El presente trabajo tiene como objetivo realizar un recorrido por las teorías del género policial y el posterior análisis de la obra literaria "El agua electrizada"de Feiling.
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INTRODUCCIÓN
El presente trabajo tiene como objetivo realizar un recorrido por las teorías del
género policial y el posterior análisis de una obra literaria de dicho género:
En la primera se expondrá la teoría acerca del género policial, se hará hincapié en
los conocimientos necesarios para introducirse en este género y su evolución.
Teniendo en cuenta los artículos críticos propuestos en el programa del espacio
curricular nombrado anteriormente; entre los cuales encontramos:
*Benjamín, quien teoriza acerca de la relación que existe entre el género policial con
determinados aspectos urbanos y con la formación de un imaginario característico de la
burguesía.
*Foucault hace referencia a los métodos de control, donde establece una relación
entre la aparición del género policial con el sistema de control y sujeción de los cuerpos.
*Todorov plantea una diferenciación acerca del policial, haciendo hincapié en las
dos vertientes: el policial clásico y el policial negro.
*Mandel que explica los factores sociales que hicieron posible la aparición y el
consumo del género.
*Pastormerlo discute con el texto de Todorov acerca del policial, estableciendo que
el género se puede definir sin problema, y que esa definición lo deja para el público de
masas y reclama obras en serie, entonces puede pensarse al policial como literatura de
masas y literatura de autor.
En la segunda parte se realizará el análisis de la novela El agua electrizada de
Feiling, obra policial argentina de la década de 90, teniendo en cuenta el decálogo o
registro del relato policial argentino que se encuentra en el artículo de Gamerro
“para una reformulación del género policial en Argentina”
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PRIMERA PARTE
En “Detective y régimen de la sospecha” (Benjamin, 2003) establece la relación
que existe entre el género policial con determinados aspectos urbanos y con la
formación de un imaginario característico de la burguesía.
En lo que respecta a ésto, el autor expone que cuando un hombre se encuentra en
la cuidad, más específicamente en la calle, pierde las huellas de su identidad y para ello
debe inventar un lugar privado que contenga esas huellas; de esta manera, los burgueses
hacen de su casa una especie de santuario de objetos personales que se transforman en
objetos que tienen que ver con su identidad.
Cuando el hombre entra en contacto con el público pierde su identidad, y su
manera de mantenerla es situándose en ese santuario donde posee sus objetos
personales.
Desde la Revolución Francesa existen una cantidad de técnicas de control y de
identificación. Cuando crecen las ciudades se toman medidas para que no sea imposible,
por ejemplo: ubicar a alguien, entonces se instaura la numeración de las casas, las
huellas dactilares, la firma, la fotografía, etc. Es así como estas técnicas ayudan a
retener las huellas de un hombre y de esta manera compensar los efectos que crea la
multitud.
En este contexto (1840) es cuando surge el policial, en una sociedad donde el
hombre busca mezclarse entre la masa al no sentirse seguro, pero se convierte más
sospechoso dentro de la multitud cuando se dificulta su encuentro.
El género policial emerge de la disipación de la identidad del sujeto en una
sociedad multitudinaria. Para Poe, el hombre que comete el crimen es una persona de la
multitud que niega la soledad, y el asesinato que comete no tiene móvil.
Vale destacar que Foucault hace referencia a los métodos de control,
estableciendo una relación entre la aparición del género policial con el sistema de
control y sujeción de los cuerpos. En su artículo “Criminalidad, poder, literatura”
(Foucault, 2003) hace hincapié en que las sociedades organizan sistemas de control para
desplegar el poder. En el S XVIII, el criminal era sometido a castigos por parte del
Estado, pero ésto era tolerado por la sociedad. En este contexto, el criminal era
considerado un héroe ya que cuando el Estado lo castigaba, la sociedad no lo veía de
mala manera, es decir, que el criminal observado por esta sociedad tenía una carga
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épica. Luego, en el Siglo XIX, se origina un cambio, que se refiere a la autonomización
del criminal, el cual forma parte de una clase social diferente, la de “la gente común y
corriente”, es decir, un otro social. Ésto surge debido al estallido de la Revolución
Industrial, aquí los proletarios al tener su fuente de trabajo no tienen la necesidad de
robar y se consideran personas honestas. En esa época circulan discursos morales
donde sostienen que la persona que comente un ilícito no forma parte del grupo de
personas trabajadoras. Con el objetivo de que la sociedad desprecie y repudie el crimen
surgen diferentes mecanismos para mostrar la figura del criminal, como lo son: las
crónicas del delincuente, las campañas de moralización; además aparece un género
donde se publican las últimas palabras del delincuente antes de morir, donde hay relatos
que son verdaderos y según Foucault algunos que son falsos y han sido creados por el
Estado para crear conciencia, donde los criminales manifiestan su profundo y extremo
arrepentimiento. En este mismo siglo se estetiza el crimen, la burguesía se apropia de la
representación del criminal y presenta al crimen como una obra de arte, como un juego
de la inteligencia donde luchan criminal y detective.
En “Tipología del relato policial” (Todorov, 2003) se plantea una diferenciación
acerca del policial, aunque ésta no pueda aplicarse en todos los casos.
Este autor establece que el género es una categoría que se encuentra entre la
literatura y la obra y que es una noción tácitamente desplazada porque ha caído en
desprestigio, lo cual se debe a la normalización de la época clásica , que en cuanto al
género se ha manifestado como un problema de cumplir o no las normas. La
particularidad de esta noción es que pone resistencia a un género y constituye otro. Así
establece una distinción entre el Gran arte, que busca hacer algo interesante, novedoso y
fundamentalmente original, y el Arte popular que encuentra su expresión más acabada
en la reiteración/repetición, y el autor que reproduce de manera satisfactoria el molde es
Poe.
Los géneros masivos buscan vender, no innovar. El autor del policial es el que
mejor se adapta al molde. El policial busca fascinar a un público exigente que espera
ansioso la repetición de un molde; el policial ha sido pensado para entretener a un grupo
de gente que busca pasarla bien leyendo en un determinado momento. Si un autor de
policial pretende embellecer una novela, no estará haciendo novela policial, sino
literatura y dejará de pertenecer al género.
La diferenciación que realiza Todorov del género policial está constituida en dos
tipos:
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*Policial clásico o Novela de enigma (1840-1920): su fundador es Poe en el año1840.
Aunque este tipo de policial se ubica en París e Inglaterra. En estos años hubo un gran
despliegue de la novela policial con mucho público y crítica en Inglaterra.
En este tipo de policial encontramos: dos muertes, dos series temporales y dos historias
------primera muerte--------------------/-----------------segunda muerte------------Historia de un crimen
Comienza el relato
Historia de una investigación
cuando ya ha habido
una muerte.
El relato comienza con un problema, lo que vamos conociendo en la narración
son los motivos de la primera muerte porque el relato empieza cuando ésta ya ha
sucedido, y la segunda muerte es la del asesino. El detective persigue al asesino y éste
luego muere al finalizar el relato.
El rasgo del policial clásico es la inmunidad del detective, ya que nada puede
sucederle, lo que interesa es que el detective desentrañe el problema y para resolverlo
utiliza a una pareja, detective- amigo, que por lo general es quien narra la historia.
Los detectives tienen la característica de ser solteros, no tienen compromiso de
ningún tipo con nadie, con ninguna institución, ni familia; sólo realizan su trabajo por
placer.
En el relato policial alguien reconstruye un momento literario sin acciones
presentes donde coinciden el tiempo del relato y el tiempo de las acciones.
El policial consta de un estilo claro, llano y directo, ya que en este tipo de
narraciones no hay embellecimiento. El autor expone al lector los indicios para que esté
en igualdad de condiciones con respecto a la información que tiene el detective para
resolver el caso.
Lector y detective manejan la misma información, no existe el narrador
omnisciente en la novela policial, de manera que el lector y el detective van acumulando
datos.
*Novela negra “dura”: surge en 1920 en Estados Unidos, en este tipo de policial se
produce un giro porque el universo que narra el policial negro es un mundo oscuro y
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real. Se sale del campo del entendimiento para pasar a la realidad. Es por ello que el
detective pierde inmunidad, ya que entra en acción cuando sale a las calles.
En este tipo de policial se superponen las dos series temporales del policial
clásico, de esta manera, comienza la novela sin enigma. Generalmente, el detective
empieza investigando un caso de menor relevancia y es ahí donde encuentra un crimen
y las investigaciones que realiza se van desarrollando en base a las hipótesis y a los
enigmas.
El detective del policial negro es un profesional que, por lo general, tiene mala
relación con la institución policial (suele ser un ex policía) por lo que siempre maneja
más información.
En el policial clásico siempre hay resolución del crimen, en cambio, en el
policial negro se narran episodios que le han sucedido al detective.
El detective del policial negro es soltero, pero seductor, es un personaje
verosímil, de ahí que a este tipo de policial se lo considere como una literatura más
realista.
Con respecto a la violencia, ésta se narra con frialdad, dejando de lado lo sutil y
elegante. En el policial negro hay un mundo real influenciado por la violencia y la mafia
de esa época; hay un aspecto de fidelidad donde se narra en los textos lo que sucede en
el contexto. Es decir que, el policial negro está ligado estrechamente al contexto ya que
no se puede narrar sobre un mundo falso.
En el policial clásico el crimen y el sistema corrupto no tenían conexión, en
cambio en el policial negro el crimen se une a un mundo que es corrupto.
En “Sociología de la novela negra” (Mandel, 2003) se explican los factores
sociales que hicieron posible la aparición y el consumo del género. Según este autor se
produjo un cambio del policial clásico al policial negro, donde se revela la evolución del
crimen.
El policial negro aparece a raíz de la crisis económica de la década del 30. En la
sociedad comienzan a abundar las acciones criminales, conformándose así las mafias,
las bandas y las pandillas delictivas.
Chandler teorizó acerca del paso del policial clásico al negro, un paso de la
sociedad global a la corrupción considerado un mal común del sistema completo. Este
estado de corrupción se desplaza al centro de la trama, se mantiene la figura del
detective (que él considera tradicional) ya que no se corrompe, es honesto, es un hombre
común y solitario que siempre aporta ayuda a los demás a medida que realiza su trabajo.
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Sin embargo, es melancólico porque está vencido de antemano por un sistema
constituido por la corrupción.
Mandel se pregunta sobre cuáles fueron los motivos psicológicos que
constituyeron al policial como un género de producción y consumo masivo; y explica
que una respuesta posible podría ser porque el género satisfacería algunos impulsos que
tienen que ver con la agresividad y la violencia que poseemos en la lectura de estos
textos, ya que existe como una retroalimentación. Pero siempre existieron estos
impulsos, incluso desde antes de la aparición del policial. Sin embargo, este autor
encontró motivos sociales que expliquen este hecho: “…la transformación de las
“viejas” clases medias en “nuevas”. Conforme al número de granjeros independientes,
artesanos y comerciantes disminuyó, aumentó el número de técnicos, oficinistas y
empleados de las famosas industrias de servicio. El trabajo asalariado se introdujo en
las actividades llamadas “profesionales a una escala masiva.” (Mandel, 2003). Este
grupo de personas será el público del policial, ya que al ser sus vidas monótonas y
rutinarias, el policial les ofrecerá acción y suspenso, es decir, la emoción que su vida no
tiene, se la brinda el policial.
Si la vida que poseen los lectores es estresante, el policial se presenta como
descompresión, por eso es considerado como literatura de evasión ya que cuando uno
lee se distrae y al mismo tiempo disfruta de un mundo perverso.
La literatura argentina ha cultivado las dos vertientes del policial (el policial
clásico y el policial negro). Pero en Argentina en las décadas del 70 y 80 se hizo
hincapié en el policial negro ya que se adecuaba a nuestra realidad porque se
relacionaba con el contexto social. A partir de la década del 90 el policial clásico
resurge debido a que supuestamente Argentina no consta con la existencia de detectives
privados pero ésto es incorrecto ya que sí los hay; sin embargo, éstos no son honestos,
ni íntegros ni de fiar.
En el texto “Dos concepciones del género policial” (Pastormerlo, 1997) discute
con el texto de Todorov acerca del policial, estableciendo que el género se puede definir
sin problema, y que esa definición lo deja para el público de masas y reclama obras en
serie, entonces puede pensarse al policial como literatura de masas y literatura de autor.
Desde una concepción restricta puede pensarse al policial en relación con la
literatura de masas y desde una concepción amplia del género como literatura de autor,
donde el género es menos dogmático, es decir, más libre.
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Existen diferentes usos del género, por un lado un uso ortodoxo y por otro, un
uso heterodoxo; este último es el que se utiliza en Argentina. En nuestro país primero
hubo un período clásico del policial a principios del Siglo XX y luego un período negro
(Laforgue, 1997).
Al principio fue diferente que en otros países, pero en etapa tardía se empleó en
Argentina el uso heterodoxo, donde se refleja una mezcla con otros géneros y aparecen
formas paródicas. Sin embargo, para Pastormerlo esa evolución no es tal, ya que en el
policial clásico de la década del 40 ya existían mezclas de géneros, sobre todo de la
parodia. Hay autores que no usan al género policial dogmáticamente, por ejemplo:
Borges y Bioy Casares. Pastormelo afirma que el uso heterodoxo estuvo siempre
(mezcla y parodia) y lo que sucedió fue que como textos canónicos fueron imitados
indiscriminadamente (Poe), la crítica a partir de ello hizo hincapié en la pureza del
género policial.
La hipótesis de Pastormerlo es que el policial no es tan uniforme, sino que es un
género abierto, por ello debemos pensar que el género desde que nació tuvo mezcla y
parodia.
En la Edad Media (enigma de fantasmas) aparece luego el misterio racionalizado
que es una parodia de cuentos de aparecidos, es por eso que el género surge como una
parodia de otro género. La obra literaria “Dr Jekill y Mr Hyde” de Stevenson puede
considerarse policial porque hay misterio y averiguación, pero con solución fantástica,
los procedimientos son del policial, esta novela es contemporánea del policial clásico, es
por ello que siempre se dice que este género siempre mezcla.
En “La invención de Morel” y “El perjurio de la nieve” de Bioy Casares se
realiza un uso poco ortodoxo ya en período clásico (mezcla de policial y fantástico).
Desde la concepción restricta, las críticas prestan atención a lo concreto y a las
continuidades; desde la concepción amplia, se piensa al género como matriz de
posibilidades (el género es utilizado por los artistas, género de autor, así cambian las
reglas y lo invierten porque lo toman como matriz de posibilidades).
Al leer al género policial desde la concepción restringida, uno quiere leer
siempre lo mismo, o sea que no tiene sentido releerla, ya que se leen siempre los
mismos hechos pero en diferentes libros que forman parte de una colección. Desde la
concepción amplia la relectura es posible, ya que puedo leer cómo son las reglas, la
información que extraigo de la relectura es de orden técnico (veo cómo está hecho).
Desde la lectura restringida se explica por qué el policial embellecido no es policial,
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sino arte. Si se piensa de manera amplia, sí se puede releer. La literatura de autor toma
el género y lo cambia (por ejemplo: “La muerte y la brújula” de Borges).
El detective tiene a su cargo la investigación desde adentro, es el representante
interno del lector; el criminal es autor interno porque es quien tramó todo.
Desde una concepción amplia se puede pensar que no haya detective, que la
función del detective está presente pero encarnada en el personaje; desde la concepción
restricta, sólo hay policial si hay detective.
El género policial es considerado como literatura de evasión, porque está en
contra de la novela psicológica (monólogo interior – literatura sobre mentalidad) que
son difíciles de leer. Así es como el policial es considerado como literatura de evasión,
porque evade el “yo”, propone casos que tengan explicación racional, ya que en la
literatura psicológica existen varios absurdos sin lógica.
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SEGUNDA PARTE
EL AGUA ELECTRIZADA:
La existencia de Tony, un profesor de Latín de la Universidad de Buenos Aires,
dará un giro impensado al enterarse de la muerte de su amigo Juan Carlos, el Indio, de
quien había sido compañero en el Liceo Naval.
Fue una muerte dudosa, ya que no se sabe con exactitud si fue suicidio o
accidente (dicha muerte fue a causa de una herida de bala), Tony habla con Irene, la
hermana de Juan Carlos, y ambos llegan a la conclusión de que existen dudas acerca de
la muerte, debido a esto ambos sospechan que se trató de un crimen y deciden
investigar. Las dudas se deben a que Irene halló, en la habitación de Juan Carlos, una
agenda telefónica donde se encontraba el nombre Irma, un video pornográfico y un
papel donde su hermano había dibujado a una mujer manteniendo relaciones sexuales
con dos hombres, y en ese mismo papel Juan Carlos había escrito “El caso de las
mujeres muertas en la bañera”. Esta inscripción es importante por que ese caso policial
había ocurrido; este acontecimiento consistía en que dos mujeres (Marta Otamendi e
Irma Estevez Lynch) habían sido encontradas muertas dentro de una bañera, y hasta el
momento las causas de este doble asesinato seguían siendo desconocidas.
A medida que Tony e Irene van investigando descubren que las mujeres estaban
relacionadas entre sí, eran madrastra e hijastra, y dicha relación había surgido por que
Estevez Lynch (un Capitán del Ejército acusado de violaciones a los Derechos Humanos
durante la Dictadura Militar ocurrida en nuestro país) había sido pareja de Marta
Otamendi.
Entre la variedad de hipótesis que surgen existe la de que Juan Carlos mantenía
o había mantenido una relación amorosa con Irma (la hija del Capitán Lynch).
Irene decide dejar de investigar luego de que a Tony lo golpearan los policías
que estaban bajo las órdenes de Lagomarsino (un policía corrupto) que vincula a Tony
con el Capitán Lynch.
Tony al leer un fragmento del libro Nunca más, descubre que el Capitán Lynch,
quien formaba parte del caso, había violado a mujeres que habían sido detenidas
durante la Dictadura Militar, es decir, que estaba vinculado, dentro de la ESMA, con
Marta Otamendi y con el doctor Slater, quien se había hecho presente en el lugar del
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crimen de las dos mujeres por que Marta lo había llamado por teléfono horas antes de
aparecer muertas las dos mujeres.
El Capitan
Lynch no realizaba solo estas
monstruosidades, sino que tenía como cómplice a Lagomarsino, (un patólogo de la
Policía Federal). Con respecto a esto Tony toma la decisión de visitar a Slater, con el
objetivo de conseguir más información. Pero esta visita no se consuma ya que Tony
llega cuando Slater ya ha sido asesinado a sangre fría y la policía había manifestado
que el motivo del asesinato había sido un robo.
Tony era consciente de que estaba averiguando demasiado y de que lo que sabía
cada día lo complicaba más, es por ello que decide irse a Inglaterra. Pero antes de salir
de viaje, se entera de la desaparición de Horacio Acosta (un escritor y tío de Marta
Otamendi); aquí Tony reflexiona y se da cuenta de que Acosta puede estar involucrado
en el hecho.
El policía Gutiérrez, quien tiene
la intención de ayudar a Tony en su
investigación, lo visita y le revela que Horacio Acosta va a visitar al Capitán Estevez
Lynch.
Cuando Tony entra a la casa del Capitán Lynch, descubre toda la verdad acerca
de los asesinatos, primero que observa es que Horacio Acosta ha matado de varios
disparos a Lynch, y acepta haber hecho lo mismo con Slater. La causa de estos
asesinatos tiene que ver con que el Capitán Lynch y el doctor Slater habían asesinado a
las mujeres (Marta e Irma) luego de que éste último le contara a Lynch que su hija
(Irma) le había confesado que su padre la violaba y que su madrastra (Marta) la protegía
desde que tuvo conocimiento de lo que sucedía.
Además, Acosta le confiesa a Tony que Lagomarsino, estaba disgustado con el
capitán Lynch por el caso de las dos mujeres asesinadas en la bañera; lo que
evidenciaba que el policía sospechara que el Capitán quisiera matarlo.
Luego de esta confesión, Tony llama a la policía y marca el número que le había
entregado Gutiérrez, mientras realiza la llamada Horacio Acosta se suicida.
Cuando Gutiérrez y Tony dialogan tranquilos, el policía le manifiesta a Tony
que va a poder realizar su viaje a Inglaterra sin problemas porque no van a involucrar a
Lagomarsino y el caso va a ser caratulado como que Horacio Acosta en un rapto de
locura asesinó a cuatro personas y luego se quitó la vida.
Cuando Tony viaja a Europa reflexiona y llega a la conclusión de que su amigo,
Juan Carlos se había suicidado por que no estaba relacionado con las muertes de las
mujeres en la bañera; antes de suicidarse Juan Carlos había escrito encima de un dibujo
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el título de una noticia que había visto en el diario, y que el número de teléfono que
figuraba junto al nombre de Irma en su agenda era el de un travesti, lo cual esclarece el
motivo del suicidio tratándose de un militar.
Gamerro en “Para la reformulación del género policial en Argentina” explica el
por qué en nuestro país no puede pensarse al policial como en Estados Unidos: “si la
concepción calvinista del lugar central de la ley y la ética es el centro de la policial
negra…y vuelve una y otra vez, en parte porque la policial norteamericana sobre todo
en el cine – deriva del western, donde el sheriff es el “bueno” y los criminales son los
“malos”. En cambio, en nuestro equivalente – la gauchesca – la sociedad es una
arcadia pastoril hasta que aparecen el juez de paz y la policía…” (Gamerro, 2006).
Según Borges “el argentino hallaría su símbolo en el gaucho y no en el militar
porque el valor cifrado en aquel por las tradiciones orales no está al servicio de una
causa y es puro. El gaucho y el compadre son imaginados como rebeldes, el argentino,
a diferencia de los americanos del norte y de casi todos los europeos, no se identifica
con el Estado…” (Gamerro, 2006). Para el argentino la amistad es una pasión; la policía
constituye una mafia y siente que el detective de Hollywood busca la amistad del
criminal con el fin de entregarlo a la policía por eso es considerado un canalla.
La institución policial no simboliza la ley, ya que en su organización básica es
corrupta. Es un saber popular de que la policía comete crímenes, pero cuando ocurre un
ilícito inevitablemente se acude a la policía, ésto puede relacionarse con Tony cuando
decide dar parte a la policía acerca de lo sucedido, llama a Gutiérrez a quien considera
como “un cana honesto. O casi, digamos lo más honesto que se consigue en este
país…discó el número que Gutiérrez le había dado de Homicidios y tuvo que atravesar
una selva de internos hasta que finalmente lo comunicaron…” (Feiling, 1992).
La obra El agua electrizada de Feiling, puede clasificarse como policial negro,
ya que si la ubicáramos en la vertiente del policial clásico desde la concepción restricta,
la falta de detective sería la característica principal para que esta novela no pertenezca a
este tipo, debido a que la investigación en la obra está realizada por Tony, un profesor
de latín.
En la época de la presidencia de Alfonsín, en la que se ubica la novela, se habían
calificado a los militares como responsables de muerte, tortura y desaparición de
personas, esta concepción era a consecuencia de la información oficial y a la aceptación
por parte de la sociedad. De esta manera podría pensarse que “… los militares habían
sido los únicos responsables, al retirarse los militares a los cuarteles, al hacerse
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impensable un nuevo golpe de Estado, el peligro había desaparecido y podríamos dejar
de vivir aterrados…” (Gamerro, 2006). Pero la historia revela que la policía tuvo una
función importante en la época del Proceso, debido a que las comisarías, en algunos
lugares habían sido los centros de detención clandestinos. Los militares cedieron su
lugar, dejándole su espacio a la policía, donde cuyos integrantes continuaron con el
proceso en las calles.” En la Argentina, desde la época del Proceso en adelante, la
policía es el crimen organizado, tiene el monopolio no sólo de la violencia, sino de la
ilegalidad, y no tolera la competencia… los criminales civiles sólo pueden funcionar
bajo las órdenes de la policía o bajo protección policial…” (Gamerro, 2006).
El decálogo o registro del relato policial argentino propuesto por Gamerro puede
utilizarse para analizar la obra El agua electrizada de Feiling:
* El crimen lo comete la policía
Desde que Tony se entera de la muerte de su amigo Juan Carlos tiene la
sospecha de que éste ha sido asesinado “… y el disparo en la cabeza había sido un
accidente, un descuido con el seguro de la pistola reglamentaria. O suicidio…” “…la
pistola había sido disparada con la mano izquierda, cosa extraña en un diestro…”
(Feiling, 1992).
Es así como piensa Tony que la muerte de Juan Carlos ha sido ejecutada con el
objetivo de encubrir algún secreto que involucra a los militares y la policía es cómplice
de ello. Esta hipótesis se pone en evidencia cuando se revela la relación existente entre
el capitán Lynch y Lagomarsino (ex patólogo y actualmente policía).
El sistema de corrupción se refleja en la novela cuando el hecho se soluciona y
Gutiérrez (“el policía más honesto que se consigue”) se dispone a no denunciar a los
verdaderos criminales, valiéndose del suicidio de Horacio Acosta para culparlo del
asesinato de las cuatro vÍctimas fatales (Marta Otamendi, Irene Estevez Lynch, Slater y
el capitán Lynch). “… en un rapto de locura, mata a cuatro personas y se suicida…”
(Feiling, 1992)
* Si lo comente un agente de seguridad privada o – incluso- un delincuente común,
es por orden o con permiso de la policía.
* El propósito de la investigación policial es ocultar la verdad.
Con el fin de esconder el pasado de Lagomarsino, los policías extorsionan a
Tony y al periodista Oscar Nahum para que se aparten de la investigación. A
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continuación se muestra cómo extorsionaron a Tony: “… aprovecharon el momento
justo…Lagomarsino de dio un empujón que lo hizo caer de costado sobre los escalones
del palier. Al reponerse del golpe y mientras se chupaba la sangre que le salía al dorso
de la mano…. Acá el único que va a cantar sos vos, pibe… Primero lo amordazaron…”
(Feiling, 1992)
* La misión de la justicia es encubrir a la policía.
Esta característica se refleja cuando el pintor Rabasa (vecino de Marta
Otamendi) le sugiere a Tony: “… haceme caso: plantá aquí. De última preguntamos en
la Asamblea si tienen un juez confiable y vemos si se puede investigar oficialmente la
muerte de tu amigo…” (Feiling, 1992) . Varias personas que participaron activamente
del Proceso y estaban involucradas en la Dictadura estaban sometidas a juicio, pero aún
así, los representantes de la justicia no eran personas de fiar.
* Las pistas e indicios materiales nunca son confiables: la policía llegó primero. No
hay, por lo tanto, base empírica para el ejercicio de la deducción.
Tony tiene la sospecha desde el comienzo de la historia de que lo que le sucedió
a Juan Carlos haya sido un suicidio; por lo que le llama la atención el desenvolvimiento
de los procedimientos de la sepultura de su amigo. Lo expuesto anteriormente se refleja
en la siguiente cita: “… trajeron el ataúd…legó un sacerdote. Sólo cuando comenzó,
evidentemente a desgano, a pronunciar una brevísima oración, Tony se dio cuenta de lo
irregular del procedimiento. El Indio no había pasado por la capilla donde todos los
muertos de la Chacarita, tras hacer cola como en vida, recibían la doble bendición del
hisopo y las palabras escupidas de un cura… ¿había sido suicidio, entonces? Una
muerte cuya evidencia debía ser escondida con mayor celeridad que la habitual…
entierro sin inhumación…” (Feiling, 1992).
* Frecuentemente, se sabe de entrada la identidad del asesino y hay que averiguar
la de la victima. A diferencia de la policial inglesa, la argentina suele comenzar con
la desaparición del cadáver.
Este punto no se cumple con respecto a esta novela porque el crimen que se
investiga no existe debido a que Juan Carlos se había suicidado. Lo que se revela es el
móvil del asesinato de las dos mujeres muertas en la bañera (Marta Otamendi e Irma
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Estevez Lynch) pero esta solución del caso no se da a conocer, a pesar de que Tony
(amigo de Juan Carlos) y Gutiérrez (policía) descubren la verdad.
* El principal sospechoso (para la policía) es la víctima. Todo acusado por la
policía es inocente.
Horacio Acosta (inducido por un rapto de locura) para la policía es el culpable
de las cuatro muertes, si bien nunca se supieron los motivos por el cual Horacio hace
justicia por mano propia, ya que se venga del asesinato del caso de “las dos mujeres
muertas en la bañera” (Marta Otamendi, sobrina de Horacio e Irma Estevez Lynch) ya
que era consciente de que por vía legal no lo iba a conseguir debido a que la justicia en
el país es lenta y corrupta.
* Los detectives privados son indefectiblemente ex policías o ex servicios. La
investigación, por lo tanto, sólo puede llevarla a cabo un periodista o un particular.
En esta novela quien comienza la investigación es Tony, un profesor de Latín de
la Universidad y lo hace con el objetivo de que se esclarezca el fallecimiento de su
amigo Juan Carlos. Tony no investiga solo, es acompañado por Irene, la hermana de
Juan Carlos quien desiste de la idea de seguir investigando ya que teme que algo pueda
sucederles e induce a que Tony haga lo mismo. Esto se ve reflejado en la cita a
continuación: “… no entiendo por qué te parece una locura. Para mí con lo que ya
averiguamos es suficiente. A mi hermano lo mataron porque andaba metido en algo
turbio.
Como viene la mano, me basta y me sobra con saber eso y francamente no
quiero que sigas arriesgándote … lo que Irene decía era congruente con sus propios
impulsos, y sin embargo estaba seguro de que dejar las cosas así significaba añadir
una infelicidad más a los recuerdos, madeja llena de nudos que estaba constantemente
tratando de desatar…” (Feiling, 1992)
*El propósito de esta investigación puede ser el de llegar a la verdad y, en el mejor
de los casos, hacerla pública: nunca el de obtener justicia.
Desde el comienzo de la novela tenemos a un personaje que se encuentra
intrigado y tiene la sospecha de que su amigo no ha muerto a causa de un suicido, es por
ello que se propone descubrir la verdad acerca de esa muerte. A pesar de que en el
transcurso de la investigación descubre los motivos de cuatro asesinatos no se preocupa
por develar la verdad; lo único que le interesa es viajar al extranjero sin problemas. Esto
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se evidencia en el diálogo que mantienen Tony y Gutiérrez: “… mirá, vos sabés que yo
viajo a Inglaterra el jueves. ¿Hay algún modo de esquivar los trámites que vienen
ahora? Gutiérrez sonrió… tu viaje a Inglaterra está más seguro que nunca: vos con
esto no tuviste nada que ver…” (Feiling, 1992)
Con respecto al rol que desempeña la mujer en el policial, según Piglia se
manifiesta la presencia de misoginia dado que está considerada como la encarnación
sexual del poder y del dinero; cuando la mujer realiza su entrada en el relato pone en
riesgo la integridad moral del hombre. Sin embargo, en esta obra, Irene desempeña el
papel de la pareja que acompaña y ayuda a Tony quien lleva adelante la investigación a
resolver la incógnita; función que es cumplida generalmente por un hombre que es el
encargado de narrar. Vale destacar que el narrador de la obra es extradiegético centrado
en el personaje principal (Tony), ya que cuenta los recuerdos, pensamientos y planes
que tiene, dándoselos a conocer a los lectores.
A Tony lo invade una nostalgia dada por un episodio sucedido en la
adolescencia (Feiling, 1992), es por ello que tiene la expectativa de recibir de Irene más
que su ayuda para resolver el caso, pero ésto queda en la nada cuando Irene le confiesa
que tiene pareja. Lo cual se ve reflejado en el diálogo que mantienen Tony e Irene: “…
me dijiste por teléfono que habías tenido una semanita complicada, problemas
personales… ¿qué pasó?...- me peleé con mi amigo. Con mi novio, supongo que debería
decirse. Pero lo charlamos y ya pasó…” (Feiling, 1992).
En conclusión, se puede establecer que según Pastormerlo desde una concepción
restricta puede pensarse al policial en relación con la literatura de masas y desde una
concepción amplia del género como literatura de autor, donde el género es menos
dogmático, es decir, más libre.
Existen diferentes usos del género, en Argentina, se realiza un uso heterodoxo;
según este autor el policial es un género abierto, por eso se puede pensar que el género
desde que nació tuvo mezcla y parodia.
La novela que ha sido analizada anteriormente podría considerarse un policial
visto desde una perspectiva amplia, y a la vez, podría estar inserta en la vertiente del
policial negro ya que por sus características se corresponde más con esta vertiente que
con la clásica.
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Lafforgue nombra Período negro a los policiales que se sitúan desde 1976 hasta
1983; esta clasificación se debe a que nuestro país tuvo que sobrevivir a una etapa
violenta, oscura y trágica, de la cual todavía quedan secuelas. Si bien la obra literaria de
Carlos Eduardo Feiling no se ubica dentro de este período violento de la Argentina, de
manera continua hace referencia al mismo, esto se ve reflejado en los fragmentos en que
Tony realiza la lectura del libro Nunca más.
El personaje principal que cumple la función del detective, es Tony, el cual
investiga a través de su intelecto, de los conocimientos que posee, pero también realiza
su investigación en las calles y es por ello que sufre las consecuencias al ser
extorsionado por Lagomarsino, ya que no posee la inmunidad del detective del policial
clásico. Tony a pesar de saber que puede sucederle algo sigue con la investigación,
arriesgándose porque su objetivo es obtener la verdad acerca de la muerte de su amigo y
por más de que en el transcurso de su investigación descubre los motivos de otras
muertes es consciente de que si expone todo lo que sabe estará en problemas, es así
como decide irse de viaje como lo tenía planeado de ante mano. No debemos tomar esta
actitud del personaje como corrupta, ya que él no se corrompe porque sabe que tanto la
justicia como la policía de este país son corruptas es por ello que decide no denunciar lo
que sabe.
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BIBLIOGRAFÍA
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cautos. Buenos Aires: La marca.
-Feiling, C. (1992). El agua electrizada. Buenos Aires: Sudamericana.
-Foucault, M. (2003). Criminalidad, poder, literatura. En D. Link, El juego de los
cautos. Buenos Aires: La marca.
-Gamerro, C. (2006). Para una reformulación del género policial en Argentina. En El
nacimiento de la literatura argentina. Buenos Aires: Norma.
-Laforgue, J. (1997). Cuentos policiales argentinos. Buenos Aires: Alfaguara.
-Mandel, E. (2003). Sociología de la novela negra. En El juego de los cautos. Buenos
Aires: La marca.
-Pastormerlo, S. (1997). Dos concepciones del género policial. Revista de la Facultad
de Humanidades y Ciencias de la educación.
-Todorov, T. (2003). Tipología del relato policial. En D. Link, El juego de los cautos.
Buenos Aires: La marca.
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