Este documento resume la historia de Judá luego de la destrucción de Jerusalén narrada en los capítulos 40-44 de Jeremías. A pesar de recibir orientación divina para permanecer en Judá, el pueblo y sus líderes desobedecieron yendo a refugiarse en Egipto, donde continuarían practicando la idolatría. A pesar de las advertencias de Jeremías, rechazaron escuchar la palabra de Dios.
3. TEXTO CLAVE
“Jehová sea entre
nosotros testigo de la
verdad y de la lealtad, si
no hiciéramos conforme a
todo aquello para lo cual
Jehová tu Dios te enviare
a nosotros”
(Jeremías 42:5)
4. OBJETIVOS
1. Conocer la historia de Judá luego de la
destrucción de Jerusalén por parte de
los babilonios, caracterizada por
asesinatos, intrigas, y el éxodo inverso,
o sea, el regreso a Egipto.
2. Sentir la tristeza por el pecado y la
naturaleza humana que se rehúsa a
aprender de la historia.
3. Decidir aprender de la Historia
aceptando las lecciones que Dios
necesita enseñarnos.
5. VERDAD CENTRAL
La gracia no puede
salvar a aquellos que se
rehúsan a aceptarla y se
ponen más allá de sus
límites.
7. Gedalías es nombrado gobernador del remanente de Judá
(Jeremías 40:6-12).
Ismael mata a Gedalías y se lleva cautivo al remanente
(Jeremías 40:13-41:10).
Johanán libera al remanente y pide a Jeremías que consulte
a Dios (Jeremías 41:11-42:6).
La respuesta divina: Volved a Judá y someteos a Babilonia
(Jeremías 42:7-22).
Johanán se niega a obedecer a Dios y se vuelve a Egipto
(Jeremías 43:1-7).
Jeremías profetiza en Egipto (Jeremías 43:8-13).
Rechazo y soberbia de Judá (Jeremías 44).
Los capítulos 40 a 44 de Jeremías cuentan la historia del pequeño
remanente que quedó en tierra de Judá, después de que Jerusalén
fuese destruida.
8. Anarquía política
La rebelión de Ismael derivó en temor y en
consecuencias para el remanente (Jeremías
41). ¿Cuáles fueron esas consecuencias y qué
podemos aprender con este episodio de
rebeldía?
El miedo hizo que el remanente temiera a los
babilonios y deseara huir a Egipto.
La situación ya era crítica. El retorno a
Egipto sólo agravaría la situación del
remanente.
Ante los desafíos de la vida, no podemos
retroceder en nuestra experiencia cristiana
dirigiéndonos a “Egipto” desde donde
salimos. Necesitamos mantenernos firmes a
pesar de las dificultades.
DE VUELTA
A EGIPTO
9. «Se fue entonces Jeremías a Gedalías hijo de Ahicam, a Mizpa, y habitó
con él en medio del pueblo que había quedado en la tierra» (Jeremías 40:6)
El rey de Babilonia dejó en Judá a un grupo
de personas leales, a los pobres de la tierra,
y a un pequeño grupo de soldados.
Los capitanes judíos que habían quedado
esparcidos fueron a someterse a Gedalías.
Pero entre ellos había un traidor comprado
por los amonitas: Ismael (Jer. 40:14).
Tras matar a Gedalías y a los soldados
babilonios, Ismael se llevó al pueblo hacia
Amón. Entonces, Johanán –otro de los
capitanes– le persiguió y liberó al
remanente (Jer. 41:14).
El pueblo temió volver a Mizpá por miedo a
la represalia de Babilonia (Jer. 41:17-18).
10. Ante las dificultades el pueblo decidió
buscar la orientación divina a través del
profeta Jeremías.
Como respuesta a la búsqueda sincera y la
resolución de obedecer, Dios señala el
camino a seguir.
La fe y la obediencia resultan en
bendiciones. La desobediencia produce
como consecuencia, miseria y muerte.
Ante el dilema de qué camino seguir, ¿cuál
fue el procedimiento acertado del pueblo?
(Jeremías 42). ¿Qué aprendemos de ello
para nuestra vida?
Buscando conducción divina
DE VUELTA
A EGIPTO
11. «Sea bueno, sea malo, a la voz de
Jehová nuestro Dios al cual te
enviamos, obedeceremos, para que
obedeciendo a la voz de Jehová nuestro
Dios nos vaya bien» (Jeremías 42:6)
«y dijeron al profeta Jeremías: Acepta ahora nuestro ruego delante de ti, y
ruega por nosotros a Jehová tu Dios por todo este resto (pues de muchos
hemos quedado unos pocos, como nos ven tus ojos), para que Jehová tu Dios
nos enseñe el camino por donde vayamos, y lo que hemos de hacer» (Jeremías 42:2-3)
Frente a la disyuntiva entre ir a Egipto o
volver a Mizpa, el pueblo pidió consejo a
Dios -¡por fin!- a través del profeta Jeremías.
El pueblo se comprometió a obedecer a Dios,
como lo habían hecho sus padres al salir de
Egipto (Éxodo 24:7).
«Si aceptamos a Cristo por guía, él
nos conducirá en forma segura. El
mayor de los pecadores no tiene por
qué perder el camino»
E.G.W. (El discurso maestro de Jesucristo, pg. 118)
12. «Dios nos ha dado la facultad de elección;
a nosotros nos toca ejercitarla. No
podemos cambiar nuestros corazones ni
dirigir nuestros pensamientos, impulsos y
afectos. No podemos hacernos puros,
propios para el servicio de Dios. Pero sí
podemos escoger el servir a Dios;
podemos entregarle nuestra voluntad, y
entonces él obrará en nosotros el querer y
el hacer según su buena voluntad. Así
toda nuestra naturaleza se someterá a la
dirección de Cristo» E.G.W. (El ministerio de curación, pg. 131)
13. Volver a Egipto
Desobedecieron la Palabra, porque estaba en
contra de sus intenciones o deseos.
Desobedecer la Palabra de Dios revelada por
medio de sus profetas, puede provocarnos
graves consecuencias.
Israel falló en el Éxodo, ahora fallaba
nuevamente en la era babilónica. ¿Fallaremos
nosotros hoy con los mismos errores?
¿Qué hicieron el pueblo y los líderes
luego de la clara orientación divina?
(Jeremías 43:1-7). ¿Cuál era el peligro
de actuar como lo hicieron?
DE VUELTA
A EGIPTO
14. «dijo Azarías hijo de Osaías y Johanán hijo de Carea, y
todos los varones soberbios dijeron a Jeremías: Mentira
dices; no te ha enviado Jehová nuestro Dios para decir:
No vayáis a Egipto para morar allí» (Jeremías 43:2)
El deseo de buscar la dirección divina era aparentemente
sincero. Pero, en realidad, lo que querían es que Dios
estuviese de acuerdo con sus planes: ir a Egipto.
Justificaron su conducta acusando a Jeremías de mentiroso y
de dejarse influenciar por su escriba Baruc.
Cuando el pecador no está
dispuesto a abandonar sus
caminos, la razón es dejada de
lado. Si la Palabra no concuerda
con sus deseos, no es escuchada.
Si en verdad quieres ser guiado
por Dios, tienes que estar
dispuesto a ir donde Él te lleve, y
a hacer lo que Él te pida.
15. Llevados al exilio
Los refugiados esperaban encontrar en Egipto
seguridad y protección.
Tenemos que recordar que la única protección
y seguridad está en obedecer la voluntad del
Señor.
Volver a los viejos hábitos, vicios o
costumbres de las que Dios nos ha liberado,
sólo nos traerá sufrimientos.
El pueblo procuró en Egipto hallar seguridad.
¿Buscamos hoy en “Egipto” seguridad
también? ¿Qué cosas buscamos que pueden
destruirnos y acerca de las cuales el Señor nos
ha advertido?
DE VUELTA
A EGIPTO
16. «Toma con tu mano piedras grandes, y cúbrelas
de barro en el enladrillado que está a la puerta
de la casa de Faraón en Tafnes, a vista de los
hombres de Judá» (Jeremías 43:9)
A través de símbolos, Dios tenía un
nuevo mensaje para el pueblo
desobediente: El país donde se
refugiaban no les daría seguridad,
sino que serían atacados
nuevamente en ese lugar.
El año 568 a.C., mientras Egipto se
encontraba en una guerra civil,
Nabucodonosor levantó su pabellón
en el lugar donde Jeremías ocultó
con barro grandes piedras.
Nuestra única protección y
seguridad verdadera en este mundo
está en obedecer a Dios, Él es el
único camino seguro.
17. Desafío abierto
Quemaron incienso a la “reina del cielo”
(Ishtar o Astarot).
Le respondieron a Jeremías que sus
calamidades les habían sobrevenido pues
habían dejado de adorarla.
Estaban completamente ciegos
espiritualmente, y sufrirían aún más como
consecuencia de ello.
¿Qué hicieron los cautivos en Egipto, qué
respuesta le dieron a Jeremías, y que nos
revela eso sobre ellos?
DE VUELTA
A EGIPTO
18. «La palabra que nos has
hablado en nombre de
Jehová, no la oiremos
de ti» (Jeremías 44:16)
Algunos años más tarde, los judíos
seguían cometiendo en Egipto las
mismas abominaciones que en
Jerusalén.
Esta vez, desafiaron abiertamente la
palabra de Dios hablada a través de
Jeremías. Lejos de arrepentirse de sus
pecados, se jactaban de ellos.
Ellos decían que, mientras adoraban
abiertamente a los ídolos en tiempos
de Manasés, «tuvimos abundancia de
pan, y estuvimos alegres, y no vimos
mal alguno» (Jeremías 44:17).
¡Al no recibir en ese tiempo el castigo
por su pecado, pensaron que los males
que habían sufrido eran consecuencia
de haber dejado de pecar!
19. «La rebelión y la
apostasía están en el aire
mismo que respiramos.
Seremos afectados por
ellas a menos que
vinculemos mediante la
fe nuestras almas
desvalidas con Cristo»
(Mensajes selectos, tomo 2, pg. 455)
20. CONCLUSIONES
1. La rebelión contra Dios siempre trae, tarde o
temprano, consecuencias desastrosas.
2. Al buscar la orientación divina, debemos estar
dispuestos a obedecer con prontitud.
3. Volver a Egipto, o sea, volver a antiguos hábitos o
pecados, sólo agrava las consecuencias de la
desobediencia.
4. No podemos ser como Israel, volviendo a “Egipto”, y
a sus prácticas. Tenemos que abandonar el pecado,
todo lo malo, y cumplir fielmente con la voluntad
divina.
21. Te invito a bajar y estudiar cada una de las 13 lecciones
que tratan sobre el tema:
JEREMIAS
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