Llega la hora de realizar la declaración de la Renta correspondiente al ejercicio 2015, por lo que es un momento idóneo para repasar las ventajas fiscales con las que cuentan los Planes de Pensiones, al ser un instrumento de ahorro diseñado para canalizar el ahorro para la jubilación.

1. ¿Conocemos todas las ventajas financieras y fiscales de los Planes de
Pensiones?
Un año más llega la hora de realizar la declaración de la Renta correspondiente al ejercicio
2015, por lo que es un momento idóneo para repasar las ventajas fiscales con las que cuentan
los Planes de Pensiones, al ser un instrumento de ahorro diseñado para canalizar el ahorro
para la jubilación.
Estas ventajas en materia fiscal, algunas de ellas desconocidas para muchos de los ahorradores
particulares, hacen que los planes de pensiones sean los únicos vehículos de ahorro en el largo
plazo que cuentan con ventajas fiscales en el momento de realizar la aportación. Además,
de cara a la ya iniciada campaña de este año, no debemos obviar algunos cambios importantes
que repercutirán en nuestra declaración fiscal final.
La principal novedad, desde el punto de vista financiero, es el nuevo supuesto de liquidez a
diez años, por lo que a partir de 2025 podremos rescatar nuestro ahorro sin necesidad de
justificar situaciones adversas (desempleo, enfermedad grave, fallecimiento, incapacidad o
dependencia) como hasta ahora.
Volviendo a la fiscalidad, se ha reducido el límite anual de aportación, pasando de 10.000 a
8.000 euros, siempre que no supere el 30% de los rendimientos del trabajo y actividades
económicas, y sin que la edad del contribuyente sea un condicionante decisivo.
Asimismo, la reforma fiscal de 2015, que empezará a tomar forma en la declaración de este
año, ha mejorado el tratamiento de las aportaciones realizadas por el cónyuge, cuando
perciba rendimientos del trabajo (o de otras actividades económicas) por debajo de los 8.000
euros, aumentando el límite de la aportación de 2.000 a 2.500 euros.
¿Qué ocurre con los contribuyentes que presenten la declaración conjunta? En este supuesto,
los límites se computarán individualmente para cada partícipe integrado en la unidad familiar.
Se trata de un incentivo fiscal más, puesto que reduce el importe de la base liquidable del
impuesto, esto es, la renta anual obtenida por el participe que está sujeta a una tributación
efectiva.
Pero ahí no queda todo. Hay un detalle desconocido para muchos inversores que no debemos
dejar de lado. Si llegado el momento de presentar la declaración, la cantidad a deducir es
menor del importe aportado al Plan de Pensiones, no habrá ningún problema para compensar
esa diferencia en los siguientes cinco ejercicios.
Por si el positivo efecto fiscal y financiero mencionado no fuera un elemento suficiente para
animar a que los ahorradores inviertan en estos productos, los excelentes datos de
rentabilidad obtenidos nos ofrecerán otra buena razón para apostar por los Planes de
Pensiones. Y es que estos productos han demostrado que siempre son rentables para los

2. partícipes, superando el 4% de rentabilidad anual en periodos de 20 años, y también positivas
en plazos medios.
En el escenario actual, donde los cambios demográficos por un lado (por la baja natalidad y el
incremento de la esperanza de vida), y las dificultades de la economía por otro, han provocado
y van a seguir haciéndolo, una clara disminución del ratio de trabajadores por pensionista y, en
consecuencia, una evidente insostenibilidad del actual nivel de pensiones públicas, por lo que
ahorrar para la jubilación se convierte en casi una obligación para los inversores, más que una
simple alternativa de inversión.
Ventajas fiscales, liquidez a los diez años y rentabilidad son tres razones de mucho peso para
animarnos a ahorrar en Planes de Pensiones, cada uno en función de su capacidad de ahorro.
Ángel Martínez-Aldama. Director del Observatorio Inverco