2. Título:
El acompañamiento en Fe y Alegría
Autor:
Ernesto Sardán
Equipo editorial:
Beatriz Borjas
Marielsa Ortiz
María Cristina Soto
Elvis Rodríguez
Corrección de textos:
Luis Ángel Barreto
Diseño, diagramación e ilustración:
Lucía Borjas
Edita y distribuye:
Federación Internacional de Fe y Alegría
Diagonal 35 (calle), 21-19
Bogotá, Colombia.
Teléfonos: (57-1) 3383790/3383792
www.feyalegria.org; federacion@feyalegria.org
ISBN: 978-980-7119-49-8
Depósito legal: 603 2011 370 2772
Impresión:
Editorial Kimpres Ltda.
Publicación realizada con el financiamiento de:
Centro Magis
Agencia Española de Cooperación
Internacional para el Desarrollo (AECID)
3. Presentación 7
Introducción
Unidad 1
El acompañamiento desde Fe y Alegría 12
La mirada de Fe y Alegría desde
el Ideario Internacional 15
El concepto de calidad en Fe y Alegría 17
La Pedagogía de la Educación Popular 18
Algunas construcciones teóricas sobre
acompañamiento en Fe y Alegría 20
El acompañamiento para Fe y Alegría:
Una aproximación conceptual 23
Unidad 2
Acompañamiento y formación 29
La formación en Fe y Alegría 32
El acompañamiento formativo 34
El acompañamiento de un proceso formativo 36
Unidad 3
Condiciones para el acompañamiento 40
Contextualización: lectura de la realidad 43
Sensibilización previa: encuentro con el otro 45
Clima de confianza: trabajando juntos 46
Proyección general: mirada al horizonte 48
El acompañamiento en Fe y Alegría 5
4. Unidad 4
Ciclo del acompañamiento 51
Detección de necesidades de acompañamiento 54
Planificación y organización del acompañamiento 55
Puesta en práctica del acompañamiento 55
Evaluación del acompañamiento 58
Continuidad del acompañamiento:
Comunidades de aprendizaje 59
Bibliografía 64
6 El acompañamiento en Fe y Alegría
5. Presentación
Este material educativo sobre Acompañamiento Pedagógico se
enmarca en los objetivos definidos por el Programa Formación
de Educadores de la Federación Internacional de Fe y Alegría.
Se trata de una propuesta encaminada a posicionar una “cultura
de acompañamiento” en las distintas instancias y niveles de Fe
y Alegría que busca responder a la necesidad de una formación
específica para los acompañantes pedagógicos (coordinadores
pedagógicos nacionales y regionales) con el fin de garantizar la
calidad de la educación en los centros educativos ubicados en
contextos vulnerables.
A partir de un diagnóstico y del reconocimiento de experiencias
llevadas a cabo por los diferentes equipos pedagógicos nacio-
nales, se ha estructurado una colección de seis libros, escritos
por educadores de Fe y Alegría con experiencia en acompaña-
miento y seguimiento que sirven como itinerario básico para
ser desarrollado y adaptado de acuerdo a las necesidades y cir-
cunstancias de cada país o región por quienes tienen la tarea de
acompañar las prácticas educativas.
“El Acompañamiento y la educación popular” y “El acompa-
ñamiento en Fe y Alegría” presentan el marco referencial del
acompañamiento con sus fundamentos, bases y principios gene-
rales desde la perspectiva de la educación popular y la misión
de Fe y Alegría.
“Crecer como acompañantes” invita a descubrir desde la re-
flexión del propio ser la capacidad para acompañar a otros.
El acompañamiento en Fe y Alegría 7
6. “Bitácora para acompañantes” y “Aprender del acompaña-
miento” ofrecen un considerable número de herramientas que
facilitarán la labor de los acompañantes y les ayudarán a apren-
der de este proceso mientras conforman, en conjunto con los
acompañados, comunidades de aprendizaje.
“Planificar para el cambio” brinda los elementos para soñar un
centro educativo, o para que los sueños se concreten, en otras
palabras, para orientar a los acompañados en la construcción
de planes de mejora necesarios para la transformación de las
prácticas pedagógicas.
Agradecemos a todos los que de una u otra forma participaron
en el proceso de elaboración de este material educativo y espe-
ramos que sea un aporte germinal para la reflexión y discusión
sobre las prácticas de acompañamiento, especialmente para
aquellas implementadas en la educación pública de la región
latinoamericana y del Caribe.
Ignacio Suñol s.j.
Coordinador General de la Federación
Internacional de Fe y Alegría
Bogotá, Junio 2011
8 El acompañamiento en Fe y Alegría
7. Introducción
Crecer siempre
es una excelente manera de vivir una perfecta juventud.
Detenernos, es envejecer y empezar a morir.
José María Vélaz
Breves Consignas a Fe y Alegría en sus 30 años
Fe y Alegría se define como un Movimiento de Educación
Popular, Integral y de Promoción Social que en esencia busca
transformar la sociedad a través de una propuesta ética, políti-
ca y pedagógica propia1. Para el logro de este propósito funda-
mental resulta inminente la participación de todos los actores
involucrados en nuestro movimiento, y cuando hablamos de ac-
tores, la mayoría de las ocasiones hacemos referencia explícita
a directores, docentes, padres y madres de familia y principal-
mente a estudiantes: niños2, adolescentes, jóvenes y adultos a
quienes están dirigidos nuestros servicios. Sin embargo, detrás
de cada centro educativo se encuentran muchas personas que
continuamente acompañan los procesos que se desarrollan, me-
diante la implementación de programas y proyectos educativos
de diversa naturaleza.
Esta labor de acompañamiento se viene desarrollando con dife-
rentes características en los distintos países donde Fe y Alegría
se encuentra presente, y es esta riqueza de experiencias y re-
flexiones la que se pretende recuperar de manera más o menos
ordenada en este documento, de tal forma que contemos con
un material que permita no sólo caracterizar lo que hacemos
sino vislumbrar un horizonte compartido.
1. XXXII Congreso Internacional de Fe y Alegría, La Educación Popular hoy y su concreción
en nuestras prácticas educativas formales y no formales. Documento Definitivo: 2001
2.Con el término niños hacemos referencia tanto a niños como a niñas
El acompañamiento en Fe y Alegría 9
8. El fin del presente texto es, en este sentido, orientar al per-
sonal técnico que trabaja en las distintas oficinas nacionales y
regionales, en algunos aspectos básicos y fundamentales sobre
la manera más adecuada de hacer acompañamiento a partir de
nuestras propias prácticas reflexionadas. Se trata de un punto
de partida para ir mejorando la puesta en práctica del acompa-
ñamiento, generando, al mismo tiempo, un “lenguaje común”
al respecto.
Con este propósito, se ha dividido este libro en cuatro unida-
des. En la primera unidad, y tal como señala su título, se pre-
sentan algunas aclaraciones y precisiones conceptuales sobre
el acompañamiento, rescatando tanto producciones teóricas
como reflexiones realizadas en distintos espacios internacio-
nales, nacionales y locales donde Fe y Alegría se encuentra
presente, y las distintas experiencias que se vienen dando. A
partir de todo esto, se propone una aproximación conceptual
sobre acompañamiento, que intenta recuperar los principales
elementos presentes en las diferentes nociones vertidas a este
respecto.
En una segunda unidad, se desarrolla el vínculo existente entre
formación y acompañamiento y la necesaria articulación que
estos dos procesos deben tener al momento de encarar las ta-
reas de mejora que se tengan que llevar a cabo en el marco de
cualquier proyecto en implementación.
La tercera está dedicada a un análisis de las condiciones que
deben generarse para desarrollar una labor de acompañamien-
to acorde con los propósitos integrales buscados mediante este
proceso. Por ello, se toma en cuenta la sensibilización previa,
el establecimiento del clima de confianza y el trabajo en equi-
po, la organización y planificación del acompañamiento.
10 El acompañamiento en Fe y Alegría
9. Finalmente, en la cuarta unidad, se describe el ciclo del acom-
pañamiento tomando en cuenta los distintos momentos que
se consideran importantes para desarrollar un proceso lo más
completo posible, que permita una sostenibilidad y continuidad
en el tiempo, desde la detección de las necesidades de acom-
pañamiento hasta la creación de Comunidades de Aprendizaje.
Si bien éste es un primer esfuerzo por dar a conocer los pro-
cedimientos, conceptualizaciones y formas de hacer acompa-
ñamiento en Fe y Alegría, se debe continuar en esta tarea de
discernimiento para mejorar el proceso de acompañamiento en
los distintos niveles y espacios de trabajo en los que Fe y Alegría
desarrolla sus labores.
El acompañamiento en Fe y Alegría 11
10. Unidad
El acompañamiento
1
desde Fe y Alegría
Del bosque salvaje quiero hacer un parque
donde los caminos y senderos
exploren el secreto de las grandes arboledas;
desentrañen la palabra
que sólo pronuncia rumores,
José María Vélaz,
Testamento
En Fe y Alegría se hace acompañamiento a los distintos procesos
educativos prácticamente desde su nacimiento institucional. El
padre José María Vélaz y sus estudiantes universitarios acom-
pañaron los procesos de enseñanza aprendizaje en aquel recor-
dado barrio de Catia (Caracas – Venezuela), y desde entonces,
aún cuando el nombre que se le ha dado a este proceso no ha
sido necesariamente ése, todas las personas involucradas en
este movimiento han acompañado el surgimiento y desarrollo
de cientos de escuelas y barrios. No obstante, resulta de suma
importancia aclarar, entre todos los que formamos parte de Fe
y Alegría, qué vamos a entender por acompañamiento y cuáles
serían sus principales características.
12 El acompañamiento en Fe y Alegría
11. A continuación presentaremos algunas concepciones teóricas
que los miembros de Fe y Alegría han manifestado en reuniones
internacionales, en encuestas y entrevistas realizadas en varios
países donde precisamente se indagaron estas concepciones so-
bre acompañamiento. También se rescatan de textos y artícu-
los desarrollados en Fe y Alegría algunas acepciones claves con
relación a la temática. A partir de todo ello, presentaremos
una aproximación conceptual, que busca recoger el sentido del
acompañamiento que la mayoría de las personas ha manifesta-
do en las reflexiones realizadas.
¿Qué es lo que entiendo por acompañamiento?
Actividad generadora
En un encuentro internacional de Fe y Alegría, que reunió a
miembros de algunos equipos técnicos nacionales y regionales
de diferentes países, se conocieron y establecieron una simpá-
tica amistad Isabel, Alfredo, Gabriela y Gonzalo. Isabel venía
de Buenos Aires (Argentina), Alfredo de Antioquia (Colombia),
Gabriela de Cochabamba (Bolivia) y Gonzalo de Santo Domingo
(República Dominicana).
El propósito del encuentro era el de definir la manera de enca-
rar el acompañamiento de las acciones de mejora en la gestión
El acompañamiento en Fe y Alegría 13
12. educativa de las escuelas implicadas en un proyecto federativo.
Para ello, se vislumbró la necesidad de analizar la manera en
la que se acompañaría este proceso en cada uno de los países.
Nuestros queridos amigos formaban parte de uno de los grupos
que se conformaron y después de una dinámica de autopresen-
tación en la que lograron establecer bastante confianza, em-
pezaron a dialogar sobre la experiencia vivida en cada uno de
los lugares de donde provenían. Luego de una amena y nutrida
conversación llegaron a una primera conclusión. Veamos de qué
se trata…
Alfredo: Compañeros…, después de no solo plantear, sino princi-
palmente escuchar sus opiniones, me parece importante
que como punto de partida debemos definir lo que es o
sería el acompañamiento en el marco de Fe y Alegría. A
mí se me hace un tanto difícil empezar a definir accio-
nes de acompañamiento, si –como hemos podido ver- no
tenemos claridad al respecto o si no hemos llegado a un
acuerdo sobre lo que sería el acompañamiento en sí.
Gabriela: Pues sí, Alfredo, je je je… me parece que nos hemos es-
tado “yendo por las ramas” justamente porque hay acti-
tudes y actos que para mí no corresponden a un acompa-
ñamiento, sino mas bien a una evaluación de proceso…
por ejemplo: hacer solamente preguntas sobre lo que se
ha estado haciendo y mantener una relación objetiva con
el acompañado… para mí no es acompañar.
Gonzalo: Me siento obviamente aludido, querida Gaby, y pienso
igual que Alfredo… necesitamos ponernos de acuerdo
porque creo que no me hice entender bien con eso de
hacer preguntas sobre el quehacer del maestro y sobre el
tema de mantener una relación objetiva. Yo me refería
a la necesidad de hacer preguntas “clave”, y a no ser
simplemente un confidente de penas y hasta llorar junto
al profesor sin vislumbrar una solución objetiva y clara…
Alfredo: Por eso, amigos … lleguemos a acuerdos. ¿Qué tal si em-
pezamos por preguntarnos qué es para mí el acompaña-
miento? Es decir, ¿cuál es la concepción que tengo del
acompañamiento desde mi práctica diaria?
Isabel: Esta bien, me parece buena idea… y creo que algo que
ayudaría bastante sería identificar algunos referentes ins-
titucionales que nos permitan definir al acompañamiento
en el ámbito de Fe y Alegría, tal como decía Alfredo.
14 El acompañamiento en Fe y Alegría
13. Este tipo de situaciones seguramente se repiten en las distin-
tas oficinas nacionales y regionales donde los equipos técnico-
pedagógicos van realizando tareas de apoyo a los centros edu-
cativos mediante la implementación de proyectos u otro tipo
de acciones. Seguramente muchas veces nos hemos preguntado
¿Qué es para mí acompañar? y otras veces seguramente nos ha
pasado que hemos emprendido tareas de acompañamiento sin
tener muy en claro lo que teníamos que hacer y ha sido con la
práctica que hemos aprendido a encontrarle un sentido a la ta-
rea de acompañar. Pero ahora, veamos si les podemos dar una
mano a Isabel, Alfredo, Gabriela y Gonzalo.
Empecemos pensando por unos minutos lo siguiente: ¿Qué con-
cepción tenemos del acompañamiento desde nuestra práctica?
A continuación, para darle más consistencia a esta concepción
les presentamos algunas ideas y nociones sobre el acompaña-
miento desde la Educación Popular que Fe y Alegría viene de-
sarrollando.
La mirada de Fe y Alegría desde el Ideario
Internacional
El apoyo que brinda Fe y Alegría a los distintos centros educa-
tivos y a todas las personas involucradas, tiene como punto de
partida la identidad institucional que la encontramos reflejada
El acompañamiento en Fe y Alegría 15
14. en nuestro Ideario Internacional3, cuyos dos primeros elemen-
tos expresan que:
• Fe y Alegría es un Movimiento de Educación Popular que,
nacido e impulsado por la vivencia de la Fe Cristiana, frente
a situaciones de injusticia, se compromete con el proceso
histórico de los sectores populares en la construcción de
una sociedad justa y fraterna.
• Fe y Alegría opta por los pobres y, en coherencia con ello,
escoge los sectores más necesitados para realizar su acción
educativa y de promoción social; desde allí, dirige a la
sociedad en general su reclamo constante en búsqueda de
un mundo más humano.
Estos dos aspectos -que deben estar presentes en cualquier ac-
ción desarrollada en Fe y Alegría- se constituyen en nuestro
punto de partida y manifiestan nuestro compromiso vital con los
sectores populares empobrecidos que reclaman, muchas veces
desde el silencio, un mundo más humano y justo.
Por otro lado, el hecho de definirnos como Movimiento de
Educación Popular señala asimismo, el campo desde el cual Fe
y Alegría ha pensado contribuir con firmeza a la construcción de
esta nueva sociedad: el educativo, pero desde un planteamien-
to propio de educación popular, en tanto la concebimos como
una propuesta ética, política y pedagógica para transformar la
sociedad, de modo que los excluidos se conviertan en sujetos
de poder y actores de su vida y de un proyecto humanizador y
transformador de sociedad y de nación4 aplicable en ámbitos
formales y no formales.
3. Ideario Internacional de Fe y Alegría, XV y XVI Congresos Internacionales: Mérida (Ve-
nezuela) y San Salvador (El Salvador), 1984 y 1985.
4. XXXII Congreso Internacional de Fe y Alegría, La Educación Popular hoy y su concreción
en nuestras prácticas educativas formales y no formales. Documento Definitivo: 2001
16 El acompañamiento en Fe y Alegría
15. Desde esta perspectiva, vemos que el acompañamiento debe
asumir esta cualidad transformadora a través del apoyo que se
brinda a los centros educativos donde se impulsa la construc-
ción de la sociedad que soñamos. De igual manera, se entiende
que el acompañamiento debe ser un proceso que enfatice el
apoyo a la persona, al individuo que actúa y no solamente a
sus actos, puesto que es el ámbito de lo humano desde donde
estamos seguros que se logran los cambios más significativos.
El concepto de calidad en Fe y Alegría
Fe y Alegría entiende que para transformar verdaderamente la
situación actual, la educación que desarrollemos tiene que ser
de calidad, y esta calidad de la que hablamos debe desprender-
se de nuestra intencionalidad, de nuestra opción, de nuestros
valores y de nuestro compromiso institucional. Veamos enton-
ces qué entendemos por “educación de calidad”:
“Educación de calidad, para Fe y Alegría, es la que
forma la integralidad de la persona potenciando el
desarrollo pleno de todas sus dimensiones, la que
valora su unicidad individual y su pertenencia socio-
cultural favoreciendo la apropiación y construcción
personal y colectiva de conocimientos, actitudes y
habilidades; es la que capacita para mejorar la calidad
de vida personal y de la comunidad, comprometiendo
a las personas en la construcción de una sociedad más
justa y humana. Educación de calidad es la que se
caracteriza por una práctica educativa y de promoción
social entendidas como proceso concientizador,
transformador, participativo, solidario, reflexivo,
relevante, creativo, equitativo, eficiente y eficaz,
elaborado desde y con los excluidos, que promueve un
El acompañamiento en Fe y Alegría 17
16. liderazgo grupal sin exclusión, donde cada uno tiene
un lugar en el quehacer de la comunidad”5.
Ahora bien, para que nuestros centros educativos desarrollen
procesos de calidad es ciertamente necesario realizar un tra-
bajo de acompañamiento, que guarde coherencia con estos
principios institucionales y permita afianzar adecuadamente la
formación integral y transformadora de todos los niños, niñas,
jóvenes y adultos a quienes dirigimos nuestro servicio.
Se torna bastante difícil garantizar que nuestros destinatarios
logren apropiarse y construir desde sí mismos conocimientos,
actitudes y habilidades que mejoren su calidad de vida personal
y colectiva, si no realizamos desde los equipos técnicos pedagó-
gicos el acompañamiento a todas aquellas prácticas educativas
emprendidas por los centros, más aún si queremos que tengan
las características que buscamos. Y lo más importante: si pro-
curamos un desarrollo integral de las personas a quienes servi-
mos, nuestro acompañamiento debe ser igualmente integral. Si
deseamos que realicen prácticas educativas concientizadoras,
transformadoras, participativas, solidarias, reflexivas, relevan-
tes, creativas, eficientes y eficaces, el acompañamiento que
realicemos debe contar con estas cualidades.
La pedagogía de la educación popular
En concordancia con el Ideario Internacional y el concepto de
calidad antes citado, otro de los referentes institucionales que
sin lugar a dudas conlleva mucha importancia es la propuesta
integral propia de la pedagogía de la educación popular que se
busca consolidar en Fe y Alegría.
5. XXXIV Congreso Internacional de Fe y Alegría: La Calidad de la Educación Popular. Una
aproximación desde Fe y Alegría, Bogotá (Colombia), 2003.
18 El acompañamiento en Fe y Alegría
17. Antonio Pérez Esclarín, en su conocido libro sobre la Educación
Popular de Fe y Alegría6 plantea una serie de nociones impor-
tantes sobre las características filosóficas y prácticas del tipo
particular de pedagogía que se asume institucionalmente.
Aquí nos concentraremos en la propuesta integral y multidi-
mensional que plantea, recordando que ésta responde a la in-
tencionalidad explicitada tanto en el ideario como en la con-
cepción de calidad antes referidos. Así, se señala que la peda-
gogía permite justamente integrar este “deber ser” (los fines) y
el “hacer”, mediante principios y orientaciones generales que
se concretizan en la prácticas de cada educador.
De esta manera, la propuesta consiste en trabajar de manera
conjunta diez dimensiones o vitalidades de la persona:
1) La dimensión psico-afectiva con una pedagogía del amor y
la alegría.
2) La dimensión espiritual con una pedagogía evangelizadora.
3) La dimensión corporal con una pedagogía de la salud y la
valoración y el respeto del cuerpo.
4) La dimensión intelectual, con una pedagogía de la pregun-
ta y de la investigación.
5) La dimensión socio-política, con una pedagogía del diálogo
y la participación.
6) La dimensión productiva, con una pedagogía del trabajo y
el desarrollo sustentable.
7) La dimensión estética, con una pedagogía de la expresión
y la creatividad.
6. Pérez Esclarín, Antonio La educación popular y su pedagogía, Colección “Programa
Internacional de Educadores Populares” Fe y Alegría, 2004.
El acompañamiento en Fe y Alegría 19
18. 8) La dimensión cultural con una pedagogía de la incultura-
ción, la interculturalidad y la multiculturalidad.
9) La dimensión ética, con una pedagogía de los valores.
10) La dimensión histórica, con una pedagogía de la identidad
y la esperanza.
Todas estas dimensiones configuran una real integralidad de la
persona y por lo tanto, si deseamos desarrollarlas en su comple-
titud, no podemos trabajarlas de manera aislada. Ahora bien,
el trabajo pedagógico que intentamos día a día que nuestros
educadores practiquen con nuestros estudiantes, también debe
implicarnos a nosotros desde el acompañamiento que reali-
zamos. Es decir, es importante acompañar a las personas que
llevan adelante los centros -desempeñando la función que sea-
desde esta misma multidimensionalidad integral.
El acompañamiento que realizamos debe implicar un apoyo a
todo el ámbito vital de las personas con quienes trabajamos.
Por lo tanto, debemos estar atentos en todo momento a su di-
mensión psicoafectiva, espiritual, corporal, intelectual, socio-
política, productiva, estética, cultural, ética e histórica, pues-
to que sólo así lograremos desarrollar un verdadero y significa-
tivo avance hacia el logro de nuestros principios y propósitos
institucionales.
Algunas construcciones teóricas sobre acompaña-
miento en Fe y Alegría
En Fe y Alegría, el trabajo de apoyo que realizan los equipos
técnico pedagógicos hacia los centros educativos, nos ha movi-
do constantemente a la reflexión. Uno de los aspectos que más
ha preocupado se relaciona justamente con la manera más ade-
cuada en la que deberíamos hacer este trabajo y las principales
características que éste debería tener.
20 El acompañamiento en Fe y Alegría
19. Por esta razón, veamos a continuación algunos de los plantea-
mientos más actuales realizados por miembros de Fe y Alegría,
tanto a partir de reflexiones surgidas en reuniones internacio-
nales como de testimonios provenientes desde su mismo lugar
de trabajo.
Por ejemplo, entre finales de septiembre y principios de octu-
bre de 2009, la Comisión Internacional del Programa Formación
de Educadores Populares se reunió para reflexionar sobre el
acompañamiento y sus implicaciones. En aquella oportunidad
surgieron algunas interesantes nociones que rescatamos a con-
tinuación:
• El acompañamiento tiene muchos elementos, en realidad
su complejidad, debería hacernos pensar en un sistema
que implica diferentes variables y niveles.
• El acompañamiento es un proceso relacional y vinculante
que conlleva diálogo
• El acompañamiento, más allá de ser la resolución de pro-
blemas técnicos, debe contribuir a construir el horizonte a
partir del propio contexto y de la mirada innovadora.
• Tenemos un primer referente y es la necesidad de acompa-
ñar y ser acompañados. Todos necesitamos de acompaña-
miento de acuerdo con los diferentes niveles.
• El acompañamiento debe ser realizado desde la integrali-
dad, esto significa que se debe superar la visión fragmen-
tada y eventual.
• El acompañamiento se realiza en el marco de la formación
permanente y busca potenciar la autonomía funcional.
• El ideal del acompañamiento es realizarlo en comunidades
de aprendizaje, que incluyan la historia, los discursos, len-
guaje y procesos comunes.
Por otro lado, el Programa 1: Mejora de Calidad Educativa,
que ha desplegado importantes acciones de transformación en
las escuelas donde se vienen implementando los planes de me-
jora, ha situado el acompañamiento como una condición esen-
El acompañamiento en Fe y Alegría 21
20. cial para seguir avanzando. El apoyo y el diálogo con los centros
educativos ha sido señalado como sustancial en el logro del cre-
cimiento integral que se desea.
Finalmente, rescatamos aquí las nociones sobre acompaña-
miento de algunos equipos técnicos que han sido recogidas en
algunas encuestas y entrevistas realizadas. Presentamos a con-
tinuación las principales ideas expresadas:
[El acompañamiento es:]
• Estar al lado de…, es el poder estar con el centro, pero
más a nivel de equipos de dirección.
• Sentir y tener que hay alguien caminando con ellos
(directores de Centros Educativos, educadores, padres
y madres).
• Estar junto al otro, orientarlo, escucharlo, plantear
propuestas conjuntas, crear espacios para el diálogo
(humano), conocer la realidad, los procesos, lo que
se hace y lo que se planifica en los centros educativos
(procesos pedagógicos).
[Mediante el acompañamiento:]
• Se reafirma que lo que hacen, lo hacen bien. Para
reconocer su trabajo, en el acompañamiento se les dice
“vas bien pero hay cositas que debes organizar en tu
colegio”.
• Se va junto al centro en su caminar hacia la consecución
de los objetivos trazados. Implica estar atento,
pendiente a las necesidades que surjan y poder brindar
la orientación requerida, en el momento oportuno, sin
dejar que el centro mismo sea el protagonista de su
propio crecimiento.
• Se organiza el centro en la visita. Los centros son
independientes para algunas cosas pero son dependientes
de nosotros para definir otras.
• Se enfatiza el acompañamiento humano.
• Se deben articular los diferentes ámbitos y espacios que
conforman la escuela. Por tanto, el acompañamiento
22 El acompañamiento en Fe y Alegría
21. juega un papel fundamental en la integración de todos
los actores/actrices de la comunidad educativa.
Estas concepciones planteadas por las personas que realizan la-
bores de acompañamiento en las distintas oficinas nacionales y
regionales de Fe y Alegría, guardan coherencia con las reflexio-
nes realizadas por la Federación Internacional de Fe y Alegría,
y podríamos decir que se constituyen en una muestra de gran
parte de las opiniones seguramente existentes en los diferentes
países que conforman esta gran familia.
A continuación, intentemos, en consecuencia, proponer una
aproximación conceptual acorde con los referentes institu-
cionales citados -vale decir, con el ideario internacional, la
concepción de calidad educativa, la pedagogía de la educación
popular- y con las nociones, ideas y opiniones expresadas por
algunos miembros de Fe y Alegría.
El acompañamiento en Fe y Alegría: Una aproxi-
mación conceptual
Tal como hemos podido evidenciar, en nuestra institución el
acompañamiento es definido de distintas maneras por los dis-
tintos equipos de trabajo de nuestro movimiento, pero en ge-
neral tienen de trasfondo un mismo sentido.
De esta manera, en un lenguaje sencillo y concreto, podríamos
decir que:
El acompañamiento es un proceso de acercamiento y
apoyo integral y sistemático, de una o más personas
respecto a otra u otras, donde se busca establecer una
relación horizontal de confianza y colaboración para
la mejora de los procesos educativos desarrollados en
los distintos niveles y ámbitos de trabajo institucional.
El acompañamiento en Fe y Alegría 23
22. Esta no es necesariamente una definición. Se recalca que se
trata del sentido o de la dirección que se insinúa al momento
de hablar de acompañamiento desde las distintas personas que
participan en los diversos equipos nacionales y regionales que
forman parte de este movimiento de educación popular y en
los distintos espacios de reflexión que se han ido presentando.
Así, podríamos señalar que se constituye en una aproximación
conceptual.
Ahora bien, el hecho de que este sentido se encuentre en el
trasfondo también hace referencia a que no se encuentra sufi-
cientemente evidenciado, por lo que resulta importante posi-
cionarlo en los distintos ámbitos de intervención institucional.
Resaltemos a continuación algunos de los elementos mencio-
nados.
Por un lado se señala que se trata de un proceso. Es decir,
implica una serie de acciones que se van desarrollando en el
tiempo, en un sentido progresivo. En este transcurrir del tiem-
po se van obteniendo resultados, a veces de manera rápida,
otras tantas poco a poco. No es algo que se pueda lograr de un
momento para otro, conlleva una serie de elementos que se van
articulando y hallando forma.
En segundo lugar, se trata de un acto de acercamiento. El acer-
camiento justamente hace referencia a estar cerca a, a aproxi-
marse al otro. Por lo tanto, no se trata de perseguir ni de vigilar
sus acciones. Es decir: no se trata de estar detrás (perseguir) ni
de mirar desde arriba (vigilar), se trata de estar al lado.
Estar al lado supone compartir sus preocupaciones y proble-
máticas, asumirlas como parte de nuestros propios problemas,
involucrarse con las dificultades del otro, pero con una actitud
no de “paño de lágrimas”, sino de apoyo real y concreto para
24 El acompañamiento en Fe y Alegría
23. que se superen de manera efectiva las dificultades con las que
se estarían tropezando. De esta manera, se trata de estar al
lado en la dinámica de las acciones desarrolladas con un nivel
importante de interacción participativa.
Este apoyo no sólo será a una parte del trabajo realizado, ten-
drá que ser un apoyo integral, en el entendido de que las per-
sonas y las dificultades con las que tropezamos son multidi-
mensionales. La persona a la que estoy apoyando puede tener
dificultades con la utilización de alguna estrategia pedagógica
determinada, pero no sólo por una falta de conocimiento téc-
nico de la estrategia sino por problemas de seguridad, de con-
fianza, de relacionamiento con otras personas.
En Fe y Alegría, como recordamos en el acápite correspondien-
te a la pedagogía de la educación popular, se toman en cuenta
diez dimensiones transversales a la persona7 que caracterizan
precisamente esta complejidad del ser humano. Por otro lado,
las dificultades por las que se puede atravesar se ubican en
el aspecto conceptual (saber), procedimental (saber hacer) o
actitudinal (ser) con toda la multiplicidad de variables y cruces
de variables que esto supone. Es decir, se acompaña a la perso-
na y su complejidad, y también, al trabajo que desarrolla y la
complejidad que este trabajo conlleva. La persona y el trabajo
que realiza son indisociables, por lo tanto el acompañamiento
no puede disociarse. No puedo acompañar a la persona, des-
cuidando el acompañamiento de sus labores, y tampoco puedo
concentrarme sólo en sus labores, sin tomar en cuenta a la per-
sona que las realiza.
Al margen de ser integral, el apoyo tiene que ser sistemático
y no puntual, es decir, se trata de un proceso continuo y sos-
tenido de trabajo conjunto entre acompañante y acompañado.
7. Pérez Esclarín, Antonio La educación popular y su pedagogía, Colección “Programa
Internacional de Educadores Populares” Fe y Alegría, 2004.
El acompañamiento en Fe y Alegría 25
24. Dada una dificultad determinada, y después de haber analiza-
do y acordado una posible solución, es importante acompañar
las acciones que transformen esa situación negativa, ya que la
falta de continuidad en el apoyo puede ocasionar que el acom-
pañado desista en su proceso de cambio, ya sea porque se haya
presentado un fracaso preliminar o porque hayan surgido inde-
cisiones o dudas al momento de llevar a cabo las acciones.
Considerando otro aspecto de la aproximación conceptual, ve-
mos que el acompañamiento puede ir más allá de la relación
entre un acompañante y un acompañado; puede involucrar
a más personas. Es posible que un acompañante trabaje con
varios acompañados o que varios acompañantes trabajen con
sólo un acompañado. Finalmente, cabe la posibilidad de que
un grupo o equipo de acompañantes trabajen con un grupo o
equipo de acompañados. Esto, que parece obvio, es importante
evidenciarlo en tanto muchas veces se ha dado por sentado que
el acompañamiento se efectúa únicamente cuando se trata de
un trabajo entre dos personas.
Otro aspecto planteado es el establecimiento de una relación
horizontal de confianza y colaboración. Esto quiere decir que
el acompañante no debe posicionarse en un nivel superior al del
acompañado en tanto ambos comparten una misma preocupa-
ción frente a una situación determinada. Esto implica generar
un ambiente de confianza que permita expresar lo que se pien-
sa y se siente, con franqueza y libertad. Sólo de esa manera se
podrá establecer una relación de cooperación que conduzca al
logro de los objetivos previstos.
Esto nos lleva al último componente de la aproximación con-
ceptual planteada, nos referimos al propósito del acompaña-
miento, al “para qué” de este proceso: la mejora de los proce-
26 El acompañamiento en Fe y Alegría
25. sos educativos en los distintos niveles y ámbitos de trabajo
institucional. Este es el norte de cualquier acompañamiento:
mejorar nuestras acciones educativas desde el lugar donde nos
encontremos. Desde un nivel general como el ministerial o el
federativo en el caso de Fe y Alegría hasta un nivel específico
como el de un centro educativo. Ya sea en el ámbito de la edu-
cación formal como en el de la educación alternativa, técnica o
especial. El sentido del acompañamiento apunta hacia la mejo-
ra de la calidad de lo que hacemos en materia educativa, para
que esto a su vez, nos permita contribuir a la transformación
de esta sociedad actual en una sociedad más justa y equitativa.
En los centros educativos hemos constatado que es necesario
seguir mejorando los procesos de gestión directiva, de enseñan-
za-aprendizaje, de convivencia y construcción de ciudadanía y
de relación interactiva escuela-comunidad. Cada uno de estos
procesos conlleva su propia complejidad y hay que continuar
afianzándolos para complementar cada vez más la propuesta
de Fe y Alegría.
Actividades de síntesis y de acción
El acompañamiento en Fe y Alegría es un proceso que se ha ido
implementando con diferentes matices en los distintos países
donde se encuentra presente, sin embargo, las experiencias y
reflexiones que se realizan guardan en esencia un mismo sen-
tido en tanto parten de los mismos referentes institucionales.
El acompañamiento en Fe y Alegría 27
26. En esta primera parte se han considerado principalmente tres:
El Ideario internacional, el concepto de calidad educativa, y la
propuesta integral de educación popular. A partir de todo ello,
se ha esbozado una aproximación conceptual sobre acompaña-
miento que estamos seguros se irá mejorando con el transcurso
de los años.
Retomemos ahora la situación en la que se encontraban nues-
tros amigos. Ellos también tienen una definición de acompa-
ñamiento, indican que sería algo así como “una actividad de
colaboración tanto a la persona como a su práctica educati-
va con el fin de mejorar su desempeño integral”. A partir de
ello, realicemos las siguientes actividades…
1. Reflexionemos… ¿Qué elementos sugerirías que Isabel,
Gabriela, Gonzalo y Alfredo modifiquen de esta definición
para colaborar con ellos? ¿Cuáles quitarías y cuáles otros
incorporarías? ¿Cómo formularías otra posible definición?
2. Recordemos los contenidos planteados en esta primera par-
te. ¿Te ayudaron en la concepción que tenías sobre acom-
pañamiento? ¿Reforzaste algunas de tus ideas? ¿Cambiaste
otras?
3. Analicemos la aproximación conceptual planteada en el
texto. ¿Cuáles son los componentes o elementos de esta
aproximación conceptual que consideras clave en tu des-
empeño como acompañante? ¿En qué grado consideras
estos aspectos del acompañamiento en tu trabajo como
acompañante?
4. Finalmente, elaboremos un decálogo del acompañante
de acuerdo a estos elementos clave que identificaste en
la aproximación conceptual. Recordemos que un decálogo
es un listado de principios que deben seguirse a modo de
normas deseables. Te sugerimos que sean de cinco a diez
principios o normas. ¡Adelante!
28 El acompañamiento en Fe y Alegría
27. Unidad 2
Acompañamiento y formación
“Fe y Alegría ha nacido, por encima de todo, para ir suprimiendo,
con paciencia... eficacia y justa indignación, esta injusticia radical,
que cultiva en unos la inteligencia como arma de nobleza,
de aristocracia y de poder y deja a otros en la debilidad
y en la inferioridad de la ignorancia y en la servidumbre”
José María Vélaz,
Fe y Alegría, Red de Relaciones Humanas
Hemos caracterizado el acompañamiento que realiza –o que
debe realizar- Fe y Alegría, desde una aproximación conceptual
propuesta a partir de una reflexión sobre nuestras experiencias.
Veamos ahora como se vincula esta labor de apoyo con otro
proceso igualmente importante: la formación. No es la idea de
este texto extenderse en los pormenores de la formación, dado
que ha sido ampliamente abordada en Fe y Alegría en distintos
El acompañamiento en Fe y Alegría 29
28. documentos8, pero sí nos interesa precisar que se constituye en
una acción relacionada con la tarea de acompañar.
¿Cómo se articula el acompañamiento con la for-
mación?
Actividad generadora
Isabel, Alfredo, Gonzalo y Gabriela han retornado a sus lugares
de trabajo. Ya han definido las acciones de acompañamiento
que deben realizar en los Centros Educativos implicados en el
proyecto; fue muy útil haber clarificado previamente sus con-
cepciones sobre este proceso. Así, una de las tareas que deben
apoyar es la realización de sistematizaciones de experiencias
por parte de los educadores, esto implica llevar a cabo algunos
talleres formativos y acompañar las sistematizaciones que se
vayan implementando. Veamos a continuación un breve diálo-
go que tuvieron, vía chat, Alfredo y Gabriela al respecto.
8. FE Y ALEGRÍA (1998). La formación docente en la escuela, Colección “Procesos Educati-
vos” Nº7, Centro de Formación Padre Joaquín, Maracaibo.
FE Y ALEGRÍA (2001), La formación del docente necesario, Colección “Procesos Educati-
vos” Nº16, Centro de Formación Padre Joaquín, Maracaibo.
FE Y ALEGRÍA (2004), Colección “Movimiento Pedagógico” La formación desde la prácti-
ca, Nº 36, Año VIII, Centro de Formación Padre Joaquín, Maracaibo.
FE Y ALEGRÍA (1996), XXVI Congreso Internacional de Fe y Alegría “Formación de Forma-
dores”.
30 El acompañamiento en Fe y Alegría
29. Gabriela: Alfred…¿estás por ahí?
Alfredo: Hooola mi estimada Gaby, qué bueno saber de tí…
Gabriela: Je je je… qué bueno que te encuentro. ¿Sabes?, estoy
en esto de planificar mis talleres sobre sistematización
y, claro, tal como quedamos, también estoy contem-
plando el proceso de acompañamiento que tendría que
realizar… Había pensado situar mis labores de acompa-
ñamiento luego de estos talleres, pero me dí cuenta que
me serviría mucho hacer un acompañamiento previo a los
talleres como parte de mi diagnóstico, de tal manera que
pueda conocer más sobre lo que evidentemente saben
sobre acompañamiento … pero no sé si estoy confundien-
do procesos. ¿Tú qué opinas?
Alfredo: Pues, mira, ahora que lo planteas, me parece que siem-
pre he concebido al acompañamiento como un apoyo a
la formación, pero como tú estabas pensando… Es decir,
sólo en una etapa posterior. Ahora que me pongo a pen-
sar, es muy probable que a varios de mis profes, en rea-
lidad, les haga falta un acompañamiento para empezar a
sistematizar, dado que he sabido que han participado en
cursos y talleres sobre esto… es decir, podríamos hacer
acompañamiento formativo.
Gabriela: Muy interesante… le voy a dar vueltas al asunto y te co-
mento en otro momento lo que haya resuelto hacer… así
me das algunos consejos.
Alfredo: Claro que sí… con mucho gusto.
Gabriela y Alfredo se han encontrado con la necesidad de arti-
cular adecuadamente dos procesos: acompañamiento y forma-
ción. ¿Qué les parece si les damos una mano en los cuestiona-
mientos que se realizan? Para ello, pensemos por un momento
en la manera en la que estos dos procesos pueden relacionarse
armónicamente para que se pueda lograr una meta común: la
mejora de las prácticas educativas. En este caso, se trata de
que los educadores aprendan a sistematizar o fortalezcan su
El acompañamiento en Fe y Alegría 31
30. práctica de sistematización. ¿Cómo pueden abordarse ambos
procesos de manera armónica y sinérgica?
En seguida, les presentamos algunos contenidos que tienen el
propósito de ayudar al esclarecimiento de estos aspectos.
La formación en Fe y Alegría
En Fe y Alegría, pese a que no se cuenta con una definición
“oficial”9, entendemos institucionalmente que la formación es
un proceso de transformación de la manera de pensar, ser y ac-
tuar de una persona. Este proceso, en Fe y Alegría, se caracte-
rizaría, entonces, por su carácter integral y su intencionalidad
liberadora y transformadora, tal como Antonio Pérez Esclarín
nos plantea:
“La propuesta formativa de Fe y Alegría implícita en el
Ideario, con su énfasis en la cons rucción de hombres
t
y mujeres nuevos, que sean capaces de hu anizar la
m
cultura y el país, im lica asumir un tipo de formación
p
que transforme profundamente la manera de pensar,
la manera de ser y la manera de actuar del do ente,
c
pues está claro que si bien uno explica lo que sabe o
cree sa er, uno enseña lo que es”10.
b
9. En los Congresos Internacionales en los que se esperaría contar con una definición de
formación, como es el caso del Congreso de 1996 en Bolivia (Formación de Formadores),
en realidad sólo se tienen algunas líneas de acción y algunas caracterizaciones de lo que
se espera con la formación, más no un concepto como tal.
10. Pérez Esclarín, A. La formación docente en Fe y Alegría, en http://www.feyalegria.
org/?caso=2&idSeccion=29&id=240
32 El acompañamiento en Fe y Alegría
31. En este punto se enfatiza el carácter integral y transformador
de la formación, que es una impronta de muchos otros proce-
sos que se emprenden en el marco de Fe y Alegría, como es el
caso de la evaluación o el acompañamiento, que es materia
central del presente texto. Pero para Pérez Esclarín, la forma-
ción puede concebirse además como un proceso de liberación y
autodeterminación:
“Frente a la degrada ión del hecho formativo que se
c
reduce con demasiada frecuencia a la adquisición de
algunos cono imientos y al desarrollo de deter inadas
c m
destrezas o habilidades, concebimos la formación
como un proceso de liberación individual, grupal y
social. Formarse será fundamentalmente construirse,
planificarse, inventarse, llegar a desarrollar todas las
potencialida es de la persona”11
d
Con todo ello podríamos decir que si la formación implica un
cambio en el ser y en el hacer de la persona, y es esta transfor-
mación la que se constituiría en el propósito fundamental de la
formación:
“La razón de ser de la formación es la transformación.
Formar para transformar que pudiera parecer una con-
signa, es en realidad la esencia del significado de la
formación en Fe y Alegría”12
En cualquier caso, el proceso de transformación requiere, al
parecer, de una fase previa. Es decir, para que la formación
adquiera este carácter de cambio profundo es necesario, en
primera instancia, un proceso de desmontaje de los saberes
11. Idem. Op cit.
12. Fe y Alegría. La formación del docente necesario, Colección “Procesos Educativos”
Nº 16.
El acompañamiento en Fe y Alegría 33
32. previos, de desaprendizaje de concepciones y prácticas tradi-
cionales.13
En este sentido, la formación sería un proceso de construcción
de una nueva persona, que se transforma a sí misma y trans-
forma la realidad que le circunda con el objetivo a su vez, de
construir un nuevo mundo, más equitativo, justo y solidario.
Ahora bien, entendiendo que en Fe y Alegría los encargados de
brindar o facilitar este tipo de formación a los educandos son
los docentes y los educadores en general, es con ellos con quie-
nes debemos consolidar este tipo de formación transformadora.
Para sintetizar; la formación para Fe y Alegría es un proceso de
liberación y transformación integral de la persona, que implica
reconocer los saberes previos de cada uno para luego trabajar
dos momentos fundamentales: un momento de desaprendizaje,
y otro de construcción de nuevas maneras de pensar, ser y ac-
tuar, que le permitan a su vez transformar la realidad injusta
que se vive.
El acompañamiento formativo
Entendiendo que en Fe y Alegría concebimos la formación como
un proceso de construcción y desarrollo integral de las poten-
cialidades, lo cual implica una transformación de la persona
y del quehacer pedagógico14, el acompañamiento podría con-
cebirse como un proceso formativo en sí mismo, dado que, el
estar junto al acompañado y dialogar reflexivamente sobre su
práctica, pueden generarse transformaciones de su labor.
13. Ibidem Op cit.
14. Pérez Esclarín, A.(1997) Formación docente en Fe y Alegría, en http://www.feyale-
gria.org/?caso=2&idSeccion=29&id=240
34 El acompañamiento en Fe y Alegría
33. En este sentido, podríamos definir al acompañamiento formati-
vo de la siguiente manera:
“Un acompañamiento formativo es aquel que orienta,
dialoga, cuestiona, confronta con resultados, ayuda a
ver debilidades y fortalezas, recuerda compromisos
acordados, propone alternativas, anima, asegura la
continuidad de los planes...” 15
De esta manera bien se podría decir que: al acompañar forma-
mos y al formar transformamos.
Avanzando un poco más allá en la reflexión sobre el acompaña-
miento formativo, González, plantea lo que sería el acompaña-
miento formativo integral, el mismo que define como un:
“Proceso educativo humanizador donde dos o más
personas en relación fraterna y cercana, se brindan
apoyo crítico, sistemático y continuo en el desarrollo
integral de su ser y quehacer educativo desde la
perspectiva de la educación popular”16
Este planteamiento sigue la línea de la aproximación concep-
tual previamente presentada sobre el acompañamiento, y el
carácter formativo de este proceso, en tanto puntualiza tres
aspectos fundamentales:
• Primero: Sitúa al acompañamiento como un momento
de interacción, que implica un apoyo crítico,
sistemático y continuo.
• Segundo: Plantea al acompañamiento como formativo
en sí mismo.
15. Fe y Alegría. La formación del docente necesario, Colección “Procesos Educativos” Nº
16.
16. González, José Adalberto (2004), “Aprender a acompañar, acompañando”, en Revista
Movimiento Pedagógico Nº 36: La formación desde la práctica, Año VIII, Fe y Alegría.
El acompañamiento en Fe y Alegría 35
34. • Tercero: Al mismo tiempo, aporta un elemento funda-
mental: el carácter humanizador que implica
este proceso, lo cual evidencia aún más su sen-
tido integral y su cualidad horizontal y frater-
na.
Después de la revisión de estos interesantes aportes, resulta
claro que al momento de acompañar en el fondo se están for-
mando el acompañante y el acompañado, en tanto el hecho
de dialogar con una persona y señalar sus aciertos y errores le
pueden permitir transformar su práctica educativa.
El acompañamiento de un proceso formativo
En otros muchos casos, se ha podido constatar que la transfor-
mación de la práctica supone la adquisición o desarrollo de nue-
vas competencias. La implementación de una nueva estrategia
de enseñanza, la aplicación de un recurso didáctico contempo-
ráneo, el empleo de instrumentos de evaluación más actuali-
zados y otras acciones, generalmente requieren de un proce-
so formativo. Este proceso formativo puede ser previo, si se
efectúa antes de implementar las acciones correspondientes, o
paralelo, si se desarrolla conforme se van implementando los
cambios en la práctica educativa.
Ahora bien, la experiencia nos ha permitido establecer que el
desarrollo de un proceso formativo determinado, con docentes,
sea este puntual o más sostenido en el tiempo, no necesaria-
mente ha tenido como consecuencia la aplicación en aula de
los saberes adquiridos. Se conocen muchas experiencias en Fe
y Alegría sobre la realización de cursos, talleres y otros, que
despertaron mucho interés y sobre los cuales los educadores
han mostrado su completa satisfacción. Sin embargo, al pare-
cer, estos conocimientos no se ponen en práctica debido a dos
posibles razones:
36 El acompañamiento en Fe y Alegría
35. • Los cursos, pese a ser exitosos, plantean innovaciones pe-
dagógicas de carácter teórico, practicables en situaciones
un tanto ideales que muchas veces no pueden aplicarse a
las diferentes realidades particulares del trabajo en aula.
• Los cursos pueden plantear aspectos eminentemente prác-
ticos que, al aplicarse a realidades concretas de aula, en
principio no tienen el éxito deseable. Esto genera frus-
traciones iniciales y los docentes por lo general desisten
en el intento debido a que no cuentan con un soporte u
orientación adecuada que apoye y aliente la mejora de su
práctica pedagógica.
En este caso, la implementación de un acompañamiento sis-
temático se constituye en una necesidad clave si pretende-
mos generar una transformación real de la práctica educativa.
Este tipo de acompañamiento, posterior o paralelo al curso,
taller, seminario, u otro evento formativo, busca afianzar un
aprendizaje concreto y conlleva una tarea de adecuación de los
contenidos considerados a las circunstancias particulares del
acompañado y un apoyo más cercano y específico a las acciones
desarrolladas por éste.
Podríamos decir que, en tanto el acompañamiento formativo
acompaña el cambio a partir de la reflexión y orientación desde
la práctica del acompañado, el acompañamiento de un proceso
formativo previo o paralelo, acompaña el cambio a partir de la
reflexión y orientación en la puesta en práctica de nuevas com-
petencias adquiridas o desarrolladas en tal proceso y en función
a la implementación de alguna innovación educativa17.
17. Es decir, en un sentido amplio, innovar supone introducir un cambio en la práctica
educativa, ya sea incorporando, por ejemplo, algún recurso didáctico contemporáneo, o
un recurso didáctico que sin ser muy actual, sea nuevo para un educador determinado.
El acompañamiento en Fe y Alegría 37
36. Actividades de síntesis y de acción
Tal como hemos podido ver, el acompañamiento y la formación
son dos procesos que se encuentran ampliamente relacionados
y son prácticamente inseparables al momento de buscar una
genuina transformación de la práctica educativa de los Centros
a los que dirigimos nuestros servicios. El acompañamiento no
sólo es formativo en sí mismo, sino que permite afianzar ta-
lleres, cursos, charlas u otros procesos formativos donde se
desarrollan conocimientos y habilidades que probablemente se
pondrían parcialmente en práctica (o, incluso, no se pondrían
en práctica) de no ser por la implementación del acompaña-
miento.
Volvamos ahora a la situación que Gabriela le había planteado
a Alfredo. Ella le comentaba vía chat que estaba planificando
talleres sobre sistematización de experiencias dirigidas a los
educadores de los centros que quedaron a su cargo en el marco
del proyecto en implementación.
1. Reflexionemos… ¿Qué le sugerirías a Gabriela? ¿Cómo
consideras que debe articular la formación que debe
emprender con el acompañamiento?
2. Recordemos los contenidos planteados en esta segunda
parte. ¿Consideras que es posible formar haciendo
38 El acompañamiento en Fe y Alegría
37. solamente acompañamiento? ¿En qué casos consideras que
conviene incorporar algún proceso formativo?
3. Elabora un cuadro en el que se precisen las ventajas y
desventajas de implementar procesos de acompañamiento
como apoyo a un curso, taller u otro proceso formativo.
El acompañamiento en Fe y Alegría 39
38. Unidad
Condiciones para el
3
acompañamiento
“Si creemos firmemente que el espíritu cristiano que queremos
vivir, superó en la historia situaciones más arduas que la nuestra,
tendremos la firme esperanza de que, por el camino que hemos
emprendido, podremos llegar, unidos a otros muchos, a una
verdadera Revolución Creadora y transformadora, por la Educación
de nuestros pueblos”.
José María Vélaz,
Fe y Alegría en el pensamiento de José María Vélaz
Para que el acompañamiento se lleve a cabo de manera adecua-
da y se puedan cumplir con los propósitos buscados, es necesa-
rio establecer ciertas condiciones básicas pero fundamentales.
En esta unidad se ponen a consideración algunas de ellas, inten-
tando describirlas de manera sencilla y aclarando que pueden
existir otras condiciones igualmente importantes.
40 El acompañamiento en Fe y Alegría
39. Actividad generadora
¿Qué condiciones se deben establecer para reali-
zar un adecuado acompañamiento?
Al encontrarse frente al desafío de acompañar a un centro, a un
equipo de educadores, a un equipo de trabajo, a un director u
otras personas y a sus respectivas labores, nos encontramos con
que es necesario propiciar algunas condiciones que permitan
que el proceso cumpla con los propósitos buscados. Esto es lo
que justamente se encuentran reflexionando nuestros amigos
en una conversación grupal a distancia. Veamos en qué están:
Isabel : Es verdad lo que ustedes comentan, compañeros, yo
también creía que el acompañamiento sería acogido por
todos sin más ni más, pero la realidad nos dice que hay
ciertas resistencias, en algunos casos mucho más acen-
tuadas que en otros.
Gabriela: Sí, y me parece que esta resistencia puede manifestar-
se de distintas maneras. Por ejemplo, una maestra que
se había mostrado como muy predispuesta a que se le
acompañe en sus labores de sistematización de una ex-
periencia pedagógica, resulta que me fue describiendo
su experiencia como ideal, dandome a entender que si
bien hay dificultades como en todo, a ella le iba bastante
bien con sus muchachos. Sin embargo, según la directora
y la coordinadora de la comisión pedagógica, esto no es
tan así. Al final, concluí que en realidad estaba recha-
zando mi apoyo insistiendo en que “no lo necesitaba”.
El acompañamiento en Fe y Alegría 41
40. Es decir, parecía predispuesta, pero al final igual tenía
una resistencia a que le ayudara, tal vez por temor a que
pudiera hacerle alguna “observación” a su trabajo.
Gonzalo: A mí me pasó algo interesante con un grupo de profeso-
res. Yo estoy haciendo un acompañamiento grupal sobre
los planes de mejora en el marco de nuestro proyecto,
y bueno, para la primera reunión, yo me había leído su
Proyecto Educativo (todavía vigente), visité la zona y ha-
bía indagado con el director algunas aspectos que me
parecían fundamentales sobre la realidad del centro.
Entonces, cuando empezamos a conversar, se percataron
que yo conocía mucho más del centro que algunos de
ellos, lo cual les resultó muy agradable y me permitió
“engancharles” en el trabajo.
Isabel : Ese es un aspecto interesante a rescatar, y puede ser un
muy buen punto de partida. Pero igualmente importante
me parece hablar con los acompañados sobre lo que se
pretende hacer con el acompañamiento, es decir, sociali-
zar con ellos el sentido de este proceso, para que no en-
tiendan que se trata de una vigilancia ni una persecución
a su labor docente.
Alfredo: Je je je… eso que dices es muy cierto, Isa, y creo que
tiene que ver con la cultura de vigilancia y castigo que
ha imperado en muchos de nuestros sistemas educativos.
Es difícil comprender y asumir una ayuda, simplemente
como ayuda, muchos creen que “hay algo por detrás”…
Isabel : Bueno, compañeros, creo que está claro que antes de
proceder con nuestras labores propias del acompaña-
miento, es necesario generar o propiciar la existencia de
ciertas condiciones que faciliten esta tarea, o que permi-
tan que logremos los objetivos propuestos.
¿Cuáles serían estas condiciones? Parece ser que es necesario
empezar a identificarlas para poder “preparar el terreno” de
nuestra labor de acompañamiento. Así es que reflexionemos por
un momento sobre aquellas acciones que serían importantes de
realizar antes de llevar a cabo el acompañamiento. ¿Has vivido
alguna situación concreta en la que hayas tenido la posibilidad
de aterrizar en la realidad que se enfrentará?
42 El acompañamiento en Fe y Alegría
41. En los siguientes párrafos, ponemos a su consideración las con-
diciones que entendemos deben conseguirse con el fin de que
el acompañamiento se realice adecuadamente y logre los pro-
pósitos buscados.
Contextualización: lectura de la realidad
Una de las primeras condiciones para desarrollar un acompa-
ñamiento adecuado es la lectura de la situación en la que se
llevará a cabo. Por ejemplo, para acompañar a un centro edu-
cativo determinado, es importante reunir la mayor información
posible tanto de su realidad interna como de la de su entorno.
A nivel interno, es necesario averiguar cuáles son las condi-
ciones físicas con las que cuenta el centro, indagar sobre las
características de la población estudiantil y su contexto, las
peculiaridades del plantel docente, el estilo de la gestión di-
rectiva, las principales preocupaciones de los padres y madres
de familia, etc. Toda la información que se reúna será valiosa
para aproximarse a la realidad del centro y discernir el mejor
camino a seguir en el trabajo de acompañamiento que em-
prenderemos.
En cuanto al entorno se refiere, resulta esencial diferenciar
centros ubicados en sectores urbanos, de aquellos ubicados en
comunidades rurales. En las comunidades rurales el vínculo en-
tre escuela y comunidad es muy estrecho. Así, cuando un centro
se encuentra en una comunidad rural, es altamente probable
El acompañamiento en Fe y Alegría 43
42. que los estudiantes pertenezcan a ella; en cuyo caso, conocer
las particularidades (organizativas, socioculturales, costum-
bristas, ocupacionales, etcétera) de la comunidad, resulta de
vital importancia, puesto que su repercusión en la gestión y las
actividades del centro es directa y hasta determinante.
Si el centro se encuentra en un sector urbano, es probable que
los estudiantes pertenezcan al barrio en el que se encuentra
emplazado el centro, principalmente si se trata de un sector
periurbano. Pero muchas veces sucede que los estudiantes acu-
den de otras zonas o barrios, en algunos casos, bastante ale-
jados de la zona o barrio donde se encuentra el centro. Esta
heterogeneidad indudablemente enriquece al centro, pero al
mismo tiempo complejiza su gestión, puesto que cada estudian-
te y cada familia a la que pertenece, traen consigo el contexto
en el que viven, sus limitaciones y ventajas, sus dificultades y
beneficios.
Así como resulta importante conocer con la mayor amplitud po-
sible estas realidades particulares del lugar en el que se efec-
tuará el acompañamiento, es importante no perder de vista que
éstas responden a una realidad actual más amplia.
Las condiciones de desigualdad social de los países en los que
se encuentra presente Fe y Alegría, se ven reflejadas en es-
tas situaciones concretas. Cada centro educativo responde a
una situación barrial o comunal concreta, pero asimismo a un
contexto regional y nacional. Es necesario tomar en cuenta las
políticas gubernamentales del país en el que se encuentra el
centro, el sistema educativo vigente, los posibles cambios es-
tructurales o accidentales que se estén o hayan dado, los con-
flictos sociales, la diversidad cultural, el papel de los medios de
comunicación y otros aspectos inherentes a cada país.
44 El acompañamiento en Fe y Alegría
43. En necesario, además, considerar las relaciones que se esta-
blecen entre nuestro país y otros países con quienes hemos
compartido un desarrollo histórico similar y con quienes nos
encontramos emparentados por un idioma común o por nuestra
cercanía territorial, como es el caso de Latinoamérica en su
conjunto. Igualmente ineludible es el considerar la existencia
de fenómenos generales como la globalización y sus repercu-
siones económicas, políticas y culturales, o la migración y su
incidencia en las familias vinculadas a la escuela.
En fin, resulta vital estar atentos a todos estos factores que
configuran la realidad de los centros, y mantener una mirada
profundamente crítica al respecto.
Sensibilización previa: encuentro con el otro
Al momento de iniciar un proceso de acompañamiento, es po-
sible encontrar cierta desconfianza en las personas y también
algunas resistencias al trabajo de apoyo. Existen muchas razo-
nes que podrían explicar esto, como por ejemplo, la cultura de
la crítica no constructiva imperante en nuestras sociedades,
que genera mucha inseguridad en las personas al momento de
develar a otro sus dificultades y contratiempos. Sin embargo,
lo cierto es que conviene realizar una sensibilización previa al
acompañamiento en sí, que posibilite que las personas conoz-
can mejor este proceso y que caigan en cuenta sobre la necesi-
dad y las ventajas de ser acompañados.
En este sentido, suele tener buenos resultados generar -de ma-
nera previa al acompañamiento- un espacio de análisis y re-
flexión con los futuros acompañados sobre dos aspectos prin-
cipales. En primer lugar, conviene socializar y generar una re-
flexión sobre los objetivos y las características generales del
acompañamiento en Fe y Alegría, mediante un diálogo abierto
en el que se aclaren las dudas e inquietudes que manifiesten
El acompañamiento en Fe y Alegría 45
44. en torno a este proceso. Esto permite “romper el hielo”, di-
sipar algunos temores o las posibles susceptibilidades que se
presenten y facilitan la identificación de los amplios beneficios
de encarar juntos el reto de llevar a cabo el acompañamiento.
En segundo lugar, es oportuno socializar los objetivos y las ac-
ciones específicas del proceso concreto de acompañamiento
que se pretende desarrollar en el centro, en la oficina o en el
escenario particular donde se haya decidido emprender esta
tarea. De igual manera, es necesario dialogar reflexivamente
con los futuros acompañados sobre aquellos aspectos que hayan
generado algún tipo de preocupación sobre el acompañamiento
propuesto, disipar sus dudas y develar juntos las ventajas del
trabajo concreto que se llevará a cabo.
La sensibilización se traduce, entonces, en un primer encuentro
con el otro, en un espacio de diálogo reflexivo y amable sobre
las cualidades del acompañamiento, que, al ser igualmente
reflexivo y amable, se trataría de un momento propicio para
“demostrar con el ejemplo” estas cualidades, y generar una
apertura en el o los acompañados hacia el encomiable reto de
ser apoyados integralmente en su práctica educativa.
Clima de confianza: trabajando juntos
Para lograr el desarrollo apropiado de un proceso de acompa-
ñamiento, es necesario también generar un clima de confianza
en el que podamos expresar de manera libre pero constructiva
nuestras percepciones sobre el trabajo que vayamos realizando.
Si entre acompañantes y acompañados no sentimos la confianza
suficiente como para comunicar una incomodidad, una discon-
formidad o un desacuerdo, estaremos acompañando un proceso
falso y la incidencia del acompañamiento perderá sentido.
46 El acompañamiento en Fe y Alegría
45. Para lograr un clima de confianza, es menester lograr dos ob-
jetivos:
1. Involucrar a los acompañados en un trabajo en equipo en
el que se asuma, de manera compartida, la responsabilidad
de conseguir los objetivos propuestos en las acciones o ta-
reas que se tengan que emprender y acompañar.
2. Generar, entre acompañantes y acompañados, una rela-
ción horizontal, cordial, amable y al mismo tiempo sincera,
franca y directa.
El sentirse parte de un equipo pasa por apropiarse de los obje-
tivos comunes y sentir que uno aporta en la consecución de los
mismos al realizar tareas concretas. Es preciso, por lo tanto,
que el acompañante facilite que el o los acompañados, caigan
en cuenta de la importancia del trabajo conjunto, de la ayuda
mutua en el logro de las metas buscadas.
Asumir objetivos comunes y sentir que uno aporta en los mis-
mos no es suficiente, es necesario mantener un tipo de relación
amable pero honesta. Muchas veces el ser amable se confunde
con el ser condescendiente y uno termina no diciendo con ho-
nestidad lo que se piensa. Pero también es cierto que, bajo la
figura del “ser honesto” uno termina maltratando, agrediendo
y haciendo sentir muy mal al otro, de manera probablemente
innecesaria, puesto que el fin, seguramente, no es que la per-
sona mejore alguna práctica sino que se sienta desdichada. En
este contexto resulta muy útil hacer referencia a un tipo de
comunicación denominada: asertiva.
La asertividad, que proviene del vocablo latino “assertum”
(afirmar, afirmarse, ponerse firme), se define como un tipo de
comportamiento caracterizado por la expresión libre y firme de
lo que se piensa, sin agredir a los demás, pero sin mostrarse pa-
sivo ante las circunstancias, afirmando los derechos personales
El acompañamiento en Fe y Alegría 47
46. sin transgredir los derechos del otro. La comunicación asertiva,
en consecuencia, se constituye en el tipo de comunicación ne-
cesaria para poder establecer un tipo de confianza saludableen
el que se combinen de manera armónica amabilidad con hones-
tidad18.
Proyección general: mirada al horizonte
Una vez que el acompañante ha realizado una adecuada con-
textualización del acompañamiento, que los acompañados
comiencen a apropiarse reflexivamente de los beneficios del
acompañamiento y se muestren predispuestos y motivados a
asumir de manera responsable el reto de trabajar juntos en un
clima saludable de confianza que se afianzará progresivamente
en la relación que se establece durante el proceso, es impor-
tante llegar a algunos acuerdos previos sobre las acciones a
llevar a cabo en el marco del acompañamiento, es decir, sobre
los distintos momentos que se irán concretando en el ciclo de
acompañamiento que describiremos en la siguiente unidad.
En este sentido, conviene definir en qué momento se realizará
la identificación de las necesidades específicas de acompaña-
miento, cuándo se efectuará la planificación del acompaña-
miento, cuánto durará aproximadamente el acompañamiento
en sí (lo cual se definirá más específicamente en el momento
de la planificación) y cómo más o menos se le podría dar con-
tinuidad a este proceso mediante la conformación y puesta en
funcionamiento de las comunidades de aprendizaje.
Se trata también de definir el horizonte del proceso, es de-
cir una proyección general del acompañamiento realizada de
manera conjunta entre acompañante(s) y acompañado(s), se
trata de mirar juntos una meta común basados en los desafíos
18. En el libro, “Crecer como acompañante”, se desarrollan algunas ideas para ayudar al
acompañante a mejorar su comunicación.
48 El acompañamiento en Fe y Alegría
47. y propósitos del propio centro educativo y en el que se no se
pierdan de vista nuestros principios y objetivos institucionales y
los propósitos y políticas definidas por el Estado y los Ministerios
de Educación de cada país.
Actividades de síntesis y de acción
Hemos podido percatarnos que generar las condiciones nece-
sarias permitirá desarrollar adecuadamente los propósitos del
acompañamiento en conformidad con las características que
este proceso tiene para Fe y Alegría. La contextualización en-
tendida como lectura de la realidad, la sensibilización previa
entendida como un primer encuentro con el otro, el estableci-
miento de un clima de confianza a través del trabajo compar-
tido y los acuerdos previos establecidos en esta mirada al hori-
zonte, permiten configurar un escenario propicio para llevar a
cabo el acompañamiento reflexivo, integral y sistemático que
buscamos.
Retornando a nuestros amigos de Fe y Alegría, recordemos que
estaban conversando sobre la necesidad de generar justamen-
te las condiciones propicias para realizar el acompañamiento.
Gabriela, por ejemplo, debe realizar un acompañamiento a las
tareas de sistematización de educadores, y le preocupan en
particular dos centros debido a que los conoce muy poco. Uno
de ellos ubicado en una zona que antes era periférica, pero que
El acompañamiento en Fe y Alegría 49
48. actualmente se encuentra en el marco del cono urbano, el otro
está ubicado en una zona rural.
1. ¿Qué acciones principales tendría que llevar a cabo para
contextualizar el acompañamiento? ¿Por qué?
2. Ayuda a Gabriela a planificar el proceso de acompañamien-
to que debe llevar, para ello te invitamos a recordar sus
conversaciones con los compañeros. En el marco de una
reunión o cualquier otro espacio de sensibilización sobre el
acompañamiento, ¿qué aspectos centrales del acompaña-
miento le aconsejarías que socialice? ¿Cuáles de ellos pro-
fundizarías un poco más?¿Qué podría hacer para construir
un clima de confianza?
3. Finalmente, ¿qué acuerdos generales te parecen importan-
tes establecer a nivel general, antes del inicio del acompa-
ñamiento en sí en ambos centros?
50 El acompañamiento en Fe y Alegría
49. Unidad
Ciclo del acompañamiento
4
… ninguna etapa acaba en sí misma,
sino que es un escalón lógico y fáctico
para dominar el siguiente escalón.
José María Vélaz,
La educación profesional en Fe y Alegría
El acompañamiento en Fe y Alegría, como todo proceso, re-
quiere de un ciclo en el que se van presentando determinados
momentos que tienen el objetivo de consolidar la mayor auto-
nomía posible de los acompañados mediante un trabajo respon-
sable y sistemático.
Es preciso identificar cada uno de estos momentos y caracte-
rizarlos adecuadamente, de tal manera que tengamos algunos
referentes generales sobre el cómo proceder, en el marco de la
puesta en práctica del acompañamiento, ya que sin importar la
duración que tenga, requiere desarrollarse de tal manera que
las personas pertenecientes a un espacio de trabajo determi-
nado, se vean altamente beneficiadas y apropiadamente em-
El acompañamiento en Fe y Alegría 51
50. poderadas para gestionar su propio acompañamiento. En esta
unidad se intentará ofrecer una explicación de cómo funciona
este proceso.
Actividad generadora
¿Cuáles serían los principales pasos a seguir en un
acompañamiento?
Muchas de las labores que los acompañantes realizamos en Fe y
Alegría tienen como punto de partida los propósitos y resulta-
dos trazados en los proyectos que implementamos. A su vez, es
probable que tengamos en claro incluso las actividades y tareas
que tenemos que dinamizar en Oficinas Regionales o centros
educativos, pero muchas veces descuidamos la reflexión sobre
las acciones propias del acompañamiento y las posibles fases
que este proceso podría implicar. En este momento, Isabel y
Gonzalo se encuentran conversando precisamente sobre estas
fases o etapas del acompañamiento…
Isabel: Pero de eso justamente te hablaba, Gonzalo, que el asun-
to no es solamente preparar el terreno para el acompa-
ñamiento, sino que además habrá que preveer las accio-
nes propias del acompañamiento en sí. Si bien es cierto
que el acompañamiento se encuentra en función de las
52 El acompañamiento en Fe y Alegría
51. acciones que se deban acompañar, es preciso igualmente
pensar en una lógica propia de trabajo para llevarlo a
cabo.
Gonzalo: Exactamente, Isa, el acompañamiento debería pensarse
en una suerte de pasos metodológicos que permitan or-
ganizar este trabajo. Creo que eso nos permitiría tener
mas claridad al respecto.
Isabel: Creo que lo primero que tenemos que hacer es planificar
el acompañamiento en función de las actividades que de-
bamos acompañar, nuestro “cronograma” de acompaña-
miento tendría que estar acorde con la implementación
de las acciones del proyecto, ¿no te parece?
Gonzalo: Si, me parece que sí… pero creo que previamente a la
planificación conviene analizar con los involucrados cuál
de las acciones propuestas van a requerir de mayor apo-
yo. Cada Centro se percata de sus puntos débiles y fuer-
tes. Me parece que para algunas acciones el apoyo pue-
den incluso pensar que “se encuentra demás” y pueden
requerir mas tiempo o mayor presencia en otras que las
sientan como más difíciles.
Isabel : Cierto…, y ya al momento de acompañar tenemos que
pensar con qué tipo de acciones acompañaremos. En fin,
parece que son varias cosas, che…
Gonzalo: Sí, sí… hay que organizar todas estas ideas…
¿Estás de acuerdo con las impresiones expresadas por Isabel
y Gonzalo? ¿Consideras que es necesario pensar el acompaña-
miento como un proceso cíclico? ¿Qué fases o momentos se te
ocurren antes de revisar el contenido que te proponemos a con-
tinuación?
Pues bien, date un breve tiempo para pensar en ello y, luego,
te invitamos a que leas en las siguientes páginas el ciclo del
acompañamiento que te proponemos y lo analices.
El acompañamiento en Fe y Alegría 53
52. Detección de necesidades de acompañamiento
Cada centro educativo tiene definidas sus acciones en el marco
de un proyecto educativo de unos dos a cinco años de duración,
planificando cada año sus actividades con distintos instrumen-
tos acordes al sistema educativo vigente en cada país19. Todas
estas labores se traducen en prácticas educativas susceptibles
de ser acompañadas, pero no todas necesitan ser acompaña-
das. De ahí que resulta imprescindible detectar las necesidades
de acompañamiento de aquellas prácticas que requieren ser
afianzadas o que son claves en un proceso determinado.
La detección de las necesidades de acompañamiento, resulta
de un trabajo conjunto entre acompañante(s) y acompañado(s),
que las definen mediante reuniones grupales, entrevistas e in-
cluso cuestionarios u otros instrumentos de observación y re-
gistro de datos. Es probable que, además, los acompañados
demanden el acompañamiento de acciones que el acompañan-
te no considera prioritarias. Es decir, pueden presentarse re-
querimientos que probablemente no coincidan con los aspectos
claves detectados por el acompañante. Lo importante en estos
casos es la reflexión y el consenso en la definición de cuáles
serán las acciones concretas que serán acompañadas.
19. Fe y Alegría, por ejemplo, mediante el Programa Federativo de Mejora de la Calidad
Educativa (P 1), ha propuesto la elaboración y puesta en práctica de Planes de Mejora
que conllevan una serie de acciones, actividades y tareas.
54 El acompañamiento en Fe y Alegría
53. Planificación y organización del acompañamiento
Una vez que han sido detectadas las necesidades de acompa-
ñamiento, es importante planificar y organizar este proceso.
En este momento, se depuran el propósito y los objetivos del
acompañamiento, se definen las principales acciones a desarro-
llar, las tareas concretas que deben llevarse a cabo, el crono-
grama respectivo y los insumos que se requerirán para llevarlas
a buen puerto.
Por otro lado, también es imprescindible plantear el soporte
organizativo que hará esto posible, es decir, las distintas res-
ponsabilidades que tendrán que asumir todas las personas invo-
lucradas en este proceso y sus roles circunstanciales.
Dependiendo de la magnitud o el número de las acciones y
tareas a acompañar, es probable que se requieran organizar
subgrupos, elaborar cronogramas específicos con ellos y sos-
tener reuniones con los principales responsables para que a
su vez realicen tareas de acompañamiento de procesos más
puntuales.
Puesta en práctica del acompañamiento
La puesta en práctica del acompañamiento implica implemen-
tar distintas acciones de apoyo integral y sistemático en las que
el acompañante debe emplear o desarrollar habilidades comu-
nicativas, analíticas, de consenso y otras que serán abordadas
más extensamente en el libro “Crecer como acompañante”20.
No olvidemos que estas acciones se desarrollan en el mar-
co de unas condiciones previamente establecidas en las que
acompañante(s) y acompañado(s) ya han establecido una rela-
ción de confianza y cooperación mutua y han trazado un norte
20. En el libro “Crecer como acompañante”, se presentarán de manera extensa estas
habilidades clave a las que se hace referencia.
El acompañamiento en Fe y Alegría 55
54. común. Estos objetivos generales, a su vez, ya han sido traduci-
dos en objetivos más precisos en el momento de la planificación
y a su vez, se han definido acciones concretas de acompaña-
miento acordes con las acciones que se deben acompañar. En
este contexto ¿Cuáles serían estas acciones concretas propias
de un acompañamiento?
Podríamos empezar señalando que por lo general el acompaña-
miento en sí implica una primera tarea de orientación al acom-
pañado sobre algún aspecto específico en el cual el acompañan-
te tiene suficiente experiencia, sin olvidar que en esta relación
ambas partes se forman: no sólo el que acompaña cumple esa
tarea. A esto se le podría llamar asesoramiento, recordando
que el lugar del acompañante no es el lugar de un eminente
experto que le dice qué debe hacer a un acompañado que ig-
nora o no tiene posibilidad de plantear posibles salidas a una
dificultad.
Se trata de una orientación dialogada en la que el acompa-
ñante, brinda todo su conocimiento al respecto, ayudando al
acompañado a resolver una dificultad determinada asumiéndo-
la como propia, ofreciendo alternativas de análisis para dis-
cernir el problema, precisar los obstáculos, identificar posibles
debilidades y así mismo, poniendo a consideración posibles so-
luciones traducidas en acciones y tareas concretas fruto del
intercambio de pareceres con el acompañado. En el contexto
del acompañamiento, el asesoramiento, supone pues, mucho
diálogo reflexivo, una buena capacidad para ordenar las ideas y
bastante creatividad en la búsqueda de soluciones.
Muchas veces al momento de realizar esta tarea de orienta-
ción, el acompañante identifica que las competencias que se
le sugieren poner en práctica al acompañado, éste no las tiene
afianzadas y necesitan ser debidamente desarrolladas. Por otro
lado, es probable que el acompañante haya identificado que la
56 El acompañamiento en Fe y Alegría
55. posible solución para alguna dificultad determinada que desee
superarse, sea la implementación de alguna estrategia nueva,
o el manejo de un recurso didáctico que el acompañante des-
conoce.
También cabe la posibilidad de que el acompañante tenga que
asesorar la implementación de algún proyecto local, nacional o
federativo, en cuyo caso el o los acompañantes deben conocer
y apropiarse de los objetivos, acciones, estrategias y otros ele-
mentos que estén contemplados en dicho proyecto.
En todos estos casos, y otros similares, queda claro que resul-
ta necesario implementar un proceso formativo adicional, tal
como señalamos en la segunda unidad. Es decir, el papel forma-
tivo de la orientación o asesoramiento tiene sus límites y por
ello conviene generar otros espacios diferentes en los que se
desarrollen de manera específica determinados conocimientos
y habilidades en el acompañado para que pueda llevar a cabo
de manera apropiada aquellas acciones que se están acompa-
ñando.
La formación en Fe y Alegría es entendida, según ya vimos,
como eminentemente transformadora puesto que debe impli-
car un crecimiento humano y profesional de las personas lo cual
se refleja en una mejora de sus prácticas.
En una acción formativa, el acompañante o una persona ex-
perta en la temática, tendrá que desarrollar algún taller, un
curso corto o un proceso formativo de más largo aliento que
justamente cumpla con el objetivo de afianzar alguna habilidad
que se encuentre debilitada en el acompañado o promover la
adquisición de conocimientos o habilidades que el acompaña-
do no posee debido a que son nuevas o simplemente no se dio
la oportunidad de que las aprendan adecuadamente. Como ya
mencionamos, en Fe y Alegría, el afianzamiento o la adquisición
El acompañamiento en Fe y Alegría 57
56. de nuevos aprendizajes suponen un cambio integral en la perso-
na y la mejora de su quehacer educativo.
Ahora bien, en un trabajo de orientación o asesoramiento, gene-
ralmente se llegan a acuerdos sobre los cambios que requieren
implementarse, de igual manera, la formación supone la puesta
en práctica de lo aprendido y en cualquiera de los casos, resulta
de vital importancia darle continuidad al acompañamiento de
los cambios que se están dando mediante nuevos momentos
dialogados y reflexivos, en los que se evidencia la constante
actitud de colaboración y apoyo por parte del acompañante.
Preguntas, por ejemplo, sobre cómo está implementando una
acción solicitada, qué dificultades han ido teniendo o sobre
qué logros obtuvo en la aplicación de una técnica o estrategia
en la cual el acompañado fue formado, no pueden tener un en-
foque netamente indagativo, debe llegarse a un nivel reflexivo.
Dicho coloquialmente, el propósito no es que el acompañante
averigüe, qué está haciendo bien o qué está haciendo mal el
acompañado, sino analizar mutuamente por qué las cosas nos
están saliendo bien o mal. Esto supone que el énfasis no está
en señalar a la persona, sino en reflexionar sobre su quehacer,
en el cual, el acompañante también se ve ampliamente invo-
lucrado.
Evaluación del acompañamiento
Cualquier proceso que tenga como uno de sus objetivos princi-
pales su propia mejora, es necesario que sea evaluado. La valo-
ración reflexiva de su desarrollo se traduce en un: meta acom-
pañamiento, en el que debe analizarse críticamente la manera
en la que se detectaron las necesidades de acompañamiento,
cómo se planificó y cómo se llevó a cabo.
58 El acompañamiento en Fe y Alegría
57. Todos los implicados en el acompañamiento, es decir:
acompañante(s) y acompañado(s) deben identificar y analizar,
de manera participativa y desde un punto de vista integral, los
logros y las dificultades encontradas, tanto de manera continua
o procesual, como de manera transversal. Es decir, la actitud
de valoración crítica (desde su perspectiva constructiva) debe
estar presente todo el tiempo, sin embargo conviene destinar
espacios de “corte” donde se concreticen las percepciones so-
bre el acompañamiento que se está llevando a cabo.
Nuevamente nos remitimos aquí a varios documentos que se
ocupan del tema en el marco de Fe y Alegría21, por lo que con-
sideramos innecesario extendernos más en él. Baste decir que
-como sucede en la evaluación de aprendizajes, y de otros mu-
chos y variados procesos que se llevan a cambo en nuestro mo-
vimiento – la evaluación del acompañamiento debe mantener
el espíritu reflexivo, integral, formativo e investigativo que se
asume en Fe y Alegría y el propósito es la continua mejora del
proceso emprendido. De esta manera podemos decir que una
evaluación es el punto de inicio de un nuevo ciclo de acompaña-
miento. La evaluación nos permite detectar aquellos aspectos
que debemos corregir y mejorar en el acompañamiento, ya sea
del mismo proceso, o –si ya está prácticamente consolidado- de
otro que requiera el apoyo respectivo.
Continuidad del acompañamiento: Comunidades
de Aprendizaje
Si bien el acompañamiento de los proyectos termina siendo un
proceso que pierde continuidad cuando estos llegan a su fin y
21. FE Y ALEGRÍA (2002), La evaluación formativa. Hacia una práctica innovadora y crea-
tiva, Colección “Movimiento Pedagógico” Nº 30, Año VIII, Centro de Formación Padre
Joaquin, Maracaibo
Ortíz, Maríelsa (2008) La evaluación como proceso de Investigación, Colección “Procesos
Educativos” Nº 18, Centro de Formación Padre Joaquin, 3ra. Edición.
FE Y ALEGRÍA (2003), XXXIV Congreso Internacional de Fe y Alegría “La Calidad de la
Educación Popular: Una aproximación desde Fe y Alegría”.
El acompañamiento en Fe y Alegría 59
58. termina el financiamiento de las acciones implicadas. Es nece-
sario tener presente que lo importante es crear una cultura de
acompañamiento en los centros educativos. Por ello, el norte
de cualquier ciclo de acompañamiento emprendido debe ser el
de organizar y afianzar Comunidades de Aprendizaje que sean
capaces de gestionar su propio acompañamiento.
Cuando nos preguntamos ¿Cuándo termina el acompañamien-
to?, muchos podríamos responder que nunca, dado que siempre
necesitas de alguien que te brinde apoyo en algún aspecto. Sin
embargo, también es cierto que cada persona es perfectamen-
te capaz de ayudar a otra en aquel aspecto en el que uno tiene
más conocimiento o experiencia. Por ello, en un lugar de tra-
bajo determinado, es importante la creación de una comunidad
activa y dinámica en la que todos participemos acompañándo-
nos unos a otros.
Sin duda, esto supone pasar de un acompañamiento externo
a otro interno. El acompañante externo, por ejemplo, de un
centro educativo, no solo debe desarrollar un trabajo genuino
sino que además debe promover la creación y puesta en funcio-
namiento de una Comunidad de Aprendizaje como espacio de
reflexión y transformación colectiva de las prácticas educati-
vas, que asuma el reto de realizar un acompañamiento interno.
Para ello, debe identificar con el equipo directivo y el equipo
pedagógico, las distintas capacidades o habilidades particulares
que posee cada uno de los educadores, potenciarlas y consoli-
darlas apropiadamente. A partir de ello, conviene organizar un
equipo que dinamice el acompañamiento mutuo y que desarro-
lle el ciclo de acompañamiento antes descrito. Es decir, que
se ocupe de dinamizar la identificación de las necesidades de
acompañamiento, su planificación y puesta en funcionamiento
y su respectiva evaluación.
60 El acompañamiento en Fe y Alegría
59. Actividades de síntesis y de acción
En esta última parte, nos hemos concentrado en los momen-
tos que se presentan en un acompañamiento. No se tratan de
momentos lineales que tengan un principio y un fin, por eso,
se ha empleado el término de ciclo. Por un lado, siempre será
necesario un acompañamiento en tanto siempre se presenta-
rán acciones que acompañar. Por otro lado, la evaluación del
acompañamiento justamente nos genera insumos para retornar
al acompañamiento realizando los ajustes necesarios. Sin em-
bargo, es necesario también comprender la necesidad de pasar
de un acompañamiento externo, realizado por un acompañante
que no pertenece cotidianamente a un espacio de trabajo de-
terminado, a un acompañamiento interno gestionado por una
comunidad de aprendizaje que asume este reto. A continuación
te presentamos un gráfico para visualizar el ciclo del acompa-
ñamiento propuesto.
El acompañamiento en Fe y Alegría 61