2. Las inmunoglobulinas son glicoproteínas que actúan como anticuerpos.
Pueden encontrarse circulando en sangre, en las secreciones o unidas a la
superficie de las membranas de los linfocitos B.
Se producen como respuesta a la detección de moléculas extrañas en nuestro
cuerpo. Estas moléculas extrañas que desencadenan la producción de
anticuerpos se denominan antígenos.
Las inmunoglobulinas circulantes aparecen en una electroforesis del
plasma formando parte de la fracción de las proteínas plasmáticas de las
gamma globulinas.
Se distinguen diversos tipos de inmunoglobulinas: IgG, IgM, IgA, IgD e IgE.
Desde el punto de vista estructural, todas ellas tienen en común que su
unidad básica esta formada por dos pares de cadenas pepiticas: un par de
cadenas ligeras (cadenas L) con unos 220 aminoácidos cada una, y un par de
cadenas pesadas (cadenas H) formadas por unos 440 aminoácidos cada una.
3. IgA
Es la clase predominante de anticuerpo en las secreciones
seromucosas del organismo como saliva, lágrimas, calostro,
leche y secreciones respiratorias, gastrointestinales y
genitourinarias.
En sangre, se encuentra como una molécula monomérica,
pero en las mucosas se encuentra en forma dimérica.
Actúan como la defensa inicial contra los
patógenos invasores antes de que penetren en el plasma.
Identifican los antígenos patógenos e impiden que se
instalen en las mucosas.
4.
5. IgG
Es la más abundante (80% del total de inmunoglobulinas).
Se une rápidamente con macrófagos y neutrófilos,
provocando la destrucción del microorganismo.
Puede atravesar la barrera placentaria y se secreta en la
leche materna. Por ello, es responsable de la inmunidad
fetal y la del recién nacido.
6.
7. IgM
Representa el 6% del total de inmunoglobulina. Aparece en
los linfocitos B unida a su membrana plasmática. Se
manifiesta en la respuesta primaria activando el sistema
del complemento.