4. 1. Comprender que la sabiduría es más que simplemente la
capacidad de diferenciar entre el bien el mal.
2. Es la correcta comprensión acerca de cómo tratar a los
demás.
3. Sentir el deseo de actuar y hablar con sabiduría.
4. Servir a Dios con un corazón que no esté compartido con otra
cosa.
7. Santiago 3:13-4:10
CÓMO SER SABIO
Santiago 3:13-14
DOS CLASES DE SABIDURÍA
Santiago 3:15-18
SABIDURÍA
«PASIONAL»
Santiago 4:1-4
CONFLICTO DE
SABIDURÍAS:
PASIONAL => SOBERBIA
DE LO ALTO => HUMILDAD
Santiago 4:5-6
SABIDURÍA
DE LO ALTO
Santiago 4:7-10
8. ¿Qué significa la expresión
«sabia mansedumbre»?
La posesión de un vasto conocimiento, por sí sola,
no hace sabio a nadie. La mansedumbre de la
conducta es la que distingue al hombre que es
verdaderamente sabio.
El que es sabio y entendido tendrá
una conducta coherente, exenta de
celos y rivalidades.
Según Deuteronomio 4:6, cuando el
pueblo de Dios está formado por
creyentes «sabios y entendidos», es
un poderoso e innegable testimonio
para todas las naciones.
9. La sabiduría es la inteligencia moldeada
por Dios.
Sabiduría significa saber conducirse,
cómo proceder o comportarse ante las
más variadas circunstancias.
¿Cuál es el significado de “sabiduría
en la epístola de Santiago?
SABIA MANSEDUMBRE
10. La sabiduría antropocéntrica
(centrada en el hombre) es terrenal y
produce efectos devastadores, tales
como el egoísmo, la ambición y la
envidia.
La sabiduría teocéntrica (centrada en
Dios), procede de lo alto y produce
efectos benéficos tales como la
pureza, la misericordia y la
integridad.
¿Cuáles son las dos clases de
sabiduría existentes y qué efectos
producen?
DOS CLASES DE SABIDURÍA
11. «porque esta sabiduría no es la que
desciende de lo alto, sino terrenal,
animal, diabólica. Porque donde hay
celos y contención, allí hay
perturbación y toda obra perversa»
(Santiago 3:15-16)
«Pero la sabiduría que es de lo alto es
primeramente pura, después pacífica,
amable, benigna, llena de misericordia y
de buenos frutos, sin incertidumbre ni
hipocresía. Y el fruto de justicia se
siembra en paz para aquellos que hacen
la paz» (Santiago 3:17-18)
Si la persona que dice ser sabia y
entendida provoca disputas y tiene celos
de otros, su sabiduría no viene de lo alto.
Es impulsada por los demonios
(diabólica).
El fruto que este tipo de «sabios»
cosecha en la iglesia es: «contiendas,
envidias, iras, divisiones, maledicencias,
murmuraciones, soberbias, desórdenes»
(2ª de Corintios 12:20)
El fruto de la sabiduría que viene de
Dios («de lo alto») es completamente
distinto al terrenal.
Todos queremos una iglesia así: pura,
pacífica, amable, benigna,
misericordiosa, llena de buenos frutos,
sin incertidumbre ni hipocresía.
Y todos podemos tenerla… comienza
pidiéndole a Dios sabiduría de lo alto, y
viviendo en consonancia con ella.
12. «¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de
vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y
no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y
lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís,
porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites» (Santiago 4:1-3)
La vida cristiana involucra una batalla larga contra
«la carne» (Gálatas 5:17) que, si no está
gobernada por «la sabiduría que es de lo alto»,
afecta a la iglesia misma y provoca problemas
entre los creyentes.
Santiago deja clara la inutilidad de dejarse llevar
por las pasiones:
Codiciáis, pero no
tenéis lo que deseáis.
Matáis y envidiáis, pero
no podéis apaciguar
vuestros celos.
Lucháis, pero no
conseguís lo que
deseáis.
Pedís para satisfacer
vuestros deleites,
pero no recibís.
13. Donde exista egoísmo, avaricia,
envidia y otros sentimientos carnales,
habrá guerras, contiendas y disputas.
Si nos acercamos a Dios, Él se
acercará a nosotros. Debemos
humillarnos delante de Él. Sólo así
podremos resolver los problemas de
conflictos y contiendas.
¿Por qué existen las peleas y
conflictos entre hermanos de la
misma fe? ¿Cómo resolvemos este
problema?
CAUSA DE GUERRAS Y CONFLICTOS
14. «¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del
mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que
quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de
Dios» (Santiago 4:4)
¿Qué clase de adulterio están
cometiendo estos «sabios»?
«Hijo de hombre, notifica a
Jerusalén sus abominaciones…
te hiciste imágenes de hombre
y fornicaste con ellas…
fornicaste con los hijos de
Egipto… Fornicaste también con
los asirios… Multiplicaste
asimismo tu fornicación en la
tierra de Canaán y de los
caldeos… como mujer adúltera,
que en lugar de su marido
recibe a ajenos» (Ezequiel 16:2-32)
«Las Escrituras proporcionan
abundante evidencia de que es
más seguro unirse al Señor y
perder los favores y la amistad
del mundo, que acudir al
mundo en busca de favor y
apoyo olvidando nuestra
dependencia de Dios»
E.G.W. (A fin de conocerle, 29 de octubre)
15. El adulterio implica traicionar la
confianza y quebrantar el compromiso
íntimo establecido entre dos partes.
El adulterio espiritual implica una
ruptura en la relación con Dios. De
este modo, Dios es traicionado por el
hombre y sustituido por el mundo y
sus atractivos seductores.
De acuerdo con Santiago, ¿cuáles
son las implicancias de ser un
“adúltero”?
LA AMISTAD DEL MUNDO
16. «¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar
en nosotros nos anhela celosamente? Pero él da mayor gracia. Por esto dice:
Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes» (Santiago 4:5-6)
«La amistad que los miembros de la
iglesia sienten por el mundo, apena
al "celoso" Espíritu de Dios porque
él anhela y busca nuestro afecto
indiviso. El celo humano es egoísta;
el de Dios sencillamente refleja su
intenso interés por el bienestar de
sus hijos» (CBA, sobre Santiago 4:5)
Dios nos da su gracia para resistir el
egoísmo y crecer en la humildad.
17. «Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las
manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y
vuestro gozo en tristeza. Humillaos delante del Señor, y él os exaltará»
(Santiago 4:7-10)
La sabiduría de lo alto nos da poder para resistir al
diablo. Pero primero hemos de cumplir un
requisito: Someter nuestra voluntad a Dios.
1. Limpiar nuestras manos (de pecado)
2. Purificar nuestros corazones.
3. Afligirnos, llorar y lamentar nuestro
pecado.
4. Humillarnos ante el Señor.
Una vez resistida la tentación,
queda un trabajo por hacer:
Nuestra recompensa será la
exaltación por parte de Dios.
18. “Someteos, pues a Dios…”. El
completo sometimiento al Señor es el
primer requisito para vivir en armonía
con el Cielo.
“Resistid al diablo…”. Como
consecuencia de esa sumisión, el ser
humano recibe el poder para resistir al
enemigo.
“Y él huirá de vosotros”. Esta es la
promesa divina para aquellos que se
sometan a Dios y resistan al diablo.
¿Cuál es el consejo divino para
vencer al diablo y sus tentaciones?
SUMISIÓN A DIOS
19. «No basta poseer ciencia. Debemos tener la
capacidad de usar rectamente el
conocimiento. Dios nos exige que nuestra
conducta sea buena, exenta de rudeza y
vanidad. No habléis palabras vanidosas ni
autoritarias o rudas, porque éstas
engendrarán rencillas. En cambio,
pronunciad palabras que impartirán luz,
conocimiento, instrucción; palabras que
restauren y edifiquen. Un hombre
demuestra que posee verdadera sabiduría
cuando usa el don del lenguaje para crear
música en el alma de los que están tratando
de cumplir la obra que se les ha
encomendado, y necesitan ánimo»
E.G.W. (Meditaciones matinales 1952, 17 de abril)
20. 1. La sabiduría humana está moldeada por el mundo y no
produce efectos positivos reales.
2. La sabiduría divina se recibe de lo alto, y perfecciona y
prepara al creyente para recibir a Cristo.
3. La sabiduría es saber conducirse, actuar o comportarse
ante las más variadas circunstancias.
4. Ser fiel implica no apartarse de nuestro compromiso
ante Dios y no sustituirlo por la amistad con el mundo
que puede descarriarnos.
5. Para poder resistir al diablo es necesaria una vida de
completa sumisión a Dios.
CONCLUSIONES
21. SANTIAGO,
EL HERMANO DEL SEÑOR
Te invito a bajar y
estudiar cada una de
las 13 lecciones que
tratan sobre el tema:
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