2. Oración de Ofrecimiento al principio del Día.
Tú eres el Señor y yo soy el siervo. Tú eres el Creador
y yo soy la creatura. Tú sabes cómo manejar el universo y
yo no. Hágase en todo tu santa voluntad. Confío en Tí y
me pongo en tus manos.
Tú eres santo, Tú eres bueno, Tú eres sabio, Tú eres
poderoso, Tú eres justo, Tú eres misericordioso.
Concédeme ser plenamente feliz aceptando y cumpliendo
tu santa voluntad. Confío en Tí y me pongo en tus
manos.
Todo lo bueno que tengo lo he recibido de Tí. Te
ofrezco todo lo que tengo y todo lo que soy, todo lo que
hago y todos mis sentimientos.
Te ofrezco en este día todas mis acciones, mis trabajos
y mis cansancios. Te ofrezco mis alegrías, gozos y
satisfacciones. Te ofrezco mis tristezas, mis
contrariedades, mis frustraciones, mis ansiedades y mis
angustias. Todo te lo ofrezco como una acción de gracias,
como una oración, como un homenaje de amor, como un
acto de adoración, como penitencia por mis pecados y
por los pecados de los demás y para unir mis
sufrimientos a los sufrimientos redentores de tu Hijo
Jesucristo, nuestro Señor,
Amén.