Los mercados están difíciles ¿culpables , los clientes, la competencia, los precios...¿seguro
1. Los mercados están difíciles ¿culpables?, los clientes, la competencia,
los precios,.....¿seguro?
Muchos de nosotros creemos que los mercados están difíciles; los clientes son cada
día más exigentes y hay mas competencia. Todo ello es cierto, pero yo me pregunto ¿es
este el verdadero problema?.
Si es así, ¿porqué dos empresas dedicadas a la misma actividad obtienen resultados
diferentes?, ¿dónde radica la diferencia? ¡En las personas!, aquellas que no evolucionan al
ritmo que exigen los cambios de mercado, sencillamente se quedan fuera y culpan de sus
males a la competencia en lugar de a su incompetencia.
Para tener resultados superiores al término medio se tiene que ser mejor profesional que la
mayoría, para que las cosas mejoren hemos de mejorar nosotros. No hagamos como
aquellos que en fin de año con una copa de cava en la mano brindan y dicen "Año
nuevo, Vida nueva" y continúan haciendo las cosas igual, ¿sabéis dónde estarán el
próximo año? Efectivamente, con una copa de cava en la mano diciendo "Año nuevo, Vida
nueva" Eso sí, un año más viejos.
Así pues, no esperemos a que las cosas cambien, cambiémoslas nosotros; no esperemos
que mejoren, mejorémoslas nosotros podemos hacerlo.
Lo que sucede no es lo que marca la diferencia, lo que pasa no es lo importante, lo
importante es como nos afecta. Lo único que importa es que haremos nosotros, ¿qué
podemos hacer?, Podemos hacer cosas notables en situaciones difíciles si es que tenemos
cosas notables que hacer.
El cambio empieza con un cambio de actitud. La actitud es el comienzo, la actitud es la
obertura, es el mecanismo que abre y cierra el flujo de ideas que pueden desarrollar
nuestra vida.
La actitud acepta, dirige, usa o rechaza y decide cómo sentirse con respecto a aquello que
se sabe. La actitud es el puesto de mando. La actitud dice: lo compro o no lo compro;
aprenderé o no aprenderé; cambiaré o no. Las actitudes son el punto de partida hacia la
evolución personal y profesional pero no es suficiente, necesitamos saber hacia donde
dirigirnos.
Los deseos se transforman en objetivos cuándo toman una forma concreta, en muchos
casos fracasamos porque confundimos "DESEOS con OBJETIVOS". Deseos tenemos
todos, pero la mayoría de las veces se quedan en deseos, los deseos se transforman en
objetivos cuándo desarrollamos los planes de acción adecuados a nuestras posibilidades
reales.
La falta de objetivos no solo es fatal para el éxito, sino que hace que caigamos en la rutina,
el aburrimiento y la falta de eficacia. Si no caminamos en la dirección adecuada lo único
que hacemos es cansarnos y por más que nos esforcemos no llegaremos a nuestro destino
nunca.
Es importante recordar que vivir no consiste en acumular envases vacíos de veinticuatro
horas, sino en ver cuántas de esas horas se pueden llenar de desafíos, de éxitos, de
fracasos, de llantos y de alegrías, porque todo ello significa que estamos vivos.