Los espacios rurales se definen como aquellas zonas no urbanas que se utilizan principalmente para actividades agropecuarias, agroindustriales o de conservación ambiental. Presentan tres características clave: acogen actividades económicas basadas en recursos naturales, tienen una densidad de población baja y colectividades de tamaño limitado, y los lazos entre sus habitantes son estrechos. Las principales actividades económicas en el espacio rural son la agricultura, la ganadería y el turismo rural.