El documento resume el Evangelio del 4o Domingo de Pascua sobre Jesús como el buen pastor. Jesús respeta la libertad de las ovejas y las llama por su nombre, ofreciéndoles alimento espiritual y guía. Los cristianos deben discernir la voz de Jesús de las voces engañosas y seguir su ejemplo de amor y entrega para conducir a otros a Dios.
2. 4º Domingo de Pascua - A
Evangelio: Jn 10, 1-10
Os aseguro que el que no entra por
la puerta en el aprisco de las ovejas,
sino que salta por otra parte, ése es
ladrón y bandido; pero el que entra
por la puerta es pastor de las ovejas.
…y las ovejas atienden a su voz, y él
va llamando por el nombre a sus
ovejas y las saca fuera. … y las ovejas
lo siguen, porque conocen su voz.
3. Una imagen antigua…
La imagen del buen pastor es una
tradición que viene del profetismo y
el Antiguo Testamento: un buen
pastor es el líder idóneo para el
pueblo. Pero en Israel también
hubo falsos profetas.
Jesús hace una crítica a los líderes
de su pueblo ―fariseos,
sacerdotes― que se aprovechan de
las gentes sencillas y las oprimen.
4. La puerta de la libertad
Jesús reúne en sí los rasgos de un
buen líder.
En primer lugar, respeta siempre la
libertad. No hay en él un afán de
poder ni de dominar a las masas.
El buen pastor entra por la puerta, no
salta por la ventana como un ladrón.
La puerta es la libertad: Jesús entra si
se le deja, sin forzar a nadie. La
libertad es clave en el apostolado.
5. Conocen su voz
Las ovejas conocen su voz. Una
voz que transmite calidez,
cuidado, solicitud. Saben que
quiere lo mejor para ellas. Las
saca del aprisco para alimentarlas.
Los cristianos sabemos que Jesús
llama con suavidad a nuestra
puerta para ofrecernos el
alimento que ansía nuestro
corazón.
6. Discernir la buena voz
Hay muchas voces ambiguas,
manipuladoras y engañosas.
Prometen falsos cielos, están
cargadas de ambición y orgullo.
El cristiano ha de discernir para
reconocer lo que viene de Dios.
Reconocer la voz del buen
pastor es identificarse con él.
7. Las llama por su nombre
Para Jesús, tan importante como
la libertad es personalizar la
relación. El rebaño no es una
masa anónima: cada persona
tiene su nombre, su historia, su
vida. Solo conociéndola a fondo
se puede trabar una relación de
confianza, de guía, de amor.
Llamar a las ovejas por su nombre
es conocer en profundidad sus
deseos más hondos.
8. Los buenos pastos
El pastor se sitúa delante para que
las ovejas no se pierdan. No para
mandar y someterlas, sino para
guiarlas y alimentarlas. Solo Cristo
nos puede dar el alimento de
Dios: el pan de la eucaristía.
Jesús es la puerta y el puente
tendido entre Dios y nosotros.
9. Contemplar un mundo nuevo
El buen pastor nos guía a contemplar la
belleza de otro paisaje: un mundo
transformado por el amor.
En la Iglesia, el bautismo nos abre una
puerta de conversión que conduce al
ágape eucarístico.
Jesús no es solo la puerta, sino el mismo
alimento. El buen pastor acaba siendo el
cordero que da su vida por las ovejas.
10. Llamados a ser pastores
He venido para que tengáis vida, y
vida en abundancia, dice Jesús.
Vivir en abundancia es vivir
generosamente, entregando amor
a los demás. Todos los cristianos
estaos llamados a ser puertas
para que otros entren en la vida
de la fe y se acerquen a Dios.
Siguiendo los pasos de Jesús…
11. Siguiendo los pasos de Jesús
Seguir los criterios de Jesús y las
enseñanzas de la Iglesia es no dejarse
contaminar por ideologías ni por
nuestros intereses o vanidad.
Nuestra misión es llevar a la gente a la
Iglesia y a Dios, no a nosotros mismos.
Trabajamos colaborando con el único
pastor, la única causa: Jesús de Nazaret.
12. El mundo nos espera
Mucha gente nos espera. Ansía dar
sentido a su vida, espera consuelo y
apoyo. Busca a Dios y corre el riesgo
de perderse ante mil puertas
incitantes, llenas de frivolidad,
egoísmo, falsos paraísos.
La única puerta que nos hará felices
es Jesús, que nos lleva al corazón de
Dios.