3. Sevilla, la Ciudad Eterna, de cuy collar de tres vueltas:
o
Milenaria, Misteriosa, Mágica, he querido desprender todo un
racim de perlas a cual m herm
o
ás
osa. No he querido acom
pañar
cada im
agen con un texto que, aunque por leve, siem
pre sería
largo, y que, paradójicam
ente, por carecer de él hará que el deseo
yla m
ente, tanto nativa com extranjera se verá obligada a buscar
o
cada una de las escenas correspondientes. Han llegado a m
i
poder cantidad de rincones a veces olvidados, y en el m
ás
doloroso de los casos: dados de lado por aquello tan m
anido de:
“Tengo tiem
po”. Mucho/ se fueron sin haber conocido, y, sobre
as
todo disfrutado de ellos: Auténticos caprichos de la naturaleza y
el buen saber hacer que encierra el ser hum
ano a la hora de
derram sobre una ciudad cuanto de Arte y sensibilidad lleva
ar
dentro.