El documento explica los requisitos para que un conjunto de enunciados se considere un texto. Para ser un texto, debe cumplir tres condiciones: ser adecuado a la situación comunicativa y al propósito del emisor, ser coherente en su mensaje, y estar cohesionado mediante conexiones entre sus partes. Asimismo, analiza los aspectos que deben considerarse para que un texto sea adecuado, como la localización, los elementos de la comunicación (emisor, receptor, tema, canal, código), y la intención comunicativa del autor.
Nivel morfológico. la estructura de la palabra (17 10-11)
Propiedades textuales
1. 1. EL
TEXTO
Ø El
texto
o
discurso
es
la
unidad
máxima
de
comunicación
que
consiste
en
la
emisión
intencionada
de
enunciados
de
forma
oral
o
escrita,
en
una
situación
comunicativa
concreta
para
cumplir
un
determinado
propósito.
Ø El
conjunto
de
enunciados
que
forma
el
texto
puede
tener
una
extensión
variable
dependiendo
de
la
intención
comunicativa.
Por
lo
tanto
puede
consistir
en
un
solo
y
breve
enunciado
o
conformar,
por
ejemplo,
una
novela.
Ø Para
que
el
texto
sea
considerado
como
tal
debe
cumplir
tres
condiciones:
ser
adecuado
a
la
intención
comunicativa
y
a
la
situación,
ser
coherente
en
su
mensaje
y
estar
cohesionado,
es
decir,
presentar
conexión
entre
sus
partes.
Ø En
los
textos
literarios,
el
autor
puede
permitirse
incumplir
alguno
de
estos
requisitos
a
fin
de
lograr
un
efecto
estético.
Este
recurso
de
la
escritura
literaria
es
conocido
como
licencia
poética.
2. ADECUACIÓN
Ø La
adecuación
es
una
propiedad
textual
por
la
que
el
mensaje
se
ajusta
a
la
situación
en
la
que
el
texto
es
emitido
y
al
propósito
del
emisor.
Ø Al
analizar
la
adecuación
en
el
comentario
de
texto
habrá
que
mencionar
los
siguientes
aspectos:
2.1. Localización
Ø Consiste
en
identificar
al
autor,
el
tipo
de
obra
y
su
título;
decir
si
se
trata
de
un
fragmento
o
de
un
texto
completo
y
señalar
de
qué
medio
se
ha
extraído.
Ø Localizar
un
texto
nos
ayudará
a
valorar
si
su
presentación
es
la
adecuada.
En
el
caso
de
un
texto
escrito,
por
ejemplo
podremos
observar
la
tipografía
(tipo
de
letra,
uso
de
la
negrita,
de
la
cursiva,
etc)
y
la
disposición
(márgenes,
espaciados,
columnas,
etc).
Por ejemplo:
Un alumno tiene el propósito de quejarse ante la actuación de un profesor. Coge un papel suico y
arrugado y escribe, sin seguir ninguna pauta convencional, lo que ha ocurrido. Además, lo hace sin
respetar los márgenes, con mala letra, con faltas de ortografía y sin firma ni fecha. A continuación
coge este papel y se lo lleva al director del instituto.
¿Crees que la presentación de este texto es adecuada al propósito del alumno y a la situación
comunicativa en la que se encuentra? Independientemente de que el alumno lleve razón o no, su acto
comunicativo no será eficaz.
2. 2.2. Elementos
de
la
comunicación
Ø Para
que
un
texto
resulte
adecuado,
el
autor
deberá
tener
en
cuenta
las
características
del
proceso
comunicativo
que
va
a
realizar.
Por
eso
debemos
atender
a
los
elementos
de
la
comunicación.
Ø ¿Nuestro
texto
es
adecuado
para
el
destinatario?
Pensemos
en
si
se
trata
de
un
experto
en
el
tema
o
no,
si
es
un
niño
o
un
adulto,
etc.
Ø ¿Nuestro
texto
es
adecuado
para
el
tema
que
queremos
abordar?
Pensemos
en
si
se
trata
de
un
tema
complejo
o
sencillo,
de
un
asunto
delicado,
etc.
Ø ¿Nuestro
texto
es
adecuado
para
la
situación
en
la
que
el
mensaje
se
recibe?
Pensemos
en
el
contexto,
en
si
el
mensaje
se
recibirá
al
emitirse
o
en
posteriormente,
etc.
Ø ¿Nuestro
texto
es
adecuado
para
el
canal
que
utilizamos?
Pensemos
en
si
lo
vamos
a
presentar
por
escrito
o
se
trata
de
una
conferencia,
o
presenta
un
formato
audiovisual,
etc.
Ø ¿Nuestro
es
adecuado
para
el
código
que
usamos?
Pensemos
en
que
un
texto
puede
estar
formulado
en
distintos
idiomas.
Ø ¿Nuestro
texto
es
adecuado
para
nosotros
como
emisor?
Pensemos
en
qué
tipo
de
emisor
vamos
a
ser,
qué
rol
ejercemos
con
respecto
al
receptor.
No
somos
el
mismo
tipo
de
emisor
cuando
estamos
en
el
trabajo
o
cuando
estamos
en
casa,
etc.
Ø A
la
hora
de
realizar
el
proceso
comunicativo,
podemos
adecuar
nuestro
registro
a
todas
estas
circunstancias,
ya
que
el
registro
es
el
uso
de
la
lengua
que
hacemos
de
modo
consciente
en
cada
situación
comunicativa.
Ø Considerar
los
elementos
de
la
comunicación
a
la
hora
de
adecuar
nuestro
registro
nos
ayudará
a
conseguir
nuestros
propósito
en
el
proceso
comunicativo,
hará
que
nuestro
texto
sea
eficaz.
2.3. Intención
comunicativa
Ø Es
el
propósito
por
el
cual
un
emisor
produce
un
texto.
Ø Ya
que
el
texto
se
adecúa
en
función
de
una
intención
comunicativa,
tendremos
que
analizar
cómo
aparecen
los
elementos
anteriores
para
entender
cuál
es
la
intención
del
emisor.
3. Ø El
análisis
de
los
elementos
de
la
comunicación
nos
revelará
cuál
es
la
función
dominante
del
lenguaje,
aquella
que
está
ligada
a
la
intención
del
emisor.
Ø Hay
algunos
rasgos
lingüísticos
que
nos
ayudarán
a
distinguir
la
función
del
lenguaje
dominante:
• La
persona
gramatical
en
que
está
escrito
el
texto,
pues
determina
la
forma
en
que
el
emisor
se
dirige
al
receptor.
Las
claves
están
en
las
formas
verbales
y
en
los
pronombres.
• El
tipo
de
léxico
empleado,
si
es
valorativo
u
objetivo,
pues
diferencia
una
intención
referencial
de
otra
expresiva,
conativa
o
poética.
• La
presencia
de
figuras
literarias,
típicamente
relacionadas
con
la
función
poética,
aunque
frecuentes
en
otras
funciones
como
la
conativa,
pues
llaman
la
atención
del
receptor.
• El
empleo
de
enumeraciones
y
ejemplificaciones,
típicas
de
la
función
referencial.
• El
uso
de
formas
de
dirigirse
directamente
al
receptor,
como
imperativos,
vocativos,
oraciones
interrogativas
y
perífrasis
verbales
de
obligación,
pues
pueden
indiciar
una
función
apelativa.
3. COHERENCIA
Ø La
coherencia
es
la
propiedad
que
garantiza
la
unidad
de
sentido
de
un
texto.
Consiste
en
presentar
ideas
en
torno
a
una
misma
temática
y
estructuradas
de
forma
lógica.
Ø Para
que
el
texto
sea
coherente
todas
sus
partes
deben
estar
relacionadas
entre
sí
(coherencia
interna)
y
tener
relación
con
el
asunto
central
(coherencia
externa).
Ø Al
analizar
la
coherencia
en
el
comentario
de
texto
habrá
que
mencionar
los
siguientes
aspectos:
3.1. Tipología
Ø Los
textos
pueden
presentar
cuatro
modalidades
que
pueden
combinarse
entre
sí:
• Descripción.-‐
Se
trata
de
una
forma
de
representar
lo
individual
y
concreto,
objetos
o
espacios
fijos,
cuyas
cualidades
se
nombran
sin
que
exista
necesariamente
un
orden
predeterminado.
4. • Exposición.-‐
Se
trata
de
una
forma
de
representar
lo
genérico
y
abstracto,
pensamientos,
conceptos
o
ideas
entre
los
que
no
se
pueden
establecer
conexiones
lógicas
o
temporales.
• Narración.-‐
Representación
de
acontecimientos
que
se
desarrollan
en
el
tiempo
y
se
presentan
con
un
orden
lógico
y
cronológico.
En
ocasiones,
ese
orden
se
altera
deliberadamente
con
finalidad
estética.
• Argumentación.-‐
Se
trataría
de
aquellos
textos
que
aportan
pruebas
para
intentar
convencer
de
un
determinado
punto
de
vista
o
para
afirmar
la
validez
de
una
opinión.
3.2. Tema
Ø Es
la
idea
central
de
la
que
se
habla
o
escribe
y
a
la
que
se
deben
subordinar
todos
y
cada
uno
de
los
enunciados
del
texto.
Ø Pero
un
texto
puede
ampliar,
explicar,
corregir
o
contrastar
algo
dicho
en
otra
situación
comunicativa
distinta.
Por
lo
tanto,
no
está
de
más
atender
a
otros
aspectos
para
saber
discernir
con
claridad
el
tema
del
texto:
• Presuposiciones.-‐
Se
trata
de
la
información
que
el
emisor
del
texto
supone
que
conoce
el
receptor.
Es
esencial
para
que
un
texto
sea
coherente
para
el
receptor
que
el
emisor
haya
“acertado”
en
sus
presuposiciones.
• Implicaciones.-‐
Se
trata
de
las
informaciones
adicionales
contenidas
en
un
enunciado.
Un
enunciado
del
tipo
“cierra
la
puerta”
contiene,
al
menos,
tres
implicaciones:
hay
una
puerta,
la
puerta
está
abierta
y
el
receptor
está
en
condiciones
de
cerrarla.
• Conocimiento
del
mundo.-‐
La
coherencia
de
un
texto
depende
también
del
conocimiento
general
de
nuestro
mundo
que
tengamos.
Por
ejemplo,
un
enunciado
del
tipo
de
“Los
pájaros
visitan
al
psiquiatra”
contradice
nuestro
conocimiento
de
la
realidad.
• •
Marco.-‐
Se
trata
del
tipo
de
texto,
su
finalidad
y
la
situación
comunicativa
en
la
que
se
produce.
Dependiendo
del
marco,
un
determinado
enunciado
puede
ser
coherente,
aunque
choque
con
nuestro
conocimiento
general
del
mundo.
Por
ejemplo,
el
enunciado
anterior,
“Los
pájaros
visitan
al
psiquiatra”,
se
llenaría
de
coherencia
en
un
texto
literario
de
finalidad
estética.
3.3. Resumen
Ø Hacer
un
resumen
implica
transformar
un
texto
en
otro
texto
más
conciso
que
reproduzca
las
ideas
principales
del
primero
en
forma
global
y
breve,
dejando
de
lado
las
ideas
secundarias
y
menos
importantes.
Ø Para
eliminar
oraciones
o
párrafos
del
texto
a
resumir,
hay
que
analizar
qué
es
lo
que
5. puede
ser
suprimido.
Y
para
eso
hay
que
reconocer
cuáles
son
las
ideas
principales
y
cuáles
son
las
ideas
secundarias.
Ø Para
hacer
un
resumen,
en
primer
lugar
hay
que
realizar
las
siguientes
operaciones:
• Reconocimiento
del
tema
y
los
subtemas
que
se
desarrollan.
• Identificación
de
la
estructura
u
organización
del
texto
base.
Qué
partes
lo
componen
dependiendo
del
tipo
de
texto
que
sea,
expositivo,
narrativo,
argumentativo,
etc.
• Redacción
de
breves
notas
al
margen
de
los
párrafos,
que
señalen
cuáles
son
los
temas
que
se
desarrollan
allí.
• Subrayado
de
la
información
sustancial.
Con
esta
operación
se
distingue
la
información
más
importante,
que
no
puede
faltar,
de
aquella
cuya
supresión
no
alteraría
la
unidad
del
texto
base.
• Esquema
de
contenido.
Este
tipo
de
cuadro
permite
organizar
de
manera
gráfica
las
ideas
principales
y
secundarias,
y
permite
visualizar
las
relaciones
que
se
establecen
entre
ellas.
Ø Una
vez
realizados
estos
procedimientos
sobre
el
texto
que
vamos
a
resumir,
deben
llevarse
a
cabo
los
propios
de
la
redacción
del
resumen.
Para
que
el
resumen
pueda
redactarse
de
manera
coherente
y
correcta,
y
represente
debidamente
al
texto
base,
conviene
llevar
a
cabo
las
siguientes
operaciones:
• Generalizar
aquellos
términos
que
tienen
rasgos
en
común.
Por
ejemplo,
en
el
resumen,
se
puede
reemplazar
"Mercurio,
Venus,
Tierra,
Marte,
Júpiter,
Saturno,
Urano,
Neptuno
y
Plutón"
por
"planetas
del
sistema
solar".
• Globalizar
la
información.
Es
decir,
integrarla
en
unidades
menores
de
sentido
completo.
Por
ejemplo,
la
oración
"Juan
fue
al
cine"
puede
globalizar
varias
oraciones
de
un
texto,
tales
como
"Juan
tenía
ganas
de
ver
una
película",
"revisó
la
cartelera",
"encontró
que
se
había
estrenado
la
película
que
quería
ver",
"se
dirigió
al
cine",
"sacó
las
entradas",
etc.
• Integrar
las
oraciones
a
partir
de
las
relaciones
que
se
establecen
entre
ellas,
ya
sean
de
causa,
consecuencia
u
oposición.
Por
ejemplo,
si
en
el
texto
base
aparecen
dos
oraciones
como
·∙
"El
Dr.
Pérez
consideraba
que
el
fósil
era
un
objeto
útil
para
el
conocimiento."
·∙
"El
fósil
puede
ser
un
testimonio
de
la
historia
de
la
vida
y
de
las
especies."
Se
puede
redactar
una
sola
oración
que
conecte
las
anteriores,
en
este
caso
por
una
relación
causal:
"El
Dr.
Pérez
consideraba
que
el
fósil
era
un
objeto
útil
para
el
conocimiento
ya
que
puede
ser
un
testimonio
de
la
historia
de
la
vida
y
de
las
especies."
• Leer
el
resumen
para
comprobar
si
representa
los
aspectos
principales
del
texto
original.
En
esta
instancia
es
conveniente
guiarse
por
las
preguntas
del
autotest.
Ø Autotest.
El
resumen
de
un
texto
A,
correctamente
resuelto,
debe
poder
responder
las
siguientes
preguntas:
6. • ¿Cuál
es
el
tema
principal
del
texto
A?
• ¿Dónde
y
cómo
se
desarrolla
ese
tema?
• ¿Cuáles
son
los
temas
secundarios
del
texto
A?
• ¿Las
ideas
principales
y
secundarias,
están
relacionadas
entre
sí?
• ¿Cuál
es
la
conclusión
del
texto
A?
Ø El
resumen
tiene
que
ser
un
texto
coherente
y
se
tiene
que
entender
por
sí
solo,
de
forma
independiente
del
texto
original.
No
debe
ser
un
esquema
o
un
cuadro.
Es
muy
importante
tener
en
cuenta
para
quién
y
para
qué
se
redacta
el
resumen.
3.4. Estructura
Ø La
información
está
organizada
de
un
modo
determinado
dentro
del
texto:
sigue
un
orden
concreto,
se
divide
en
partes
y
se
jerarquiza
en
ideas
principales
y
secundarias.
Ø Veamos
los
parámetros
que
conforman
la
estructura
del
texto:
3.4.1. La
información
Ø La
información
expresada
en
un
texto
debe
responder
a
un
orden
lógico,
a
una
correcta
distribución
en
párrafos
y
a
una
estructura
apropiada.
Ø De
este
modo,
las
ideas
desarrolladas
se
relacionan
entre
sí
por
un
hilo
conductor
y
guardan
una
unidad
de
sentido.
Ø Por
lo
tanto,
la
coherencia
es
una
característica
que
concierne
a
la
semántica
del
texto.
Ø Núcleo
informativo:
Todo
texto
debe
guardar
una
unidad
de
sentido
y
esta
viene
marcada
por
tratar
un
único
núcleo
informativo
que
se
desarrolle,
a
su
vez,
en
varias
ideas
principales
y
secundarias,
y
todas
ellas
deben
estar
vinculadas
entre
sí.
Ø Progresión
de
la
información:
tema
y
rema.
En
todo
texto
es
preciso
que
la
información
avance
de
forma
lógica
y
progresiva,
sin
repeticiones
innecesarias
ni
saltos
en
los
contenidos.
Para
ello,
se
añade
información
nueva
a
partir
de
una
ya
conocida.
Ø Es
decir,
a
partir
de
un
tema
conocido
por
el
destinatario
del
texto
se
introduce
un
rema
o
información
nueva.
Este
rema,
a
su
vez,
se
convierte
en
tema
en
la
siguiente
oración,
pues
ya
es
información
conocida.
7. Por ejemplo:
Aquí vemos cómo la aportación de nuevas informaciones de forma progresiva (remas) van
convirtiéndose, una vez ya conocidas, en partes del tema del texto:
Juan se metió en la bañera (RàT) y se dio una ducha (RàT); se enjabonó de pies a cabeza
(RàT) y se enjuagó con agua caliente (RàT). Cuando terminó, se secó con una toalla limpia
(RàT) y se puso un pijama (RàT).
Ø Información
creíble:
la
información
que
aporta
un
texto
tiene
que
tener
sentido
dentro
de
su
contexto,
tiene
que
ser
creíble
para
que
resulte
coherente.
Ø Pero
hay
textos
que
no
coinciden
con
la
realidad
y,
sin
embargo,
siguen
siendo
coherentes.
Son
los
que
se
encuadran
dentro
del
marco
de
la
ficción.
Es
decir,
los
textos
literarios.
3.4.2. El
párrafo
Ø Cuando
tenemos
que
transmitir
una
información
de
forma
escrita,
necesitamos
fragmentarla
en
pequeñas
unidades
para
que
así
resulte
más
comprensible.
Cada
uno
de
estos
fragmentos
con
sentido
constituye
un
párrafo,
que,
unido
a
otros
párrafos,
forma
un
texto.
Ø Un
párrafo
está
formado
por
una
o
varias
oraciones,
y
delimitado
por
un
punto
y
aparte;
además,
constituye
una
unidad
de
sentido.
Ø Las
oraciones
que
conforman
el
párrafo
están
relacionadas
entre
sí.
Del
mismo
modo,
la
información
que
aportan
estas
oraciones
es
coherente
respecto
del
tema
que
el
texto
expone.
3.4.3. La
estructura
del
texto
Ø Las
ideas
desarrolladas
en
un
texto
están
organizadas
siguiendo
una
estructura
interna
que,
tradicionalmente,
se
compone
de
las
siguientes
partes:
• Planteamiento:
Se
presenta,
de
forma
breve,
la
idea
fundamental
que
se
va
a
desarrollar.
Generalmente,
esta
idea
se
haya
en
el
primer
párrafo.
• Cuerpo:
Se
desarrolla
el
núcleo
temático,
se
aportan
datos,
etc.
• Conclusión:
Se
sintetiza
la
información
expuesta
o
se
deduce
una
nueva
idea.
Ø Esta
estructura
interna
no
siempre
es
igual,
puede
variar,
ya
que
depende
del
tema
elegido
y
del
tipo
de
texto.
Ø Estructura
analizante
(deductiva):
la
idea
fundamental
se
sitúa
al
inicio
y,
a
continuación,
van
apareciendo
los
datos
que
desarrollan
esta
idea.
8. Por ejemplo:
Una de las características de la vida actual es la vulgarización de conocimientos y
términos científicos. En otras épocas los profesionales guardaban celosamente “los secretos”
de su arte y oficio.
Los médicos recetaban en latín y creo que todavía lo hacen así en algunos países. Cuando lo
hicieron en castellano lo hacían empleando una letra tan mala que solo los boticarios acertaban
a descifrar las recetas.
Hoy, sin embargo, esto, como otras muchas cosas, se ha popularizado. Los términos médicos
están al alcance de cualquiera. Se habla de estrechez de coronarias en lugar de angina de
pecho y al vulgar cardenal se le llama equimosis, palabra antaño relegada a los galenos.
Ø Estructura
sintetizante
(inductiva):
se
van
exponiendo
una
serie
de
datos
que
van
desarrollando
una
idea
fundamental
que
aparece
al
final.
Por ejemplo:
Mientras está solo, Robinsón se enfrenta a cuestiones técnicas, mecánicas, higiénicas, incluso
científicas, si me apuras. De lo que se trata es de salvar la vida en un medio hostil y desconocido.
Pero cuando encuentra la huella de Viernes en la arena de la playa empiezan sus problemas éticos. Ya
no se trata solamente de sobrevivir, como una fiera o como
una alcachofa, perdido en la naturaleza, ahora tiene que empezar a vivir humanamente, es decir, con
otros o contra otros hombres, pero entre hombres.
Lo que hace “humana” a la vida es el transcurrir en compañía de humanos, hablando con ellos,
pactando o mintiendo, siendo respetado o traicionado, haciendo proyectos y recordando el pasado,
desafiándose, organizando juntos las cosas comunes, jugando intercambiando símbolos… En definitiva,
ocuparse de lo humano.
La ética no se ocupa de cómo alimentarse mejor o de cuál es la manera más recomendable de
protegerse del frío ni de qué manera hay que hacer para vadear un río sin ahogarse, cuestiones todas
ellas muy importantes para sobrevivir en determinadas circunstancias; lo que a la ética le interesa,
lo que constituye su especialidad, es cómo vivir bien la vida humana, la vida que transcurre
entre humanos.
Ø Estructura
encuadrada:
es
una
forma
mixta
de
las
dos
anteriores:
analizante
y
sintetizante
a
la
vez.
La
idea
fundamental
se
expone
en
el
primer
párrafo.
A
continuación,
se
desarrollan
algunas
explicaciones
que
la
complementan.
Finalmente,
el
último
párrafo
recoge
de
nuevo
la
idea
expuesta
en
el
párrafo
inicial.
Por ejemplo:
El Plan Bolonia transformará notablemente el sistema educativo que hemos conocido
hasta ahora. Tanto es así que las posibilidades para formarse en la educación pública se
reducirán en algunos aspectos.
Hemos de tener en cuenta que las tasas universitarias se han encarecido con el Plan Bolonia. Lo
que no ha de representar un problema para las familias que puedan asumir los gastos de la educación
universitaria, sí limita el acceso a aquellos estudiantes que necesiten un trabajo complementario para
poder subsistir, ya que la asistencia a clase es ahora obligatoria y esto dificulta la conciliación entre la
vida universitaria y laboral.
Además, el Plan Bolonia da fin a la existencia de las becas tradicionales y prevé para quien lo
necesite un nuevo sistema de becas-préstamo, mediante el que el alumno se ve obligado a devolver el
dinero prestado con un porcentaje del sueldo de su hipotético y futuro trabajo. De este modo, se
9. contribuye a la precariedad laboral de los recién titulados en los primeros años de sus vidas como
trabajadores.
Por lo tanto, los jóvenes que no dispongan de una seguridad económica o de unas expectativas de
trabajo claras podrían plantearse no acceder a estos estudios superiores. Esto daría lugar a un nuevo
panorama con desigualdades ante el acceso a la educación pública, debido al nuevo plan de
educación impuesto en la Unión Europea.
4. COHESIÓN
Ø La
cohesión
es
la
propiedad
por
la
que
se
establece
conexión
entre
las
partes
de
un
texto.
Ø Del
mismo
modo
que
la
coherencia
pertenece
a
la
semántica,
la
cohesión
es
gramatical,
por
lo
que
ambas
propiedades
son
interdependientes.
Ø Para
establecer
estas
conexiones,
se
emplean
una
serie
de
recursos
de
diversa
índole
que
facilitan
el
acceso
a
la
estructura
lógica
del
texto
y
funcionan
como
señales
que
orientan
al
lector
para
que
pueda
captar
el
hilo
del
discurso.
Ø Al
analizar
la
cohesión
en
el
comentario
de
texto
tendremos
que
mencionarlos:
4.1. Recursos
léxicos:
Ø Consisten
en
conectar
las
palabras
entre
sí
por
su
forma
o
por
su
significado.
Los
recursos
que
se
emplean
son
los
siguientes:
4.1.1. Repetición
de
un
vocablo
o
un
lexema:
Por ejemplo:
Aún no lo he decidido. Resulta una decisión difícil.
4.1.2. Campo
semántico:
Uso
de
distintos
cohipónimos
de
un
mismo
campo
semántico
y,
asimismo,
de
su
hiperónimo
para
cohesionar
el
texto.
Por ejemplo:
En febrero todavía hace frío y en marzo yo estaré ocupado, tenemos que encontrar un mes que
nos venga bien a todos.
4.1.3. Sustitución
de
vocablos
mediante
relaciones
semánticas
de
sinonimia
y
antonimia:
Por ejemplo:
Sinonimia: El disco tiene diez temas, pero al menos cuatro canciones son muy malas.
Antonimia: Yo tengo los pies grandes y tú los tienes pequeños.
10. 4.2. Recursos
morfosintácticos:
Ø Consisten
en
utilizar
una
misma
persona
gramatical,
un
mismo
tiempo
verbal
o
una
misma
construcción
sintáctica
en
distintas
partes
del
texto.
Por ejemplo:
El uso de los paralelismos:
A la gente la música en general le gusta, no le gusta […] o le da lo mismo. […] Con el jazz la gente
se apasiona, se irrita o bien dice que “está bien para oírlo de fondo”.
4.3. Recursos
textuales:
Ø Consisten
en
introducir
elementos
en
el
texto
que
sirven
para
relacionar
unas
partes
con
otras.
4.3.1. Marcadores
o
conectores
discursivos:
Ø Son
nexos
que
se
emplean
para
combinar
oraciones
y
permiten
conectar
segmentos
del
discurso.
Ø Se
pueden
clasificar
de
diversas
formas,
dependiendo
de
cómo
entendamos
su
estructura
y
función.
COMENTADORES
pues,
pues
bien,
así
las
cosas,
etc.
(Introducen
un
nuevo
comentario)
ESTRUCTURADORES
DE
LA
ORDENADORES
en
primer
lugar
/
segundo
lugar,
por
INFORMACIÓN
(Agrupan
y
distribuyen
varios
miembros
del
una
parte
/
por
otra
parte;
de
un
(Señalan
la
organización
discurso)
lado
/
de
otro
lado,
etc.
informativa
del
discurso)
DIGRESORES
por
cierto,
a
todo
esto,
a
propósito,
(Introducen
un
comentario
en
una
dirección
distinta
etc.
a
la
del
conjunto
del
discurso)
ADITIVOS
(Añaden
nueva
información
a
la
que
ofrece
el
además,
encima,
aparte,
incluso,
etc.
enunciado
anterior)
CONECTORES
CONSECUTIVOS
por
tanto,
por
consiguiente,
por
(Vinculan
un
fragmento
del
(Señalan
que
la
información
del
segundo
fragmento
ende,
en
consecuencia,
de
ahí,
discurso
con
otro
anterior)
del
discurso
es
consecuencia
del
anterior)
entonces,
pues,
así,
así
pues,
etc.
CONTRAARGUMENTATIVOS
en
cambio,
por
el
contrario,
antes
(Indican
que
lo
que
se
dice
en
una
parte
del
discurso
bien,
sin
embargo,
no
obstante,
con
se
opone
a
lo
afirmado
en
otra
parte
anterior)
todo,
etc.
EXPLICATIVOS
(Presentan
el
nuevo
elemento
del
discurso
como
una
o
sea,
es
decir,
esto
es,
a
saber,
etc.
explicación
de
lo
anterior)
REFORMULADORES
(Vuelven
a
presentar
una
DE
RECTIFICACIÓN
mejor
dicho,
mejor
aún,
más
bien,
información
que
ya
ha
aparecido
(Corrigen
un
elemento
discursivo
anterior)
etc.
en
el
discurso)
DE
DISTANCIAMIENTO
en
cualquier
caso,
en
todo
caso,
de
(Retoman
una
información
anterior
con
nuevos
todos
modos,
etc.
matices
o
apreciaciones)
RECAPITULATIVOS
en
suma,
en
conclusión,
en
11. (Introducen
una
capitulación
o
conclusión)
definitiva,
en
fin,
al
fin
y
al
cabo,
etc.
DE
REFUERZO
en
realidad,
en
el
fondo,
de
hecho,
OPERADORES
ARGUMENTATIVOS
(Refuerzan
el
elemento
discursivo
en
el
que
se
etc.
(Condiciona
las
posibilidades
encuentran)
argumentativas
del
elemento
DE
CONCRECIÓN
discursivo
en
el
que
se
incluyen)
(Muestran
el
elemento
del
discurso
como
un
por
ejemplo,
en
particular,
etc.
ejemplo
de
una
generalización.
MARCADORES
INICIADORES
DEL
DISCURSO
CONVERSACIONALES
(Llaman
la
atención
del
receptor
al
inicio
de
la
hombre,
eh,
mira,
oye,
etc.
(Se
refieren
a
las
partículas
conversación)
discursivas
más
frecuentes
en
la
CONDUCTORES
DEL
DISCURSO
conversación
y
sirven
para
(Sirven
de
apoyo
para
mantener
abierta
la
bueno,
bien,
vale,
etc.
manifestar
el
grado
de
conversación
entre
un
enunciado
y
otro)
interacción
entre
los
FINALIZADORES
DEL
DISCURSO
interlocutores.
(Ayudan
a
concluir
la
conversación)
venga,
adiós,
etc.
Son
peculiares
de
situaciones
comunicativas
orales,
pero
no
pudiendo
delimitar
estrictamente
Indicadores
del
grado
de
evidencia
que
el
hablante
lo
conversacional
de
lo
no
claro,
desde
luego,
por
lo
visto,
etc.
atribuye
a
un
enunciado
conversacional,
se
emplean
también
en
los
textos
escritos)
4.3.2. Elementos
deícticos:
Ø Son
mecanismos
de
alusión,
sirven
para
hacer
referencia
a
elementos
de
la
situación
comunicativa,
es
decir,
sirven
para
anclar
el
texto
al
contexto.
Ø La
deíxis
es
la
propiedad
que
tienen
algunos
elementos
lingüísticos
de
remitir
al
espacio,
al
tiempo
y
a
la
persona
que
enmarcan
un
acto
concreto
de
comunicación.
Ø Algunos
autores
utilizan
el
término
deíxis
para
referirse
a
los
elementos
lingüísticos
que
señalan
a
otros
elementos
lingüísticos
dentro
de
un
texto;
dan
a
la
deíxis
un
alcance
amplio
que
engloba
a
la
anáfora
y
catáfora,
y
distinguen
deixis
textual
y
extratextual.
Nosotros
distinguiremos
deixis
(unidades
lingüísticas
que
remiten
al
contexto
extralingüístico)
de
anáfora
y
catáfora
(elementos
que
remiten
a
otras
unidades
del
texto).
4.3.2.1. Deíxis
de
persona:
Ø La
deixis
de
persona
se
realiza
con
elementos
nominales
(pronombres
personales;
pronombres
posesivos)
y
con
elementos
verbales
(morfemas
de
persona
del
verbo)
Ø El
pronombre
personal
de
3ª
persona
puede
ser
deíctico
o
anafórico;
es
anafórico
en
"Ayer
llegaron
Luis
y
Elisa;
él
está
muy
contento
de
volver".
Es
deíctico
en
"Él
dice
que
no".
4.3.2.2. Deíxis
de
espacio:
12. Ø Mediante
esta
deixis
se
hace
referencia
a
lugares
en
relación
con
su
distancia
a
uno
de
los
protagonistas
del
acto
comunicativo:
“aquí,
“este,”
“ahí”,
“ese”,
“allí”,
“aquel”.
Ø Como
vemos
las
clases
de
palabras
que
desempeñan
esta
función
deíctica
espacial
son
los
demostrativos
y
los
adverbios
de
lugar
(ambos
también
pueden
ser
anafóricos
y
catafóricos).
4.3.2.3. Deíxis
de
tiempo:
Ø Mediante
los
deícticos
temporales
situamos
lo
descrito
en
el
discurso
con
relación
al
tiempo
en
que
tiene
lugar
el
acto
comunicativo;
los
deícticos
nos
permiten
en
este
caso
precisar
si
los
hechos
relatados
en
el
texto
son
anteriores,
simultáneos
o
posteriores
al
momento
de
la
enunciación.
Ø Los
elementos
lingüísticos
que
expresan
estas
relaciones
son:
• Adverbios
de
tiempo
como
"hoy,
ahora,
ayer".
• Los
verbos,
mediante
la
categoría
gramatical
de
tiempo;
así
los
tres
tiempos
absolutos
son
deícticos:
presente,
pasado
y
futuro.
4.3.3. Anáfora
y
catáfora:
Ø Estos
términos
aluden
a
las
relaciones
existentes
entre
elementos
del
texto.
Ø Las
anáforas
son
las
partículas
o
expresiones
con
las
cuales
se
hace
referencia
a
una
entidad
que
ya
ha
sido
mencionada
en
el
texto.
Por ejemplo:
Dijo que había estado pero no me lo creí.
Ø Las
catáforas,
en
cambio,
hacen
referencia
a
algo
que
aparecerá
más
adelante
en
el
texto.
Por ejemplo:
En su discurso dijo esto: que renunciaba a seguir siendo el líder.
Ø Estos
recursos
permiten
hacer
referencias
a
distintas
partes
del
texto
y
dan
al
lector
una
señal
de
continuidad,
por
lo
que
ayudan
a
la
cohesión;
funcionan
mediante
la
sustitución
de
palabras
o
sintagmas
por
proformas.
13. Ø Las
proformas
son
palabras
con
un
significado
muy
extenso
que
están
especializadas
en
rescatar
el
significado
de
otras
palabras.
Las
más
habituales:
4.3.3.1. Proformas
gramaticales:
4.3.3.1.1. Los
pronombres.
Palabras
especializadas
en
sustituir
al
nombre
o
a
sintagmas
mayores.
• Los
pronombres
personales
de
3ª
persona
son
anafórico/catafóricos,
aunque
también
pueden
actuar
como
deícticos,
cuando
señalan
al
contexto
extraverbal.
Por ejemplo:
Son anafóricos en "A su hijo, lo crié" y catafóricos "Le dije a su madre".
• Los
pronombres
demostrativos.
Son
primariamente
deícticos,
pero
pueden
desempeñar
también
funciones
de
anáfora
y
catáfora.
Los
neutros
sustituyen
oraciones.
Por ejemplo:
Anáfora: Pedro y Juan son distintos, este es tímido y aquel tiene mucho carisma.
• Pronombres
relativos.
Por ejemplo:
Anáfora: El libro que me regalaste.
• Posesivos
de
3ª
persona
(los
de
1ª
y
2ª
tienen
función
deíctica).
Por ejemplo:
Anáfora: He visto a Juan, su cara me resulta familiar.
• Pronombres
indefinidos.
Por ejemplo:
Catáfora: Todos estaban allí: su padre, su madre y sus hermanos.
Anáfora: Había varios señores en la sala, algunos parecían impacientes.
• Los
interrogativos
son
catafóricos;
entablan
una
relación
textual
con
un
elemento
que
les
sigue
en
el
discurso.
Por ejemplo:
¿Quién ha venido? Juan.
14. 4.3.3.1.2. Los
proadverbios.
Especializados
en
sustituir
a
otros
adverbios
o
a
complementos
circunstanciales
dentro
del
texto.
Al
igual
que
los
demostrativos
son
elementos
primariamente
deícticos,
pero
pueden
dirigir
su
señalamiento
a
elementos
intratextuales.
Por
ejemplo:
Anáfora:
Juan
vive
en
el
campo,
dice
que
allí
el
tiempo
pasa
más
despacio.
4.3.3.2. Proformas
léxicas:
Ø Se
llaman
con
este
nombre
a
los
elementos
con
significado
léxico
que
actúan
como
sustitutos
de
otras
unidades
léxicas.
Por ejemplo:
Anáfora: Tanto tú como yo, cualquier persona tiene derecho a la libertad de expresión.
4.3.4. La
elipsis:
Es
la
omisión
de
un
elemento
que
el
contexto
permite
deducir.
Se
basa
en
el
principio
según
el
cual
toda
comunicación
ser
eficiente
y
evitar
repeticiones
inútiles.
Por ejemplo:
Tengo un coche y tú no ( ).