Este documento narra la historia bíblica de tres jóvenes judíos llamados Sadrac, Mesac y Abed-Nego que se negaron a desobedecer a Dios a pesar de ser arrojados a un horno de fuego por el rey. Un ángel los protegió del fuego sin que sufrieran daño alguno, lo que llevó al rey a reconocer el poder de Dios. La historia enseña que aquellos que mantienen su fe en Dios a pesar de las pruebas serán recompensados.
1. Sadrac, Mesac y Abed-Nego
en el Horno
LA PRUEBA DE FUEGO
Vea la apasionante historia de tres valerosos jóvenes judíos, cuya fe en el DIOS Verdadero
fue sometida a la prueba de fuego. Ellos no dudaron ni un instante en la protección
sobrenatural de DIOS sobre sus vidas y dieron testimonio que el SEÑOR guarda y recompensa
a quienes confían en Él y mantienen su integridad en medio de la prueba.
Pastor DANIEL CHÁVEZ shalom4you@hotmail.com danielchavezbarahona
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2. SADRAC, MESAC Y ABED-NEGO
EN EL HORNO DE FUEGO
Eran 3 jóvenes que habían sido puestos en autoridad sobre un grupo de
gente; por causa de eso, algunos les tenían envidia y buscaban hacerles
quedar mal con el rey para que los quitaran de sus funciones. Dn. 3:8-
12.
Cuando usted sea levantado por el Señor y tenga éxito en su trabajo,
en la comunidad, en su matrimonio, en la iglesia, en su centro de
estudios, etc. siempre habrá gente que le tendrá envidia y buscará
hacerle daño.
Ellos prefirieron pasar la prueba del horno de fuego antes que fallarle
al Señor haciendo lo que el rey perverso les quería obligar a hacer. Dn.
3:13-18.
Entonces, cuando busquen hacerle daño, decídase mantenerse firme
en sus principios cristianos y no se atemorice ante las amenazas.
El diablo tratará de infundirle miedo haciéndole creer que es mejor
ceder que pasar una terrible prueba de fuego.
3. Los 3 jóvenes hebreos, Sadrac, Mesac y Abed-Nego respondieron
valientemente a Nabucodonosor, expresando su confianza en que su
Dios les libraría del fuego de la prueba. 3:16-18.
Ellos no dudaron ni un instante en responder, pues ya desde antes se
habían comprometido con su Dios para no contaminarse con las
prácticas mundanas de aquel reino pagano. 1:3-20.
También nosotros –aunque somos del reino de Dios- vivimos en un
mundo que está dominado por el reino de las tinieblas. Pero no
debemos temer nada, sino confiar en que ni el diablo, ni sus
demonios, ni ninguna persona que tenga mala voluntad contra
nosotros podrá hacernos daño, aunque intenten hacerlo, pues Dios es
Poderoso para librarnos del fuego de la prueba. I Juan 5:18,19.
Estos jóvenes valientes fueron llevados en contra de su voluntad y
arrojados en el horno de fuego. 3:19-21.
Así también, muchas veces el cristiano fiel es llevado al horno para
ser probado en su fidelidad.
4. Dios permite que seamos llevados al horno, aun cuando no
quisiéramos pasar por allí, porque Él sabe que nos va a ayudar
y al final será para nuestro bien.
Ellos fueron atados de pies y manos antes de ser echados en el horno
de fuego, 3:23.
Cuando uno está en el horno, no hay nada que se pueda hacer para
librarse de allí. Por más que llore, patalee, grite, reniegue... no hay
nada que hacer.
Es preferible encomendarse en las manos de Dios y esperar en Él.
Salmo 40:1-3.
El horno fue calentado 7 veces más de lo normal y estaba tan caliente
que inclusive quemó a los soldados que los arrojaron allí, 3:22.
En ocasiones, uno llega a ver que las cosas se han puesto demasiado
feas; que las angustias se han aumentado, que los problemas cada
vez son peores, que es como si estuviera siendo oprimido o lanzado
hacia un abismo que no tiene salida ni final.
5. Estos 3 jóvenes fueron lanzados a un horno que ardía demasiado,
tanto que hasta los soldados que los echaron allí, ellos mismos
murieron quemados.
Cuando cayeron en el horno de
fuego, un ángel del Señor (quizás
Jesucristo mismo) los liberó de sus
ataduras y ellos caminaban
libremente en medio del horno de
fuego, 3:24,25.
Si somos fieles y decidimos
confiar en el Señor, entonces Él
se presentará y nos ayudará a
caminar tranquilamente, aún en
medio del fuego de la prueba.
Aquí no dice que el ángel fue
con ellos al horno, sino que en
algún momento se presentó
ante ellos y los libró de sus
ataduras.
No esperes ver una señal para tener fe, tan sólo ten fe, persiste
en confiar en Dios y el Señor se presentará a tiempo para salvarte.
Él no fallará.
Muchas veces también el horno de fuego sirve para liberar a muchos
de tantas ataduras que los han mantenido prisioneros por años.
Algunos necesitan pasar por el horno de fuego para vencer el temor,
traumas, su baja autoestima, su negativismo, sus frustraciones, etc.,
las cuales han llegado a ser como una atadura en sus vidas.
Al ver que sí pudieron resistir y vencer en la prueba, entonces se dan
cuenta que pueden ser libres de esas ataduras que los mantenían
cautivos por años.
El rey, sus oficiales y soldados vieron que el fuego no había tenido
ningún poder sobre el cuerpo, la ropa, ni la vida de estos 3 valientes
jóvenes. “Ni siquiera olor de fuego tenían” – 3:27.
6. Dios ha prometido en Su Palabra que “Cuando pases por el fuego,
no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Porque Yo Jehová,
Dios tuyo, el Santo de Israel, Soy tu Salvador.” – Isaías 43:3,4.
Como resultado el rey reconoció que no había otro dios más Grande
y Poderoso que el Dios de estos 3 valientes muchachos. 3:26,28-29.
Cuando venzas la prueba, la gente reconocerá que el Señor está
contigo.
Al final, los tres jóvenes Sadrac, Mesac y Abed-nego fueron
engrandecidos por el propio rey a causa de su fidelidad y porque ellos
vencieron la prueba del fuego. 3:30.
Así es siempre con los cristianos fieles y verdaderos que deciden retener
su integridad. Ellos reciben su recompensa del SEÑOR.
“Al final, verá derrotados a sus adversarios.” – Sal. 112:8.