“Sales de baño”, ¡cuidado!... son drogas que se venden por internet
1. “SALES DE BAÑO”, ¡CUIDADO!...
SON DROGAS QUE SE VENDEN POR
INTERNET
2. “Le tomé el brazo a uno de mis amigos y cuando vi lo que había hecho, me
acobardé; le arranqué un trozo de carne, un auténtico disparate”, dice un
joven español que consumió catinonas sintéticas, drogas comúnmente
conocidas como “sales de baño” y que han sido relacionadas con casos de
canibalismo en los últimos años.
El más famoso de ellos, el del popular “caníbal de Miami”, cumplió en días
recientes un año de haber ocurrido, y mientras el agresor falleció y el
sobreviviente al ataque aún se recupera tras haber perdido nariz, ojos y
parte del rostro, el uso de estas drogas se extiende por el mundo.
3. En México, por ejemplo, las catinonas
sintéticas se promocionan en tiendas
virtuales como sustancias aptas para
consumo humano: “es dos veces más
fuerte que productos similares, un
golpe de nieve y el resto... es pura
energía”.
Sin embargo, estos anuncios omiten
información importante, como el
hecho de que en Estados Unidos ya se
trabaja para prohibir su venta debido
a que representan grave riesgo para la
salud individual y colectiva.
Drogas que se venden en tiendas virtuales…
4. Paranoia.
Agitación.
Delirio alucinatorio.
Ataques de pánico.
Comportamiento psicótico y
violento.
Taquicardia.
Dolor en pecho.
Presión arterial alta
(hipertensión).
Deshidratación.
Deterioro del tejido muscular
esquelético.
Insuficiencia renal.
Muerte.
La peligrosidad de las “sales de baño” se incrementa debido a que son altamente
adictivas (lo que aumenta la intensidad de los síntomas del síndrome de
abstinencia si se dejan de consumir).
El National Institute on Drug Abuse en Estados Unidos ha reportado la existencia
de varios tipos de catinonas sintéticas, de las cuales se desconocen plenamente sus
propiedades y cómo afectan al cerebro humano.
Aunque se sabe que químicamente las “sales de baño” se parecen a las
anfetaminas y al éxtasis, por lo que pueden producir euforia y aumento en la
sociabilidad y deseo sexual, adicionalmente pueden ocasionar:
Drogas que suben al cielo… ¡literalmente!
5. Dichas drogas pueden fumarse, inhalarse o
inyectarse y se identifican con nombres que
pueden hacerlas parecer inocuas o divertidas,
como “Ivory Wave", "Bloom", "Cloud Nine",
"Lunar Wave", "Vanilla Sky", "White Lightning" y
“Scarface”, las cuales ponen a los consumidores
en riesgo de convertirse en sujetos capaces de
cometer actos de canibalismo, atentar contra su
propia vida o morir a causa de los efectos
adversos que producen.
¡No confundas catinonas sintéticas con sales de
baño comunes!
Las catinonas sintéticas y las sales de baño comunes tienen apariencia similar,
por ello estas drogas suelen pasar desapercibidas ante las autoridades, no
obstante, son totalmente diferentes.
En tanto, entre las sales de baño comunes destacan las sales Epsom, fórmula a
base de sulfato de magnesio que se disuelve en agua para ducharse y disminuir
dolores musculares y calambres, no obstante, las fórmulas de estos productos
pueden variar según el padecimiento que quiera tratarse.
6. Vida y salud en riesgo por drogas que se extienden
como espuma
Las “sales de baño” ganaron popularidad rápidamente tras su aparición a
finales de la última década:
• En octubre del 2011 la Administración para el Control de los Estupefacientes
(DEA, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos actúo de emergencia al
prohibirlas o restringir su consumo en los diferentes estados de ese país, para
realizar más investigaciones sobre sus características y efectos.
• En España se encendió la alerta luego de que autoridades identificaran su
presencia en el territorio en octubre de 2012.
• En México se ha detectado la circulación de estas drogas desde, al menos,
agosto del mismo año, particularmente en los estados de México y Sonora.
7. Ya sea en forma de polvo cristalino blanco o café, en bolsas de plástico
o paquetes de aluminio, resulta fácil conseguir las catinonas sintéticas
a bajos precios través de tiendas virtuales, aproximadamente 400 pesos
(menos de 40 dólares americanos), sin embargo, aunque parece una
gran oferta a cambio de la euforia que pueden producir, antes de
comprarlas habría que preguntar si este es el precio justo a pagar por tu
vida y salud mental.