2. Se considera que el lenguaje fue
evolucionando a medida que el hombre
también así lo hizo y obviamente
dependiendo de las necesidades que se
fueron generando, así también se fueron
construyendo y creando nuevas cosas, por
ende en esa medida se tuvo que ir
nombrando cada cosa. Se puede decir
que así los nombres surgieron de ambas
cosas: la naturaleza y una convención.
3. TEORÍA NATURALISTA
Crátilo sostiene que
los nombres son
exactos por
«naturaleza» (physei)
por lo que algunos
no corresponden a
quienes los llevan.
Una necesidad que
lleva al desarrollo de
una herramienta o
elemento que sacie
dicha necesidad.
4. El nombre es un duplicado, una
como adherencia de la cosa cuyas
consecuencias son; que no se
puede hablar falsamente. Si el
nombre es nombre, el emplear uno
inadecuado no es hablar
falsamente, sino emitir sonidos sin
sentido.
En segundo lugar, el nombre nos
proporciona una información
exacta sobre la realidad; conocer
el nombre es conocer la realidad
5. TEORÍA CONVENCIONALISTA
Hermogénes piensa que
la exactitud de los
nombres piensa que la
exactitud de éstos no es
otra cosa que «pactó» y
«consenso» (synthéke,
homología),
«convención» y «hábito»
(nómos, éthos)
6. * Hermógenes sostiene que los nombres
son impuestos por acuerdo, es decir,
son una convención (nomos) que
puede cambiar la voluntad del
individuo.
* Una evolución propia de la
necesidad que conlleva al desarrollo y
evolución de nuevas tecnologías
según necesidades, recursos y
épocas.
7. Platón nos muestra que el lenguaje mismo
se puede prestar para defender una u otra
apostura igualmente; es decir que el
lenguaje es un medio o instrumento pero
que también la función del hombre es
instruir.
Si la función del lenguaje es mediadora, y
se puede argumentar a favor o en contra,
entonces el punto medio hacia el que se
nos apunta entre ambas posturas del
dialogo es la interpretación.
8. La base de partida
de Hermogénes no
se trata de la
exactitud del
lenguaje en
general sino de los
nombres
incluyendo los
propios.
9. El lenguaje como acción, el nombrar, que se
realiza con sus propios instrumentos, las
palabras, lo caracteriza Sócrates como aquello
que distingue las cosas unas de otras, pero
también como comunicación que implica no
solo comunidad sino también enseñanza
mutua.
10. La acción de nombrar tiene un
instrumento, que es el nombre, un
artesano, que es el dialéctico, y un
fabricante, que es el legislador-
nominador.
11. Lenguaje como instrumento del
conocimiento
El camino del conocimiento no puede partir de los
nombres sino de las cosas. Aunque tanto los
nombres como las cosas son imágenes, pero con
distinto grado de participación en las esencias. Los
nombres son imágenes artificiales creadas por los
seres humanos y significantes por convención y
costumbre, por lo que no participan de la esencia
presente en la cosa representada. Las cosas, sin
embargo, son imágenes naturales y, por
consiguiente, participan en distintos grados de las
esencias de las que son una manifestación
sensible.
12. “El lenguaje es un camino
inseguro y engañoso para
acceder al conocimiento de
la realidad”
Platón