FLORES DE CENIZAS I Hoy leí sobre el amor que se esconde tras las lechugas, en verdad que son grandes los frutos de aquel huerto. II Me iré como llegué sin que nadie lo sepa. Extraños son los versos que no se pueden escribir cuando las letras huyen asustadas hacia las profundidades de los bosques de bambú III La montaña creció socavé y socavé, estación tras estación y no logré vencerla… Yandang es demasiado hermosa para olvidarla, volveré el próximo invierno. IV Mi pensamiento divaga perdido entre los pies de un ejército de hormigas rojas, en vano intento contar sus zapatos. V Un ojo que no mira, una mano que no toca, un reloj siempre de prisa, una esfera que no gira, se transformó en un rompecabezas, estos nunca me gustaron. VI Solo veo ríos negros sobre papeles de arroz y ocho dragones señalando el camino. Nada importante que deba recordar… VII Cigarrillo tras cigarrillo, la habitación revienta de humo, un cangrejo se ríe a carcajadas cuando el Dragón terrestre de un solo golpe destruye el preciado jarrón. VIII La pluma duerme dentro de la caparazón de una pesada tortuga que se aleja y se aleja Estoy agotada… IX Se declaro día de duelo nadie lloró, nadie entendía el por qué de tanto aspaviento Solo era un ave más viajando hacia el oriente. X Contempló durante años como caían bolitas de oro dentro de la boca de la rana, estas anunciaban funestos acontecimientos Le ofrendo entonces sus manos las recibió complacido alimentaron su enorme “ego” XI En vano intenta despertarla un lúgubre manto cubre su calva cabeza por fin se liberó de ella… Cuando un hambriento perro se trago de un solo bocado a la luna. XII La veleta siempre giraba hacia la misma dirección, lamentablemente el camino era oscuro y pantanoso tropecé, perdí mis gafas, cuando casi me dí por vencida las encontraron las plantas de mis pies XIII ¿Uno más uno? Depende, es verdad… Y no de la pluma del faisán Ni de los ábacos de perlas. XIV La arrogancia es mérito de quienes poseen mentes pequeñas, quizás en invierno cuando las ramas caídas solo sirvan para alimentar el fuego de la vieja estufa añores los vientos de otoño. XV De la boca del Rey Dragón se alimento desde siempre el Lago Yanhu algún día lograré bañarme en sus aguas inmortales. XVI Cuando la luna cubra de plata mis cabellos Y mis manos pierdan la blancura del marfil, Odiosos pájaros me traerán dentro de sus picos flores secas cubiertas de estiércol y cenizas Eso no será trascendente, lo bello no siempre es verdadero y lo verdadero a veces resulta no ser bello. FANNY JEM WONG 04.02.2009 6.35 PM.