Un voluntario debe tener actitudes de amor, respeto y aceptación hacia los demás sin discriminación, discreción sobre la información obtenida durante el servicio, y preferencia por los más débiles. También requiere aptitudes como buena salud física y disposición para la formación continua, además de disponibilidad de tiempo. El voluntariado implica dedicar parte del tiempo de forma gratuita y responsable a favor de la comunidad.