio.
4.- Si el óvulo no se encuentra con una célula masculina (espermatozoide) en
la trompa, entre las 24 y 48 horas, muere.
5.- Unos 14 días después de la ovulación, los ovarios dejan de producir hor-
monas. Esta es la señal para que el endometrio se desprenda de la cavi-
dad uterina y salga a través de la vagina (menstruación).
Si no se posee una adecuada información, se pueden adquirir actitudes negati-
vas hacia la menstruación, pudiendo como consecuencia, aceptar mal e incluso
rechazar estos procesos. Algunas chicas sufren molestias físicas o cambios de
humor de cierta importancia, pero el autoconocimiento permite, en la mayor parte
de los casos, aceptar con normalidad los cambios inherentes al ciclo menstrual.
Una adecuada información, anterior y simultánea con la primera menstruación, y la
aceptación positiva del hecho de ser mujer facilita la buena integración de estos
cambios.
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30. Nº 15.- Ideas erróneas sobre la menstruación
La menstruación no altera el ritmo de vida: la higiene diaria, las relaciones
sexuales, el deporte, etc. Pero hay que tener en cuenta que durante los días
de la regla, si se mantienen relaciones coitales existe posibilidad de emba-
razo. Por otra parte la menstruación no es una enfermedad ni algo “sucio”,
al contrario de lo que el lenguaje habitual nos transmite (“estoy mala”, “me
siento sucia”), y no tiene por qué interferir en nuestras actividades cotidia-
nas. Tampoco es necesario ni conveniente utilizar productos especiales
para la “higiene íntima”, con la que se suele bombardear a las chicas a tra-
vés de los anuncios publicitarios. Es suficiente una higiene diaria como en
el resto de los días.
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32. Nº 16.- Eyaculación
El esperma que se expulsa en cada eyaculación varía de 2 a 5 cc. y
contiene de 40 a 300 millones de espermatozoides por cc. Además, la
eyaculación contiene secreciones de la vesícula seminal, próstata y
glándulas de Cowper. Es importante tener en cuenta que el eyaculado
puede ser fértil desde el inicio. La primera eyaculación suele pasar
desapercibida.
Tanto la primera menstruación como la primera eyaculación, pueden “adelan-
tarse” o “retrasarse” en relación a compañeros /as de la misma edad, provo-
cando sustos o preocupaciones. Es necesario informar de la variabilidad tem-
poral del inicio de estos procesos, que está condicionado por factores como el
peso, la raza, la alimentación, la zona geográfica, etc.
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34. Nº 17.- Fecundación I
En ocasiones, en nuestra vida, podemos desear tener hijos y mantenemos
relaciones sexuales para ello, pero la mayoría de las relaciones que mantene-
mos son sólo por placer y la reproducción se vuelve una posibilidad no desea-
da. Es el momento de conocer y usar los distintos métodos anticonceptivos.
Pero también hemos de conocer como se produce la fecundación para poder
actuar en función de nuestros deseos. Una sexualidad responsable pasa por
conocer estos mecanismos. Ambos miembros de la pareja son los responsables
de este conocimiento y de su buen uso. En el texto del ciclo menstrual se ha
pretendido explicar cuales son los días fértiles y los que no. No es muy reco-
mendable fiarse del calendario para mantener relaciones de penetración sin
métodos anticonceptivos pues, sobre todo entre las chicas jóvenes, la regla no
es precisamente eso, una regla, ya que puede haber variaciones temporales.
En la imagen vemos tres formas naturales en que puede ocurrir un embarazo:
1. Eyaculación dentro de la vagina. 2. Eyaculación fuera pero con penetración
antes y salida de las gotas preseminales. 3. Eyaculación encima de la vulva.
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36. Nº 18.- Fecundación II
De los muchos espermatozoides que contiene la eyaculación uno, sólo uno,
penetra en el óvulo (excepcionalmente, pueden penetrar más). Esto se suele
producir en el tercio externo de la trompa. El óvulo fecundado tardará unos días
en llegar al útero, donde encontrará las condiciones necesarias para implantar-
se. Una vez implantado el huevo, se formará la placenta y el feto durante los
nueve meses siguientes.
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38. Nº 19.- El cuerpo
Practicamente todo el cuerpo es, a nivel sensitivo, un órgano sexual en cuan-
to que la piel nos cubre totalmente. Cada persona tendrá, independientemente
de su sexo u orientación, unas zonas de su cuerpo que le resulten más o menos
agradables de estimular. Estas mismas zonas pueden variar de un día para otro,
en función de los estados anímicos. Todos los sentidos se implican en las rela-
ciones sexuales, así unas palabras o una buena música pueden hacer más
agradable una relación y/o un mal olor eliminar las posibles ganas de mante-
nerla. En resumen, es importante explorar nuestro cuerpo y experimentar con
nuestros sentidos para mejorar nuestra vida sexual.
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40. Nº 20.- Genitales
El pene: Es un órgano externo formado por tres cilindros paralelos de tejido
esponjoso envueltos en gruesas capas membranosas. Hay un cuerpo esponjoso
y dos cavernosos. Por el primero discurre la uretra, canal por donde sale la orina
y el semen. Estos cuerpos, esponjoso y cavernoso, están normalmente vacíos de
sangre (estado de flaccidez), pero durante la excitación éstos se van a llenar de
sangre y el pene va a ereccionar. También en el glande se encuentra una peque-
ña zona triangular de piel llamada frenillo y que a algunos hombres les puede oca-
sionar problemas. La piel que cubre el glande es retráctil y se llama prepucio, si
da problemas en su retirada se llama fimosis. Bajo ella se acumulan sustancias
de desecho (sudor, secreciones, orina) que hay que procurar lavar, por lo que a
los niños hay que enseñarles a tirar de esa piel hacia atrás. Esta piel no tiene nin-
guna otra repercusión en el funcionamiento del pene.
El escroto: es una bolsa muscular que cuelga debajo del pene y que contie-
ne a los testículos. Tiene poco vello. Normalmente un testículo (el izquierdo)
cuelga algo más que el otro. Los testículos sólo tienen dos funciones conocidas:
fabricar algunas hormonas y la formación de espermatozoides. Sin embargo,
socialmente se les ha dado un valor como de virilidad o valentía; como si el
tamaño de los testículos influyese en la personalidad del individuo.
Desde luego esto es completamente falso. Suelen ser muy sensibles al tacto,
aunque algunos hombres no soporten las caricias sobre ellos.
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42. Nº 21.- Genitales
De los testículos salen los espermatozoides, que se van a almacenar o bien
en el epidídimo o bien en los conductos deferentes. Es falso que los testículos
se hinchen cuando el hombre lleva mucho tiempo sin eyacular. El líquido semi-
nal, donde son transportados los espermatozoides sale de la vesícula seminal
que está por encima de la próstata, razón por la que los vasectomizados siguen
eyaculando. También sale de la próstata un 30%. El fluido seminal es de color,
desde blancuzco hasta amarillento o gris. Es pegajoso. En el trayecto de la ure-
tra antes de integrarse en el cuerpo del pene existen dos pequeñas glándulas
llamadas de Cowper, que se encargan de limpiar la uretra antes de cada eya-
culación, razón por la que en ocasiones se puede apreciar que durante la exci-
tación y antes de la eyaculación salen unas gotas de líquido algo más claro y
transparente que el propio eyaculado. Este líquido puede llevar en alguna oca-
sión espermatozoides incluidos de eyaculaciones anteriores, y no se percibe
cuando va a salir, razón esta por la que se convierte en el principal causante de
embarazos no deseados en la práctica conocida como marcha atrás. Su emi-
sión o salida suele ocurrir sin que se note.
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44. Nº 22.- La Erección
Depende de mecanismos neurovasculares regulados por factores hormona-
les y psicológicos. Cuando una persona recibe un estímulo sexual, sea en una
zona exógena o a través de los sentidos, esta señal sensitiva va a recorrer un
camino nervioso dividido en dos sistemas: el primero llamado medular que es
reflejo, y el segundo encefálico. De forma resumida: en ocasiones un simple
roce puede provocar una erección, sin embargo para que ésta se mantenga va
a hacer falta que el sistema cerebral ayude a mantenerla. Dependiendo del
estado anímico u orgánico esta erección se mantendrá o desaparecerá, por
ejemplo: por haber bebido, usado drogas o por miedo a fracasar, etc. En térmi-
nos generales la ansiedad o nerviosismo interrumpe la erección y la calma o
relajación la mantiene.
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46. Nº 23.- Respuesta sexual humana: cambios físicos y psíquicos
durante la actividad sexual
“Respuesta sexual humana”, es la denominación que convencionalmente se
ha venido utilizando para definir y explicar el conjunto de cambios que se pro-
ducen en nuestro cuerpo durante la actividad sexual en solitario o con otras per-
sonas. Tradicionalmente, desde que Masters y Jhonson observaron el compor-
tamiento sexual masculino y femenino en condiciones de laboratorio, la
respuesta sexual se dividió en cuatro fases para una mejor comprensión de los
cambios fisiológicos que se producen. Esta diferenciación en fases, (excitación,
meseta, orgasmo, resolución e incluremos en este esquema la fase de deseo
siguiendo a H. Kaplan), nos sirve para explicar con más facilidad dichos cam-
bios, pero no quiere decir que necesariamente tengan que sentirse en ese
orden. De hecho, aunque estas fases estén fisiológicamente relacionadas entre
sí, son diferentes; pueden quedar inhibidas independientemente y por separado
algunas de ellas, sin que las demás resulten afectadas. A veces, nuestra res-
puesta sexual será más rápida, otras veces más lenta, o más o menos intensa,
dependiendo de cómo nos encontremos. Por motivos didácticos, se van a des-
cribir todos los cambios que se producen siguiendo el esquema clásico.
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48. Nº 24.- Deseo
El deseo sexual es un impulso que nos mueve a buscar experiencias
sexuales o a mostrarnos receptivos a ellas. Viene a ser el “motor” de nuestro
comportamiento sexual. Se localiza en el cerebro (sistema límbico e hipotá-
lamo), y tiene amplias conexiones con otras partes del mismo, lo que explica
que sea sensible a sucesos del pasado, a emociones, a sentimientos, a esta-
dos de ánimo...y por tanto puede ser estimulado o inhibido por diversos fac-
tores internos y externos, físicos y psicológicos.
(Ver pág. 37 del documento “Sexualidad Humana”)
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50. Nº 25.- Excitación y Orgasmo
Excitación. Comienzan, en ambos sexos, las sensaciones eróticas, mediante
estimulación física o psíquica.
– Reacción general del cuerpo: Vasocongestión, visible por el enrojecimiento
en la piel. Aumento de la tensión muscular, del ritmo cardíaco y del ritmo
respiratorio.
– En la mujer: aparece la lubricación a la vez que el clítoris se agranda,
los pechos comienzan a hincharse y los pezones pueden ponerse erec-
tos o no. El clítoris se endurece y sus cuerpos esponjosos se inflaman.
Los labios menores se inflaman y aumentan su coloración. La vagina
comienza a dilatarse y abombarse. En estos momentos y antes del
orgasmo, el clítoris suele desaparecer al tacto por retracción, la lubrica-
ción puede disminuir un poco.
– En el hombre: aparece la erección, los testículos se inflaman y elevan.
Comentarios: La lubricación en la vulva no es indicativa de un alto grado de
excitación. La lubricación o la erección, unos días, pueden tardar en aparecer,
otros no aparecer, bien por cansancio o por el estado de ánimo. También hay
que tener en cuenta que el proceso de excitación tiene o puede tener altibajos
que van a ir dando diferencias en la respuesta; el hombre puede perder parte
de la erección, o la mujer sentirse menos excitada. Causas: ruidos, cambios de
postura, etc. Esta fase es, igual que la de deseo, otra que necesita de los pen-
samientos eróticos o fantasías. Algunas personas dicen que notan que les
resulta difícil “concentrarse” durante la actividad sexual. No es necesario con-
centrarse en nada, sólo permitir a la imaginación que fantasee con lo que le ape-
tezca.
Meseta: Descrita por Masters y Johnson, no es mas que un estado de exci-
tación mantenido.
Orgasmo: Cuando el estímulo resulta suficiente, aparece una sensación
intensa que va a recorrer todo nuestro cuerpo, pero que se siente
fundamentalmente desde los genitales. El orgasmo en el hombre,
generalmente, coincide con la eyaculación, aunque son mecanismos
independientes, y consiste en una serie de contracciones de la musculatura de
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51. la pelvis. El orgasmo en la mujer, se percibe como una serie de contracciones
rítmicas, reflejo del clítoris y de los músculos que rodean la vagina y el periné.
La mujer, al contrario que el hombre, no tiene período refractario, por lo que
puede seguir sintiendo orgasmos si el estímulo continua. El orgasmo se percibe,
según el número de contracciones de la musculatura perigenital, de mayor o
menor intensidad. La percepción del orgasmo también se verá muy influida por
la actitud con que se viva la situación que lo provoca. Así muchas mujeres y
hombres sienten el orgasmo más intenso durante la automasturbación ya que
suelen fantasear mejor, se acarician como y donde quieren, y vivencian una
mayor libertad. A veces, durante las relaciones sexuales, nos preocupamos en
exceso por llegar al orgasmo. Esta misma preocupación hace que se dificulte su
consecución.
Resolución: En este período todo el cuerpo vuelve a su estado basal, es decir,
se relaja completamente. Los ritmos cardíacos y respiratorio se normalizan. En
el hombre los testículos y el pene vuelven a su estado habitual y aparece lo que
se llama el período refractario. Este período puede variar, desde la persona que
puede mantener la erección tras eyacular hasta el que tardará en poder recu-
perarla. En la mujer el clítoris y la vagina vuelven a su posición habitual en poco
tiempo.
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53. Nº 26.- Las fantasías sexuales
Las fantasías son una parte muy importante de casi todas nuestras vivencias
sexuales; de hecho contribuyen a introducir variedad en la vida sexual tanto
individual como en nuestras relaciones con otras personas.
Permitirnos fantasear, muchas veces potencia nuestra realidad y la hace más
divertida.
(Ver documento “Sexualidad Humana”, pág. 39)
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55. Nº 27.- Las caricias
Todas las zonas son sensibles. Sólo es necesario descubrirlas, relajarse,
buscar el placer, dejarse llevar. Las caricias son un fin en sí mismo. Gozar
de todos los sentidos, de la riqueza de las sensaciones, de las posibilidades
de disfrutar de diferentes matices. Conectar con las propias sensaciones,
emociones, pensamientos. Escucharse, sentirse, acariciarse, descubrir
posibilidades, cuidarse, protegerse... Estar disponible para uno/a mismo/a.
Reconocerse, desarrollar el placer, no temer al propio cuerpo, abrirse a la
ternura, saber estar consigo mismo. El cuerpo es hermoso, no importa la
edad, ni los kilos, ni las arrugas, cuando se es capaz de vivir y transmitir la
autoestima, el respeto, la autonomía, el placer y la libertad.
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57. Nº 28.- Papeles Sexuales I
El reparto de las tareas domésticas entre los diferentes miembros de la fami-
lia, de forma equilibrada y no en función del sexo, constituye un buen elemento
integrador.
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59. Nº 29.- Papeles Sexuales II
Aunque tradicionalmente en nuestra sociedad, el papel activo se le ha adju-
dicado al hombre, la iniciativa en las conductas sexuales no debería ser patri-
monio de ningún sexo.
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61. Nº 30.- Métodos anticonceptivos que además protegen frente a
E.T.S. (enfermedades de transmisión sexual) y VIH/sida
El preservativo masculino y el preservativo femenino son los únicos métodos anti-
conceptivos que tienen la capacidad de proteger frente a las enfermedades de
transmisión sexual y VIH/sida. Son métodos basados en el efecto barrera, impi-
diendo el contacto directo entre fluidos corporales y mucosas. Así pues, están reco-
mendados en toda relación con penetración, ya sea anal, vaginal o bucal.
(Ver folleto que acompaña a la caja de métodos anticonceptivos)
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63. Nº 31.- Métodos anticonceptivos: diafragma, espermicidas, D.I.U.
(dispositivo intrauterino), píldora
Estos métodos solo tienen capacidad anticonceptiva, no protegen frente a las
E.T.S. y VIH/sida. El diafragma es un método de barrera que va siempre acom-
pañado de crema espermicida para ser eficaces. Los espermicidas por sí solo
no tienen alta eficacia contraceptiva, pero utilizados junto a preservativos, dia-
fragma u otros, aumenta la seguridad contraceptiva de éstos. El DIU (Dispositi-
vo Intrauterino), actúa a diferentes niveles impidiendo el embarazo. Se coloca
dentro del útero y exige revisiones.
La píldora anticonceptiva se considera uno de los métodos más eficaces.
Antes de tomarla, se debe acudir a un Centro de Planificación, Consulta de
Orientación Sexual para Jóvenes, etc, donde se hará un reconocimiento y ana-
lítica previa. Pueden existir contraindicaciones, y exige revisiones periódicas.
(Ver folleto que acompaña a la caja de métodos anticonceptivos)
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65. Nº 32.- Métodos anticonceptivos quirúrgicos: ligadura de trompas y
vasectomía
Los métodos anticonceptivos quirúrgicos son, generalmente, irreversibles.
Consisten en impedir que el óvulo llegue a entrar en contacto con los esperma-
tozoides, en el caso de las mujeres, impidiendo su progreso en las Trompas de
Falopio. En el caso del hombre, con la vasectomía se interrumpe la salida de los
espermatozoides por el conducto deferente. Estos métodos no protegen frente
a E.T.S. y VIH/sida.
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