2. Es una rama de la filosofía que estudia las
relaciones entre el lenguaje y el mundo, esto
es, entre lo lingüístico y lo extralingüístico, o
entre el lenguaje y el pensamiento. De los
temas preferidos por la filosofía del lenguaje
merecen ser destacados: el estudio del
origen del lenguaje, la simbolización del
lenguaje (lenguaje artificial) y, sobre todo,
la actividad lingüística en su globalidad, y en
particular.
3. ¿Qué es una definición? Por etimología, este
término proviene de las voces latinas de
(con) y finitio (límites). Por ello, de forma
coloquial, definir es poner límites a un
concepto. Pero, de forma estricta, la
definición es la explicación del significado de
una palabra por medio de una identidad, es
decir, la definición consiste en dar cuenta
detallada del significado de un símbolo o
palabra. Es así que llegamos a la idea del
significado.
4. Thomas Nagel (1995: 34-40) problematiza el hecho
del significado de las palabras. Él se pregunta ¿cómo
es posible que unos sonidos o un conjunto de signos
sobre el papel signifiquen algo? Básicamente, se
asume que las palabras o vocablos contribuyen al
significado de las oraciones o aseveraciones en las
que aparece. Pero, ¿cómo un vocablo puede tener
significado? Comúnmente cuando queremos definir y
entender el significado de un vocablo recurrimos al
diccionario. Por ejemplo, investigando el significado
del vocablo “asno”, según el diccionario de la Real
Academia Española (2001), encontramos lo siguiente:
“asno. (Del latín asinus) m. Animal solípedo, como de
metro y medio de altura, de color, por lo común,
ceniciento, con las orejas largas y la extremidad de la
cola poblada de cerdas. Es muy sufrido y se le emplea
como caballería y como bestia de carga y a veces
también de tiro.”
5. Notamos que la mayor parte de los términos
de esa definición también pueden ser
definidos a su vez. Tendríamos que definir
cada uno de ellos para dar con el significado
de asno, pero eso nos llevaría a un regreso al
infinito (porque toda palabra definida
involucra otras palabras desconocidas) o a un
círculo vicioso (porque algunas palabras
pueden remitirnos al término inicial “asno”).
Para escapar de estos problemas debemos
aceptar que hay ciertas palabras que ya no
se pueden seguir definiendo y cuyo
significado es directo y primitivo.
6. Asimismo, cuando usamos la susodicha palabra en una oración
(por ejemplo: “Los asnos son animales de carga”) sabemos que
nos referimos a todo tipo de asno aunque no los conozcamos a
todos. Lo que sorprende es el hecho que tal palabra tenga tan
amplio alcance. Es prioritario averiguar cómo se da esta relación
de la palabra “asno” con el cuadrúpedo al que alude. Siendo así,
el problema está en identificar el intermediario que posibilita tal
relación: ¿Dónde está ese elemento vinculante? ¿En la mente de
todos los humanos? ¿De qué modo la palabra significa la sustancia
aludida? ¿Qué cosa es esa que puede tener relación exclusiva con
el asno, y nada más? ¿Cómo puede significar algo tan específico
como el sonido que hago al decir “asno”, algo tan general? ¿Cómo
se supone que la imagen que tengo en la mente cuando uso la
palabra abarcará todos los ejemplos reales y posibles de asno?
¿Cómo mi uso de la palabra adquiere un contenido proveniente
de todos los demás usos, sobre la mayoría de los cuáles no se
nada? ¿Cómo es que el uso de la palabra por todos los demás
hablantes del mismo idioma le da su rango universal, mucho más
allá de todas las situaciones en las que realmente se le usa?
7. Para el autor mencionado el problema del
significado envuelve cuestiones que demandan
esclarecimiento. Se debe insistir en la aclaración
de la relación del lenguaje con el mundo y con el
pensamiento. Asimismo, urge estudiar la historia
de la formación del lenguaje, los usos prácticos
que le dan los humanos, la finalidad del
aprendizaje del manejo de las palabras, las
diversas relaciones (semejanzas y diferencias)
entre los distintos idiomas y sus vínculos con el
significado, la real posibilidad de la formación de
nuevas palabras y su consecuencia en la imagen
del hombre como criatura finita.
8. Rep: Frege
Cuando se estudia una expresión como Juan es ingeniero se
procede a dividir la misma en sujeto y predicado. Frege sugiere
que se la analice en argumento y función.
Una función es una expresión incompleta que puede saturarse
mediante un argumento.
Cuando esto sucede deja de ser una función y se convierte en
una expresión completa saturada, o sea, un nombre.
Por ejemplo, si “Francia” actúa como argumento de la función
“la capital de …”, se obtiene la expresión saturada “la capital de
Francia”. Esta sería un nombre para París.
En otro caso, cuando una función como “… es un trabajador
infatigable” se satura mediante un argumento apropiado,
“Óscar” en este caso, el resultado es un nombre que debe
señalar a un objeto, a saber, un valor de verdad: o lo Verdadero
o lo Falso.
Toda expresión saturada es un nombre para Frege, y toda
expresión no-saturada en una función
9. Las funciones pueden tener otras funciones como
argumentos. Las funciones que tienen como
argumento funciones de primer orden se llaman
“funciones de segundo orden”.
Analicemos las oraciones siguientes:
A) Mario Vargas Llosa es feliz
B) Alguien es feliz
Lo que dice B) no es que un persona concreta es feliz
sino que el concepto “ser una persona feliz” no es
vacío.
La afirmación de existencia no es más que la
negación del número cero. Y la afirmación de
inexistencia es la idea de que un predicado tal como
“… ser un monstruo y habitar en el Lago Ness” no se
predica de nada.
10. Frege sostiene que los significados de las
expresiones en general tienen una existencia
independiente de la mente de los sujetos que las
piensan.
Como ya dijimos, toda expresión saturada es un
nombre para Frege, y toda expresión no-saturada
en una función. Pero todo lo que hay en el
mundo son o bien funciones o bien objetos. A los
nombres les corresponde en la realidad objetos,
entendidos como entidades saturadas.
Frege llama “conceptos” a las funciones que
como valores toman valores de verdad: lo
Verdadero o lo Falso.
11. Las relaciones que hay entre concepto y objeto
pueden ser de tres tipos:
C) César Vallejo es escritor
D) Los escritores tienen una vida bohemia
E) El concepto trabajar es un concepto asociado
a la economía
Vemos que hay tres posibilidades:
- El caer un objeto bajo un concepto
- La subordinación de un concepto a otro
- El caer un concepto bajo otro concepto de
orden superior
La existencia es una propiedad de conceptos y no
de objetos
12. ¿Cómo puede haber enunciados de identidad a la
vez verdaderos e informativos?
Sabemos que es verdad que
F) la estrella matutina es la estrella vespertina
Pero a su vez notamos que cada una de las
partes de esa identidad refiere a Venus. Por lo
que podríamos afirmar
G) Venus es Venus
Por lo cual, se podría decir que F) expresa lo
mismo que G). Pero eso no es cierto porque G) es
de la forma a=a y es una tautología, analítica y
vale a priori. En cambio, F) es de la forma a=b es
sintética y vale a posteriori. Por ende, difieren
en valor cognitivo
13. No siempre el valor veritativo de una oración es su referencia. Por ejemplo:
(1) Víctor cree que Londres es la capital de Inglaterra
(2) Victor cree que London es la capital de Inglaterra
Lo que distingue a (1) de (2) es que se ha sustituido en una un nombre por otro de
igual referencia. Pero, a pesar de que la referencia de oraciones completas no
debería cambiar por el hecho de reemplazar algunas de sus partes por equivalentes,
podría ser (1) verdadero sin ser (2) verdadero. Con esto se muestra que en
determinados contextos las referencias de las expresiones pueden no ser sus
referencias habituales. Esto sucede porque los términos “Londres” y “London” no
tienen el mismo sentido.
Para Frege los verbos de actitud proposicional definen contextos en los que las
expresiones cambian su referencia por lo que era su sentido habitual, de manera
que para el valor de verdad de las oraciones compuestas lo relevante son los
sentidos de las expresiones de la subordinada y no sus referencias usuales.
Por ejemplo, si reemplazamos en (1) la verdad de “Londres es tal y tal” por otra
verdad como “Mario Vargas Llosa fue premio Nobel de Literatura” esto no debería
afectar el valor de verdad de la oración resultante, a saber,
(3) Víctor cree que Mario Vargas Llosa fue premio Nobel de Literatura
Pero notamos que esto no sucede porque la gente no tiene la misma actitud
proposicional respecto de todas las oraciones verdaderas. Para solucionar esto Frege
estipulando una nueva tesis: la referencia de las expresiones que se encuentran en
un contexto indirecto es lo que habitualmente se consideraría su sentido
14. ¿Cómo puede ser significativa una oración que
contenga un término singular vacuo?
Por ejemplo:
a) Ulises fue desembarcado en Ítaca
profundamente dormido
El nombre “Ulises” no tiene portador ya que el
personaje es ficticio. Puesto que el nombre no
tiene referencia, y el significado de una oración
es determinado por los significados de sus
partes, se sigue que a) tampoco tiene
significado. Pero, ciertamente podemos
entender la oración, no es una mera jerga sin
sentido.
15. Decimos:
1) Zeus no existe
Dado que “Zeus” carece de referencia, parece que el
enunciado completo debe carecer de significado. Pero es
obvio que tiene significado. Y si admitimos que es
significativo, entonces podemos suponer que “Zeus” se
refiere a algo. Pero si es así, la oración será falsa: si es
que hay tal entidad a la que se refiere el nombre, tiene
que ser falso decir que no la hay.
Ahora decimos:
2) Marte existe
Si 2) fuese falso, el término singular carecería de
referente, y el enunciado carecería de significado.
Entonces 2) sería verdadero. Pero esto es trivial porque
identificamos un objeto y luego decimos de él que existe;
pero esto ultimo es redundante: si no existiese, no
podríamos haberlo identificado previamente.
16. Rep: Russell
Es la teoría de la cuantificación aplicada al lenguaje natural. Si digo que
1) Encontré un hombre
En esta expresión no se nombra una persona real sino un concepto que
involucra la función proposicional
1’) Encontre a x y x es humano
De la que dice que es verdadera para al menos un x. En general, un
enunciado como
2) Un tal y tal tiene cual y cual propiedad
No sería de la forma sujeto-predicado, “Ga”, sino de la forma
3) ∃x (Fx & Gx)
Podemos leer 3) como “Hay al menos un individuo al que encontré y ese
individuo es humano”. Es decir, las expresiones denotativas no denotan
nada sino que tienen significado solo en el contexto.
En el caso de “No existe una montaña de oro” la forma gramatical de
ese enunciado no corresponde a su forma lógica. Cuando lo analizamos
existencialmente se convierte en “No hay nada que a la vez sea una
montaña y sea de oro”, donde “una montaña de oro” no es un
componente. Así un existencial negativo puede ser significativo y
verdadero sin comprometernos a admitir en “el mobiliario del mundo”
entes inexistentes o imposibles.
17. Hay que señalar que “∃x ~Fx” y “~ ∃x Fx” significan
cosas totalmente distintas. La primera dice que algo
no es F; la segunda dice que no hay nada que sea F.
Así, el enunciado:
1) El actual rey de Perú no es canoso
es ambiguo porque admite dos lecturas
1A) Existe un único individuo que es actualmente el
rey de Perú pero no es verdad que ese individuo sea
canoso
1A*) ∃x (Px & ∀y(Py→y=x) & ~Cx), donde P=ser rey de
Perú, C=ser canoso
1B) No es verdad que exista un individuo que sea
actualmente el único rey de Perú y sea canoso
1B*) ~ ∃x (Px & ∀y(Py→y=x) & Cx), donde P=ser rey
de Perú, C=ser canoso
Este último sería el más correcto.
18. Usando la teoría de Russell podemos dar solución al
siguiente problema de Frege que aparece cuando
aparecen verbos como “decir”, “saber”, “creer”,
“juzgar”, etc. que expresan lo que Russell denominó
actitudes proposicionales (después llamadas por
Ducasse actitudes epistémicas). Yo quiero saber si Bin
Laden es el individuo que organizó el atentado contra
las torres gemelas y supongamos que efectivamente
Bin Laden (BL) es quien organizó el atentado.
Explicitando las premisas:
(4) Yo quiero saber si BL = organizador del atentado
(5) BL = organizador del atentado
Podríamos concluir que:
(6) Yo quiero saber si BL = BL
19. Pero esto es contraintuitivo porque nadie quiere
saber si a=a lo cual es muy obvio. Russell considera
que las descripciones inducen a ambigüedades. En
casos donde aparecen expresiones de la forma creo
que p, él dijo que p, etc. las oraciones tienen por lo
menos dos lecturas lógicamente diferentes. Así, el
sentido de (4) “Yo quiero saber si BL = organizador
del atentado” puede ser:
(7) Yo quiero saber si solo un hombre organizó el
atentado y si ese hombre es BL
(7) Yo quiero saber si ∃x (x organizó el atentado &
∀y(y organizó el atentado → y=x) & x = BL )
Mientras que (5) diría que hay tal único individuo y
que era BL como en (8)
(8) ∃x (x organizó el atentado & ∀y(y organizó el
atentado → y=x) & x = BL )
20. Entonces, para evitar la falacia de atribuirme
el interés por saber si BL es BL solo se evita
si no se considera “el organizador del
atentado” como un nombre. Al reescribir así
las premisas, de acuerdo con la teoría de las
descripciones definidas, la descripción
desaparece en el análisis. (8) no es un simple
enunciado de identidad de la forma “a=b” y
no contiene como constituyente “organizador
del atentado”, que pudiéramos sustituir por
“BL” en (7)
21. Russell llegó a la filosofía a través de las matemáticas y sintió la necesidad de un
conocimiento cierto acerca de lo real. Para poder fundamentar correctamente la
filosofía y a la vez para eliminar de ella todo elemento superfluo debemos adoptar
el método del análisis. El análisis consiste en la tarea de ir descomponiendo lo más
complejo en lo menos complejo (segunda regla cartesiana). En ese proceso de
resolución de lo complejo se llegará a los elementos simples y para llegar a estos
elementos atómicos el mejor método es el analítico tal y como se emplea en lógica
formal. De ahí que su doctrina se llame atomismo lógico. El lenguaje artificial que
él desarrolló con Whitehead en Principia Mathematica (PM) si es respetado impedirá
que se infieran cualquier tipo de conclusiones erróneas sobre el mundo. En este
sentido no se rechaza la metafísica en general sino un cierto tipo de metafísica (de
corte hegeliano) a la que él ofrece una alternativa. El postulado fundamental que
guía las investigaciones de Russell y el primer Wittgenstein es el de que existe una
correspondencia entre el lenguaje y la realidad: la estructura de las proposiciones
coincide (es isomorfa) con la estructura de los hechos, pero tal correspondencia
viene impuesta a priori. Cuanto más perfecto sea un lenguaje, tanto más fiel será el
conocimiento de la realidad que nos proporcione. Hará falta por ello un lenguaje
preciso, riguroso. Este el lenguaje de PM. Gracias a este lenguaje se podrá analizar
la forma lógica de las proposiciones sin caer en los errores en los que el lenguaje
ordinario nos sumergía. Este lenguaje lógico estaría formado de proposiciones que
Russell divide en atómicas y moleculares. Y ya que el lenguaje lógico es el idóneo
para expresar la realidad tenemos como resultado una nueva concepción metafísica
de la realidad que nos propone lo siguiente: la realidad está formada por un
conjunto de hechos atómicos que son perfectamente conocidos mediante el
lenguaje lógico de PM. Las proposiciones moleculares son las formadas por
proposiciones atómicas, y por tanto, son las que pueden ser descomponibles en
términos de estas últimas. En términos semánticos, una proposición molecular es
una función de verdad que depende de la verdad o falsedad de sus proposiciones
componentes. La verdad o la falsedad de una proposición molecular no depende de
la experiencia sino que se resuelve por métodos lógicos.
22. En la filosofía contemporánea del siglo XX Wittgenstein en su Tractatus esboza la
teoría de la verdad como correspondencia estructural con la siguiente sentencia:
(W1) "Una proposición P es verdadera con respecto a un hecho H, si y sólo si
existe un isomorfismo estructural entre la estructura de la proposición P con la
estructura del hecho H"
Este planteamiento encaja dentro de la teoría del atomismo lógico elaborada por el
primer Wittgenstein y su maestro Bertrand Russell. De acuerdo a esta propuesta,
para las proposiciones elementales o simples como p, q, r, etc. la definición de la
verdad se da en términos de correspondencia con estados de cosas que se dan o con
hechos, y esta correspondencia se entiende como isomorfismo. Las proposiciones
elementales son concatenaciones de nombres, donde los nombres van por objetos,
que son componentes de los estados de cosas. Así, las proposiciones elementales
son representaciones figurativas de la realidad porque exhiben propiedades
estructurales que se asemejan al mundo mediante la relación de isomorfismo. En
palabras de García Suarez:
“(…) Una Proposición Elemental lógicamente analizada tendrá la misma estructura
que el Estado de Cosas que representa: a cada Nombre de la proposición le
corresponderá uno y sólo un Objeto del Estado de Cosas, y la disposición de los
Nombres en la proposición será un reflejo de la disposición de los Objetos en el
correspondiente Estado de Cosas. Es en ese sentido que es una Bild [representación]
de ese Estado de Cosas. Una Proposición Elemental es verdadera cuando concuerda
con un Estado de Cosas que se da efectivamente” (2011: 254)
23. Pongamos un ejemplo: “El 5 de abril de 1992 Fujimori realizó un
autogolpe” es verdad porque efectivamente se dio ese hecho en
la realidad peruana. En términos wittgensteinnianos,
G(f,e) & p
(donde G=dar un golpe, f=Fujimori, e=estado peruano y
p=ocurrió un ataque a la democracia el 5 de abril de 1992)
y ésta fórmula es isomorfa con el hecho de que en esa fecha ese
sujeto realizó esa acción (y este año 2012 se cumple el 20.mo de
ese evento)
Fijémonos en este ejemplo más ilustrativo. El caso que vamos a
ver es el de la proposición “La taza azul está sobre la mesa”. En
el gráfico se puede visualizar cómo el análisis lógico permite
explicitar la descomposición de los elementos constituyentes de
la proposición. Además, cada uno de esos elementos se
corresponde con algún aspecto de la realidad. Así, nos daremos
cuenta de la íntima relación existente entre la forma de una
proposición atómica y la estructura ontológica de un hecho
atómico del mundo que Wittgenstein bautizó con el nombre de
isomorfismo.
24.
25. Se plantea un isomorfismo entre lenguaje y realidad: “Los límites
de mi lenguaje son los límites de mi mundo”. El papel del
lenguaje es representar el mundo. El lenguaje es como una
maqueta de la realidad. Además, la lógica es el único lenguaje
perfecto. Wittgenstein establece un paralelismo entre el mundo
(hechos, objetos) y el lenguaje (proposiciones, nombres) lo que
origina una concepción figurativa del lenguaje.
A primera vista, no parece que la proposición – por ejemplo, tal
como se imprime en un papel- sea una representación de la
realidad a la que se refiere. No obstante, tampoco la notación
musical parece a primera vista una representación de la música,
y nuestra escritura fonética (las letras) no parece una
representación del lenguaje hablado. Y a pesar de ello, dichos
símbolos demuestran ser incluso en el sentido ordinario del
término, representaciones de aquello que prefiguran. Tanto el
disco fonográfico como el pensamiento musical, la notación las
ondas sonoras mantienen entre ellos la misma relación interna
representativa que se da entre lengua y mundo. A todas estas
cosas les es común la estructura lógica.
26. Por lo tanto, el pensamiento o proposición representa, refleja
proyectivamente la realidad. Y a cada elemento constitutivo de lo real le
corresponde en el pensamiento otro elemento. La realidad consta de
hechos que se reducen a hechos atómicos, compuestos a su vez por
objetos simples. De manera análoga, el lenguaje está constituido por
proposiciones complejas (moleculares), que pueden dividirse en
proposiciones simples o atómicas (elementales), que no son ulteriormente
divisibles en otras proposiciones. Estas proposiciones elementales son lo
que corresponde a los hechos atómicos. Consisten en combinaciones de
nombres, correspondientes a objetos: “El nombre significa el objeto. El
objeto es su significado”. Por ejemplo, “Sócrates es ateniense” es una
proposición atómica, que describe el hecho atómico por el cual Sócrates
es ateniense. “Sócrates es ateniense y maestro de Platón” es una
proposición molecular que refleja el hecho molecular por el Sócrates es
ateniense y maestro de Platón. La proposición atómica es la entidad
lingüística más pequeña de la cual se puede predicar la verdad o la
falsedad. El hecho atómico es aquello que convierte a una proposición en
verdadera o falsa. El hecho molecular es una combinación de hechos
atómicos que convierten a una proposición molecular en verdadera o
falsa.
27. Concepción figurativa del lenguaje
Las proposiciones figuran la realidad.
Tipos de proposiciones:
1) Representan lo real: “p” puede ser V o F (significativas)
Ej: “El pasto es sintético”, “El vaso es de vidrio”, “La
camisa es roja”, etc.
2) No representan lo real: (son asignificativas)
2.1) Sinsentido (⊥ solo falsa [contradictorias], T solo
verdad [tautologías])
Ejemplos: “A=A”, “2+2=4”, “Juan corre y no corre”
2.2) Insensatas: Seudoproposición
(Ni V, ni F= carentes de significado)
Ejemplos: "Pedro se come un número primo", “El sol baila
música criolla”, “El noúmeno es incognoscible”