El documento distingue entre tres tipos de preguntas: preguntas empíricas, las cuales se pueden responder basadas en la experiencia sensorial y tienen una única respuesta; preguntas formales que apuntan a conceptos abstractos y también tienen una sola respuesta determinada por las reglas que las rigen; y preguntas filosóficas que se refieren a la esencia de los seres y no tienen una respuesta definitiva sino un rango de respuestas coherentes racionalmente.